Una aventura inesperada II
Nuestro protagonista avanza en su nuevo estilo de vida .
Son las 10 de la mañana, no me molesté en poner alarmas, dejé mis celulares en modo avión, no pretendo ir a trabajar ni atender a nadie, pero la biología llama, necesito ir a desayunar, además que el tiempo de la habitación ya se terminó.
No es sino hasta las 12 del día me siento con ánimos de atender mis asuntos pendientes, desactive el modo avión del teléfono del trabajo para reportarme, un mensaje de mi jefe diciendo “que te mejores”, supongo que Sofia avisó que estoy enfermo como dijo.
En mi celular personal tengo infinidad de llamadas de Sofía así como mensajes por todos lados, básicamente me implora que regrese, que hablemos, en el celular donde tengo mi segunda vida tengo varios mensajes, fotos, todas de Sandra, desnuda, masturbándose o con Carlos usando dildos para darle placer.
Todas las fotografías son de ellos desnudos, sin autodestrucción, todas las fotos donde sale el cuerpo completo de Carlos captaron mi atención, en verdad no tiene un testículo y el que si tiene está raro, como marchito, no sabría describirlo, otra cosa interesante es que no tiene una erección, su pene permanece desinflado en todo momento, tiene manchas en la piel, un parche en el brazo por la zona del trícep. Su rostro es el de un hombre triste, como apagado.
Después de dormir mi pene está listo para más, tengo una erección con solo fotografías de esta mujer, me excita la idea de llenarla de semen, preñarla, la idea de tener un hijo con ella es mi nueva fantasía, me imagino a Carlos feliz registrando a mi hijo con su apellido y cargando con la responsabilidad, aunque me pone mas feliz la satisfacción de Sandra a quien imagino con su panza de preñada bañada con mi semen.
Voy manejando a casa, llego justo a tiempo para recoger a mis hijos que se sorprenden de verme llegar para llevarlos a la escuela, eso nunca es posible por mi trabajo. Felices subieron al auto en la parte trasera e invité a Sofía a subir en el asiento de copiloto. Incrédula acepta la invitación.
Todo el camino voy bromeando con mis hijos, les digo que pasaré por ellos a la escuela e iremos a comer algo rico todos juntos. Sofía sonríe nerviosa, no sabe cómo reaccionar, es consciente que algo planeo, me conoce de muchos años, sabe que estoy “furioso”, querré vengarme, pero no sabe cómo.
Una vez dejé a mis hijos en la puerta de la escuela abordé el vehículo, la tensión entre Sofía y yo se puede palpar, aunque en mi caso se trata de una farsa, me siento feliz de lo que hizo, cualquier cargo de conciencia ha sido eliminado, la tengo a mi merced absoluta y si no quiere, simplemente le pediré el divorcio.
Manejé con ambos en silencio hasta la casa, apenas llegamos me serví un trago de whisky y me senté a ver televisión, disfruto con la tensión de Sofía, está sentada a un lado de mi en el sofá, en silencio, llorando, moviendo sus manos inquietamente, intenta hablar pero no se atreve.
Estoy viendo un documental, amo los documentales, apenas termine hablaré con ella, pero mientras tanto estoy disfrutando de su sufrimiento. Entiendo perfectamente que soy una mala persona, después de todo también le fui infiel, no al mismo nivel, pero le fui infiel.
Mi límite de tiempo llegó, es hora de iniciar la conversación, pensé que estaría nervioso, pero por el contrario, que sea lo que tenga que ser.
- Sofía, siempre me he preguntado cuál sería mi reacción si me eres infiel – mi esposa levantó la mirada pero no el rostro – Lo cierto es, lo cierto es que siempre he sabido la respuesta… Te perdonaría.
- Amor y…
- !PERO¡ No sería gratis, y claro, estamos hablando de una infidelidad esporádica, no de 10 años, casi 11 de infidelidad, que además significó te alejarás de mí, dejándome sin poder saciar mi deseo sexual ¿Te parece justo?
- Lo siento, yo no quería.
- Pero lo hiciste, me dejaste con una vida sexual monótona y escasa por más de 10 años ¿Cómo esperas compensar esto?
- !Podemos hacerlo más¡ si así lo deseas… !Todo lo que quieras¡
- Sí, eso me gusta, pero así saldrías tú ganando y yo no gano nada.
- No sé qu…
- !Pero yo sí¡ Sé muy bien lo que deseo, 3 cosas, muy específicas, retribución, venganza y más sexo, mucho sexo, pero no contigo.
- ¿Cómo? ¿A qué te refieres?
- Ya que tengo una propuesta muy específica, hay algo que deseo, de hecho, ya está en marcha, si lo aceptas, podemos seguir adelante, de lo contrario, me darás el divorcio y listo.
- !Por favor no¡ NO ME DEJES, ¡te amo!
- Si, por eso te acostaste con él y me abandonaste a mi.
- !Lo siento¡ Aceptaré lo que sea, pero por favor, no me dejes.
- Bien, mientras aceptes las condiciones, todo estará bien… Primero, quiero que sepas que voy a acostarme con una mujer casada con autorización de su esposo, los veré mañana saliendo de trabajar, y quiero que sepas que no será cosa de una sola vez, los veré 2 o 3 veces por semana por al menos un par de años. Segundo, vas a cuidar tu imagen, ya me cansé de verte desaliñada todo tiempo y vas a hacer el amor conmigo 1 vez por semana y no más, sin restricciones, vas a hacer todo lo que yo quiera, volveremos a hacer el amor más veces por semana cuando termine mi relación con la pareja. Tercero y último, necesito vengarme de ese cabrón, para empezar, vas a verlo una última vez, voy a grabar el encuentro y lo usaré como me plazca, además me vas a dar una confesión grabada de lo que estuviste haciendo todos estos años con él y me ayudarás a convencer a su esposa de acostarse conmigo hasta que quede embarazada de mí. Si aceptas TODAS y cada una de mis peticiones, entonces seguiremos como una familia feliz, de lo contrario, mañana mismo viene mi abogado para ver el divorcio.
- Pero amor, eso, me pides, no sé si podría… !Es mucho¡
- Entonces mañana viene mi abogado.
- !NO¡ Espera, necesito pensarlo, por favor, necesito pensarlo…
- Pues yo no, mañana iré con la pareja y me acostaré con esa mujer.
- ¿Mañana? ¿Tan pronto?
- Si, no pienso perder mas tiempo, ya me hiciste perder demasiado, tienes hasta mañana, me iré a dormir un rato, no pegué el ojo en toda la noche.
Mentiras, todas mentiras, me estoy aprovechando de una infidelidad de mi esposa para calumniarla, lo mejor de todo es que descubrí esta infidelidad gracias a una infidelidad, no cabe dudas que el destino a veces obra de maneras inesperadas.
Por la tarde mi vida fue normal, fui por mis hijos, fuimos a comer, comí mucho marisco, regresamos a casa, volví a dormir, a lado de mi Sofía, incapaz de dormir, pasó en vela toda la noche pensando en mi acuerdo. En la mañana me levanté fresco, dormí demasiado, siento que tengo los testículos cargados de semen listo para ser depositado en la dulce vagina de Sandra.
La rutina laboral de siempre, al menos el tiempo se fue rápido, mi teléfono personal no dejó de sonar, llamadas, mensajes, todos de Sofía, todos ignorados.
Puntuales como siempre Sandra y Carlos llegaron a nuestra cita acompañados de una nena idéntica a él. Sandra se bajó del carro sola pidiéndome que disculpe a Carlos, pero la niña se siente mal y necesita la atención de alguno de los dos.
¿Por qué habría de importarme? Estaría a solas con Sandra para disfrutar de su cuerpo por 3 horas a solas.
Esta vez las cosas fueron lentas, nos estamos besando aún vestidos en el centro del cuarto, mi erecto pene haciendo presión debajo de mis pantalones empujando a la altura del ombligo de Sandra. Sus manos asidas a mi cuello y nunca, comienzo a ganarle gusto a tener a esta mujer colgada en mi cuello, sus labios son gruesos, cintura estrecha, con todo el tiempo a nuestro favor disfrutamos nuestros cuerpos.
Las primeras veces no tuve tiempo para apreciar los detalles, el aroma de su cabello, su esencia, el olor de su perfume, todo en esta mujer es perfecto, dichoso Carlos que pudo disfrutarla por tanto tiempo para el solo. Entre besos le cuento a Sandra la situación en mi casa, está de acuerdo conmigo que Sofía abusó de mi confianza, su traición es mil veces superior a la mía, la de ella es traición doble, a mí y a la esposa de imbécil aquel.
Nuestras prendas comenzaron a caer, primero su ligero vestido de una pieza quedando en ropa interior, ahora mi camisa de trabajo y pantalones quedando con playera y trusas. Hace años esta era la forma que tenía de hacer el amor con mi esposa, conversar mientras nos desnudamos y nos besamos, sin prisa, dejamos volar nuestro deseo recorriendo nuestros cuerpos. Sandra me está siguiendo a mi, imita mis pasos, disfruta conmigo, es una pena que casi 11 años perdidos por culpa de un hombre y mi mujer que en lugar de compartirme sus deseos, me los ocultó y me abandonó.
Con mis manos sujetando las nalgas de Sandra la levanté para dejarla a la altura de mi ombligo, instintivamente cruzó sus piernas en mi cintura, nos besamos de pie en medio de la sala, pero mi intención es llevarla a la cama.
Acostada al filo del colchón retiro hasta la mitad las hermosas panti de encaje que apenas cubren su zona genital, recuerdos de mi esposa vuelven a mí, la primera vez que le di sexo oral fue así, sus panties en las rodillas, piernas alzadas, su hermosa vagina expuesta y apretada por sus piernas, el oscuro ano a mi alcance.
Así como la tengo bajé a beber sus jugos, pero no solo eso, mi lengua aventurera lame su arrugado ano haciendo presión usando bastante saliva, el sabor de su ano es morboso, si bien está limpio tiene ese sabor a culo tan característico que a muchos desagrada pero para mi es afrodisiaco. Sandra gime mientras se carcajea, me pregunta por el sabor de su cola, está limpia pero sudo y seguro sabe a culo. Entre risas le digo que sí, sabe a culo, pero es delicioso.
La apretada vagina me llama, su aroma comienza a aflorar, sus jugos escurren, es mi labor degustarlos, con pequeños sorbitos capto las gotas que siguen su camino río abajo, Sandra suspira de placer, sus piernas están llenas de esas pequeñas esferas que salen cuando se te pone la piel de gallina, disfruto saber que lo está pasando bien.
Perforo su entrada con mi lengua, debido a la posición me cuesta entrar y eso lo hace mas placentero para ella que siente la textura de mi lengua en su interior, “oh dios, me matas” y suspiros de placer acelerados, mi dedo medio de la mano libre acompaña mi lengua que libera un “ah” de sorpresa en la garganta de Sandra además de un montón de flujo vaginal, justo lo que necesito.
Un poco de placer combinación lengua y dedo cumplieron su objetivo, el primer orgasmo liberador de Sandra se hizo presente con un gemido fuerte y prolongado. Necesito detenerme aquí para explicar la intensidad del orgasmo de esta mujer, así como la diferencia de lo vivido en el café.
Si alguna vez has estado frente al mar cerca de un rompeolas un día en que la marea está agitada podrás hacerte una idea de lo que estoy escuchando en este momento, cuando el mar ruge lo hace con fuerza, las piedras de fondo se mueven haciendo un sonido que da escalofríos, el avance de la ola es imparable, sabes que impactará con fuerza destrozando todo a su paso o pereciendo en el intento, el mar ruge con fuerza en el avance y explota con fuerza haciendo un sonido similar a onda de choque que sabes es tan fuerte como para matarte.
Así vive los orgasmos Sandra, intensos, con fuerza, asesinos, un fuerte torrente de jugos moja todo a su paso, se filtra peor que la humedad llegando a impregnar con su aroma y sabor hasta tu alma, eso es lo que está pasando en este momento, mi rostro, nariz, labios, dientes, encías, lengua, garganta y estómago reciben esta potente ola que me marca con su sabor y perfume particular y único.
Tengo mi mano impregnada, gruesas gotas escurren por mi brazo, el ano de Sandra está empapado también, cumplí mi objetivo, mi dedo hace círculos fuera de su ano, ella respira recuperando el aliento, sonríe, es hermosa, se ve plena, su pecho sube y baja al ritmo de su respiración, sigo jugando con su ano esparciendo el lubricante natural alrededor.
Sus brazos reaccionaron, liberó sus piernas de sus pantimedias ofreciendolas como recuerdo, “para que los vea tu esposa”, sonrisas perversas en ambos “mi culito está abierto, si quieres, puedes usarlo, pero recuerda que debes acabar adentro de mi vagina”.
Con la invitación hecha mi dedo presionó entrando hasta el fondo con total libertad, definitivamente no es tan apretado como su vagina, pero la presión es diferente, uniforme. Masturbo su ano con afán, ella se deja hacer y se ríe por el énfasis que le dedico a esta actividad. El sexo anal es mi fetiche, me encanta, sodomizar una mujer, meter mi miembro, sentir el calor de su recto. Excitado por probar su interior pretendo quitarme mi trusa pero Sandra me detiene, “acuéstate”.
Ahora soy yo el acostado, Sandra me pide ayuda para bajar mi ropa interior dejando mi miembro erecto libre y a su merced. Sin manos la cabeza de Sandra sube y baja libremente engullendo todo mi pene sin problemas, la cabeza raspa más allá de su garganta, pero ella ni se inmuta, succiona y lame dándome un placer que mi esposa nunca me había dado, el placer de una mamada realizada con devoción.
No puedo evitarlo, estoy suspirando, exhalo con suavidad por el delicioso placer que la boca de Sandra me proporciona, el calor de su interior, la humedad de su saliva, su respiración en mi pelvis, la textura de su lengua, la succión exacta, todo eso junto da como resultado la mamada mas deliciosa que me han dado en mi vida.
“Esa zorra no te llega, estás a otro nivel, una liga totalmente diferente”, con la boca llena Sandra me contesta algo que no alcanzo a entender, pero no importa, sé que se lo tomó como un cumplido porque ahora su boca es más húmeda.
Las manos de Sandra no se quedan quietas, recorren mi cuerpo deleitándome con el suave roce de su piel, sus uñas rasgan con suavidad causando escalofríos, mi excitado pene vibra en la garganta de la fémina que complacida con las sensaciones transmitidas apacigua su sesión de oral para concentrarse en las caricias.
- Tantos años casado con ella, pensando que se había apagado la llama y resulta que me era infiel – No entiendo por qué estoy hablando de esto ahora, de pronto estoy furioso y triste, deseo más que nunca hacerle el amor a Sandra y venirme muy adentro de ella.
- Tranquilo, esas cosas pasan, pero aquí tienes tu recompensa, quiero que me hagas el amor como si fuera tu esposa, te vas a venir mucho dentro de mí, si tienes suerte, quedaré embarazada, si no, siempre podremos volver a intentarlo.
Sandra dejó de mamar para conversar, la idea de hacerle el amor y preñarla disparó mi líbido, me senté al filo de la cama para besarla y retirar su sostén. Ese hermoso par de senos con pezones oscuros y grandes me invitan a besarlos, morderlos. Feliz me los ofrece como si fuera un bebé que debe ser amamantado, los muerdo con cariño y ella presiona mi rostro contra su pecho.
Tomando mi playera procedió a desnudarme por completo, de rodillas y yo sentado nos besamos como al inicio, esta vez sujeto su rostro con mis mano derecha mientras con la izquierda sujeto su hombro, como si fuera un muñeco se deja hacer, me permite guiarla, es mi amante que se entrega por voluntad propia con el deseo que deposite mi semen caliente en su interior.
Con mi brazo la ayudo a incorporarse, ahora es ella quién se inclina para besarme, esta inclinación expone sus senos que cuelgan al alcance de mis manos, son hermosos, jóvenes, sin estrías, un pezón perfecto para amamantar corona la cima. Suaves pellizcos la estremecen sacudiendo su cuerpo desembocando en gemidos que resuenan en mi boca.
Ahora soy yo quien devuelve el favor, mis manos recorren su cuerpo colmando de placer su piel que se enchina al paso de mis dedos. Amazo sus glúteos separando sus nalgas, imagino que el ano se abre, saboreo el momento en que podré meter mi pene por esas carnes.
Sandra tiene su propia agenda, juega con mi cabello sobando mi cráneo, el intenso aroma de su vagina impregna la habitación, me voy poniendo de pie sin dejar de besarla o sujetar sus nalgas, la estoy girando sin dejar de besar sus labios, de espaldas a mí con su cuello girado a un lado nos besamos, me apoderé de sus senos, estoy mojando su espalda con mi propia lubricación, mi pene se desliza suavemente por su tersa y mojada piel. En algún momento que no me percate tomó su celular y está tomando fotos de nuestros cuerpos desnudos, nuestros labios unidos “evidencia para mi esposo”.
Tome el celular mientras inclino su cuerpo, cambie a vídeo y ahora estoy filmando como se pone a cuatro patas levantando su culito ofreciendo ano y vagina. En el vídeo sale perfectamente mi rostro, cuerpo y pene además del rostro de Sandra, cuerpo y genitales. Mi pene toca la puerta trasera con suaves martillazos, anuncia la inminente invasión que celebra mi amante moviendo su trasero de manera sensual y coqueta.
- Carlos amigo mío, muchas gracias por esta suculenta oportunidad, Sofía, esposa, mira como esta hermosa mujer me ofrenda su ano sin mayor reparo.
Sandra se carcajea, le manda saludos a su esposo, levanta mas su culito, separa sus nalgas, empuja hacia atrás y mi pene entra sin mayor problema por el recto de esta hermosa mujer que gime de placer al saberse llena.
Al llegar a la base una de mis manos recorre su espalda, nalgas, piernas, la zorrita gime melosa, mueve el trasero en círculos deleitando a mi pene con las caricias de su interior. La cámara lo graba todo, es una hermosa cogida anal la que se está dando Sandra solita, es como hacer el amor de una manera sucia.
- Años de sequía y mira ahora, disfrutando del placer de una mujer mucho mas jóven y hermosa que tú en complicidad de su esposo
Sandra se carcajea feliz.
- ¿Me estás diciendo que tu esposa dejó pasar todo esto?
Sus movimientos pasaron de círculos a meter y sacar sacándome suspiros de placer que son guardados en la memoria de su celular para la posteridad.
Como el caballero que soy decido no dejarle todo el trabajo a ella, sujetando su cintura imprimo mi propio movimiento de entrar y salir, el agujero anal se va dilatando perdiendo su estrechez, si bien no deja de ser placentero, ahora me resulta mucho más fácil entrar y salir. Retiro mi pene completo un par de veces para mostrar el agujero anal abierto reingresando para meter mi miembro hasta el fondo.
- Carlos, hermano, dejaré de filmar un momento, espero que entiendas.
- Tranquilo, ya tenemos evidencia, pasemos al placer.
Ahora que tengo ambas manos libres levanté a Sandra por sus pechos para que recargue en mi pecho, los rostros de frente, nuestros labios se devoran, mi pene entra y sale, me apodero de sus senos, pellizco sus pezones.
- Es delicioso, pero te necesito adentro, por favor, hazme el amor, lléname con tu semen
- Lo haré, vamos a acomodar la cámara
Trabajando en equipo escogemos el mejor lugar para su celular, antes de acomodarlo me lo envié a mi dispositivo y lo reenvié a mi esposa, ignoré todos los mensajes, simplemente adjunté y reenvié.
Sandra me espera de pie a un lado de la cama, desea que sea yo quien la guíe, nos abrazamos y de pie seguimos besandonos, pienso que es mi esposa, imagino que podré hacerle el amor como si nada hubiese pasado, suavemente la voy llevando a la cama, mis manos recorren su cuerpo, de manera natural separo sus piernas, me monto sobre ella con mi pene erecto apuntando a su interior, no le importa que minutos antes estuvo dentro de su intestino grueso, me espera deseosa de sentirme dentro.
Mi hombría separa sus labios sin problema llegando hasta la base, bajo sus piernas que se cierran aprisionando mi pene en su jugoso interior, la clásica del misionero, la favorita de mi esposa, mi favorita también. El empuje es lento, la presión me impide entrar y salir con libertad, a cambio ambos sentimos más, estoy siendo ordeñado con una deliciosa presión, Sandra siente como el interior de su vagina es tallado. Nos besamos suavemente, justo como cuando lo hacía con mi esposa en sus días fértiles en búsqueda de un hijo.
- Así lo hacía con Carlos, me encanta.
Lágrimas caen por su rostro, con todo y el placer estoy seguro que ella preferiría que fuera Carlos y no yo quien le hace el amor en este momento, pero la vida puede ser cruel con algunas personas.
Totalmente montado sobre ella sosteniendo mi peso con mis brazos y piernas deslizo mi pene con dificultad en el interior de esta hermosa mujer de 32 años lista para ser preñada por un sustituto de su esposo.
Sus pezones duros como rocas se clavan en mi pecho, sus uñas recorren mi espalda con amor, el exquisito y sublime orgasmo esta cerca, Sandra gime con intensidad, una de sus piernas se libera del encierro liberando presión permitiendo moverme con facilidad, mi cadera se mueve sola, bombeo vigoroso disfrutando los gemidos de Sandra que mueve su cadera como en el café.
El límite de ambos está cerca, el impacto de mis testículos con sus nalgas se va reduciendo a medida que se preparan para eyacular, nuestras lenguas bailan furiosas en medio de gemidos, en medio de esa vorágine Sandra se separó de mí para moverse por su cuenta presa de su orgasmo.
Sus movimientos y tensión disparan mi propio placer llenando su interior con abundante esperma fertilizando su interior.
Con su mirada fija en mi Sandra siente mi esperma inundar su interior, sonríe nerviosa, su rostro es de placer, pero hay cierto malestar al sentir mi semen mojar su interior.
Acostada cubriendo su rostro Sandra respira recuperada del orgasmo, me tomé unos momentos para tomar el celular y grabar su abierta vagina que escurre mi esperma para una última toma.
Cuando detengo el dispositivo escucho sollozos, Sandra está llorando, intento consolarla con un abrazo que corresponde con una disculpa.
- Lo siento, fue delicioso, pero me ganó el sentimiento, son lágrimas de felicidad, hoy es un día fértil, Carlos y yo deseamos otro hijo, la idea de concebir me pone muy feliz.
- Entiendo, gracias por permitirme ayudarles.
- Ja ja ja ja ja, nooo, gracias a tí… Si me das unos momentos podremos hacerlo de nuevo anal, te podrás venir en mi culito, ya tengo bastante semen en mi útero, si quieres le podemos grabar un vídeo a tu esposa.
Mientras descansamos le cuento toda la historia, Sandra se siente mal por mí, está mal que Sofía se alejara, si ya tenía una aventura, mínimo debió haberme atendido sexualmente. Ella más que nadie entiende, desde el cáncer de Carlos fueron un total de 4 años sin sexo en condiciones, fue su esposo quien le propuso encontrar un amante que además de satisfacerla les ayudará con su proyecto de vida, incluso aceptó permitirle dos, uno para sexo otro para concebir.
Carlos preocupado por las necesidades de su esposa buscó una solución tragándose su orgullo de hombre, todo por amor.
Qué diferencia, qué suerte, si mi esposa hubiese sido honesta conmigo las cosas habrían pasado tan diferente.
Mi teléfono personal no para de encender y apagar, mensajes, llamadas, todos de Sofía.
Curiosa Sandra me pide revise los mensajes, con celular en mano regreso los mensajes hasta antier, un montón de mensajes, todos iguales, se disculpa, arrepentida, no quiere perderme, fue su culpa, hará lo que sea, piensa en los hijos. Al llegar al día siguiente, cuando tuvimos la conversación los mensajes cambiaron, no puedo hacer eso, la idea de compartirme la mata, no puedo arruinar la vida de alguien tan joven, le hierve la sangre que otra mujer tenga un hijo mío, si sigo con esto prefiere el divorcio, se retracta de eso, puede aceptar que me acueste con otra mujer una vez cada 15 días, no tengas hijos con nadie más, al menos déjame conocerla primero, un hijo podría ser pero hay que hablarlo, su discurso es contradictorio, errático, gracioso.
Sandra y yo nos morimos de la risa, le enviamos mensajes a Carlos quien se molesta con la situación, de pronto odia a mi esposa, al no poder satisfacer a su esposa le irrita que Sofía me desplazase por otro hombre.
Los mensajes se pusieron mejor cuando vio el vídeo de sexo anal entre Sandra y yo.
Mensajes de audio llorando, suplicando, implorando que no lo haga, no con una mujer más jóven, no con alguien tan hermosa, acepta tener celos, grita, berrea, me ofrece todo el sexo anal que quiera, me promete ayudarme a vengarme de su amante, pero por favor, no tengas hijos con nadie más.
Sandra se divierte con todo esto, toma mi celular, abre la cámara, presiona la pantalla e inicia el show.
- Hola Sofía, mi nombre es Sandra, tengo 32 años, estoy casada con Carlos, lamentablemente no está aquí, pero es un amor, chaparrito barbón, lo amo, me ama y me dió la oportunidad de tener un amante, todo consentido, sin esconderme, sin mentiras, y bueno, quiero que sepas algo, hoy, es, un, día, fértil… Sí amiga, hoy es un día peligroso, altas probabilidades de quedar embarazada, pero mira, mira, ¿Ves mi vagina, abierta y escurriendo semen? Ya pasó amiga, tu esposo derramó abundante semilla en mi interior, seguro en un mes tendremos noticias, pero me interesa mucho tu tema amiga, necesito saber si te vas a quedar con tu esposo o no, si ya no lo quieres mi esposo y yo nos lo quedamos eh, sin problemas, ¡Piénsalo!.
Al terminar Sandra arrojó mi celular a la cama y bajó a atender mi erecto pene mojándome con abundante saliva. En medio de la gloriosa sesión de oral mi teléfono sonó, es una llamada de Sofía, sin sacar mi pene de su boca contestó la llamada y la puso en altavoz, con todo el descaro del mundo y medio pene en su boca Sandra contestó…
- ¿Ghuengo?
Detrás de la línea silencio, Sandra exagera los sonidos del oral, chasquidos, suspiros de placer, incluso escupió, por un momento desprendió su boca y se dedicó a masturbarme.
- ¿Qué pasa amiga? ¿No tienes ganas de hablar? Estoy aquí con tu esposo, le estoy dando una jugosa mamada para que me la meta por el culito, cómo tú no se lo sueltas.
- ¿Por qué me hacen esto?
- ¿Cómo? ¿No estás enterada? Te pongo al día, dejaste al pobre de tu esposo descuidado por años y se busco una amante, así como tú ¿Alguna duda?
Sandra continúo con lo suyo haciendo más ruido, al otro lado de la línea Sofía solloza, me pide que detenga esto, quiere hablar conmigo, para mí esto es más excitante, una hermosa mujer 11 años más jóven que yo, mi esposa al otro lado de la línea, escuchando como me dan una escandalosa mamada.
Sofía no pudo aguantar más, estalló en llanto pidiéndome que detenga esto, primero hablemos, decía una y otra vez. Sandra no se inmuta, sube y baja haciendo más ruido, sostiene el teléfono cerca para que mi esposa pueda escuchar su trabajo.
Habiendo saciado mis ganas de joderle el día a Sofía le pedí a Sandra pasara a lo siguiente, la risa más burlesque sale de su boca, quita el altavoz, habla con mi esposa, le pide que se calme, que la escuché, se va a meter mi pene por el ano, le está describiendo la situación… Esta acostado, la tiene bien parada, tú sabes cómo, bien barnizada de saliva, para que resbale, mi marido la tiene más gruesa, pero tu esposo la tiene más larga ¿Cómo es la de tu amante? Está entrando, estoy acostumbrada al grosor de mi marido, la del tuyo entra sin problemas hasta el fondo, eso sí, llega más profundo, tiene un buen pene, sabe rico, espero que la de tu amante valga la pena, porque gracias a él tu marido está aquí conmigo, ya ya, no llores, ten dignidad, oh dios llega muy adentro, me gusta, eso ya no es posible, ya se vino adentro, probablemente quede embarazada, no llores mujer, tranquila, mi bebé tendrá el apellido de mi esposo, ya está hecho, no puedo hacer eso, ja ja ja ja, ya fue y no hay nada que puedas hacer, claaaaaro, entre antes suceda mejor, así podría verlo más veces por semana, no llores, claro que pienso en tus hijos, me lastima cuando llega hasta el fondo ¿A ti no te lastima?, me encanta cuando tu esposo está cerca de venirse, sus huevitos se encogen, oh sí, se está viniendo dentro de mi, hummm, que delicia, deja de llorar, ahorita te lo mando a tu casa, ni te molestes, tranquila sigue siendo tuyo, berrear no cambiará nada, te dejo, su semen escurre por mi recto y comienza a desinflarse, si, lo soy, la más maldita de todas, adiooooos 🎶
Muertos de la risa hablamos sobre la conversación, todo el tiempo Sandra estuvo agitada haciendo ruidos de placer, parece ser que Sofía se mantuvo calmada por momentos, otro tanto desafiante, me espera en casa, amenazó con hacerme el amor y borrar todo rastro de Sandra.
El teléfono de Sandra suena, Carlos está feliz con los vídeos, le pide a su esposa que me de las gracias por el favor y avisa que espera a Sandra afuera del motel, se la entrego en las manos a Carlos, me despido de él con un agradecimiento mutuo y me subo a mi vehículo.
Mi vida giró de manera inesperada, tengo sexo con una mujer hermosa, si Sofía decide dejarme o negarse a cualquiera de mis peticiones le pediré el divorcio y me centraré en Sandra, si decide seguir adelante tendré a dos mujeres a mi disposición con la posibilidad de una tercera a quién, si todo sale bien, le regalaré un hijo cerrando mi ciclo de venganza.
Al llegar a casa no hay luces encendidas, la puerta está abierta, sentada en la sala esta sofia, desnuda, con los ojos rojos de tanto llorar, en la mesa de sala frente a ella hay dos copas y una botella de vino. Por primera vez en años veo a mi esposa maquillada, peinada, depilada, uñas pintadas, perfumada, radiante.
Con toda la confianza del mundo me senté a su lado, Sofía cruzó sus piernas dejándome ver su depilada vagina por un momento y se recargó en el sofá, sin mediar palabras abrí la botella de vino, llené las copas, le extiendo la suya y la invité a brindar.
Puedo ver el miedo y la confusión en su rostro, disfruto el momento, huelo a sexo, la sala huele a sexo, sé que Sofía percibe el aroma de Sandra en mi, sus jugos, sudor, perfume, mi cuerpo y ropa están impregnados con el sabor de esa mujer.
Curioso le pregunté por mis hijos, los llevó a casa de mi suegra y allá se van a quedar dos días, no puedo evitar decirle lo hermosa que se ve consiguiendo que sonría coqueta, pero no deseo darle paz, «¿Así te arreglaba para él?.
Su estúpida sonrisa desapareció de su rostro, ahora tiene el semblante destruido, así la quiero, derrotada, a merced.
- No, nunca me arreglé para él.
- ¿En serio te entregabas a él toda fodonga? Igual que como lo hacías conmigo.
- Quiero hablar, por favor, hablemos, sin ataques, por favor.
- Bueno, hablemos.
- Yo… Te amo… No te quiero perder…
- ¿Qué pasa? Si nos divorciamos tendrás el camino libre para él.
- Pero yo no lo quiero a él, te quiero a tí…
- Antes de seguir, necesito escuchar tus razones ¿Por qué me fuiste infiel con él? Le abrí las puertas de mi casa, lo ayudé, apoyé a su familia y te acostaste con él… Necesito saber los motivos.
- No hay, tenía 27 años, mucho tiempo libre, él era un chico lleno de energía de 19 años, simplemente pasó.
- Simplemente pasó por más de 10 años, sin un motivo aparente, mi esposa dejó prestarme atención porque un chico de 19 la atendía, todo este tiempo me entregué solo a tí, acepté tu distancia, me resigné – en ese momento le puse a su alcance el celular que usé para contactar a Carlos y Sandra – todo está ahí, comprueba que es verdad lo que te digo, comprueba que hace 3 días te fuí infiel por primera vez, ese día que te quedaste del sabor de mi aliento, mi semen y sus jugos mezclados.
Una lágrima recorre su mejilla, sostiene el teléfono en su mano sin encenderlo, está ahí, expuesta, escucha mi confesión.
- Al inicio fue un desliz, algo de una noche, pero él insistió y no fui fuerte para detenerlo.
- ¿No tienes remordimientos de haberme privado por tanto tiempo, alguna vez pensaste en lo que me hacías?
- Al inicio sí, pero todo evolucionó, no pude parar, me daba sexo lleno de energía como cuando éramos jóvenes, sin darme cuenta ya no te ponía atención, pero te amaba, por eso hacía al amor contigo de cuando en cuando.
- Entiendo, está bien, no me importa como lo haces con él, ya no, solo necesito que lo hagas una vez más, lo filmes y me des el vídeo.
- Pero…
- Sin peros, si quieres, dejamos la conversación e iniciamos el trámite de divorcio.
- No, por favor no me hagas esto…
- No estás en posición de negociar, entiendo la infidelidad, lo que no puedo pasar por alto es con quién y el tiempo que me abandonaste, es todo o nos divorciamos.
- ¿Ya no me amas?
- Sí, te amo, con locura, la suficiente para poder pasar por alto el hecho que de los 31 a 42 años, los mejores años de mi vida, los tuve que vivir masturbándome y haciendo el amor contigo 1 vez cada 15 días o más, mientras tú cogías con un chico 8 años menor que tú, felíz. Te estoy ofreciendo, amor mío, la oportunidad de conservar este hermoso matrimonio, lo único que tienes que hacer es portarte bien, darme la oportunidad de vengarme y aceptar que tendré un amante algunos años, amante con quién tendré un hijo.
Sofia mueve sus manos, siempre que está nerviosa tiende a hacer eso, su rostro es un dilema, derrota, sumisión, vergüenza, dolor y un ligero aire de felicidad al sentir que tiene una oportunidad de conservar lo nuestro.
- Nunca haz sigo alguien vengativo o rencoroso.
- No, soy un analista, asesor financiero, los negocios son lo mío, está asociación me falló, perdí mucho, ahora tengo la oportunidad de recuperar algo, eso es todo, sin rencores, si así lo deseas.
- Entiendo te quieras desquitar conmigo, ¿pero por qué con él?
- Pensé que sientes nada por él, que es solo sexo, todo este tiempo, solo sexo.
- No siento nada, solo cariño, es… Un amigo.
- Uno muy bueno según veo, mira Sofía, ya perdí mucho tiempo, nobestoy para negociar, ¿Aceptas o no?
En un esfuerzo monumental Sofía contiene su llanto, solloza y suspira, sus ojos me piden clemencia, pero no la hay, estoy relajado, el vino combinado con el sexo de hace un par de horas ayudan a mantener mi rostro estoico.
- Si acepto, ¿Qué vas a hacer?
- Usar tu confesión y vídeo para convencer a su esposa de acostarse conmigo hasta que quede embarazada y registrar el niño con mi apellido.
- Eres un monstruo.
- Y me lo dices tú… Defendiendolo a él… Esto no va a funcionar, tu lo amas, si te perdono seguirás viéndolo, lo mejor es el divorcio, pero primero hablaré con su esposa, además de sacarte de mi casa y quitarte a mis hijos, me voy a asegurar que ella lo sepa, no tendrás paz.
- No… por favor… no… no me dejes… te amo… acepto… acepto hacer lo que me pides…
Ya no tuvo fuerza para contener su llanto, doblegada, destruida, derrotada, la mujer que amo más que a ninguna otra en la vida acepta seguir conmigo a cambio de vengarme de su amante, su insatisfacción sexual a cambio de la mía a través de mi propia amante, 6 años más jóven que ella a quien preñaré.
Continuará…
Para mí que debiste dejarla. Todavía tiene el descaro de abogar por el. Dijo que sentía cariño por el, que lo consideraba un amigo? Bah, sigue atraída por el. Es simplemente una zorra que se siente acorralada. Ella sabe que si se divorcia, tiene todas las de perder. Su amante tiene una familia. Seguro no siente amor por su esposo, solo la comodidad que el le ofrece. Incluso lo llamo monstruo. Incluso con el divorcio, el debería seguir adelante con su venganza. Esa mujer no se merece nada. No hay amor. Denle un poco de dignidad y amor propio al protagonista. Una noche de infidelidad no se comparan pata nada con los 11 años de infidelidad que le puso esa basura de mujer. Realmente no se comprende el «amor» que profesa el marido y la zorra de su mujer. Ella no vale nada. Por insegura se metió con alguien más joven? Esa es una excusa barata.