Un paraíso en la Sierra de Oaxaca 2
Laurita.
Laurita
Despues de esa primera noche con Laurita, durante toda la maña dando clases no dejaba de pensar en la niña, viéndola seriecita en clase disimulando, solo a veces me veía con una sonrisita, terminando la clase, nos fuimos al mercado a comprar fruta y verdura y algunas cosas para la casa, la comida la compramos ya hecha en un pequeño restaurant en donde yo lo hacia diario, afortunadamente para mis deseos, habría tres días de feria en el pueblo y no habría clases, tendría días completos para gozar con mi niña
Nos fuimos a la casa comimos luego le dije a Laurita que nos diéramos un baño, la desnude y yo hice lo mismo, no dejaba de admirar su pequeño cuerpo, sus nalguitas paraditas, sus pezoncitos obscuros rosados y su vulva cerradita y gordita, ya en la regadera yo la enjabone acariciándola, Laaurita solo se encogia y sonreía con timidez, mi verga ya estaba lista para seguir disfrutando de tan hermosa niña, ya mis ideas morales no existían, solo tenia la idea fija de gozar y hacer gozar a Laurita,
Terminamos la envolví en una toalla y cargándola la lleve a la cama, quitándole la toalla la acosté boca arriba, la bese en los labios y me fui bajando a sus pezoncitos, acariciándolos y lengueteandolos hasta sentirlos endurecer y Laurita empezara a agitarse, segui bajando hasta su vulva con mi lengua la abri y penetre a su vagina, la niña ya gemia despacito agarrando mi cabeza apretándola contra su sexo, con dedos y lengua estimule su pequeño clítoris y los dedos dentro de ella, empezó a inundarse de ese rico fluido vaginal viscozo y transparente, lo tragaba y seguía estimulándola asi varios minutos despues la niña ya respiraba agitada movia su cabeza de un lado al otro, su cuerpo se arqueaba levantando sus nalguitas, sus gemidos con su voz de niña me exitaban mas
yo no espere me subi sobre ella sosteniéndome con los codos para no aplastarla, abri lo máximo sus piernas, me coloque entre ellas, puse la cabeza de mi verga en su entrada y poco a poco la fui metiendo, disfrutando de lo apretado, caliente y suave pasadizo que envolvía mi verga, sus contracciones aumentaban mi placer, Laurita gemia y respiraba, de repente arqueo su cuerpo levantando sus nalgas gemia fuerte, sus manos agarraban con fuerza las sabanas, me veía y sus ojos reflejaban placer, yo la bombeaba con fuerza, ella solo pujaba cada que mi verga llegaba al fondo de sus entrañas, de repente Laurita me dijo yaaaaa yaaaa maestro me orino
ayyyyyyy aghhhhhhhh, sentí su orgasmo con un baño en mi verga, fluidos y orinan, la sumi hasta el fondo y asi entre gemidos los dos, tuvimos ella un orgasmo largo y yo lance fuertes chorros de semen, su cuerpo se movia sin control y sus contraccione aprisionaban con fuerza mi verga, poco a poco fuimos relajándonos, saque mi verga y me acosté a su lado, ella temblaba con los ojitos cerrados y gemidos despacitos, su voz de niña me enloquecia, yo la besaba y acariciaba, cuando se recobro, me vio con sus ojitos almendrados, ayyyyyyy maestro que bonito ma hace, se incorporo y viendo mi verga ya medio flácida mojada de mi semen y sus fluidos se inclino y con la boca y lengua la limpio, luego sin decirle yo nada subio y me beso tiernamente, asi nos quedamos dormidos,
Yo desperté ya de noche, Laurita seguía dormida a mi lado la contemple su pequeño cuerpo que me volvia loco, su vulva medio abierta y semen derrramandose sobre su pierna, me levante fui al baño un rápido regaderazo y regrese a acostarme a su lado, la niña en su sueño se habia volteado y ahora estaba boca abajo, veía yo su estilizada espalda y sus nalguitas paraditas, me éxito y ya queria tomarla por el culito, empece a besarla por sus orejitas, su cuello despacio, Laurita empezó a despertar, voteo a verme, yo le pregunte como te sientes mi niña, bien maestro, usted me hace cosas que me gustan, segui bajando con mis besos hasta llegar a sus nalguitas, las abri y Yo ya estaba de rodillas para el momento en que hundí mi cara entre sus preciosas nalgas, provocando que diera un salto y un gritito. Abri sus nalguitas y lami y chupe su pequeño culito, mi lengua sentia las contracciones de su ano, mi mano bajo a su vagina que estaba aun empapada de fluidos y semen, los lubrique y masajeando su culito hice presión con un dedo, la noche anterior yo me habia dado cuenta cuando meti un dedo en su ano Laurita se habia sobreexitado y cuando lo tuvo adentro lo apretó con fuertes contracciones, asi que hice presión y lo meti, la niña solo pujo un poco y nuevamente sentí me apretaba y su interior era muy caliente y suave, la masajee un poco por dentro y ella contorsionaba su cuerpo y apretaba sus nalguitas,
La interrumpí al retirar mi dedo de su ano, pero al ver cómo gemía, cuando estaba a punto de terminar de sacarlo lo metí de nuevo de golpe. Laurita sólo se aferró apretando las sabanas, cerró los ojos y se mordía los labios, gimiendo de una manera deliciosa y conteniendo un grito. Primero pensé que la había lastimado pero su expresión demostraba totalmente lo contrario, así que comencé a meterlo y sacarlo. Aumenté la velocidad a medida que su interior se acostumbraba a mi dedo, y tras un rato de hacerlo mis dedos índice y medio entraban y salían sin dificultad de su agujerito.
-¿Cómo se siente princesa? ¿te gusta?
-Por qué… ah… ¿por qué se siente así mi…? ¡ahh!
Aceleré al máximo el movimiento de mis dedos y me dediqué a besar y morder su cuello y el lóbulo de su oreja. Laurita ya no pudo contenerse y liberó de su garganta toda una sinfonía de gritos y gemidos, mi otra mano estaba acariciando su clítoris y vagina Me reincorporé un poco y, todavía metiendo y sacando mis dedos de su ano
Me reincorporé un poco y, todavía metiendo y sacando mis dedos de su ano, me acerqué y le planté un largo beso de lengua.
-Me dejas meterlo Laurita Quiero tenerlo completo adentro de tu agujerito caliente y llenártelo de semen.
No supe si me estaba escuchando en ese punto y ya no me importaba. Le saqué mis dedos puse dos almohadas bajo su vientre para levantar sus Sus hermosas nalgas redondas y bien paradas, con su ano ya bien dilatado y su vaginita apretada un poco más abajo me ofrecían una vista incomparable. Me agache para lengüetearlo, chuparlo y con dos dedos dentro seguirl dilatando, la niña se movia inquieta gimiendo despacito, movia su colita Abri sus piernas Le separé las nalgas con las manos, tomándola con firmeza para que no se moviera, meti mi verga en su vagina para lubricarla, con mis dedos también lubricados los meti rápido en ese culito que ansioso me esperaba
y presionando poco a poco la fui metiendo, logre meter la cabeza, Laurita con un grito quizo separarse, ayyyyy ayyyyyyyyy duele, me quede quieto un momento, sentia yo la presión y contracción que su cerrado y pequeño culito, veía yo sus pequeñas nalguitas invadidas por mi pene parecía una desproporcion, empuje nuevamente con trabajo me sumergi en ese apretado y caliente conducto anal, Laurita gimiendo fuerte habia empezado a sollozar, ayyyyyyy maestro me duele mucho, calmate Laurita ya va a pasar
Cuando mi verga terminó de entrar hasta la base sentí una oleada de placer recorriendo todo mi cuerpo y perdí un poco el control. La jale de la cintura para doblar sus piernas y ponerla en 4 a la orilla de la cama, Tomé el cabello de Laurita con una mano y lo jalé hacia atrás, sometiéndola y luego metiendo los dedos de mi otra mano, en su vaginita acariciando su pequeño clítoris
Laura ya no se estaba conteniendo en absoluto, gritaba de dolor ayyyyyyyy ayyyyyyy maestro duele mucho. La embestía sin ninguna consideración, sometida como la tenía, y cada tanto sentía cómo se apretaba aún más y notaba en todo su cuerpecito los espasmos de cada orgasmo que tenía, sus gemidos ya no parecían de dolor, mas bien de placer. No supe cuánto tiempo pasó, pero finalmente sentí el semen subir por mi verga y solté aún más que la primera vez adentro de su culito, yo gemia de exitacion llenándoselo todo con mi leche, en un orgasmo que sentí que absorbía todas mis energías. La niña se derrumbo y yo Caí rendido sobre ella, procurando no aplastarla, con mi verga palpitando entre sus paredes, y cuando recuperé fuerza intenté sacarla, pero el semen hacía que resbalara aún más y una descarga de placer me recorrió completo a medida que mi verga se deslizaba hacia afuera, provocándome metérsela de nuevo, sometiéndola con todavía más fuerza hasta que tuve un orgasmo más dentro de ella. Después de soltar el último chorro me retiré al fin. En unos segundos el semen empezó a salir de su anito, escurriendo entre sus piernas. Ella se quedó teniendo leves espasmos en todo el cuerpo a medida que la leche fluía desde su agujerito.
Con una mano tomé todo el semen que pude del que bajaba por sus piernas y lo llevé a su boquita. Ella la abrió, entendiendo la orden, y obedientemente se lo tomó todo.
Me acosté a su lado en la cama y después de un buen rato empecé a tomar consciencia de mi mismo de nuevo y me preocupé, pensando que la pude haber lastimado o que simplemente la había echado a perder con tan violenta cogida, porque no había dicho nada más y sólo se había dejado caer sobre la cama a mi lado junto a mi,. Me retiré lentamente para levantarme y ella quedó acostada; me arrodillé para verla bien y noté que estaba profundamente dormida. Sentí una mezcla de ternura y morbo enorme viéndola ahí, pareciendo aún más indefensa que antes, una niñita de 9 años totalmente desnuda, completamente dormida, con las piernas un poco abiertas y su anito dilatadísimo, rojo y todavía con un poco de semen entre sus nalgas. Me la habría cogido de nuevo ahí mismo de no ser porque ya no tenía fuerzas después de haber tenido los dos orgasmos más intensos de toda mi vida y de habérmela cogido durante, bastante tiempo le di un beso en la mejilla.
-Laurita… bebé…
-¿Hm…? -contestó ella, abriendo con esfuerzo los ojos.
-¿Estás bien mi princesa? ¿estás enojada conmigo?
-No…
-¿Segura? Perdóname por favor, me dejé llevar y me descontrolé, si tú quieres ya no te vuelvo a hacer nada…
-No, no pegando su cabecita a mi pecho-… está bien, no estoy enojada contigo… me gustó mucho, mucho -continuó, algo apenada-… pero me dolio mucho primero despues ya no, me cansé mucho… perdón… casi no puedo mover mis piernas…
-Está bien mi muñequita, voy a limpiarte para que vayamos a dormir.
La llevé cargada hasta el baño y empecé a bañarla, limpiando bien con agua y jabón todo su cuerpecito, y lavando su cabello con shampoo. Ella sólo se quedó ahí, sin moverse, medio dormida, apenas manteniéndose parada con mi ayuda. Terminé de limpiarla toda y la sequé. La llevé cargada de nuevo la recosté en mi cama. Cerré cortinas y ventanas (no fuera a ser que a algún chismoso se le ocurriera asomarse y la viera así en mi cuarto no podía arriesgarme, ya era suficiente con los gritos que debieron de haberse escuchado en toda la calle) y me acosté junto a ella. La abracé y ella también me envolvió con sus bracitos, apoyando su cabeza en mi pecho y durmiendo como la angelita que era. Y en menos de diez minutos yo también caí profundamente dormido.
Desperte al dia siguiente ya era de dia. y pude ver a Laurita a mi lado, desnuda todavía profundamente dormida y abrazada a mi. Yo estaba boca arriba y ella de lado, con su cabeza recargada en mi hombro y sus piernas envolviendo una de las mías. Acaricié su pierna con mi mano libre y me entró un morbo enorme otra vez, sintiendo el calor de su cosita en mi pierna y el roce de sus pezoncitos contra mi cuerpo. Se veía preciosísima y totalmente indefensa y mi verga se puso dura de nuevo, a pesar de todo lo que habíamos hecho en la noche. Acaricié su mejilla y le di un beso rápido en la frente, despertándola.
-Ya es dia Laurita -le dije.
-¿Cuánto me dormí? -preguntó, con voz débil y con los ojos apenas abiertos.
-No sé, un buen rato. Yo también me dormí, acabo de despertar.
-Hm…
Se reincorporó un poco y puso una expresión de sorpresa al ver que estaba completamente desnuda. Intentó cubrirse pero luego se detuvo y se quedó pensativa mirándome, como preguntándose si enserio habíamos hecho lo que hicimos, y después de unos segundos me sonrió y se acercó a darme un beso en la mejilla.
-Me gustó mucho lo que hicimos -me dijo.
-A mi también me gustó mucho Laurita.
Me acerqué a ella y le planté un delicado beso en los labios, mordiendo un poco su labio inferior y tomándola de la cintura.
Esta vez ella fue quien se acercó y me dio un beso en los labios. Intentó imitar la mordida que yo le di en su labio inferior, poniéndome a mil y haciendo que mi verga se levantara todavía más. Bajé mis manos y apreté sus nalgas, provocando que apartara su cara un poco de mi y soltara un suspiro.
-¿Entonces qué fue lo que te gustó más?
-Todo. Nunca… nunca me había sentido así. Cuando metiste tus dedos y tu cosa en mi…
-¿Aquí? -le pregunté, separando sus nalgas con mis manos y metiendo la punta de mi dedo medio en su culo. Se sentía apretado y caliente, pero mi dedo entraba con facilidad.
-Ahh… sí…
Metí un la punta del índice también, encontrando un poco más de resistencia pero todavía entrando muy fácil. Los metí hasta la mitad y empecé a meterlos y sacarlos lentamente. Laurita cerró los ojos, gimiendo un poco, y luego los abrió y me sonrió. Desvió su vista a mi verga y la tomó con su mano, masturbándome con delicadeza, y se inclinó para pasarle la lengua por la cabeza. También me gusta chupartela
Lo dijo con la sonrisa más inocente del mundo y toda la sangre abandonó mi cerebro en un segundo. Sentí que se me iba todo el cansancio y aceleré el ritmo de mis dedos en su anito.
-¿Quieres chuparla más Laurita?
-Ah… Sí…
Se inclinó de nuevo y empezó a lamer la cabeza tímidamente, pero en unos segundos ya tenía la mitad de mi verga metida en la boca, chupándola y envolviéndola con su lengua con todo el afán del mundo. Yo continuaba abriendo sus paredes internas con mis dedos y acariciaba su cabeza con mi otra mano, empujándola para que me tomara hasta la garganta, procurando no lastimarla.
-¿Y mi semen, Laurita? ¿Te gusta mi semen?
-Sí-dijo, sacándosela de la boca por un momento y tomando aire-… está riquísimo…
-Sigue y te doy más… Ya casi sale.
Siguió chupando por un rato hasta que sentí que estaba a punto de terminar. Empujé su cabeza hacia abajo y descargué toda mi corrida en su boquita. Todavía solté demasiado, pero ella no se detuvo y siguió hasta que salió todo, tomándoselo todo sin sacar mi verga de su boca y limpiándomela entera con su lengua.
-Mmm…
Saqué mis dedos de su culito y me puse de pie.
-Bueno, vamos a bañarno
-Bueno -dijo, levantándose.
Caminó hasta la esquina, donde tenía la mochila con su ropa y empezó a sacar sus cosas para vestirse, yo trate de no tocarla en el baño,
Nos vestimos y la lleve a desayunar a un restaurancito dentro de la feria, paseamos nos encontramos a varios de los alumnos, algunos con sus mamas, nos saludaban y ellas me veian un poco raro, supongo que no sabían como vivía con una niña solos, la lleve a subirse a varios juegos, no sencontramos con Petra la otra niña que me gustaba y que era la mejor amiga de Laurita, llevaba su falda corta y su blusa blanca abierta un poco en el pecho, ella estaba un poco mas desarrollada que Laurita, mas hecha mujercita, me encantaba, las oia platicar en su idioma y se reian quedito con timidez, también comimos en un puesto de fritangas de la región, regresamos a la casa ya entrada la tarde
Vimos televisión un rato Durante todo el rato no le quité las manos de encima, sentándola en mis piernas, pellizando sus pezones, dándole nalgadas leves, frotando su vagina y su culito por encima de su ropa interior, besándola de sorpresa, cargándola, mordiendo su cuello y los lóbulos de sus orejas, pasandole mis manos por todo el cuerpo y todo lo que se me ocurría hacerle. Me embriagaba la sola idea de tener a una niñita tan hermosa y tan pequeña completamente a mi disposición, para usar su cuerpecito de nueve años y experimentar con ella a mi antojo. Ella se dejaba manosear encantada, muy emocionada «, disfrutando conmigo de descubrir nuevas sensaciones con su cuerpo.
Cuando fuimos a dormir, nos desvestimos y me acosté con ella. Tenía ganas de cogérmela de nuevo ahí mismo, pero tuve que mantener la compostura para hablar con ella de un tema en el que ni siquiera había tenido tiempo de pensar.
Nos eché una cobija encima (ya estaba empezando a hacer frío y se podía escuchar que estaba lloviendo fuera) y la abracé contra mi. Ella apoyó su cabeza en mi pecho y suspiró muy profundo. Podía sentir todo el calor que irradiaba su pequeño cuerpo y le susurré al oído.
-Vamos a dormir ya entonces. Es muy tarde.
-Oye… -me dijo antes de que apagara la luz.
-Dime, princesa.
-¿Me puedes…?
-¿Hm? ¿Qué necesitas?
-Lo que hicimos anoche…
Sentí una oleada de excitación recorrer todo mi cuerpo. ¡Una niña de nueve años me estaba pidiendo que tuviera sexo anal con ella! Y una niña tan preciosa y deliciosa como Laurita. Era un sueño hecho realidad y la confirmación de que sí le había gustado hacerlo conmigo. Decidí jugar con ella y sacarle todo el jugo posible a la situación.
-¿En la boca?
-No… Por atrás…
-Ahh, ya. ¿Tienes ganas?
Ella estaba roja como un tomate y escondía su cara en mi pecho para evitar verme a los ojos.
-Es que me tocaste mucho y…
-Ok, ok.
Levantó su vista y me miró con sus ojos iluminados.
Nos besamos y acariciamos, Laurita reaccionaba rápido su gemiditos daban cuenta de su grado de exitacion, recorri nuevamente todo su cuerpo con besos lengüeteadas y caricias que la hacían exitarse, sus pezones a mis caricias se endurecían casi de inmediato, llegando a su vulva ya estaba humeda y su vaginita derramaba el liquido transparente y viscozo que yo chupaba con gusto, baje mi mano a sus nalguitas y mis dedos empezaron a a cariciar su anito que con contracciones recibia mis caricias, yo ya estaba a 100 y deseaba complacer a mi niña
Laurita . ¿Puedes ponerte arriba de mi y metértelo tú?
-Hmm… Bueno, pero dime cómo.
Nos quité la cobija de encima y mi verga, que había estado erecta desde que nos levantamos, se sentía a reventar y estaba durísima.
-Mira, ponte aquí así, como arrodillada. Ajá… Queda sentada en donde está mi verga, con tus piernas separadas y tus rodillas fijas una a cada lado mío. Por lo pequeña para abarcar mi cuerpo sus piernitas se distendia a mis lados, asi yo acostado con mi cabeza un poco levantada, la jale asi abierta hasta que su vagina quedo al alcance de mi boca, mi lengua le empezó a dar una buena lengueteada desde su clítoris a su entrada, asi montada ella mis manos se fueron a sus nalguitas acariciándola y abriéndolas para sobar su anito tan sensible a mis caricias, asi estuvimos un rato hasta que Laurita ya gemia y respiraba con agitación, movia su cuerpecito arqueándolo hacia atrás puso sus manos en mis muslos y se movia en forma circular restregándome su sexo en la boca y facilitando la penetración de mis dedos en su ano, cuando ya no podía esperar mas mi exitacion la jale hacia atrás con las manos levante sus nalguitas y le dije ponte encima mi amor
Estaba en una posición perfecta encima de mi, con mi verga rozando sus nalgas. La tomé de la cintura mientras levantaba su culito un poco, esperando la siguiente instrucción.
-Ahora quédate así y pasa una mano para atrás. Agarra mi verga y guíala para que entre a tu culito.
-¿Mi qué? -preguntó con expresión de confundida. Caí en cuenta de que quizá nunca había escuchado la palabra. Pensé en cambiarla por una que entendiera mejor, pero decidí mantenerme con esa. Me gustaba y excitaba más la idea de usar palabras así, más fuertes, con ella.
-Tu culo, princesita. Así se llama. Tu agujerito.
-¡Ah! Bueno -dijo, obedeciendo la orden.
Tomó mi verga y fue bajando poco a poco, pasándola en medio de sus nalgas hasta que dio con su objetivo.
-Ahí está. Ahora baja, para que entre… Así…
Poco a poco se fue sentando sobre ella hasta que entró completamente. Todavía no podía creer que la pudiera contener toda adentro de un cuerpo tan pequeño. Su expresión se transformó de inseguridad a placer puro y soltó un suspiro de satisfacción cuando llegó hasta la base. Estaba apretadísimo y muy caliente adentro y yo sentía que iba a terminar inmediatamente, pero me controlé como pude para que ella lo disfrutara tanto como quisiera.
-Mmm… Muy bien, princesita. Ahora sube y baja, para que entre y salga de ti y se sienta mejor.
Ella obedeció al instante, subiendo y bajando lentamente al principio, pero tomando cada vez más velocidad, sosteniéndose con sus manos atrás, posadas sobre mis piernas. No podía creer que le estuviera tomando el truco tan rápido; después de un rato me estaba montando con el ritmo de una actriz porno, una niña tan bella y pequeña, bañada en sudor y con el cabello sobre su cara. Yo tenía una mano en su cintura y con la otra usaba mi pulgar para estimular su pequeño y escondido clítoris, y periódicamente sentía espasmos en su interior que asumí que eran señales de que se acercaba al orgasmo. Unos minutos después, sentí que me apretaba todavía más y ella se mordió los labios para evitar gritar, su cara roijísima, cuatro o cinco espasmos sacudieron su cuerpecito entero y se dejó caer sobre mi, con mi verga todavía dentro de ella, habiendo terminado al fin un intenso orgasmo que baño mi vientre y escroto,
Se veía exhausta, pero yo no había tenido suficiente asi como estaba inclinada sobre mi su cara junto a la mia, respirando muy agitada y gimiendo despacito, la abraza fuerte y levantando con fuerza mi nalgas la bombee veía como rebotaba su cuerpecito y la niña solo gemia y pujaba por mis embestidas, no aguante mucho mas y gimiendo también de placer lance fuerte chorros de semen al fondo de sus intestinos, Ella estaba manipulable como muñeca de trapo y sólo me veía, todavía recuperándose y apenas consciente de lo que estaba pasando.
Me sonrió y cerró los ojos, quedándose dormida rápidamente acostada sobre mi. Yo la abracé y me quedé dormido en pocos minutos también.
Dormimos toda la noche, Despertepor la mañana, mi niña dormia a mi lado acostada boca arriba, la cobija se habia corrido y pude ver a mi antojo ese cuerpecito que tanto placer me daba, sus pequeños pezoncitos obscuros pero sencibles a mis caricias, tenia una pierna flexionada mostrando su vulva gordita medio abierta y rociada de sus fluidos, mi verga de inmediato se levanto yo tratando de no despertarla, levante poco a poco sus piernas flexionándolas me puse entre ellas y poco a poco se la fui metiendo, estaba bien lubricada, caliente y suave, solo se movio un poco pero cuando me sintió al fondo de sus entrañas, abrió sus ojos viéndome con una mirada que habia venido cambiando, al principio de timidz, despues de expectación, ahora era de placer, con sus manitas agarro mis brazos y movio su cuerpo para sentirme mejor, la estuve penetrando fuerte un buen rato solo paraba cuando sentia que iba a eyacular, mis manos acariciaban todo su cuerpo pequeño , sobando su clítoris, pellizcando sus durisimos pezones, la niña movia su cuerpecito gimiendo con fuertes contracciones dándose y dándome gran placer, mi verga se deslizaba en ese conducto suave, estrecho, caliente y resbaladizo, las sensaciones eran increíbles, veía yo la cara de Laurita con los ojos cerrados, su boca medio abierta emitiendo esos gemidos intensos con su vocesita de niña, su cabeza volteaba de un lado a otro y sus manitas crispadas agarrando con fuerza las sabanas, sus pequeños pezones paradosde repente sentí que su cuerpo se crispaba y Laurita jadeando me dice yaaaaa yaaaa maestro voy a orinar, yo acelero mis embestidas clavándola a fondo, casi simultaneo los dos gemimos fuerte ella con un orgasmo intenso y yo soltando chorros de semen en cada embestida sientiendo las contracciones de mis nalgas y culo por penetrarla a fondo, los dos nos movemos sin control disfrutando cada contracción, la niña gime y llora de placer, mi mente se pierde en el extasis apretamos nuestros sexos, me desplomo sobre ella deteniendo mi cuerpo con los codos, sus piernitas totalmente abiertas se balancean bajo mi peso tratando de moverse mas, nos fundimos en un beso fuerte y asi poco a poco nos vamos relajando, yo aun penetrándola, ella tratando aun de recibir placer moviendo su cuerpecito, mi niña queda como desmayada jadeando, yo me resisto a sacar mi verga de ese maravilloso lugar, meto mis manos bajo su cuerpo y apretándola contra mi giro mi cuerpo quedando yo boca arriba y Laurita sobre mi, sus piernas medio abiertas y mi verga aun dentro de ella, trato de mantenerla dura, reposo un momento y con el deseo aun a 100 de disfrutar a esa niña, mi verga vuelve a ponerse tieza, Laurita me siente yo le abro las pierna y la hago montarse, ella entiende y asi despacito vuelvo embestirla, ella hincada con esfuerzo echa para atrás y adelante su cuerpo, clavándosela a fondo, por lo pequeño de su cuerpo en relación al mio yo doblo las piernas, empujándola mas hacia mi, asi su cara queda al nivel de la mia, nos besamos con pasión mientras yo elevando mis nalgas la embisto al principio despacio, se que no voy a aguantar mucho, solo espero a que mi niña vuelva a exotarse al máximo, no tarda en besarme fuerte gimiendo y subiendo y bajando su cuerpo, yo meto mis manos bajo sus nalguitas, mis dedos exploran su culo sintiéndolo palpitante, presiono y empiezo a meter dos dedos, Laurita al sentirlos gime mas fuerte y no tardeen moverse mas rápido con voz agitada y fuerte me dice maestro yaaaa voy a orinar yaaaaaa siento muy caliente todo con un largo gemido y apretándome tiene un intenso orgasmo, baña mi verga y mi vientre de fluidos calientes y una gran cantidad de orina que escurre a las sabanas, grita se mueve y me abraza con fuerza, yo la embisto con fuerza y levantando mis nalgas la penetro a fondo lanzando con fuertes contracciones mi semen bañando su utero, Laurita grita yo trato de de que no lo haga tan fuerte nos pueden oir, por fin la niña se desplomo encima mio como desmayada, mi verga ya flácida sale de su maravillosa cuevita abrazandonos asi permanecimos un buen rato hasta que nuestros cuerpos se relajaron completamente, yo le pregunte como se sentia, ella sin moverse despacito me dijo
Ayyy maestro me da pena me orine encima de usted pero no me aguante
No te preocupes mi niña es natural y se siente muy bonito
ayyyyyyy maestro me gusta mucho lo que me hace, siento cosas muy raras y quisiera tenerlo siempre adentro en mi cola y mi cossita
Si mi niña que es lo que mas te gusta
En mi cola se siente muy raro me gusta mucho me siento como loca y no me aguanto, en mi cosita me también me gusta mucho, cuando me sale mucho liquido abajo siento muy bonito y casi me muero y chupar su verga para que usted goze y me de su leche también me gusta, la abraze y asi despues de ese dia teníamos sexo cada que podíamos y mi resistencia aguantara, al quinto dia regreso su abuela y nos dio la noticia de que se iria a vivir a Oaxaca con su hija y se llevaría a Laurita, fue una sorpresa para los dos, Laurita lloro y le dijo que no queria irse que queria seguir en la escuela y tomar clases conmigo, la abuela dijo que no podía dejarla y se irían por la mañana del dia siguiente, ya no tuvimos tiempo de tener una ultima cogida, nos despedimos y asi termino mi primera relación con una pequeña que me abrió un nuevo abanico de sensaciones
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