Un domingo calentito.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me encontraba en la casa de Carlos, un hombre al que estaba conociendo, de unos 24 años , de complexión grande y muy musculos, yo, una joven de 19 años, rubia y con mucho apetito sexual.Así que nos encontrabamos ambos en su casa tirados en el sofá, yo notaba su mirada fija en mi y eso me hacia desearle… Su mano se deslizaba arriba y abajo por mi muslo llegando a la ingle, poco a poco notaba como mi entrepierna se humedecía y los escalofríos me recorrían el cuerpo cada vez que me rozaba. en su cara se le notaba el calentón que tenía y yo decidí no hacerle esperar más, empecé a frotarle el paquete por encima del calzoncillos a la vez que le besaba y mordía el cuello, su cara lo decía todo.
Le quité los calzoncillos y se la empecé a chupar como a él le gusta, haciendo círculos con la lengua en su prepucio mientras me la metia entera. Él me agarro el pelo y me empujó la cabeza hasta tragárme hasta el fondo toda su polla, mientras le agarraba de los huevos y se los masajeaba. Su polla cada vez estaba más grande y gosda y mis ganas de sentirle dentro aumentaban. Él me apartó la cabeza y me subió a horcajadas, a la vez que decía:
.- Móntame a lo bestia, quiero ver cómo me follas antes de darte lo tuyo.
Ésto me animó a meterme todo su falo dentro empezando a moverme despacio y luego más rápido progresivamente. Él me apretaba las tetas y me pellizcaba los pezones, cada vez estaba más mojadita y él lo notaba.
.- Veo que te gusta hacérmelo…- me dijo con cara de diablo
.- Me gusta metérmela hasta atrás, y que me des rapido…- dije con cara de niña buena- ahora me tienes que enseñar lo bien que me lo das tu…
Él me agarro por la cintura y me puso a cuatro patas, me dió un par de azotes y acto seguido me la metió, en ese momento grite de placer (Aaahh!!!!). Los jadeos y gemidos eran constantes, mientras él me agarraba del pelo mientras me la metia a lo bestia mientras yo estaba a 4 patas. Me hundió la cara en el brazo del sofa y me agarró las manos a la espalda mientras me daba sucesivos azotes que me hacían gemir de placer.
Después de media hora así me ató las manos juntas y me puso contra la pared, me pellizcaba los pezones y me hacía desear que me la volviera a meter.
.- Quiero que te agaches y me lo supliques- me decía mientras me restregaba la polla en el muslo.
.- No por favor, quiero que me hagas gozar…
Sin pensárselo dos veces me tiró en el sofá abierta de piernas y se bajó. Pasó su lengua por mi clítoris mientras metía los dedos en mi vagina; el placer me inundaba , gemía como una perra en celo.
-. Me encanta como me lo comes… siguee!!!-le decía mientras me manoseaba las tetas
-. Estas burra como una perra- me decía mientras me seguía metiendo los dedos y miraba mi cara de viciosa con maldad.
Siguió hasta que me corrí, mi corrida fue espectacular pero él seguía teniendo ganas de jugar así que me puse a cabalgarle a lo bestia. Mi culo botaba arriba y abajo y el cada vez estaba más cerca de correrse. A los dos minutos me llenó con su amor, caliente y chorreante. Fue el mejor polvo de mi vida. Y tras ello nos quedamos abrazados.
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