Trío en la playa Yucatán
Yo y un amigo cercano fuimos a una playa conocida de Yucatán y ahí conocimos a una chica con la cual tuvimos una noche de pasión.
De nuevo estábamos en la playa. El cielo estaba nublado pero el calor aún se dejaba sentir. La combinación del cielo con nubes y de los rayos del sol luchando por atravesarlas, dibujaba un mar plateado.
Después de instalarnos en el modesto hotel playero. Nos dirigimos a comer. Optamos por comer en la playa bajo las palapas ahí instaladas. Minutos después de pasada las 4 de la tarde, el viento comenzó a sentirse como mucha más fuerza. De repente mi compañero y amigo, me dio un golpe con su pie, al reaccionar él me señalo hacía la playa a unos metros de donde nos encontrábamos.
Una turista se encontraba en topless en un camastro junto a su novio.
La luz del sol recorría su cuerpo. Al parecer llevaba ya un rato asoleándose puesto que podíamos observar su piel bronceada.
Intercambiamos unas sonrisas de complicidad y seguimos en lo nuestro. Ocasionalmente mirábamos a la chica, quien platicaba con su novio.
Después de tomar nuestros alimentos nos quedamos en la mesa disfrutando del “paisaje”. En un momento la chica se sentó en el camastro mirando a su novio que se encontraba del lado derecho. Así pudimos observar sus torneados pechos que colgaban libremente ante el viento. Ella reía y disfrutaba del momento al igual que nosotros mirándola.
Nuestros cuerpos comenzaron a reaccionar cuando ella se movía y sus pechos disfrutaban del movimiento. Junto con su novio se dirigieron al mar, y pudimos observar cómo se abrazaban y besaban, y sus manos se perdían debajo del agua.
Nuestras ganas de estar ahí se intensificaban. Pero ambos jóvenes no tardaron mucho en el mar. Verla salir moviéndose entre las olas era un momento muy erótico. Observamos de frente esos dos ricos pechos mojados y bronceados. Sus caderas se movían para salir de una manera muy sensual. El agua escurría por su cuerpo.
De nuevo se sentó en el camastro, ahora la sorpresa fue ver sus senos excitados pues sus pezones estaban erectos. Ella y su novio seguía platicando como si nada.
Yo me encontraba ya duro y lubricando, y supongo que mi amigo igual. Deseábamos poder tocar, poder sentir el cuerpo de esa hermosa chica.
El espectáculo no tardó mucho pues la policía de Progreso se acercó a pedirle a los jóvenes que se vistieran ya que el lugar no era adecuado para eso; ellos se vistieron y se fueron mientras a nosotros nos privaban de aquel espectáculo.
Nos fuimos al hotel y mi amigo se puso a realizar la tarea que tenía pendiente. Yo miraba los canales del televisor sin ver nada y con el pensamiento clavado en aquella escena. Luego nos alistamos y fuimos a comer a una fonda de Progreso y de regreso pasamos al Oxxo que estaba enfrente de la playa, compramos refrescos y botanas y decidimos caminar por todo el malecón hacia las letras gigantes que mostraban el nombre del lugar.
Quién diría que nos toparíamos con la turista en el malecón a las 9 de la noche mientras caminábamos. Ya no estaba con su novio y se veía reflexionando, mirando al mar donde se dibujaba el puente que llevaba al puerto de carga. Desde lejos vimos cómo se tomaba selfies y tomaba fotos al mar. Nosotros nos dirigíamos hacia donde estaba ella pues yo también quería fotos de esa zona.
Me acerque y mi amigo la contemplaba, ella sonrió al vernos amablemente y después de un par de minutos, le pidió a mi amigo el favor de tomarle una foto en las letras de Progreso, y ahí empezó la plática. Mi amigo al tener un porte de amabilidad, platicaba con ella. Nos comentó que vino de Guadalajara y que estaba con su novio pero que se habían peleado y ella decidió salir a caminar mientras el tipo bebía en su hotel. Yo había a GDL hace 10 años así que conocía algunos datos de ahí y eso fue la puerta para entrar a la plática. Platicamos por casí una hora, nos sentamos en el borde del malecón y pudimos contemplar. Estaba hermosa, pero recordar como la vimos en la tarde nos prendió. Ella comenzó a coquetear con mi amigo, le tocaba el brazo, la pierna, rozaba su pierna con la mía. Yo ya me estaba excitando. Como el tiempo pasaba yo le comenté a mi amigo que ya era tarde, ella nos miró y comentó que si la dejaríamos sola ahí. Mi amigo, el cual es muy tímido, le dijo que viniera con nosotros para que no se quedará ahí, al ponerse de pie se le notaba la erección a mi amigo, y yo me fijé como ella miraba hacía él pero no apenada sino como con ganas. Y ahí fue cuando decidimos buscar que ella estuviera con nosotros. Ella respondió que si nos acompañaba pero que tomaría un par de fotos más. Yo le mandé un whatsapp a mi amigo diciéndole lo que habia notada y acordamos que veríamos que sucediera.
Ya ni recuerdo exactamente cómo sucedió, pero estábamos caminando en dirección a nuestro hotel, mi amigo, la chica y yo. La chica le quedaba a la altura de mi amigo, a mí me ganaba por unos 20 centímetros. Llevaba un vestido para playa negro de algodón semi transparente y con botones, el cual nos permitía observar q no traía sostén y solo una tanga igual de color negro.
En el hotel no permitían meter visitas, pero ya no estaba la encargada sino un joven que cuidaba del hotel por las noches. Le pagamos 200 pesos y nos dejó entras a los tres.
De un momento a otro ya estábamos en el cuarto. Ella sentada junto a mi amigo sonriendo. Después de un par de minutos de estar embelesados observándola, tomó la mano de mi amigo y la puso en su pecho izquierdo, mi amigo temblada de nervios, pero ambos estamos al tope de excitados tanto que ella nos observó y rió. Con la mano derecha me invito a unírmeles. Yo me quede a su lado derecho mientras mi amigo a su lado izquierdo acariciando su pecho. Por instinto me quite la playera, mi amigo me imitó. Yo flaco y sin forma, y él grueso y con algo de pancita; pero nada importaba en ese momento, solo había que disfrutar y hacer que ella disfrutara.
La chica, güera, bronceada y excitada comenzó a besar a amigo. Sus labios se unieron, sus lenguas jugaban entre ellas. La chica llevó su mano a su vestido tratando de desabrochar sus botones, al verlo yo le ayude en la labor dejando su vestido abierto hasta por debajo del ombligo.
Sus tetas estaban libres y por instinto me agache a besarle el cuello, después de unos segundo de besar su cuello, le pregunte su podía bajar más y ella asintió y baje a chuparlos. Los pezones ya estaban duros lo cual significaba que a ella también le gustaba la situación. En un momento ella me apartó y nos pidió ponernos de pie. Mi amigo estaba tan excitado que ya había humedecido su bermuda. Primero desabrochó su bermuda y luego la mía. La turista tenía una cara de deseo y se mordía los labios la vernos. Claro, amigo me ganaba en proporciones, pero parecía que a ella no le importaba. Por un rato nos observó los paquetes, mi amigo preguntó qué pasaba y ella sonrojada dijo que le excitaban los hombres que usaban trusa, y para fortuna de ambos, los dos tenías trusa luego nos pidió sentarnos de nuevo, pero esta vez era para que cada uno le chupara las tetas. Yo la derecha y mi amigo la izquierda. Como no hubiéramos comido nos prendimos en sus tetas. Yo jugaban con mi lengua su pezón duro. Le hacía círculos con la punta de la lengua. Ella gemía. En eso estábamos cuando pidió que mi amigo lo hiciera con más tranquilidad, como es él, le pidió disculpas y siguió.
Nunca antes estaba tan excitado. Comencé a lubricar de manera muy intensa.
Los tres nos acostamos en la cama y seguimos nuestra labor. Mi mano derecha acariciaba su ombligo y mi amigo acariciaba su pierna. La chica daba pequeños gemidos y cerraba sus puños
Poco a poco desabroche los botones q hacían falta y se quedó en bikini negro el cual también mostraba signos de humedad. Dejé de chupar y bajé a quitarle en bikini. Pude contemplar su conchita ya húmeda y depilada. Me dirigí a chupársela mientras mi amigo observaba ella le empujó la cabeza para seguir mamándole el pecho. Ahora mi amigo estaba casi encima de ella chupándole la teta derecha mientras que con la mano le apretaba la teta izquierda y con los dedos jugaba con su pezón bien paradito.
Quería comerle la concha. Le hice a un lado la tanga e inicié el juego. Le metía la lengua y luego les daba pequeños mordiscos a sus labios. Se notaba que se cuidaba porque su concha olía y sabia rica.
Minutos después ella tuvo un orgasmo, pues pude sentir como se estremecía y apretaba su vagina, ella ahogo un gemido al cerrar sus labios y mordérselos.
Luego intercambiamos lugar, Mi amigo iba a probar su concha mientras yo jugaba con sus pezones. Él, más abusado, le quito la tanga comenzó a besarle la cocha, tímido al principio luego más desinhibido.
Los dos podíamos sentir cómo se eriza la suave y bronceada piel de la chica. De pronto ella nos detuvo y con raro español nos pidió cambiar de lugares, mientras nos cambiábamos ella se puso a cuatro patas y abrió las nalgas, pude contemplar desde otro punto su conchita ya húmeda y un pequeño hilo de lubricante recorría toda su entrada.
En ese momento me agaché y comencé a comerle de nuevo su conchita. Pasando la lengua desde sus labios hasta su ano, a veces ella daba pequeñas risas cuando eso sucedía.
Mientras tanto con mi amigo, ella extendió su mano y tocó su paquete ya todo bien erecto y lubricado, suavemente le quitó la trusa y el falo de mi amigo salió disparado, ella lo miraba con deseo. De nueva cuenta, ella extendió su mano y tomo el pollo de mi amigo con una mano, lentamente le bajaba el prepucio y se asomaba la cabeza ya toda lubricada, así estuvo unos minutos, ella repetía el proceso de subir y abajar el prepucio con sus suaves manos, mi amigo no dejaba de ver las tetas la chica balanceándose levente mientras todo esto sucedía.
Después de un rato y sin preguntar me puse a la altura de sus caderas y le dejé ir mi pollo, pude notar su abertura y como la cabeza entró, sintiendo lo caliente, húmedo y rico de su conchita. Ella solo soltó un gemido, muy rico. Mientras yo le daba por la concha ella seguía masturbando a mi amigo, quien seguía perdido en el movimiento de los pechos de la chica , los cuales se movían con más fuerzas por las envestidas que le daba.
Sentía sus nalgas pegar contra mis caderas. Eran redondas y bronceadas, la línea de la tanga se le dibujaba. Mientras la cogía, tocaba sus nalgas, las acariciaba y a veces le daba pequeñas nalgadas.
Después de masturbar a mi amigo por unos minutos, ella pasó la punta de la lengua a lo largo del pollo de mi amigo, desde sus huevos hasta la cabeza. Mi amigo se volvía loco resoplando con fuerza, pero disfrutando de lo que la chica le hacía.
Minuto después inter cambiamos lugar, Mi amigo le untaba la cabeza de su pollo en la vagina de la chica, y ella le pedía que se lo metiera ya. Él se preparó y se lo introdujo. ¡La chica dio un fuerte gemido!, entonces mi amigo comenzó el movimiento. Las tetas de la chica se balanceaban al compás de los movimientos de mi amigo.
En un momento ella le dijo que lo hiciera despacio. Y así, suavemente continuó cogiéndola
Después de recuperarse la envestida, la chica tomó mi pito y se lo metió todo a la boca. Su boca caliente y húmeda me prendió demasiado, hasta pensé que acabaría pronto. La lengua de la chica jugaba con la cabeza de mi pito.
En eso estábamos cuando mi amigo le levantó la pierna izquierda y continuó cogiéndola. Tardamos unos cuantos minutos así, hasta que ella nos hizo alejarnos y entonces nos pidió que nos sentáramos al lado suyo como al principio, y comenzó a masturbarnos, Sus manos suaves rodeaban mi pito, en cambio a mi amigo le sobresalía todavía unos centímetros. Cuando ella comenzó a jalárnosla, pusimos nuestras manos en tus tetas masajeándolas y jugando con ellas.
No tardamos ni un par de minutos cuando resoplando y gimiendo comenzamos a eyacular, ella lo disfrutaba. Nos dejó secos.
Pero ahora le tocaba a ella terminar…
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