Una chica increíble V
La quinta parte de este mi primer relato. Espero les guste. Por favor comenten.
Ingrid es toda una milf.
Ya habíamos terminado de comer las pizzas, nos comimos dos y una estaba guardada en la nevera, Ingrid me dijo que me la podía llevar para comerla luego, mientras tanto estaba acostado en la alfombra del piso totalmente desnudo, Ingrid estaba sobre mi igualmente desnuda, estábamos en pleno 69, debo decir que está es una de mis posiciones favoritas y es por el simple hecho de que he salido con suficientes chicas como para aprender a masturbarlas y a hacerles sexo oral, es cierto que cada mujer es diferente pero he aprendido a notar las señales de que es lo que les gusta y como les gusta.
Algunas son más de punto G, otras son más de estimulación del clítoris, algunas tienen un clítoris sensible y hay que estimularlo con suavidad mientras que a otras prácticamente puedes apretarlo y golpearlo con los dedos, otras son más anales y con algunas incluso debes hacer los tres trabajos. El squirt también fue otro descubrimiento que logré con mucha patrica, poco a poco fui dándome cuenta de lo que le gusta a las chicas para lograr que bañen todo mi rostro de esos increíbles jugos, más de una queda sorprendida porque su primer squirt fue conmigo y esto hace que me sienta orgulloso de todo mi esfuerzo.
Ingrid era de esas mujeres que deben estimularle el clitoris pero de forma ruda, cuando está muy exitada ella adora que se lo chupen con fuerza y se lo golpeen, también es muy anal al punto que fue ella la que aumento mi morbo por penetrar un culo y llenarlo de leche. Ella estaba sobre mi comiéndose mi pene y masajeando mis testículos mientras yo estaba lamiendo su clítoris, chupando sus labios vaginales y con dos dedos dentro de su vagina, quería excitarla más, adoro ver sus muslos temblar cuando tiene un orgasmo.
Saco mi pene de su boca y solo me masturbaba con sus manos porque necesitaba respirar, yo estaba trabajando fuertemente con esa jugosa vagina, ya eran tres los dedos que tenía dentro y a su clítoris le daba fuertes chupones, podía ver cómo se estaba volviendo loca y cada vez gemía mucho más fuerte, ya podía ver cómo sus muslos se volvían gelatina y temblaban a los lados de mi cara, decidí cambiar de mano porque me estaba cansando, así que metí tres dedos de mi mano izquierda en su vagina y con la derecha empecé a jugar con su culo, todo esto mientras mi boca hacia desastres con su vagina.
De repente empiezo a escuchar como grita Ingrid, ella es de las que grita fuerte con sus orgasmos.
—Si coño que rico Juan, méteme otro dedo, chupa más fuerte! —gritaba Ingrid sin importar si los vecinos escucharán o no.
Mientras yo ya era bañado por todos sus jugos que caían en mis ojos, mi boca y toda mi cara.
—AH DIOS SIIIII! ME ENCANTA CABRON! COGES DEMASIADO RICO!
Podía ver cómo sus muslos temblaban mientras yo me ahogaba en su squirt. Ella siempre ha sido abundante al venirse y a mí me encanta verlo y saber que soy el causante de ese delicioso orgasmo.
Me levanté rápidamente, levanté su cola mientras ella ponía si cara sobre el suelo aún temblando por el orgasmo y se la metí en la vagina sin avisarle, ella pego un grito suave, aún estaba recuperando el aliento y empecé a darle duro sin contemplaciones. Ponía sus manos como para detenerme, sabía que estaba sensible todavía pero no la perdona, tome sus muñecas y empecé a cogermela duro y rápido.
—Para por favor ah ah ah ah, espera un poco Ah ah ah ah, por favor Juan… Ah ah ah ah para ah ah ah —me decía ella casi sin palabras.
Pero yo no paraba de cogermela con todas mis fuerzas, tome su pelo con una de mis manos y la levanté y la pegue a mi pecho, la tomé del cuello y me la cogía con rudeza, yo ya sabía que a ella le encantaba así. La tenía del cuello con una mano mientras con mi otra mano apretó sus tetas mientras.
—Ay dios que rico Juan, ah ah ah ah ah ay ay ay ay —casi no podía hablar.
Se la saqué de golpe y ella cayó desplomada en el suelo por un segundo orgasmo, su trasero aún estaba en alto porque sus rodillas estaban en el suelo, tome mi pene súper lubricado por sus jugos, lo puse en la entrada de su culo y lo metí hasta el fondo.
Con Ingrid fue que le agarre el gusto al sexo anal, ese culo es delicioso, me la cogía con rudeza. Sus nalgas sonaban con el choque de mi pelvis. Ella estaba con la cara medio lado sobre el suelo y yo dándole sin piedad en su dilatado culo.
El sexo anal es otra cosa, cuando descubrí lo maravilloso que es penetrar un culo hasta el fondo no pude desperdiciar una oportunidad de intentarlo con cualquier chica con la que tenga sexo. A algunas si he podido, con otras no porque nunca lo habían probado pero siempre que puedo trato de tener sexo anal con la chica con la que este.
Podía sentir los chorros que salpicaban en mis piernas provenientes de su vagina, Ingrid estaba teniendo su tercer o cuarto orgasmo de la noche y yo estaba más duro que nunca pero no todo es para siempre. Sentía que no me quedaba mucho tiempo para acabar y empecé a cogerla con menos fuerza para durar un poco más.
—Por favor no te pares Juan! Sigue cogiendo me duró! Lléname el culo por favor —me decía Ingrid al darse cuenta de la diferencia.
No pude negarme a qué está despampanante pelirroja me dijera eso y decidí darle con todo.
Tuvo que apoyar las manos en el suelo para no empujarla hacia adelante por mis embestidas, le estaba dando como si no hubiera un mañana, ya mi orgasmo estaba cerca y se la metía lo más profundo que podía.
—Ni se te ocurra sacarla Juan, ah ah ah ah, no la saques, ay si ah ah ah así así, si lo haces te mato! —me dijo Ingrid casi sin voz.
Y así lo hice, la cogía sin piedad, con Ingrid hemos cogido varias veces y cada vez es mejor y hoy me lo demostró aún más, está cogida supera por mucho las anteriores que he tenido con esta mujer, no me explico cómo es que está soltera.
Pero ya mi orgasmo llegó! Empecé a soltar chorros dentro de ese culo, creo que nunca había eyaculado tanto en mi vida, sentí que eran litro de semen dentro de Ingrid. Le daba las últimas embestidas mientras la llenaba.
Me quedé sin aire y caí sobre la espalda de Ingrid casi desmayado, los dos estábamos súper sudados y agotados. Me desplome hacia un lado y caí al suelo, mi pene ya había perdido su tamaño y podía ver cómo de su culo salía mucho semen y caía en el suelo.
Mire el rostro de Ingrid y estaba bañada en sudor al igual que yo, ella me miro y se le vio la intención de sonreír pero estaba tan agotada que no lo lograba, era una risa forzada.
Se dió la vuelta y quedó boca arriba en el suelo, podía ver sus enormes senos subir y bajar al ritmo de su respiración. Pasaron unos minutos hasta que nos empezamos a recuperar.
—Fue increíble —es lo único que logré decir.
Ella se sentó y abrió su vagina con sus dedos mirando como aún salía semen de ella. Se acercó a mi y fue bajando su cabeza hasta mi sexo, tomo mi pene y empezó a jugar con el aún estando flácido.
—Pero yo aún quiero más —me dice ella con unos ojos llenos de lujuria.
Se metió mi pene en la boca y empezó a jugar con él y con su lengua, lo chupaba, lo lamía, lo besaba. Poco a poco se iba poniendo duro de nuevo, esta mujer sabe cómo poner duro a cualquiera y tiene las habilidades para hacerlo, sus tetas, su vagina, su culo y su boca son una delicia.
Ya estaba duro de nuevo y ella me toma de la mano y me lleva a su cuarto, yo voy como un zombie sin voluntad propia y dejándome llevar por esta amazona salvaje dispuesto a dejarme coger aún más por ella.
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Desperté y eran las 10 de la mañana del domingo, había tenido una noche increíble con Ingrid, después de coger en la sala ella me llevo cogimos de mil formas diferentes: En su cama ella me cabalgó como una campeona, no sé cómo no se cansa, tambien me la cogí contra la pared, tanto de espaldas a mi con su pecho pegado a la pared como frente a mi yo levantandola por las piernas, en cuatro sobre la cama y volví a hacerle el culo y de misionero antes de venirme de madrugada a mi departamento. Debo decir que me vine como 10 veces anoche con ella.
Luego de lavarme y mientras tomaba café ví en mi teléfono unos mensajes de Sandra
Hola amor como estás? ¿Que tal las pizzas de la vecina?
Si tan solo supiera que lo que menos recuerdo es el sabor de las pizzas… Me sentí un poco culpable por pensar de esa manera, Sandra me gusta mucho.
¿Te gustaría ir a la playa conmigo y mis amigos el fin de semana que viene?, Les caiste bien.
Un viaje a la playa con Sandra y sus amigas?! No solo ver a Sandra en traje de baño sería un sueño, sus amigas también sería un gusto increíble, Le respondí el mensaje.
Hola hermosa, claro que me encantaría. ¿Me pasan buscando o como hacemos?
Unos minutos después me respondió.
Dale mi amor, yo cuadro aquí y te pasamos buscando
Me emocioné más porque me llegaron las imágenes de sus amigas y recordé sus nombres. Laura, esa morena con traje de baño se debía de ver despampanante y con ese cuerpo de gimnacio llamaría la atención de cualquiera y Vanessa ya ni me la puedo imaginar con ese enorme culo y esas tetas increíbles en traje de baño… Tendría problemas para evitar mirarla.
De repente pensé y me se ti mal por no te era un carro propio, nunca había tenido la necesidad porque mi trabajo y las discos y clubes a dónde voy quedan bastante cerca de casa pero ahora con Sandra me estaba imaginando saliendo de paseo con ella y para eso era necesario si o si un carro propio.
Pero si yo tengo a una amiga que trabaja en un banco, y creo que es gerente… Puedo preguntarle a Ingrid que necesito para un crédito bancario.
Decidí dejarle un mensaje.
Hola Ingrid necesito hablar contigo, es por negocios! Cuando puedas avísame para que hablemos
Fui directo con ella así como ella lo es en cuestión de sexo conmigo, Ojalá se dé bien. Yo tengo un muy buen sueldo, este departamento es propio y tengo como pagar cualquier crédito para carro. Se que las cosas saldrán bien.
Me quedé hablando con Sandra un poco más por teléfono, le dije que llevaría algo para comer y unas bebidas, no les dije que porque quería sorprenderla. Le pregunté quienes iríamos y me dijo que irían Vanessa con Miguel, Mike con Laura y que no sabe su también iría otra amiga más a parte de ella porque no había confirmado aún.
Otra amiga? pensé, Laura y Vanessa ya son dos mujeres despampanantes sin mencionar a Sandra, una chica más puede que sea otro bombón, ese día deberé controlarme con todas. Bueno, cada quien tiene pareja, la última chica tal vez ni vaya si supiera que yo voy porque sería un mal tercio aunque si con ella somos siete sería un mal séptimo?! Yo aquí pensando en mis malos chistes pero me entienden.
Pase el día tranquilo, me di un baño y me puse un short de estar en casa y una guarda camisa, me quedé viendo tele y hablando con Sandra de vez en cuando, hasta que me llegó un mensaje de Ingrid.
Hola Juan, ven a mi depa y hablamos
Le respondí que iba para allá y así como estaba me fui a su departamento y toque la puerta gritando que era yo.
—Pasa juan, está abierto —escuche a Ingrid desde dentro así que entre.
Nada más entrar me la encuentro en hilo dental y con esas enormes tetas al aire, tenía una toalla enrollada en el cabello y una al rededor de su cuello, se veía claramente que se había dado una ducha y todo su departamento olía a eso, olor a shampoo, jabón y humedad. Me sorprendi un poco pero ya la había visto muchas veces así y hasta mucho más provocativa así que trate de disimular.
—Vamos siéntate —me dice Ingrid mientras iba hacia la nevera, saco una botella y se preparó algo de beber.
Se acercó a mí y no pude dejar de ver ese cuerpazo que tiene, la hija de puta está buenísima y lo sabe, ni siquiera me di cuenta de que traía dos vasos, imagino que con ron o whisky, estaba a punto de decirle que no quería pero ella estiro el brazo para dármelo, se sentó a mi lado y me rodeo con su brazo en mi cuello.
—Entonces quieres hablar de negocios, ¿que quería hablar conmigo? —me dice con una voz entre sería y seductora.
—Me gustaría comprar un vehículo y quiero sacar un crédito, ¿que necesito para hacerlo? —le suelto de una.
Ella me mira unos dos segundos y toma un sorbo de su vaso, yo hice lo mismo y me di cuenta de que era whisky en las rocas, un whisky bastante bueno.
—Ok, nunca hemos hablado sobre trabajo, es la primera vez —Me dijo en tono serio, también me dijo que necesita una constancia de trabajo donde digan también cuánto es mi salario, documentos personales, tener al día los documentos de mi departamento que eso puede servir para aumentar el crédito y dos fiadores que en caso de que yo no pueda pagar ellos sirvan para que el banco se cobre de ellos, ella sabía que eso no era problema para mi, si tengo un muy buen trabajo pero el banco lo exige.
—¿Y eso que quieres un carro?, Es cierto que un carro es una inversión y si te hacía falta pero ¿que te hizo quererlo ahora? —me dice ella mientras con la mano con la que me abraza juega con mi cabello.
—Ya es hora de que tenga un carro y no depender de que todos me busquen y me traigan siempre —le respondí mientras tomaba otro trago de whisky tratando de mirar hacia otro lado.
Esas tetas me tenían hipnotizado y su olor a recién bañada era muy sexi, no podía dejar de verlas, se que era una conversación sería pero es que Ingrid es una milf que está súper buena y ella misma lo sabe, siempre sabe cómo jugar conmigo.
Ella tomó un trago del whisky y mientras miraba al techo empezó a moverlo, estaba pensando en algo, yo quería saber en qué… ¿Será que lo de mi crédito era difícil?, ¿Tal vez un crédito vehicular así de repente era imposibles que me lo dieran?, Ella como gerente podría ayudarme y por eso la busque. Mil y una cosas pasaron por mi mente en ese momento hasta que ella se tomó todo lo que le quedaba en el vaso de un solo golpe y hablo
—¿Es por la chica verdad?, ¿Te gusta pucho y por eso quieres un carro, para poder salir con ella no? —me soltó de una con una media sonrisa.
Esa pregunta me tomo por sorpresa, no sé si es que se me nota tanto que Sandra me gusta o es que las mujeres si tienen ese sexto sentido del que tanto alardean.
—No es solo eso! —le digo de inmediato. —ya es hora de que tenga mi propio carro, de vez en cuando puedo querer salir, no se, a la playa por ejemplo. —no tengo idea de porque dije eso, si sigo así terminaré contándole todo a Ingrid.
Ella me pone cara de sospecha por unos segundos hasta que con una sonrisa algo macabra me comenta.
—Esta bien Juan, te ayudaré a que consigas ese crédito, te prometo que comprarás un excelente carro pero con una condición.
La mire algo incrédulo pero emocionado porque podré conseguir mi carro.
—Lo que sea Ingrid, ¿dime qué necesitas?, Lo que sea lo haré.
—Quiero que en cuanto tengas tu carro nuevo me lleves a la playa.
Esa no me la esperaba pero debí hacerlo, soy muy bocón, no debí haber dicho lo de la playa, a esta mujer no se le escapa ni una… Pero en eso se me ocurrió sacar algo de partido de esto, tengo entendido de que es gerente así que si ella puede aprovecharse de mi entonces yo también intentare aprovecharme de ella.
—Ok Ingrid… Te llevaré a la playa con mi carro nuevo. Pero el nivel del viaje dependerá del carro que me ayudes a conseguir, mientras mejor sea el crédito para el carro entonces mejor será ese viaje a la playa que haremos. Te parece? —puse cara de risa como si fuera una especie de broma.
—Trato hecho Juan —me ofrece su mano enseguida.
Su respuesta y reacción fueron tan rápidas y tan decididas que me sorprendieron. Ese comentario lo dije medio en broma medio en serio pero ahora que lo pienso puede que me ayude a conseguí un muy buen carro solo para que la lleve a la playa. Naaaa! Que más! Si me consigue un muy buen carro se lo merecerá.
—Esta bien acepto —y estreche su mano.
—Ok tenemos un trato y deberás cumplirlo —dice Ingrid. —Confio en tu palabra y prepárate porque en serio quiero que le lleves a la playa, así que conseguirte un carro es mi prioridad en este momento.
—De verdad gracias Ingrid, te juro que cumpliré mi promesa si me ayudas a conseguir carro, en serio quería pedirte ese favor porque a parte de la confianza que tenemos —mientras decía esto ella metió su mano en mi short y fue sacando mi verga que desde hace rato ya tenía buen tamaño y como no si llevo rato disfrutando de esas hermosas tetas. —tambien te confesaré que quería aprovechar tu posición como gerente en el banco, debes ser fácil para ti ayudarme con ese crédito.
Ella ya estaba lamiendo mi pene y de repente mira hacia arriba sin soltarlo y con una mirada de puta en celo me dice:
—Ay cierto que no lo sabes pero desde hace unos 15 días me ascendieron a gerente regional del banco —luego de decirme esto me metió mi pene hasta el fondo de su garganta.
Me quedé de piedra con esta revelación que me acaban de hacer. Ni siquiera reaccione. Está mujer estaba jugando conmigo desde el principio! Y creía que era yo el que se estaba aprovechando de ella pidiéndole un favor.
—Por eso es que teníamos tiempo sin vernos y ni siquiera te había escrito —saco mi pene de su boca para decirme esto. —Me tienes desde hace como 20 días en talleres y poniéndome al día para este nuevo cargo y he estado demasiado ocupada, por eso es que quiero aprovechar que ya tengo todo al día para quitarme el estrés contigo, siempre haz sido bueno para ayudarme en eso.
Volvió a meterse mi pene en la boca, ya lo tenía duro hasta más no poder, lo soltó para ponerse sobre mi de espaldas, hizo su hilo dental hacia un lado y tomo mi pene para pasar la punta por toda su vagina que ya estaba suficientemente húmeda, después de unas cuantas pasadas, puso la punta en la entrada de su sexo y fue bajando poco a poco, podía sentir el calor de esa cavidad que parecía un charco y mi pene entro sin encontrar nada de resistencia hasta que sus nalgas quedaron totalmente apoyadas en mis piernas.
—Quiero tomar esto como una especie de recompensa por mi ascenso en el trabajo —me dice ella mientras apoya su espalda a mi pecho y gira su cara hacia un lado para encontrarse con la mía. —¿O prefieres que mi recompensa sea el viaje a la playa?
En eso me estampa un beso en la boca, yo aún estaba como tonto, parecía un juguete sexual ante esta mujer que hacía conmigo lo que quería y por los vientos que soplan lo seguirá haciendo.
En eso empezó a darme unos sentones riquísimos y poco a poco empecé a recobrar la lucidez porque lo primero que hice fue poner mis manos en esas enormes tetas y comencé a apretarlas y a pellizcar sus pezones como se que a ella le gustan.
Este fin de semana fue de locos y creo que Ingrid está recuperando el tiempo perdido que teníamos sin vernos.
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