Un culito muy tragon en el metro
Como un viaje en metro una fantasia se vuelve realidad con un rico culito de una nena y algo mas….
En el metro de la cdmx pasan muchas cosas, pues la mayoría no se da cuenta o prefiere no hacer caso, hace tiempo cuando tenía 20 años, me subía al metro a buscar culitos de chavitas, aunque le entraba a todo, eran los que más me gustaban, cierta vez que me subí al metro en la estación chabacano, estaba lloviendo y esto hacia que se retrasara un buen el metro, sobra decir que iba a reventar, se estaba parando en cada estación, aun así no encontré nada relevante hasta casi llegar a la estación hidalgo, ya me iba a bajar en esa estación, cuando vi que estaba a reventar y pues decidí esperar a ver si subía algo, el metro paro y bajo mucha gente y después entro en bola mucha gente, una señora entro con una chavita de 12 años, yo estaba recargado en la puerta que no se abre, la señora le indico a la nena que se agarrara del tubo delante de donde yo estaba, la chavita se agarró y recargo en el tubo quedando de lado, su mama también se agarró del tubo, en una posición que me veía de frente, la nena era un güerita bonita, peinado cola de caballo, bonita sonrisa, llevaba una playera blanca y un tipo de short de tela delgada de color amarillo tipo bermuda, que hacia resaltar su culito, glúteos gorditos y redonditos, tenía una cadera amplia, gracias a su short se le notaba bien rico la cuevita que se encontraba entre sus nalgas, un traserito tentador, completaba su atuendo unas calcetas blancas con figuras y unos tenis blancos, como entro más gente, su culito quedo separado a centímetros de mi verga, Solo el contemplar esas ricas nalgas redonditas y paraditas, me empecé a excitar y mi verga empezó a crecer hasta llegar a su tamaño normal y glande hinchado lista para coger, al tener ese culito rico bien cerca y mi verga completamente desenrollada, empecé a rozar las pompis de esa chavita con mi glande, la tela delgada de su short hacia que el contacto de mi glande con sus pompis fuera muy rico, podía sentir la suavidad de sus nalgas, como tenía a la señora viéndome de frente, no pasaba de roces espontáneos a sus nalgas, cada roce que le daba de manera disimulada hacia que me pusiera cada vez más caliente, llegamos a la estación Revolución, la mama de la nena se giró, viendo hacia la puerta de salida, dándome la espalda y se agarró del tubo con su otra mano, nunca entendí por qué lo hizo, solo para sentirse más cómoda, me imagine, yo al ver esto, sentí unas cosquillas bien ricas en la bolsa de mis testículos, ese culito ya no iba a ser cuidado por su mama, sentía la emoción y desesperación de que iba a pasar, así que me levante la playera que utilizaba para taparme mi verga, ya que yo utilizaba un pants delgadito que cuando se me paraba, se me veía la forma de la verga completamente erecta, vi el culito de la nena y vi la rica gruta que se formaba donde se juntaban sus nalgas, por su short era fácil saber dónde estaba esa grutita de placer, ahí apunte la cabeza de mi verga, luego la empuje un poco y la metí, sentí como sus pompas se abrían para darle espacio a la cabeza de mi pene, mi cabeza al sentir el contacto y el calorcito se hincho más, sentía que iba a explotar, ya estaba dentro de ese rico culito, así me quede dentro de su hoyito hasta la siguiente estación, iba muy excitado por lo morboso de la situación, la nena no se incomodó para nada y su gruta de placer le estaba dando calorcito a mi glande, vi a su mama distraída sin voltear, pensando que todo iba bien atrás de ella, y arranco el metro a la siguiente estación, entonces el instinto me domino y empecé a deslizar el tronco de mi verga en su culito, se sentía bien rico como sus glúteos, se abrían para que mi verga se metiera hasta su cuevita caliente, hasta que mi pubis se topó con sus pompis, mi verga completamente parada estaba totalmente metida entre sus nalgas, su culito había recibido mis casi 15 cm de verga, la nena hasta ese momento había recibido mi verga sin ningún sobresalto y no mostraba signos de incomodidad, así llegamos a la estación normal, donde bajo gente, pero también subió, la señora mantenía su posición sin voltear a ver su hija, ante esto como yo venía de lado y me gire 90° para estar atrás de ese culito y sentir mejor sus pompis, así lo hice y al mismo tiempo empuje un poco más para metérsela más y sentir mejor ese par de pompas, estaba súper caliente tener metida mi verga en esa cola era algo subliminal, era la máxima excitación que había sentido, a completaba todo esto que la nena se estaba comiendo mi verga sin ninguna queja, estaba disfrutando de su culito cuando sentí como un ligero empujón en mi hombro, voltee a ver a la señora pero ella seguía en su misma posición, así que no le di importancia, me concentre en disfrutar de la colita de la nena, cuando llegamos a la estación colegio, las cosas seguían igual, solo sentía el placer y calorcito que despedía esa cuevita estrecha de placer, así nos quedamos quietos, yo con mi verga siendo comida por el culito de ella y ella guardando y dándome el placer más rico a mi verga, antes de llegar a la estación Tacuba, escuche una voz que me dijo en tono bajo «dame chance», me espante, pensé que era su mama, reclamándome, medio voltee y vi la silueta de un señor, pero yo estaba en lo mío, al entrar a la estación el metro se paró unos minutos, entonces empecé a sentir que me iba a venir, me relaje y mi verga empezó a sacar un buen se semen dentro de su culito, sentía como se sacudía mi verga dentro de su grutita caliente, el culito de la niña había hecho un gran trabajo, el metro llego a la estación y bajo un buen de gente, pero subió poca, entonces ya veníamos más separados, más espaciados, así que acabe justo en tiempo, para que extraños no vieran que estaba usando ese culito caliente de la nena para satisfacer mis instintos, vi que la mama de la chavita se quedó en su misma posición, así que me tape la mancha de mi pants con la playera larga, que usaba y me retire de ese culo, me recargue en la puerta que no se abría, como originalmente venia viajando, e hice como si nada hubiera pasado, puse mi cara de hombre serio, estaba satisfecho y pensando que en todo el trayecto de unos casi 15 minutos la chavita no se movió, ni siquiera volteo, simple y sencillamente se comió mi verga entera sin chistar, en eso estaba cuando vi al señor que me venía empujando durante el trayecto, era un señor de tez blanca, de bigote de unos 40 años, tenía una playera de las chivas, entonces cuando baje la vista vi que el señor tenía un pants rojo delgado similar al mío y no solo eso tenía su verga súper tiesa, a diferencia de mi verga, que se me para en arco con la cabeza hacia arriba, ese ruco la tenía parada en línea recta y no solo eso sino que era más larga que la mía, tan solo verla ya era una imagen obscena y grotesca, cuando vio que me quite de estar atrás de la chavita, se empezó a acercar, el objetivo de él era claro el culo de la morrita, estábamos ya espaciados, así que él no podía esconder lo que iba a hacer, él se empezó a acercar caminando con su verga súper parada, así que vi cuando la cabeza de su serpiente se empezó a meter en la cuevita que forman las nalgas de la morrita y siguió empujando sin parar hasta que desapareció entre las nalgas de la morrita, ya sabía que la nena venia en una actitud pasiva, su culo venia comiendo verga sin que ella se incomodara, pensé que al ser de ese tamaño, la chavita iba a asustarse o al menos voltear, pero no, ella ni se inmuto, escuche como el señor exhalo de placer cuando su verga quedo comida por el culo de la chavita un !ahhhhh! como diciendo por fin culito rico de chavita, así se quedó como yo lo iba haciendo, con su verga engullida por la cuevita de la nena, que al parecer era amplia y aceptaba cualquier tamaño de verga, a pesar de que ya veníamos separados de espacio al señor no le importo nada, solo la necesidad de culo de chavita, le paso igual que a mí el instinto por coger culo, lo domino, ni siquiera le importo que yo estaba viendo todo el espectáculo que estaba dando, el señor sabía que yo había hecho lo mismo y daba por sentado que no iba a intervenir, yo me quedaba viendo a las personas que venían en el vagón y todos como si no pasara nada, hasta su mama iba volteada sin imaginarse que el culito de su hija estaba siendo atravesado por esa serpiente hambrienta de culo de nena, me acorde que ese señor me había dicho «dame chance» ósea que vio desde normal como el culito de esa chavita se comió mi verga hasta sacarme la leche, por eso venía bien excitado y al también se le antojo, al ver la pasividad de la nena y que el culito de ella era muy receptivo, llegamos a la estación panteones y el señor continuaba con su vergota metida en el culo de la chavita, arranco el metro y se paró antes de llegar a la siguiente estación, al frenarse todos nos sacudimos de un lado para otro, el señor que no venía bien agarrado del tubo se pasó a caer, en ese movimiento brusco se le salió su vergota de la grutita del placer de la nena, la cuevita caliente se ve estaba haciendo un gran trabajo, pues la verga del señor se había estirado aún más, la güerita aprovecho, para agarrarse con sus 2 manos en el tubo y recargar su pecho, con esto dejo de su culito más paradito, cuando vio esto el señor, se la coloco de nuevo exactamente en la gruta de su culo y se la metió por completa, la chavita recibió esa verga y siguió como si nada, se la comió completa, arrancamos al tramo final para llegar a la estación, entonces vi que el señor estaba haciendo muecas con su cara, era obvio que se estaba viniendo en el culito de la chavita, se podían escuchar sus quejidos de placer ah ah ah, acabo e igual que yo se tapó con su mochila y se movió de tal manera que quedamos viéndonos cara a cara, a pesar de que hicimos lo mismo, pues pensé que no iba a ver problema entre los dos, pero aun así la situación me incomodo, para el colmo el metro entro a la estación final y antes de detenerse en la estación, se paró, fue el colmo, por fin llegamos el metro abrió las puertas, yo salí primero y me hice tonto para que la chavita saliera y verle ese culito tragón de verga, ella salió con su mama, pero el ruco también hizo tiempo para salir atrás de ellas, los 2 estábamos contemplando ese culito como se movía al subir las escaleras, gracias a su short podíamos ver su ano, que sea dicho de paso nos tenía hipnotizado los dos, lo habíamos usado para satisfacer nuestros instintos, de repente ese ruco, volteo a verme y me dijo «que ricura de nena”, no le hice caso y me quede en las escaleras antes de llegar al andén de salida, vi cómo se alejaba ese culito junto a su mama y ese ruco atrás de ellas siguiéndolas, quien sabe cuáles eran sus intenciones y lo que paso después, lo que sí sé que paso, es que ese culito se tragó 2 vergas hasta exprimirlas sin importarle de quien era, por el tamaño de ambas era imposible que no las sintiera y no supiera que eran, así que supo que tuvo 2 vergas de adulto en ese culito rico, mientras su mama ni cuenta se dio que en ese lapso de casi 25 minutos, su hija estuvo rellena de verga en el culo desde que se subió, fue una de las experiencias del metro que nunca se me han olvidado por la forma en que paso, lo rico y caliente que fue la situación, En fin así las cosas que pueden pasar el metro.
Hola que rico relato y pues tuviste suerte que nadie te viera y la nena no dijera nada la edad es de las más ricas jejeje
Excelente relato, recuerdo cuando me hacían lo mismo en el transporte público desde que tenía 5 años. Mi mamá siempre decía que no dijera nada. Ahora me encanta dejarme
Hola Vanessa que rico que a tus 5 años ya sentías la verga por tu rico culito y lo bueno que tu mami te decía de que no dijeras nada pues tú lo gosabas eso era lo que importaba en ese momento que sintieras como te pegaban la verga ojala pudieras contar tus vivencias Vanessa
Que Rico relato sin duda alguna ese culito lo sintió rico al ser penetrado por una verga de un diámetro y dejar que se de una suculenta vaciada de leche en ese culito y despues darle cavida a otra verga de otro tamaño y la niña feliz recibiendo verga por su rico culito que fue bien atendido por dos vergas continua con tu relato