Trio con mi ex
Un reencuentro con mi ex acabo en un rico trio hmh.
Esto sucedió hace 5 años, aproximadamente, con una exnovia con la que aun conversaba. Habíamos terminado hace 6 meses, pero aun teníamos contacto via mensaje, y de repente, llamada, ella tenia 26 y yo 25, tenía un rostro tierno, y era de complexión un poco robusta, media 1.65, con caderas pronunciadas, piernas gruesas y senos de buen tamaño, castaña, era wera, con un tono de piel casi rosado, unos labios rosas y ojos tiernos cubiertos por unos anteojos. Siempre fue muy mustia en el sexo, muy pocas veces logre hacerla llegar al orgasmo, en parte por mi inexperiencia, y parte porque ella era muy religiosa, y veía el sexo fuera de matrimonio como algo negativo.
En fin, durante mi tiempo soltero experimente con muchas mujeres, y tambien me aventuré al mundo del cuckold, siendo solo un curioso, mas nunca lo experimente; durante ese tiempo, conocí a “Luis”, sinceramente no recuerdo su nombre, nos compartíamos fotos de mujeres, y nos contábamos experiencias, y de todo eso yo sabia que el tipo tenia una tranca enorme y gruesa (21 cm de largo), lo cual era algo que me daba curiosidad. Entre algunas fotos que compartimos, compartí una de esta ex, no era la foto mas sexy, solo era ella con un pantalón ajustado, pero su cara de inocencia y caderas pronunciadas calentaron a mi amigo.
Durante el tiempo que nos separamos, ella y yo seguimos en comunicación, y a veces nos calentábamos por mensajes, y en esos momentos yo aprovechaba para describirle situaciones morbosas, como tríos, incesto, etc., cabe aclarar, que durante este tiempo yo me fui a trabajar al puerto de Salina Cruz, mientras que ella vivía en CDMX.
Un día morboseando con ella (a quien llamare Lu), le dije que me gustaría verla en las playas de Salina Cruz, a lo que ella me comento:
Lu: -No tengo ropa de baño sexy, nadie me voltearía a ver.
Yo: – te la compro… pero con una condición, tenemos que hacer esta fantasía realidad.
Oh sorpresa, ella aceptó. Quizás lo hizo por volverme a ver, la verdad yo lo hice por morbo, por volvérmela a coger, asi que comencé a enviarle fotografías de trajes de baño, y eligió una diminuta tanga roja, con un sostén que cubría solo el 50% de sus senos. Acordamos el día que ella llegaría, debía coincidir con mi descanso (en aquel entonces yo descansaba 3 dias cada quince dias).
Asi que planee todo y le compré los boletos para que viniera a Salina Cruz, pero al hacerlo, mi morbo tomo posesión de mí, no podía dejar que esta oportunidad se desperdiciara, debía asegurar que alguien disfrutara y me platicara su experiencia, asi que pensé en Luis, le escribí, obviamente le pague el pasaje, pidió permiso en su trabajo, y accedió.
Todo esto se planeo con un mes de anticipación, asi que como imaginaran, yo estaba continuamente imaginando la situación. Con este tiempo de ventaja, mi cerebro comenzó a planear la manera en la que aseguraría el evento.
Planeé con Luis rentar una cabaña, y fingir que nos encontrábamos casualmente con él, Luis compraría cervezas, llevaría una bocina, y una baraja española que yo sugerí (la que a ella le encantaba jugar conquián), ya que mis objetivos habían evolucionado, mi meta era que Luis la desnudara en un juego de prendas. Por mi parte, yo me aseguraría de que usara el traje de baño, de que bebiera y bailara con mi amigo.
Llego el día esperado, salí del trabajo y la recogí en la central de autobuses (Luis había llegado el día anterior, ya había rentado la cabaña y tenia todo listo). Esa noche dormí con ella, e hicimos el amor despues de mucho tiempo, todo de un modo romántico y tierno, yo terminé, y ella no.
Al otro día, la invite a desayunar, y a las 10:00 am, nos dirigimos a la playa Chipehua (muy linda, pero pequeña y con muy poca gente). Al llegar ahí, ella vistio su traje de baño, se le veía un culo delicioso, apetecible, la tanga remarcaba sus rosadas nalgas, y el sostén resaltaba sus pechos, se vehia de infarto, el color rojo intenso combinaba muy bien con su piel, pero, oh sorpresa, antes de salir de casa se envolvió en una tela delgada, era un poco transparente, pero la verdad la hacía ver decente, y era algo que yo no quería.
Lu: – Ni creas que usaré esto en público, me dijo.
Tuve que ocultar mi frustración, pero bueno, aun habría oportunidad de convencerla en la playa.
Al llegar a la playa comimos algunos camarones, y bebimos algunas cervezas, a fin de que ella se relajará un poco, sin embargo, continúo vestida con la tela. Llegó el medio día, el calor era insoportable y ambos sudábamos, y fue ahí cuando apareció Luis, el tipo levantaba pesas, tenia un abdomen abultado por la cerveza, pero los brazos completamente marcados; yo no era un enclenque, pero al lado de él, lo parecía; Luis iba sin camisa, solo con bermudas, era un tipo alto, media 1.80, usaba lentes de sol que lo hacían ver ligeramente más joven, ya que él tenia 40 años, llevaba el cabello corto, tratando de disimular su calvicie, su rostro no era muy agraciado, y poseía algunos tatuajes en el pecho y brazos (algo que mi ex siempre le gustó, pero yo nunca me atreví hacerme uno).
Luis fingió sorpresa al verme, y ambos nos saludamos enérgicamente.
Luis: – ¡Que milagro! ¿Qué haces por acá?
Yo: – Nada, solo descansando, tomando un par de cervezas, mira te presentó a una amiga.
Al escuchar la palabra amiga, ella volteo a verme con una mezcla de sorpresa y coraje, aún asi, se paró y dio la mano a Luis. Platicamos algunas cosas triviales, sobre el trabajo, sobre la ciudad, y la increíble coincidencia que había pasado, hasta que finalmente Luis nos invitó a la cabaña.
Luis: – Hola, mucho gusto ¿Y que plan? Esta haciendo mucho calor, si gustan los invito a mi cabaña, hay ventilador y un refrigerador lleno de cervezas.
Yo: – ¿Cómo ves Lu? ¿Vamos con mi amigo?
Lu: – Como sea (su molestia era evidente), me gustaría otra cerveza.
Las cabañas estaban a un par de kilómetros, en playa bamba, y eran una cosa sencilla, una choza de palos, con un par de ventanas tapadas por cortinas simples, una cama matrimonial, un pequeño sillón, y una mesa de fiesta cuadrada con cuatro sillas de plástico. Luis fue buen anfitrión, nos destapo un par de cervezas y puso música, bachata, que a ella le encanta (todo estaba planeado), despues de una cerveza, ella se animó a bailar con él, bailaron pegados al compás de la música, ella movía el culo riquísimo, y yo miraba excitado.
Lamentablemente mi amigo no era buen bailarín, asi que pronto se volvieron a sentar, y comenzó el juego de cartas, mientras la bebida continuaba, haciendo que ella se desinhibiera más y más.
En un principio, el juego era mero entretenimiento, pero despues de un par de cervezas más, propuse subir la temperatura, volviéndolo un juego de prendas, y ella aceptó.
Las reglas eran simples, para hacerlo rapido, el que ganará conservaba su prenda, los otros dos perdedores, se retiraban poco a poco de su ropa.
Obviamente la dejamos ganar en un inicio, comenzamos por cosas tontas, como sandalias, anillos, Luis se quitó los lentes de sol, y eventualmente, Lu se retiró la tela que cubría su cuerpo, su sostén revelaba sus pezones excitados, y supe que era momento de llegar a más.
Rápidamente llegamos al punto en el que yo y Luis solo teníamos bóxer y Lu conservaba completo el traje de baño, el que perdiera comenzaría a mostrar algo más, asi que jugamos y esta vez no le dejamos ganar, yo gané. Lu hizo el ademan de retirarse el sostén, pero hice una seña para detenerla.
Yo: -Como yo gané, creo que debería tener una compensación extra, que sea Luis quien te quite el sostén, y tú puedes quitarle el bóxer.
Ella sorprendida, y entre risas y regañadientes, aceptó, se levantó de la silla y mi amigo se puso detrás de ella y, como todo en caballero, le retiro suavemnte el sostén, dejando al aire sus hermosas tetas rosadas, con los pequeños pezones apuntando al cielo, él, a modo de juego, inmediatamente tapó los senos con sus manos, para “evitar” que yo viera, causándole mas gracia y carcajadas a Lu.
La soltó inmediatamente, y ella se dio la vuelta, pude observar como ella le saboreaba, se inclinó lentamente, yo tenia el miembro completamente erecto, se puso de cuclillas, y con ambas manos bajo lentamente su ropa interior para ver salir de ahí una enorme tranca, ni siquiera estaba completamente erecta y ya me sobrepasaba, al salir de su envoltura, el miembro de mi amigo rozó la cara de mi ex, sorprendida, no pudo abrir la boca del impacto (ella nunca había visto algo asi, yo era su segunda pareja sexual y no había tenido más).
Lu: – Está enorme. Dijo mientras admiraba de arriba abajo el miembro moreno y brilloso de Luis, y veía como le colgaban un par de enormes huevos. Ella se quedó unos segundos admirándolo con una cara de sorpresa, más que de excitación, se levantó, le sonrió, y volvimos al juego.
Luis: – Creo que ahora yo estoy en desventaja ¿les parece si cambiamos un poco las reglas del juego?
Yo: – ¿Qué propones? (Obviamente sabía lo que venía).
Luis: – Esta vez, los perdedores tendrán que cumplir un reto, un reto cachondo.
Nuevamente Lu estallo a reír, y despues de una pequeña insistencia por parte de ambos, aceptó.
Yo baraje las cartas, asegurándome de que todo saliera de acuerdo con el plan, y asi fue, esta vez Luis ganó.
Luis: – el reto es el siguiente, me gustaría ver algo de acción. Quiero ver como ella te la mama, al menos diez segundos.
Lu sonrió, estaba muy ebria para decir que no, además era algo que habíamos hecho muchas veces, frente a un tipo que la estaba viendo semidesnuda, asi que no puso objeción. Se ató el cabello con una dona, haciendo una sola coleta, yo me levante, y ella, hincada en el suelo de aquella cabaña, frente a un completo extraño, me bajó los calzones y me la mamó.
Comenzó con besos lentos, y poco a poco paso su lengua, hasta que se decidió a introducirla, succionando un par de veces, y creo que pasó de los 10 segundos. Mi verga estaba al cien, completamente erecta (me mide 15 centímetros, y la tengo algo gruesa, más no como Luis).
Lu se levantó, se limpio la saliva, y reanudamos el juego. Esta vez, Luis barajo las cartas, obviamente, a mi favor, sin embargo, no era tan hábil con las cartas, y esta vez el destino decidió que Lu ganará, esto cambiaba los planes, ya que no sabíamos que se le ocurriría a ella.
Lu: – Lo que les voy a pedir, debe quedar entre nosotros, me apena mucho. Dijo con su voz tierna mientras se tapaba el rostro enrojecido. – pero debo aprovechar la oportunidad, me gustaría que ambos me chuparan los senos.
Luis y yo nos miramos completamente sorprendidos y sonrientes, no esperamos una orden, ambos nos acercamos a su silla, y ella levanto los brazos en señal de bienvenida, y cada quien selecciono una teta, y se dispuso a chupar, lamer, morder un poco sus pezones, salados por el sudor y el mar; ella gemía y nos pedía más, mientras yo solo escuchaba los sorbidos y lamidas de mi amigo. Perdí la noción del tiempo, sin embargo, no serían más de tres minutos cuando ella bajo los brazos y pidió que paráramos.
Lu: – solo eran diez segundos. Dijo entre risas y suspiros, su cara era la de un angel, un angel que está a punto de perder la inocencia.
Esta vez le tocaba a ella barajar las cartas, no sé si buscaba alterar el juego, me parece que no, aún asi, el destino me sonrió a mi esta vez, gané, y decidí continuar con el plan.
Yo: – Bien, Lu ya disfrutó, Luis ya tuvo su show, creo que ahora es mi turno de disfrutar de uno. Les pedí lo mismo que Luis había pedido, ella debía de mamar su verga, estaba tan excitada, que solo tuve que insistirle un poco para que aceptara.
Luis se levantó de la silla, ella se hincó nuevamente, aun mantenía su coleta, miró como esa enorme tranca se acercaba, tragó saliva, y al tenerla frente a su rostro la sujeto con una mano su miembro.
Lu: – la tiene más gruesa que tú. Ese comentario me causo una sensación entre molestia y excitación, estaba viendo a la mujer que hace unos meses era el amor de mi vida, con la que viví cuatro años, a punto de engullir una tranca más grande y gruesa que la mía.
Lu la admiró por un instante, era enorme, circuncidado, morena, brillante, la examinó bien, lo levantó con su mano y vio sus enormes huevos (su debilidad), en esa posición, acerco sus labios y le comenzó a besar, primero, en la base, subiendo poco a poco, lentamente paso sus labios por la enorme verga de mi amigo, llego a la punta y comenzó a besarla, ya habían pasado mas de 10 segundos, y ella la continuaba besando, sacando de vez en cuando su lengua para darle pequeñas lamidas entre besos, Luis tomó confianza y la sujeto con firmeza de la coleta, ella seguía su labor, sin dejar un solo espacio fuera del alcance de sus labios, con su mano sostiene aquella tranca y la movía de arriba abajo lentamente mientras ella besaba.
Sujetó firmemente con una mano, y acerco sus labios a los huevos de Luis, los lamio, los besó, un par de enormes huevos rasurados brillaban con la saliva de mi ex. Siguió un rato besando, hasta que por fin abrió la boca para recibirlo, tuvo que abrirla completamente, y aun asi solo la punta ingresó.
Yo estaba fascinado, me tocaba al ver esta escena que se extendió por tres minutos, aquella mustia mujer, a la que me había costado un año convencerla de hacerme un oral, estaba hincada comiéndose el miembro de un hombre al que apenas conocía hace unas horas, sentí celos, pero mi excitación fue mayor, me acerque con el miembro de fuera, Luis le soltó el pelo, ella seguía en su labor, asi que la sujete de la coleta, firmemente, ella saco el miembro de su boca y jadeó, volteo a verme con ojos de locura, miró mi miembro, y lo engulló, se lo comió todo de golpe tan deliciosamente que solté un gemido.
Despues de lamer aquella tranca, la mía era algo fácil para ella, se la comía entera, la babeaba, metía la lengua, parecía querer hacerme terminar, miré a Luis a los ojos, Lu aun le sostenía el miembro y lo masturbaba, hice una seña con mi rostro apuntando hacia la única cama en la cabaña, y asintió. La jale nuevamente del cabello, y saco mi miembro de su boca, nuevamente con los ojos enloquecidos, le dije.
Yo: – Levántate, vamos a la cama. Me dio una mano inmediatamente, sin soltar la verga de Luis con la otra, se levantó y caminamos un par de pasos a la cama.
Me senté con la verga muy dura en una esquina de cama, y le pedi que se pusiera en forma de L, con las nalgas apuntando hacia Luis, siguió lamiéndome y mi amigo aprovecho para retirar lentamente su tanga y acercarle la enorme tranca a su húmeda y rosada panocha, pero, a pesar de su excitación, pidió que no se la metiera.
Lu: – está enorme, no quiero que me lastime. Dijo.
Luis: – Tranquila, solo la quiero frotar en tus fluidos. Ella asintió con un gemido, mientras seguía lamiéndome, y el comenzó a frotarla con movimientos lentos de cadera. Continuamos asi por un par de minutos, no era lo que esperaba al cien, pero estaba satisfecho de verla frotar su vagina con un desconocido mientras degustaba mi miembro entre gemidos.
Lu estaba poseída comiéndose mi miembro, mientras Luis con cara de malicia la frotaba más y más rapido, ella aumentaba sus gemidos, cada vez más, y más hasta que su gemido se convirtió en un pequeño grito y accion reflejo de retirar mi miembro de su boca, puso los ojos en blanco y volteo inmediatamente a ver a Luis mientras me sostenía en su mano.
Levante la mirada, y el maldito Luis sonreía de oreja a oreja, pues la había penetrado sin su consentimiento, la sujetaba firmemente de las nalgas mientras miraba el rostro de mi ex que no podía con semejante miembro.
Luis: – Apenas es la mitad putita. Ella abrió la boca, no sabia que decir, y yo tampoco, de la boca de Lu solo salio otro gemido, y él empujo más y más, suavemente, mientras ella gemía como loca, hasta que por fin entró.
Lu cerro los ojos, me miro con unos ojos suplicantes, yo, entre excitado y asustado, tomé su cabeza y guie nuevamente sus labios a mi miembro, Luis me miró, y asentí, esa fue la señal, mi sueño se estaba cumpliendo, él comenzó a embestirla lentamente mientras ella gemía con mi verga en su boca: “mmghh, mmghh, mmgh”.
Era una escena increíble, la estuvo bombeando un par de veces más, mientras ella intentaba moverse y trataba de empujarlo con sus manos, pero él la sujetó de ambos brazos, y comenzó a bombearla mas fuerte, mientras chupaba, y gemía, volteo su mirada hacia mi con ojos suplicantes, y saque mi miembro de su boca.
Lu: – ¡Que use condón ¡Por favor, no quiero que me embarace!
En ese momento recordé que, como niña de casa, católica, buena hija y estudiante, esta mujer siempre había cuidado su imagen ante sus padres ¿Qué pensarían si llegará preñada de un viaje con sus “amigas”?
Me retiré, salí de la cabaña y fui a mi auto, mientras Luis no paraba de cogerla, se escuchaban unos gemidos riquísimos afuera de la cabaña, abrí el auto, saqué un preservativo y volví a la acción. Luis le dio un par de embestidas más despues de que le di el condón abierto, su miembro salio completamente lubricado de una vagina muy abierta, “nunca será la misma despues de esto”, pensé.
Ella permaneció acostada, mientras el se colocaba el preservativo, yo me acerque a ella y la acomode en la cama.
Lu: – Quiero que me cojas tú. Me dijo. – Él me va a lastimar. Y acepté, me recosté, y ella se monto sobre miembro, que entró como agua, sin oposición alguna. Comenzó a montarme rápidamente, en un frenesí de gemidos y fluidos, mientras mi amigo se colocaba de al lado de ella, con el pene forrado rozando su rostro, asi que ella no dudo en mamarlo.
Estábamos tan excitados que pronto ella y yo terminamos. Debo aclarar que ella pocas veces llega al orgasmo, y al llegar, tiene un squirt espeso de color lechoso y espeso, sin embargo, no tiene mas de uno. El squirt de ella llego, y como siempre pidió que terminará, yo saque mi miembro rápidamente y termine en su vientre.
Asi que, cansados y satisfechos, nos dimos un buen baño juntos, mientras mi amigo se recostaba en la cama, visiblemente frustrado por no haber terminado, sin embargo, no estaba dispuesto a que esto terminara asi.
Ella al igual que yo, somos de un solo orgasmo, asi que con toda la confianza y cansancio del mundo, nos recostamos en la cama, mientras Luis continuó bebiendo y escuchando música recostado en el sillón, que daba la espalda hacia nuestra cama.
Lu y yo, cansados por el sexo, eventualmente nos quedamos dormidos mientras nuestro amigo continuaba la bebida, y probablemente se masturbaba (pues se había quedado la tanga como trofeo).
No se cuánto tiempo había pasado, la música continuaba, pero Lu no estaba a mi lado, desperté y entre las canciones de salsa escuché claramente los pujidos de mi ex. Abrí los ojos, levanté el torso, y oh sorpresa, mi ex estaba montada sobre Luis, que se continuaba sentado en aquel sillón. Ella lo abrazaba, fuertemente mientras cerraba los ojos y se mordía los labios, era obvio que cogían sin haberme invitado, me mantuve sereno observando el espectáculo, ella se mordía los labios para no gemir, mientras él le daba fuertes nalgadas, el sudor le escurría del rostro rosado, de repente, abrió los ojos, y me vio.
Sorprendida, abrió la boca y se puso colorada, y comenzó a golpearle el lomo a Luis, para que parará, pero él solo acelero sus movimientos, haciéndola gemir. Yo ya tenia una erección impresionante, me acomode, retire las sábanas, y disfrute del espectáculo mientras Lu me miraba con ojos de culpa.
El sillón no me permitía ver completamente, solo veía la espalda de él, y la cara sudada y enrojecida de ella, que se había soltado ahora el pelo. Me levanté de la cama, y coloqué una silla de plástico delante de ellos, sin que Luis siquiera se inmutará, mientras que ella me seguía con el rostro, subiendo y bajando debido a las embestidas de él.
En esta posición tenia una vista increíble, el la tenía agarrada de las nalgas, y empujaba su cadera mientras que sus manos levantaban ese par de nalgotas blancas, con las manos de él marcadas en color rojo. Yo veía como el sudor le recorría la espalda, y sobre todo, como esa enorme tranca brillaba, escurriendo los inconfundibles fluidos del squirt de Lu (conmigo siempre paraba despues de uno, por la cantidad, llevaba varios orgasmos arriba de esa verga). Ahora no había porque guardar silencio, ella gemia, pujaba, cada que esa verga entraba, el sonido era igual de delicioso que la escena, era obvio que ella estaba empapada despues de algunos squirts, y era obvio que él no estaba usando condón.
Derrepente, Luis se dio cuenta de mi prescencia, yo estaba frente a ellos masturbándome, y dijo.
Luis: – ¿Te gusta como me cojo a tu puta? ¿Te gusta puta?
Ella gimio, y dijo
Lu: – Siii… soy tu puta, cógeme, cógeme, soy tu putita.
Luis me miro con malicia.
Luis: – Ahora hay que darle al cornudo un buen espectáculo puta. Paró sus embestidas, y le dio una leve nalgada a Lu para que se levantara, al hacerlo fue como desenfundar una espada, su miembro era enorme, mientras ella salía, los fluidos espesos y lechosos de sus orgasmos escurrían del miembro de Luis, que ahora goteaba el fluido resultante de esa maravillosa cogida, fue tan excitante eso, que aún lo recuerdo con antojo, además del hueco rosado impresionante que ahora era su vagina. Al levantarse me miró y solo pudo decir entre dientes “perdón…” e inmediatamente Luis le indico que se sentara en su miembro, esta vez, ella me vería de frente.
Al dejarse caer lentamente, pude ver como aquella enorme tranca abría su vagina nuevamente, parecía a punto de reventar mientras se deslizaba por aquel enorme tronco. Ella tenia los senos rojos y llenos de saliva, y su cara no podía fingir el placer que estaba disfrutando.
Una vez que toda la tranca de Luis estaba dentro de ella, comenzó a saltar rápidamente, mientras él sujetaba sus manos. Ella aun conservaba los lentes, asi que ver ese rostro angelical siendo sodomizado, profanado por aquella tranca enorme me causo demasiado placer, me masturbe frenéticamente a la par que ellos cogían.
Despues de un rato asi, Luis le dio otra nalgada, indicándole que se levantara, ella comprendió, se levantó, esta vez ignorándome, y se dirigieron a la cama. Una vez más sus fluidos escurrían de la verga de Luis.
Al llegar a la cama Luis la recostó boca arriba, yo los seguí, acomodo su cabeza apuntando hacia mí, para que pudiera ver como la penetraba, se acerco a sus senos y comenzó a devorarlos, mientras su pene comenzaba a perforarla, ella gemía sin pausa alguna. Continuaron por tres minutos asi, cuando Luis paró, levanto la mirada y se salio de ella con el miembro escurriendo en los fluidos lechosos de mi ex, ella jadeaba, estaba agotada, Luis se masturbó un poco y por fin termino afuera de su vagina, inundándola de leche mientras ambos gemían y yo terminaba de masturbarme.
Termino de vaciarse, y uso su pene como pincel, para mezclar los fluidos de ambos, e introducirlos en su vagina mientras ambos jadeaban.
Miré el reloj, era de madrugada ¿Cuánto llevarían cogiendo desde que yo dormí? ¿Cómo llegaron a esa situación? Jamás le pregunté a ella, ambos nos quedamos callados, nos recostamos y nos quedamos profundamente dormidos.
Al día siguiente ella estaba apenada, no me miraba a los ojos, salimos a comer con Luis, pero la situación fue incomoda, y me pidió volver a casa, acepté, y pagué su pasaje de vuelta a la ciudad de México. Me tomé un par de cervezas esa noche con mi amigo, y me contó los detalles que desconocía, tal vez los cuente en otra ocasión, y mas historias, ya que no fue nuestro último encuentro juntos, ni el ultimo de él con mi ex, hicimos más planes, algunos salieron bien, otros no tanto, ella y yo nos dejamos de hablar eventualmente, sin embargo, aun recuerdo y me toco al recordar su vagina completamente abierta atravesada por el tronco de Luis, su boca mamándolo, su carita inocente siendo profanada, y otras cuantas interacciones más que llegamos a tener y les contaré en un futuro.
Fin.
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