Una chica increible
Este relato es 100% ficción, nada que ver con la realidad. Por favor léanlo y corrijan lo que crean debe corregirse. Estoy para aprender.
Este relato es 100% ficción, nada que ver con la realidad. Por favor léanlo y corrijan lo que crean debe corregirse. Estoy para aprender.
Mi nombre es Juan y todo comenzó cuando tenía 22 años. Estaba recién graduado de la universidad, era ING. Químico y gracias a quien siempre fui un poco cerebrito en mis estudios la empresa donde realice mis pasantías me ofreció trabajo en seguida con un muy buen salario y esto me ayudó a independizarme completamente en menos de un año, consiguiendo un pequeño departamento en el centro muy cerca de mi trabajo con dos habitaciones, un baño, sala y comedor. Vivía bastante cómodo para mí condición. Una de las habitaciones la hice oficina para trabajar cómodamente.
De niño siempre fui bastante nerd y estudiaba mucho pero al ingresar a la universidad fue un mundo nuevo que descubrí y él a mí. Aprendí que no era tan feo como creía de joven, solo que no me arreglaba bien, de empecé a dar prioridad a mi cuerpo y vestimenta, aprendí a beber y a fumar aunque lo hago esporádicamente. Con el tiempo me convertí en un chico atractivo, vestía bien y empecé en el gimnacio, salía de vez en cuando con mis compañeros de clases y aprendí a ligar con chicas.
El cambio fue total, a la edad de 15 años de no atreverme a hablar con chicas, ser algo gordito, cabellos desarreglado y cara llena de acné pase a ser un joven delgado con cuerpo ejercitado, muy bien vestido y a lograr conquistas de una noche. Para mí fue como un giro de 180 grados y que decir cuando descubrí el sexo. Antes solo me mataba a pajas 8 veces al día y ahora no me costaba para nada salir a un bar o una disco y conocer a una chica para llevármela a la cama, incluso más de una compañera de clases e incluso un par de profesoras pasaron por mis manos. No soy ningún mujeriego o patán con las chicas pero mi confianza llegó a otro nivel y creo que todos o la gran mayoría pasamos por esta etapa de «patito feo» dónde entendemos que solo nos falta arreglarnos más y confiar en nosotros mismos.
Un día saliendo del trabajo con mis compañeros nos dirigimos a un bar a tomarnos unos tragos y a tratar de ligar lo que se nos cruce por el frente. Muchas chicas estaban acompañadas de sus novios y otras no me gustaban eso no me llamaba la atención porque tampoco son de arriesgarme a una pelea por quitarle la chica a otro hombre así que decidí alejarme del grupo hasta que decidí irme a otro lugar, me dió hambre así que decidí ir a comer algo antes de seguir bebiendo, entre a un restaurante y ahí fue que la vi a ella, era hermosa, cabellos negro por debajo de los hombros, con un cuerpo perfecto, delgada con cintura pequeña, ojos grandes, labios algo gruesos, estaba bebiendo en el bar del restaurante, me quedé viéndola un momento para cerciorarme y me di cuenta de que estaba acompañada, 2 hombres y otra chica, eran dos parejas así que me desilusione y me fue luego de comer.
Llegué a mi casa y no dejaba de pensar en esa chica, lo sexi que era y que extrañamente me resultaba familiar, era como si me recordara a una modelo o algo así porque con esa figura no podía ser otra cosa. Un par de días después vuelvo al restaurante y la vuelvo a ver pero esta vez entra con otras personas, 2 hombres y 2 chicas más, ahora eran dos parejas y una chica extra, pero no eran los mismos hombres de la otra vez. La veo muy abrazada a uno y se me ocurrió que el anterior no era su pareja y este si lo podía ser o que el anterior si fuera su pareja y este fuera el amante, no lo sé pero ahi me imaginé que si llegaba a verla sola podía conseguir algo.
Paso una semana más o menos y en una discoteca la volví a ver, está vez parecía que estaban 2 chicas más y un solo hombre, eran 3 mujeres y un hombre. Quería saber con quién estaba él para ver si tenía oportunidad ahora. A las chicas creo que las había visto antes, no sé si de la primera o la segunda vez pero al tipo era la primera vez que lo veía. En un momento que están todos hablando veo que una de las otras chicas abraza al hombre y le da un beso en la boca… Esta es mi oportunidad, es ahora o nunca porque parece que está sola y los del beso son la pareja. Cuando los veo bailando a todos en la pista me voy acercando, bailo al lado de ella y nuestras miradas se cruzan, le sonrio al verme y me responde igual y como quien no quiere la cosa terminamos bailando juntos.
Luego de unas dos canciones me dice que está cansada y tiene sed, que va a la mesa a tomar algo así que la tomo de la mano y la llevo a su mesa. Le pregunto que está tomando para invitarla y me dice que no me preocupe y es ella la que le hace una seña al de la barra y este le pasa un par de cervezas dónde es ella la que le pasa una. Empezamos a hablar para conocernos.
—Soy Juan, un gusto —Mientras de los la mano.
—Soy Sandra, un placer, ¿de dónde eres? —con una hermosa sonrisa.
—Soy de aquí de la ciudad, ¿tu de donde eres?
Me contó que no es de la ciudad pero que estaba de visita por trabajo, me preguntó que si soy de salir mucho, que a qué me dedicaba y poco a poco fuimos conociéndonos hasta que llegaron sus amigos y me los presento, entonces ella me suelta…
—¿Y que me cuentas?, ¿Tienes novia O eres casado?
Esta es mi oportunidad, tu no le preguntas eso a alguien esperando una respuesta afirmativa.
—Trabajo como ing. En una empresa, vivo solo porque soy soltero. ¿Y tú, Tienes pareja?
—No nada, no tengo pareja, me quedaré en la ciudad unas semanas, el trabajo me obliga a viajar mucho pero es por temporada.
No pude evitar mostrar mi sonrisa al saber que era soltera, entonces ninguno de los hombres con la que la había visto eran su novio, se ve que le gusta fa fiesta igual que a mí.
—Que bien, entonces debo aprovechar mientras estás aquí. ¿Y en qué trabajas que viajas tanto?
—Es un trabajo bastante movido, es bastante flexible pero cuando toca es bastante fuerte —luego de decirme esto tomo lo que le quedaba de su cerveza.
No le di importancia que no me contara, cada quien con su vida, tal vez no quería que supiera mucho de ella porque sabía que nos veríamos poco tiempo.
Seguimos bailando y tomando, luego de un rato la pareja de sus amigos nos dijo que era hora de irse. Yo la miré con cara de sorpresa y ella les responde que se vayan tranquilos que ella se queda, no pude evitar alegrarme. Sus amigos le volvieron a preguntar si estaba segura, yo estaba algo inquieto porque parecía que sus amigos me querían arruinar mi conquista pero en seguida Sara les dijo que está bien, que ella estaría más conmigo así que se fueron y nos quedamos solos. Bailamos, bebimos, hablamos hasta eso de las 2 de la madrugada hasta que se me dios la oportunidad y le dije si quería ir a mi departamento.
Ahí fuimos en un taxi hasta mi departamento y nada más al entrar se lanza sobre mi a besarme, nos besamos ahí mismo en la sala, la tomo del culo para cargarla y ella rodea mi cintura con sus piernas. La llevo hasta mi cuarto y la arrojo sobre mi cama mientras no dejo de besarla. Ella me empieza a quitar la camisa y yo su blusa, nos vamos desnudando poco a poco hasta que ella queda en ropa interior, tiene un conjunto de lencería morado con encaje súper sexi que con su piel blanca hace un contraste maravilloso. Puedo ver unos senos perfectos y más grandes de lo que note (me di cuenta de que usaba sopa que cubría bastante) y un trasero súper redondo y paradito.
Me acuesto boca arriba con mi pene apuntando al techo y ella sobre mi, ahí me doy cuenta de algo que me fascina en las mujeres, no solo tiene un abdomen plano, si no, que tiene unos abdominales marcados, se ve que cuida su cuerpo bastante. Se desabrocha el sostén y me lanzo por ese par de tetas, las como, chupo, las muerdo, trato de meterlas en mi boca una por una y aunque no me caben sigo intentando como si mi vida dependiera de ello mientras ella no deja de gemir y menearse sobre pene. La tomo de la cintura y la acuesto boca arriba, beso sus labios, su cuello, su pecho, uno por unos lamiendo sus pezones y poco a poco voy bajando por su abdomen dando pequeños besitos hasta llegar a su sexo, todo su hilo por los lados y ella levanta su trasero para ayudarme a quetarselos, los termino de sacar por sus tobillos y ahí queda ante mi una vagina totalmente rasurada, de con color blanco, labios rosados y brillantes por lo majada que estaba.
Le doy una lamida desde la vulva hasta el clítoris y lo primero que siento son sus manos en mi cabeza. Empiezo a saborear sus jugos y a chupar como un desesperado, ella empieza a gemir con fuerza y a despeinarme con sus manos para guiarme en mi labor. Chupo sus labios vaginales y al llegar a su clítoris mi lengua se detiene a jugar con él, hago círculos y cada vez hago más precio con mi lengua, conforma sus gemidos son más fuertes más rápido me muevo.
—Sigue Juan, que rico me lo comes.
Esas palabras me alientan cada vez más.
—Juan vas a hacer que me venga… No pares por favor… Sigue… Mmmm que rico…
Ya sus uñas se clavan en mi nuca y yo sigo devorando esa vagina como si no hubiera un mañana.
—ME VENGO…! NO PARES…! ASI… ASI… ASI.. NO PARES! NO PARES! NO PARES! NO PARES! OH DIOS SIIIII… AHHHH.
Me trague todos sus jugos, no sé que tenía o si es que ella me gustaba mucho pero era la vagina más deliciosa que había probado nunca.
Ella seguía respirando agitada mientras yo subi a besarla, nos comimos la boca como locos pero ahí ella hizo algo que me sorprendió… Me empujó a la cama y caí acostado mientras ella se colocaba sobre mi, con su mano guío mi pene hasta su vagina que entró fácilmente, el calor era acogedor y sumamente agradable, ahí empezó a moverse en circulos y yo a disfrutar, Sandra era hermosa y muy sexi. Luego empezó a subir y a bajar primero lento y conforma pasaban el tiempo iba acelerando, yo me sentía en la gloria.
Unos minutos después ya movía sus caderas con fuerza y yo la tomé de la cintura para ayudarla hasta que le dije que estaba a punto a acabar y ella me dijo que no me preocupara, que acabe cuando quiera y así lo hice, la tomé con fuerza y la atraje hacia mi y nos fundimos en un rico beso mientras soltaba chorros y chorros dentro de ella.
Dejamos de besarnos porque nos faltaba el aliento mientras ella aún seguir sobre mi sin sacar mi pene de si vagina. Su cabeza entraba sobre mi pecho y nuestras miradas se cruzaron y ahí me di cuenta de algo que hasta el momento no había notado, tenía unos ojos color verde muy hermosos. En eso ella bajo lentamente sin dejar de mirarme, llegó hasta mi pene que descansaba, lo miro con deseo y con sus dedos comenzó a jugar con el, lo tomo y me miró fijamente como pidiéndome permiso, yo la miraba con ojos como rogando que lo hiciera y de pronto su lengua salió y lamió la punta de mi pene sin dejar de verme, era la mirada más sensual del mundo, unos ojos verdes, grandes y hermosos y una boca llena de lujuria y deseo. Se metió me pene en la boca que ya empezaba a ponerse duro, lo chupaba, lo lamía, pasaba su lengua desde mis testículos hasta la punta para luego dar un fuerte y sonoro chupón al glande, eso hacia que se me erizarán todos los pelos del cuerpo.
Ya cuando mi pene estaba duro de nuevo la tomé de los hombros y la acosté boca abajo, levanté su trasero colocándola a cuatro patas sobre la cama, coloque la punta de mi pene en la entrada de su sexo y la dejé ir hasta el fondo. Empecé un movimiento lindo pero profundo mientras ella gemía como loca, la tomé del cuello y la atraje hasta mi si dejar de cogermela, ella busco mi boca mirando hacia atrás sobre su hombro y nos besamos en esa posición, la tomaba de los senos y empecé a cogermela fuertemente. La solté y ella cayó en la cama con su trasero en pompa y ahí si empecé a cogermela con fuerza, ella y yo veníamos fuertemente, los gemidos de ella eran casi gritos pero más fuerte era el sonido de nuestros cuerpos chocando, la tomo de los brazos y la halo despegando la de la cama, sus senos quedan al aire pero de forma horizontal, la ella solo gritaba.
—NO PARES POR FAVOR! NO PARES POR FAVOR! NO PARES POR FAVOR!… QUE RICO! AH, AH AH!
yo solo respiraba fuertemente sin parar en ningún momento.
—AHI QUE RICO! AH… AH… AH… DIOS QUE RICO! MAS…! MAS…! MAS…! AAAAAAHHHH.
Me volví a correr dentro de ella y caí desplomado sobre su espalda, nuestros cuerpos solo eran peso muerto, estábamos agotados. Sin duda esa había sido una de las mejores cogidas de mi vida. Me acomode boca arriba sobre la cama y ella se acostó abrazada a mi con su cabeza en mi pecho y si pierna izquierda sobre mi, nos miramos fijamente y volví a besarla, no sé que me estaba pasando con esta chica pero me encantaba muchísimo. Fuimos recobrando el aliento y ella me regaló la sonrisa más dulce que jamás había visto, sus ojos estaban brillantes y enormes, esos ojos verdes que me hipnotizaban, le di un tierno beso en su frente y ella se acurrucó sobre mi pecho hasta que nos quedamos profundamente dormidos.
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Siento el sol que entra por la ventana y que me da en la cara, abro los ojos con dificultad y lo primero que veo es a una hermosa mujer desnuda acostada a mi lado, estábamos sin sábanas, estaba de espaldas y pude apreciar ese lindo cuerpo, era una flaca preciosa, cintura pequeña y un hermoso y firme culo. Recordé todo lo del día anterior y me sentí bien conmigo mismo por haber logrado tenerla en mi cama.
Me levanté con cuidado para no despertarla, mi re mi celular y apenas eran poco más de las 9:40 de la mañana, soy de levantarme temprano y dado que llegamos después de las 2 de la madrugada y todo lo que duramos cogiendo sentí que aún era temprano para ella así que fui al baño, me lave, me di un baño rápido (suerte que el baño no conecta con el cuarto, si no, con la sala, así no se despertaría por el audio) y me dirigí a la cocina a preparar café y desayuno.
Prepare unas tostadas con mantequilla y una tortilla con salchichas y queso, un desayuno rápido. Quería poner la mesa pero pensé en darle una sorpresa. Mire el reloj y eran las 11:05, pensé que ya era hora de despertarla para desayunar así que le lleve café con el desayuno a la cama. Al llegar la vi durmiendo acurrucada, casi no se había movido desde que desperté y la dejé.
Me acerque y le di un suave beso en la mejilla mientras de hablaba
—Sandra, despierta hermosa.
Ella abrió sus enormes ojos verdes mientras se estiraba para despertarse. Que hermosa se veía, parecía una niña chiquita. Me dió una dulce sonrisa y abrió grande los ojos.
—¿Que hora es? —mientras miraba para todos lados desesperada.
—Tranquila linda, son apenas las 11:05 de la mañana, te traje el desayuno.
—Aww Juan eres un encanto, gracias —mientras se levantaba para darme un beso en el cachete—. Pero tengo que ir al baño primero —levantandose para ir al baño dando caminando con los pies en punta.
Salió desnuda del baño y volví a ver ese cuerpazo que se gasta Sandra y que ayer pude disfrutar muchísimo. Comimos en la cama y mientras tomaba cafe me dijo
—Tengo que irme en un rato, no pensé que me quedaría dormía anoche después del sexo.
—Yo tampoco pero fue increíble, antes me gustabas mucho pero después de anoche me encantas.
—Yo también la pasé bien, en verdad me gustó mucho lo de anoche pero me tengo que ir pronto, estoy quedándome con unas amigas en su casa y no debo usarla como hotel.
—Son las que estaban anoche contigo? —pregunte mientras tomaba otro sorbo de mi café.
—No, esas son amigas del trabajo.
Terminamos de desayunar y le ofrecí para que se diera un baño.
—Gracias, si me hace falta.
Terminamos de comer y me lleve los platos al fregadero, le busque una toalla para que se bañara y al dársela me dió un enorme beso lleno de lujuria y pasión. Deje caer la toalla porque mis manos recorrieron todo su cuerpo, ella me atrajo con una pierna detrás de mi cintura, todo esto estando ella desnuda y yo solo con un boxer. La lleve hasta la pared y con una mano fui bajando la única prenda que nos separaba mientras ella no dejaba de besarme, está chica era una diosa de la sensualidad, me tenía hipnotizado y no quería salir de este trance.
Cuando el boxer cayo al suelo, con mi mano tome mi pene y lo guíe hasta la entrada de su vagina, apenas sentí la humedad de su sexo empuje hasta el fondo, ella tuvo que separar sus labios de los míos para dar un fuerte gemido. Empecé a cogerla así de pie, ella recostada a la pared y una pierna rodeando mi cintura, yo tenía una mano en su espalda y con la otra sostenía su pierna. Ella estaba empezando a gritar y para no hacerlo empezó a morderme el hombro. Se escuchaban nuestras respiraciones y empezamos a sudar.
Coger luego de desayunar es una delicia. Ella bajo el pie y me separó, se colocó de espaldas a mi pegando su pecho a la pared y con sus dos manos separó sus nalgas. La imagen que veía era de otro nivel, podía ver su vagina abierta goteando jugos como una fuente y su pequeño y cerrado culo. Todo en un todo rosa claro exquisito. Enfile mi pene y volví a clavarla como ella lo esperaba, mi pelvis choco contra su trasero, mis manos tomaron su cintura y empecé a cogermela como poseído, el sonido del choque de mi pelvis y sus nalgas era fuerte y constante, estuvimos así unos 10 minutos sin parar, tal vez más. Era como si no quisiéramos que esto acabara y deseábamos seguir por mucho más tiempo, ella tuvo por lo menos un orgasmo mientras yo seguía con el mismo ritmo.
Pase mi mano derecha delante de su vientre buscando su vagina mientras que con la izquierda apreté una de sus tetas, empecé a masturbar su clítoris mientras seguía penetrando. Ella gritaba de placer, estaba disfrutando tanto de esta Sandra pero ya se acercaba mi momento y por más que lo intente demorar le avise que me venía, ella me empujó y velozmente se dió la vuelta y se arrodilló tomando mi pene y metiendo lo rápidamente en su boca. Era increíble como lo tragaba, su boca alcanzaba la base de mi pene y mientras sacaba su lengua y lamía mis bolas, está chica está una diosa, se escuchaba el sonido de mi pene en su garganta y era fantástico. Empecé a lanzar chorros y chorros y ella a tragar los todos, no dejo escapar ni una sola gota de mi semen, yo seguía eyaculando en su boca y ella tragando sin dejar de chupar y mover su cabeza de atrás hacia adelante.
Ya estaba arrojando las últimas gotas de mi corrida y ella empezó a dar chupones fuertes a mi cabeza cuando de pronto me mira con esos hermosos ojos verdes y abre la boca y me muestra parte de mi leche en su lengua para luego tragar la frente a mi y poder una cara súper sensual. No pude evitar levantarla y estamparle un beso con lengua mientras la abrazaba. Al separarnos la mire y le dije lo mucho que me gustaba a lo que ella sonrió traviesa y me dice
—Y tu también a mí —para apartarme, recoger la toalla y salir corriendo al baño.
Solo pude sonreír y sentarme desnudo en una silla.
Al salir del baño se vistió y me dijo:
—Ya tengo que irme, le escribi a mis amigas y les conté pero solo un poco lo que había pasado.
—¿Quieres que te acompañe? —le dije mientras me ponia un pantalón —. No sé si es en un hotel o en casa de tus amigas dónde te estás quedando.
—No te preocupes, aprovecha de descansar que anoche y hace rato hiciste un muy buen trabajo —Y diciendo esto se acercó para darme un beso de piquito en los labios.
No pude aguantar más y le dije mientras se alejaba
—¿Puedo volver a verte? —Tomandole la mano.
—Dame tu teléfono —Me dice ella.
Se lo paso y anota algo, imagino que su número y lanza el teléfono a mi sofá mientras me dice que espere a que llegue a qué sus amigas, que apenas llegué me va a escribir. La acompañe hasta la puerta y nos volvimos a dar otro beso intenso, menos mal que ella me alejo después de unos 3 minutos besándonos en la entrada de mi apartamento porque de no hacerlo me la vuelvo a coger ahí mismo.
—Espera a qué yo te escriba Juan, que no tengo nada de carga, te aviso al llegar —Me dice mientras me pica un ojo, uno de esos hermosos ojos verdes.
—Estare esperado tu mensaje Sandra, de verdad que lo esperaré —fue lo último que dije mientras veía como el ascensor se cerraba con ella dentro.
Apenas se fue fui corriendo a tomar mi celular y revisar su número y lo que ví me aceleró el corazón. Había un chat de WhatsApp dónde había un mensaje enviado desde mi número a otro contacto, el mensaje decía: «fue increíble todo lo de anoche y lo de esta mañana, me encantó y necesito volver a verte pronto. Espera a que yo te responda porque se descargo mi teléfono, te quiere Sandra» y colocó unos stickers de besos y flamas y al revisar el contacto ella lo guardo en mi teléfono como Sandra con un sticker de corazón.
No pude hacer más que sentarme en el sofá a recordar la increíble noche que paso con esa mujer.
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