Tuve mi pequeña Sodoma
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Resulta que era un pueblo de unos 15,000 habitantes, pequeño, lo primero que busqué fue donde instalarme y alquile un cuarto que tenía solo dos ambientes, cocina-sala y un dormitorio. Como no podía pagar más lo tomé. Era un establecimiento educativo de séptimo, octavo y noveno grado nada más, para que se ilustren un poco más eran estudiantes adolescentes entre 12 y 16 años.
Cómo la mayoría allí, eran morenos claros, les causé impacto, sobre todo a las chicas y las no tan chicas. Al principio algunas de las muchachitas se me empezaron a insinuar, comento que al principio yo las miraba como mocosas que aún no se sabían ni limpiar el coñito, pero conforme pasaban los días, la necesidad de tener relaciones se acentuaba y aún no había visto muchos prospectos, pues la mayoría que conocía eran casadas o muy viejas.
Hasta que hubo un día de recibir a los padres de familia, como es costumbre la mayoría son madres, y yo tenía una estudiante de 13 años llamada Joselin, muy adelantada y dedicada en sus estudios, conocí a su madre y me pareció muy atractiva, de talla pequeña, senos pequeños pero bien formados y un redondito trasero. Entable una buena charla con ella, me confió que vivía sola con dos hijas, pues su marido se había ido al norte hacía ya un año. Yo le dije que no había problema, le dije que me llevara a Joselin a las 4 de la tarde y yo se llevaría de regreso a las 6:30.
Esta pequeña, Joselin, era una chica alta pero muy delgada, de bonito rostro, si era muy inteligente, pero estaba en una edad de desarrollo, pronto las demás chicas la molestaban conmigo, y eso en parte provocaba que ella se pusiera nerviosa cada vez que yo la recibía en mi pequeña habitación. Luego empezamos a charlar amenamente, me dijo que nunca había tenido novio, pues no le quedaba tiempo, pues también estaba en clase de ingles los fines de semana e iba a clases de ballet por las noches. Joselin no era fea, pero no se arreglaba bien, casi siempre su cabello estaba desalineado. Asi que en una ocasión antes de que ella llegara fui con una estilista del pueblo y le pagué para que fuera a mi casa, que iba a atender a una chica, asi cuando Joselin llegó le di la sorpresa y la estilista la maquilló, la delineo, la peinó y magia!, era otra Joselin, ella se puso tan contenta que cuando se fue la estilista se subió encima de mi y comenzó a besarme, como no tenía ninguna experiencia más bien solo los deseos vivos, la controlé y comencé a enseñarle a besar, de labios, de lenguita y mis manos no dejaba de acariciar todo su cuerpecito delgado, eso me fue encendiendo y mi pedazo de carne entre las piernas estaba como de hierro.
Cómo aún llevaba su uniforme del instituto, se lo desabotoné y luego lo hice con su sostén, sus tetitas eran pequeñas en forma de cono, las chupé y las mamé, la pequeña empezó a dar gemidos en forma de chillidos, luego deslicé mi mano entre sus braguitas blancas y acaricie su tierna chuchita, sus labios vaginales se iban mojando conforme los acariciaba, ella tuvo un orgasmo solo de chuparle sus tetitas y acariciarle su chuchita, la chica era muy caliente. No pude evitar sacarle su braguita y meterme entre sus piernas, como antes había dicho, al lamerle su rajita pude sentir sabor a orina y toda clase de olores, pero aún asi le comí su chuchita hasta la oí volver a correrse, luego ella me diría que fueron sus dos primeros orgasmos de toda su corta vida. Antes de irse ese día se despintó ojos y casi todo, se despeinó un poco, me dijo que tenía miedo que su mamá la viera asi.
Los siguientes días fueron excelentes, las dos horas las pasábamos en la cama, solo que aún no me decidía por penetrarla, por desflorarla. Empezabamos besándonos y yo le iba quitando su ropita, hasta dejarla en cueritos, me ponía a besarle sus tetitas, luego iba bajando por su vientre plano y llegaba a su chuchita, la cual ahora no olía mal, pues yo le había dicho que tenía que ser mas limpia en su parte íntima. Le lamía su coñito, su clítoris y mi lengua llegaba hasta su ano donde le daba pequeños círculos alrededor de su agujerito y eso la ponía sobre excitada, solo con sexo oral llegué a hacerla tener tres orgasmos, por supuesto que le fui enseñando a mamar mi verga, y no se si es natural, pero las féminas aprenden muy rápido, a los pocos días me daba una tremendas mamadas de verga que me hicieron correrme como nunca.
Cierto día, recibí una visita de la mamá de Joselin, que llamaré Vivian, una mujer no tan madura, tiene 32 años, tuvo a Joselin de 19 años. Al principio tuve temor de su vista tan repentina, pero pronto supe que me estaba invitando a cenar a su casa, que su hija hablaba muy bien de mi, hasta llegó a decir que su hija me estaba viendo como un padre. Fui esa noche, Vivian estaba resplandeciente, tenía un vestido como de fiesta, de aquellos que se pegan a su cuerpo y pude ver que a pesar de dos hijas, esta muy buena. Cenamos, allí conocí a la hermana de Joselin, de nombre Karla, de once años, que aún esta en primaria y que el próximo año estará en secundaria.
Luego de la cena y de charlar en la sala con las tres, Vivian mandó a sus dos hijas a dormir, yo al ver esto también empezaba despedirme, pero ella me lo impidió y me dijo que había guardado una botella de vino, que la acompañara, y que la sacaba ahora, pues no quería que estuvieran allí sus hijas. Bebimos y charlamos, pero fui notando que cada vez ella se me pegaba más, pensé que casi un año sin sexo por la ida de su esposo estaban pagando factura, Vivian era una mujer bien formada y atractiva, asi que sin pensarlo mucho seguí el juego, pronto nos encontramos en una situación en donde era más fácil abrazarla y besarla que irme de allí, antes de eso ella había apagado las luces y estábamos a media luz.
Nos besamos lentamente, sus labios y los mios, sin prisa, le besé el cuello y los hombros, ella erizó su piel, le toqué sus piernas y ella me tocó el paquete entre mis pantalones que ya peleaba por salir. Luego vinieron los besos más húmedos, con lenguita y todo, le bajé la blusa y no tenía sostén, mamé sus senos y luego atrapé con mis labios sus pezones y ella comenzó a gemir, ella me apretaba el paquete y bajando el cierre de mi pantalón sacó mi verga y comenzó a hacerme una chaqueta deliciosa.
Pronto su boquita fue bajando hasta atrapar la cabeza de mi glande y chuparla de rica forma, ahora fui yo quien emitió varios gemidos. Ella me pidió que me quitara el pantalón, lo hice y ella me quitó los calzoncillos, me dio una exquisitez de mamada de verga y de huevos, para ello me acostó totalmente en el sofá, quedé horizontal y ella se desvivió por chuparme todo mi sexo sin dejar nada. Creí que en cualquier momento iba a eyacular, pero resistí. Luego ella se puso de pie y se fue quitando la ropa hasta quedarse totalmente desnuda, mientras la veía como lo hacía, allí acostado, pude ver entre las sombras algún movimiento, eran sus hijas, estábamos siendo espiados por sus hijas, lejos de que eso fuera un incoveniente, eso me calentó más, asi que le pedí que se montara sobre mi, y que me pusiera su chuchita en el rostro, ella a horcajadas se fue subiendo encima de mi y me puso su raja a escasos centímetros de mi boca, Vivian estaba totalmente depilada de su sexo, entonces fui yo quien dio el último paso la tome de su caderas y la senté en mi boca, mi lengua comenzó a hurgar entre sus labios vaginales y su vagina que se mojaba a cada instante, luego la punta de mi lengua se fue metiendo hasta encontrar el aro de su culito, lo lamí y ella ya daba gemidos a cada momento.
Para no cansarlos, mi lengua se metió en todas las partes íntimas que tenía Vivian, hasta creo que llegué a entrar en su vagina, pues hubo un momento en que ella emitió un alarido y sentí lo amargo de su corrida en mi boca, ella luego de un instante quería levantarse de mi boca, pero yo la apretaba con mis brazos y la obligué a sentarse con su culo en mi boca, ella empezó a gimotear, es decir como si estuviera sofocada, por un momento me preguntaba como estarían sus hijas en ese momento viendo tal escena, aunque la oscuridad ayudaba a que no fuera tan explícito.
Luego solté a Vivian para que ella misma se desmontara, pero ella lo que hizo fue quitarse de mi rostro, que estaba lleno de sus eyaculaciones vaginales, sino que se fue colocando siempre montada, sobre mi verga, la tomó con una de sus manos y la puso parada y fue sentándose encima para ensartársela, ella cerro sus ojos, no se si era mi imaginación, pero su vagina estaba cerradísima, costó que mi glande empezara a hundirse en la entrañas de Vivian, poco a poco ella se fue sentando y mi verga se iba acomodando en su vagina. Después de unos tres o cuatro minutos, mi verga quedó metida en la profundidad de su raja. Luego ella comenzó a jinetear, moviendo sus caderas y su trasero, el movimiento envolvía a verga, su vagina después de casi un año sin ejercicio me atrapaba la verga como un guante y con sus movimientos hacia adelante y hacia atrás me la jalaba de forma más que excitante.
Vivian se estaba adecuando a mi verga y sus movimientos comenzaron a ser más fueres y secos, me sacaban gemidos de placer a mi y a ella. Luego de unos minutos más ella llegó a un orgasmo, otra vez no se si era mi imaginación, pero sentí como su eyaculación vaginal atrapaba y envolvía a mi verga con una sensación muy caliente. Ella me abrazó siempre montada, su cabeza estaba en mi cuello, había dejando ya de jinetear, posiblemente estaba recuperándose de su venida.
Luego de unos minutos, fui yo quien sin desmontarla, me hice hacia adelante y la fui haciendo a ella hacia atrás, hasta tumbarla de espaldas, ahora yo era quien quedó encima, como nuestros sexos permanecieron siempre unidos, me puse a bombearle mi verga en su raja, primero lentamente, porque me dio tiempo a chuparle los pezones y besarle en medio de sus senos. Luego de eso, le fui levantando las piernas para que mi penetración fuera lo ´más profunda, Vivian tenía unos pies pequeños muy antojadisos, asi que me fui sentando sin dejar de penetrarla y tomando uno de sus pies me lo llevé a la boca y se lo lamí de punta a cabo, luego metí mi lengua entre sus deditos y luego los metí en mi boca como si fueran dulces y los chupé a uno por uno, al parecer eso y mi verga taladrándole la vagina le gustó a Vivian, porque comenzó a dar gemidor muy fuertes, parecía que volvería a correrse, y tan pronto.
Solté sus pies y me fui poniendo encima de nuevo para darle bombeos más duros y profundos, asi después de uno o dos minutos a ese ritmo, ella llegó a otro orgasmo, más bullicioso que el anterior, pero igual de sabroso, yo estaba a punto también, no me dio ni tiempo a preguntarle si ella se controlaba, pues comencé a eyacular explosivamente dentro de su vagina, mi verga escupía semen intermitentemente y luego de varios latigazos de esperma, hubo un pequeño silencio, solo interrumpido por algunos gemidos ocasionales perdidos.
Luego me quité de encima, en eso los dos oímos ruido de una puerta, ella dijo –mis hijas!-, pero no sucedió nada, más creo que ellas estaban entrando a sus habitaciones que saliendo de ellas.
Esa noche había sido un viernes, para el día lunes siguiente, yo recibí a Joselin como siempre en mi casa, de hecho había olvidado que muy posiblemente ella había sido testigo de la fornicación entre su mamá y yo. Vino a mi mente porque la noté muy despectiva y en ocasiones cortante conmigo, la trate de abrazar, pero ella no se dejó, ella estaba celosa.
Poco a poco, la fui convenciendo a través de mis atenciones y de mi indiferencia ocasionales, luego que ya había pasado una hora, le besé un brazo, ella lo quitó, le besé un hombro y ella lo quitó también. Luego me fui por detrás y le besé el cuello, la espalda, ya que esa vez no llevó la camisa del instituto, por pequeños pasos la fui venciendo hasta que la abracé por detrás, luego la tomé de la silla donde estaba sentada y la llevé a la cama, allí comenzamos a besarnos, yo veía que ella quería como reclamarme lo de la noche del viernes con su mamá, pero no lo hizo.
Como siempre entre besos le fui quitando la ropita, hasta dejarla como dios la trajo al mundo, la fui colocando para que quedaramos en un 69, era la primera vez, pero ella se acomodó bien y comenzamos a comernos nuestros sexos, ella mamaba fuerte mi verga y mis cojones, como lanzándome un mensaje de que debía ser suyos, y yo me sumergía entre sus entrepiernas y le comía su tierna rajita. Joselin llegó primero como casi siempre, a un orgasmo, entonces yo vi que ella se desacomodó de la 69 y acostándose frente a mi con las piernas abiertas y me dijo -quiero que me hagas lo que le hiciste a mi mami!!-, lo dijo tan en serio que luego de decirle que si estaba segura, pues su rajita era pequeña y cerradita, me puse encima y tomando la verga con una mano la froté con fuerza en su chuchita, luego empujé y mi glande fue abriendo su tierna vagina, ella se quejó como de dolor, le dije si le había dolido, ella me negó con la cabeza, entonces seguí, volví a empujar y mi glande abrió sus labios menores de par en par, seguí empujando y ella volvió a quejarse, pero ahora no dudé y se la dejé ir, mi verga había penetrado su chuchita, ella ya no se quejó, sino cerró sus ojos y hacía gestos con el rostro.
A pesar que su rajita ya había sido penetrada por mi verga, no podía meterle más allá que menos de la mitad de mi verga, pues estaba muy cerrada, se me ocurrió tomar sus piernas y ponerlas hacia arriba y colocarlas a ambos lados de mi cabeza sobre mis hombros, eso permitió que su rajita se abriera todo lo posible, mi verga entró ahora más de la mitad, entonces comencé a bombear, sacar y meter. Al principio Joselin ha estado muy callada, pero conforme el dolor decrece y aumenta la excitación, la pequeña empieza a emitir pequeños gemidos de placer. No me había fijado, pero cada vez que penetro a Joselin y la sacó aparece un estela de color rojo, es lo que ha quedado de la virginidad de la pequeña.
Sigo cogiéndola, siempre lento pero buscando profundidad, al cabo de unos minutos los gemidos de Joselin suben en intensidad, parecen en ocasiones que esta llorando, pero se que esta por tener su primer orgasmo ocasionado por estimulación intravaginal, y en unos minutos ella me mete sus uñitas en los costados y se que se esta corriendo una barbaridad, luego parece que se hubiera desmayado, casi no se mueve la chica, pero yo sigo en lo mio entrado y saliendo de su estrecha vagina.
Al rato la muevo, le doy vuelta y me queda de espaldas, la pongo en la posición perruna, a pesar de su delgadez, Joselin ha heredado una parte del buen trasero de su madre, lo tiene pequeño pero de bonita forma, la vuelvo a penetrar, esta vez no es difícil hacerlo, mi verga se cuela hasta lo más profundo, Joselin ha lubricado en exceso, pero aún su vagina es como meter mi verga en un estrecho tubo que mueve y aprieta mi verga y más en la posición perruna, después de estarla cogiendo por pocos minutos ya estoy al borde de mi venida, trate de tardarme otro poco, pero Joselin empezó a mover su trasero de rica forma y fue el acabose, mi verga comenzó a eyacular adentro de ella, la saqué pero una parte quedó adentro y el resto lo acabé en sus nalguitas y su espalda.
Ella se quedó abrazada a mi el resto del tiempo, aún desnudos, bajo las sabanas, no era para menos, pues era el día que había dejado de ser niña y se convertía en mujer, sexualmente hablando.
Las semanas ya no fueron lo mismo. Por un lado cada sesión de clases privadas se convertía en una sesión de sexo. Joselin era muy caliente como había previsto, si por ella fuera, bien pudiéramos pasar las dos horas teniendo sexo. Pero yo le decía una hora de clases y una hora en la cama, la puse en todas las posiciones sexuales que tengo idea. Ya la estaba preparando para cogerla por su bello culito. Asi que una semana, tomé un frasco con aceite de bebé y se lo puse en su ano, luego me lo unté en mi verga, ella me preguntó para que y le dije que si quería complacerme más, ella me dijo que si, entonces, la puse acostada levanté sus piernas hasta mis hombros, puse mi verga en su colita y la fui penetrando, ella al principio decía que le dolía, pero sin dejar de empujar mi verga le abrí su culito lentamente hasta que se fue comiendo mi verga, desapareció en su recto, si su vagina era apretadita imagínense lo que fue su culito, apenas pude follarla por alli unos diez minutos la primera vez, pues me sacó la leche rápidamente.
Pero no era solo eso, siempre alguna noche, se volvió costumbre que al menos una vez a la semana recibía a Vivian, mamá de Joselin, en mi habitación, y su cuerpo era delicioso, esta mujer sabe coger y satisfacer a su hombre, le gusta y sabe mamar verga muy bien, y le gusta que le chupen la raja, tiene un lindo cuerpo para follar, es de talla pequeña pero se sabe colocar durante el acto sexual, ella me sacaba dos y tres polvos por sesión, me dejaba seco antes de irse. Y de ella salió entregarme su buen culito apenas a la tercera sesión, oohh!! el culo de Vivian ha sido lo mejor que he tenido en mi vida, pareciera que su recto tuviera una mano que me apretaba rico la verga cuando la poseo por allí. Cuando jinetea encima de ensartada por el culo es un platillo de placer, lo mueve y lo bate como una diosa del amor, no creo que haya pinga que no explote en su recto cuando lo hace. Ella me decía que mantuvieramos nuestra relación en secreto, ya que ella es casada y el pueblo es muy pequeño, para mi fue mejor asi, por mi relación con Joselin.
Cierto día Vivian me dijo que ella tiene un apartamento al lado de su casa, el cual alquila y que el inquilino se iba a ir y me lo ofreció, me dijo que para ella sería mejor porque corría mucho riesgo cuando me visitaba por las noches en mi cuartito, la podía ver alguien. Asi que acepté. Ahora era más fácil tener en mi cama a Joselin y a Vivian, madre e hija. Y no fue todo. Karlita, la hermana de Joselin, en ese momento ya con doce, se ponía cada vez más bonita, tenía mejor cuerpecito de Joselin, y yo no dejaba de echarle piropos.
Debo decir, que mi nueva habitación tiene una puerta que conecta a la casa de Vivian, que había permanecido casi clausurada, pero desde que me pasé la mandaron a abrir de nuevo, eso facilitaba el acceso mio a la casa y de Joselin y Vivian cuando me visitaban. Una noche Karlita me pidió ayuda de una tarea, Vivian se había ido con unas amigas suyas y Joselin estaba en su clase de Ballet, asi que estaba yo solo con ella. La chiquilla estaba en pleno desarrollo, sus tetitas se estaban llenando, las tenía ahora más grandes que las de Joselin, y era más llenita al igual que su trasero.
Mientras le explicaba, al igual que había hecho su hermana, se fue recostando sobre mi regazo, la tomé la acosté en mis piernas y la besé, ella quiso quitarse después de tomar mis labios, ella si se notaba que ya había aprendido a besar, pero yo lo sostuve, le quité su blusita y le mamé sus tetitas, mis manos le tocaron su rajita sobre su braguita y la chica se prendió a mi, me abrazó intensamente, metí mi mano dentro de la braguita y toqué su tierna vulva, ella increíblemente mojo mis dedos, vaya la pequeña es sumamente cachonda. No pude evitar abrirle sus piernitas, con mucha dificultad, y chuparle su chuchita, ella casi me arranca los cabellos cuando mi lengua entraba en contacto con su vagina y con su clitoris, ella es muy caliente. Y más cuando se corrió en mi boca, luego agarró su braguita y salió corriendo de mi habitación.
La historia fue real, casi nadie la sabe. Solo estuve en ese pueblo un año escolar, que aquí son diez meses, luego regresé a donde mis padres. Me follé a todas. Pero con Karlita fue muy especial, lo dejaré para un segundo relato o continuación.
Esta muy bueno el relato,espero el de Karlita.