Un día cualquiera
un delicioso sexo oral.
Luego de mucho hablar logramos coordinar un día para poder liberar toda la tención sexual que teníamos guardada por tantas horas hablando por mensaje de todas las cosas que nos gustan.
Ese gran día llego era un jueves iba vestida con una blusa blanca de manga larga y una enagua azul que me encanta porque le puedo ver sus hermosas piernas, desayunamos como muchas otras veces lo habíamos hecho pero esta vez se sentía el ambiente cargado con esa sensación de que lo que va a pasar iba a ser fuerte y muy rico.
Justo cuando terminamos pasamos al cuarto, hablamos un poco de cualquier cosa y en la conversación empezamos a tocarnos sobre la ropa, en eso algún beso se va escapando ya que nunca habíamos estado en la cama a solas y deseábamos el cuerpo del otro. Ella rompió el hielo quitándome la camisa y el pantalón, quede en bóxer, me toco un poco por encima, pero yo ya deseaba verla en ropa interior que es uno de mis más grandes fetiches, entonces le quite primero la blusa para poder descubrir un hermoso brasier completamente de encaje blanco que hacía transparentar sus hermosos pezones y lograr ver eso pechos que, aunque pequeños me encantaba verlos en fotos, pero en vivo son más apetecibles me dan más ganas de comérmelos.
Pero logro aguantarme y pasar a quitar su enagua ya que quiero saber cuál sorpresa me oculta, aunque ella sabe cuáles son mis gustos en ropa interior que me vuelven loco, y cuando voy bajando su ropa logro empezar a ver ese bóxer de encaje blanco que hace juego con su brasier, eso hizo que mi pene se pusiera completamente duro, en ese momento me separe para poder observarla le di como tres vueltas deseándola con la mirada queriendo tomar en mis manos todo su cuerpo pero solamente le paso un dedo por sus hermosas curvas.
Ahí es donde tomo el control completamente para disfrutarla y la acuesto boca arriba y me voy a sus pies para besarlos e ir subiendo lentamente por sus piernas besando cada parte de ella, saboreando cada centímetro, con mis manos acariciando cada milímetro para poder grabar en mi tacto todo su dulce cuerpo.
Cuando llego a sus calzones los bordeo con mi lengua para sentir el suave tacto se su piel luchando con los bordes del encaje sin tocar su vulva que está empezando a mojarse y lo noto en el encaje, cuando llego a la parte superior de su calzón empiezo mi descenso hasta su húmeda y deseosa vulva que beso sobre el encaje dando una pequeñísima muestra de deseo. Justo en ese momento me detengo y vuelvo al borde superior del encaje que deseo arrancar con mis dientes, justo en ese momento muerdo el borde y lo empezó a bajar con un poco de ayuda porque mueves las caderas para facilitarme el trabajo hasta llegar a los tobillos, ahí tomo como mi trofeo más preciado ese calzón lo huelo para grabarme tu aroma y lo guardo.
Te veo directamente a los ojos tomo tus tobillos con mis manos y los separo completamente para tener acceso libre a tu intimidad, te escucho gemir al sentirte completamente abierta e indefensa, subo rápidamente acariciando tus piernas, llego a tu vagina y beso tus piernas, los bordes de tus labios tu monte de venus perfectamente rasurado, es ahí donde pronuncias las primeras palabras pidiéndome que me lo coma ya pero con mi dedo te detengo las palabras y solamente prosigo con mis besos suaves alrededor de tu hermosa vagina, cuando veo que ya están bien mojada y deseando que me la coma empiezo a darte pequeños mordiscos en tus labios, y procuro escuchar cada cosa que tratas de pronunciar, sigo avanzando por tus labios entre besos y pequeños mordiscos hasta llegar a tu clítoris que está deseando atención, justa en ese momento con mi lengua le hago un masaje mientras que con mis dedos empiezo a abrirme paro dentro de tu vagina buscando cada pliegue y cada lugar donde sientas más placer, hasta cuando empiezo a sentir las contracciones de tus músculos indicándome que ya estas a punto de explotar, es ahí cuando el tiempo se detiene en tu cabeza y mi lengua y dedos explotan en un gran frenesí de caricias para que sientas el orgasmos más sabroso.
Cuando estas completamente rendada por el orgasmo que acabas de sentir justo ahí te doy vuelta para empezar a disfrutar de tu trasero y espalda esto sin dejar de tenerte las piernas completamente abiertas porque sigo besando y chupando tu vagina y empiezo el lento ascenso pasando por tu ano que le doy los primeros toques con mi lengua y acaricio con mis dedos que ya quieren ir entrando en él, pero me aguanto porque falta mucho más que disfrutar.
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