Una chica increíble VII
Un increíble viaje a la playa lleno de sorpresas. .
Luego de besarnos durante varios minutos escuchamos fuertes golpes en la puerta del cuarto y alguien grita.
—Ya salgan de ahí par de conejos que ya llegaron las hamburguesas —era la voz de Mike desde el otro lado.
—CUAL CONEJOS! —Grita Sandra en respuesta mientras escuchamos la risa de Mike. —Sera mejor que me cambié el traje de baño antes de salir porque me lo dejaste todo lleno. —y me da un pico apretando mi cara con.
Se levanta de la cama y se mira la entrepierna, aún tenía puesto el traje de baño pero mi semen que salía de su vagina caía por sus piernas, ahí nos miramos y empezamos a reír juntos. Se desnudo y entro al baño del cuarto, dejo la puerta abierta mientras se lavaba, yo me acerque a mirarla desde la puerta
—¿Siempre dejas la puerta abierta al entrar al baño? —le pregunté recostado del marco de la puerta del baño.
—¿Crees que me da vergüenza de hacerlo frente a mi novio?! —me dijo eso con una dulce sonrisa —además, difícilmente los chicos me ven ya que este es mi cuarto, Laura duerme con Mike desde hace tiempo y Vanessa y Miguel siempre han dormido juntos, lastimosamente yo duermo sola.
Ese último comentario lo hizo con un gesto que me sonó más a invitación que a otra cosa. Cómo me.wncantaria poder acompañarla en este cuarto.
Al salir del baño ya lavada busco un traje de baño distinto y limpio, la verdad ni le preste atención al traje de baño anterior, creo que era negro, o gris… No lo sé, solo se que del cajón de ropa saco un traje de baño color rosa que se le veía muy bien, la parte de arriba era un top que dejaba a la vista unos hermosos senos, era bastante sencillo pero destacaba sus hombros y sus redondos y lindos senos, la parte de abajo era de esos que son amarrados por los lados de la cadera y hacían lucir su abdomen bien marcado y plano además que en la parte de atrás era bastante bajo, dejando ver un culito bastante paradito y redondo, se volvió a poner la misma falda que tenía antes, yo me vesti y estábamos listos para salir. Caminamos hacia la puerta y antes de abrir se paró de espaldas a ella y frente a mi y me dió un sensual beso de lengua, me sonrió y abrió la puerta del cuarto.
Al bajar estaban todos ya vestidos y arreglados, estaban poniendo la mesa y abriendo las hamburguesas que pidieron, nos sentamos a comer y Sandra estaba más acaramelada que nunca, me daba la comida en la boca y me limpiaba si me llenaba mucho de salsa, la comida estaba buena pero la actitud de Sandra me encantaba, en verdad estábamos encantados el uno con el otro.
—Podrias calmarte un poco Sandra, lo vas a terminar corriendo de tu lado con esa actitud —dice Laura en broma a su amiga.
—Si supieras que ahora ya no se podrá alejar porque formalmente somos novios.
Todos abrieron los ojos asombrados, los chicos me felicitaron y las chicas sonrieron. La mirada de Vanessa era extraña, era como una sonrisa algo forzada.
<Que le pasa a esta chica? Antes era tan cariñosa conmigo y hasta coqueta la vez que bailamos y ahora está toda extraña>
Yo abrace a Sandra para reafirmar lo que decía y delante de todos la bese, fue un beso tierno y con pasión. Todos aplaudieron y nos felicitaron.
Terminamos de comer y nos quedamos hablando un rato más hasta que estubimos listos para subir las cosas y acomodarlas en el auto. Como éramos muchos al final se decidió que usaríamos dos carros para ir a la playa y no estar apretados.
Mike y su novia Laura irían en uno y Miguel, Vanessa, Sandra y yo en la camioneta. Acomodamos las cosas y los chicos iban a buscar las cervezas para subirlas y decidí ayudarlos. En la cocina usamos tres cajas de cervezas y unas bolsas de hielo que metimos en una cava, unos refrescos y botellas de agua. Les dije que llevaría el primero lote y vendría a ayudarlos con lo demás y me fui primero al carro cuando acercándome escucho que las tres chicas están hablando, parecía una discusión pero en voz baja, mi curiosidad ganó un poco y logré escuchar algo.
Vanessa: estas segura de lo que haces Sandra? Una cosa es que te lo cojas pero ser novios?! Él podría jodernos todo
Sandra: pero cuál es el problema? Yo lo conozco y no va a pasar nada malo, te aseguro que él no hará nada que nos perjudique, por qué tienes que ser así?
Laura: ay Vanessa ella sabe lo que hace, no es ninguna tonta y lo sabes perfectamente, si ella confía en Juan, nosotros deberíamos confiar en Sandra
Que coño estaban hablando, estaban hablando de mi?! No les parecía mi relación con Sandra?! Por qué coño yo los iba a joder y más a Sandra??? Decidí hacer ruido para poder acercarme sin que se pensara que estaba escuchando pero algo ya no me estaba gustando de estás amigas de Sandra o por lo menos de Vanessa.
—Permiso chicas que esto pesa! —les dije para que me hicieran un lado para poner la cava.
Sandra al verme me sonrió de una manera tan tierna, Laura se separó como si no hubiera pasado nada pero Vanessa estaba algo incómoda y no sabía el porque
<Le caía mal a esta chica? En verdad pensé que me llevaba mejor con ella que con Laura pero que hipócrita era!>
Terminamos de guardar todo en el carro y partimos rumbo a la playa. La verdad yo ya estaba algo incómodo con este viaje pero ya era tarde para hacer algo. Primero al estar solos me dice que ni se me ocurra lastimar a su amiga y ahora no quiere que sea su novio?!
Los carros arrancaron en dirección a la playa, estaba oscuro y yo algo incómodo por la situación. Sandra estaba a mi lado abrazándome con su cabeza en mi pecho de lo más cariñosa. Podía ver cómo Vanessa de vez en cuando miraba por el espejo retrovisor en dirección a nosotros, yo estaba súper molesto, en eso Sandra levanta su rostro y puedo ver esos hermosos ojos verdes, esa mirada llena de amor me derritió y lo único que pude hacer fue besarla con la más pura ternura del mundo, luego del beso me abrazo más fuerte poniendo su cabeza en mi pecho.
<Sandra no se merece esto, no merece que Vanessa nos arruine el viaje. Dejare de pensar en eso y disfrutaré con mi novia>
El pensar en la palabra «novia» hizo que mi corazón latiera fuerte, en verdad me gustaba está chica.
El camino a la playa fue tranquilo, Sandra hablaba tranquilamente con Miguel y con Vanessa, yo rara vez abría mi boca para decir algo, estaba bastante incómodo pero hize mi mayor esfuerzo para darle un viaje bonito a mi novia.
Llegamos a la playa bastante temprano y cuando llegamos al estacionamiento donde creí que nos detendriamos Miguel no lo hizo, me extrañe que tomara un camino distinto, nos estábamos alejando de la zona normal de la playa y aunque había pocas personas por la hora se veía que se estaba llenando.
Mire a Sandra algo confundido pero ella estaba con un brillo hermoso en sus ojos y una normalidad tan natural que me hizo tranquilizarme y pensé que seguramente iríamos a una playa más alejada y mejor.
Recorrimos un sendero rodeado de palmeras y al darme cuenta parecía una carretera bastante sola hasta que llegamos a una zona con una entrada protegida por vigilantes y una valla cerrada, nos detenemos en la entrada y se acerca un guardia a la ventanilla de Miguel.
Guardia: —Muy buenos días caballero, la zona de adelante está restringida, es una zona privada y no puede pasar, tendrá que dar la vuelta.
Miguel: —No se preocupe amigo, mi nombre es Miguel Álvarez y soy hijo de Bernardo Álvarez y el chalet N° 8 es nuestro. —y le entrega su identificación.
El guardia verifica la identificación de Miguel y llama por radio para verificar los datos. Yo estaba consternado, no sabía que el padre de Miguel tenía un chalet en la playa. Sandra me miro súper emocionada y me dijo
—Te va a encantar mi amor, ya verás que la pasaremos bien.
Parecía una niña a la que llevarían a una jugueteria, no pude contener una sonrisa y atraerla hacia mis brazos y apretarla fuertemente. Cada vez estaba más cómodo con esta Sandra, como puede ser tan sexi y también tan dulce y tierna?!
Guardia: —Adelante señor Álvarez que tenga un feliz fin de semana. —y le entrega la identificación.
Ahí los demás guardias abren las rejas para dejarnos pasar con el carro. Nada más entrar me di cuenta de lo diferente que era todo por dentro. El camino tenía arbustos a los lados del camino y detrás tenía palmeras altas, después de más o menos medio kilómetro empezamos a ver las casas. Eran casas de madera y algunas eran de dos plantas, eso era literalmente un urbanismo, las casas no estaban nada juntas entre cada casa había una separación de unos 100 metros. Eran unas cabañas preciosas.
En eso Miguel entra en una con el carro y lo mete en el garaje, detrás de nosotros entra Mike y estaciona su carro al lado del nuestro. Era una casa hermosa desde afuera, dos plantas, un hermoso frente, el sitio se veía bastante tranquilo.
Al bajarme me acerque a Sandra y le dije al oído:
—Crei que iríamos directamente a la playa.
—Ay bebe la playa está demaciado cerca, ahorita la vez —me dijo Sandra con una radiante sonrisa en su rostro.
Ella estaba más emocionada por este viaje conmigo que yo mismo y eso me tenía tontito de amor por ella.
De repente se abre la puerta de la casa y sale un hombre, era alto, moreno y bastante fornido, de cabello blanco, se ve que debía tener entre 40 y 50 años, llevaba una camisa Hawaiana, unas bermudas de jean y unas sandalias, era el estilo de ropa de estar en la playa.
Hombre: —Miguel cómo estás? Los estábamos esperando.
—Hola Esteban cómo estás? Si vine con el grupo, dónde está Irma? —dice Miguel mientras lo saluda con un abrazo.
Llegué a pensar que era su padre pero al parecer no es. En ese momento a mi lado pasa Vanessa corriendo en dirección al hombre y de un salto se cuelga de su cuello y enrolla las piernas en su cintura.
—Esteban cómo estás? Tenía tiempo sin verte —grita Vanessa mientras Esteban gira con ella en brazos.
—Señorita Vanessa no la veía desde hacía tanto, cómo está?
Vanessa se veía muy cariñosa con ese hombre, se ve que se conocían desde hace mucho. Mike y Laura se acercaron también a saludarlo con un abrazo con mucho afecto y en eso Sandra me toma del brazo y me lleva hacia él.
—Esteban te presento a mi novio, él es Juan.
Yo estiro mi mano para saludarlo, el me mira de arriba a abajo y con una gran y genuina sonrisa me aprieta la mano fuertemente.
—Novio? Un placer muchacho —y me atrae fuertemente para darme un abrazo como hizo con todos. —El novio de Sandrita eh?! Lo siento amigo, nadie te aviso, ya es demaciado tarde para huir.
Sandra lo mira con cara de molesta y le golpea el brazo
—Ay que malo eres Esteban.
—Jajaja! Solo bromeó amigo. —y mirándome con una gran sonrisa me dice. —Te felicito hermano, te sacaste la lotería con esta chica.
Yo no pude evitar so reír, sus palabras eran genuinas y me hizo darme cuenta de lo afortunado que era.
Entramos a la casa y era una perfecta mansión, era enorme y totalmente el estilo de una casa en la playa. Sandra me toma del brazo y me dice.
—Vamos Juan, déjame mostrarte la casa. —con su enorme ojos y su expresión de emoción
—Esta bien pero déjame ayudar a los chicos a bajar las cosas del carro.
—Tranquilo Juan, yo me encargo de bajar todo —dice Esteban desde la puerta de la casa.
—No te preocupes Juan, ve con Sandra que ella está más emocionada que cualquiera jajaja —dice Mike con una cava en los brazos. —Nosotros nos encargamos de desempacar.
Subo con Sandra las escaleras y arriba hay por lo menos cuatro habitaciones, Sandra entra en una y veo una cama matrimonial hermosa y bien acomodada, un televisor grande empotrado a la pared y fuera una puerta cubierta por cortinas que llevan a un balcón pequeño con dos sillas. Sandra me toma del brazo y me lleva al balcón, al asomarme me doy cuenta que la playa debe estar a unos 300 metros de distancia de la casa, habían pocas personas en ella y era una vista hermosa, la playa era de agua azul cristalina, la arena era casi blanca, a lo lejos se veía un muelle con unas personas pescando y podía ver algunas personas caminando desnudas por la orilla… DESNUDAS?! Mis ojos se abrieron bien y ahí me di cuenta de que en verdad las personas estaban desnudas en la playa! Miro a Sandra asombrado y ella no dejaba de mirarme coquetamente como afirmando lo que claramente le quería preguntar.
—Si mi amor, es una playa privada y nudista. —me dice con una pícara sonrisa mientras se mordía el labio inferior.
En eso se escucha entrar alguien por la puerta y decir:
—Bienvenida señorita Sandra, ya me dijeron que tiene novio y lo invito a pasar el fin con nosotros.
Al darme la vuelta me quedé de piedra. Era una mujer alta, delgada con la piel de color caramelo, unos labios gruesos, unos senos enormes y redondos con unas areolas rosadas y unos pezones duros, solo vestía un pareo amarrado en sus caderas y semi transparentes que dejaban ver una vagina con un triángulo mínimo de pelos. Era una mujer despampanante, se veía que tenía entre 30 y 40 años pero era un monumento.
—Irma cómo estás? Tenía tiempo que no te veía, si, este es mi novio. —le dijo a la mujer con una enorme sonrisa y podía ver qué me presentaba hasta con bastante orgullo.
Yo me acerque algo nervioso a esa mujer y le di la mano para saludarla
—Un placer señora, mi nombre es Juan.
Ella miro mi mano y luego subió a mírame la cara con una ceja levantada. Sandra se aguanta la risa tapándose la boca mirándome y mirando a Irma como si ella supiera algo que yo no, yo las miro a ambas un poco confundido mientras mi mano aún está en el aire esperando el saludo y en eso Irma toma mi mano pero me hacerca hacia ella para darme un fuerte abrazo pegando mi pecho a los suyos y mientras me daba un cariñoso beso en ambas mejillas me decía:
—Bienvenido señorito Juan, siéntase como en su casa y cualquier cosa que necesite avíseme.
Me suelta y se marcha del cuarto con una sonrisa llena de cariño y cierra la puerta detrás de ella. Al estar solo en el cuarto con Sandra la miro asombrado y ella revienta en una carcajada
—jajaja amor aún tienes cara de asustado. Jajaja
Yo no sabía que decir y me imagino que mi rostro delataba mi sorpresa. En verdad nada de esto me lo esperaba. Un chalet privado, una playa nudista, en la entrada a los de seguridad Miguel les dijo que esto era de su padre pero hay dos personas aquí. Sandra leyendo mis pensamientos me explica todo entre risas.
Resulta que está casa es de los padres de Miguel y Esteban e Irma son una pareja de esposo que se encargan de cuidar la casa y al mismo tiempo viven aquí. Esta es una residencia privada nudista y por eso hay mucha vigilancia. Ella ya había venido un par de veces con sus amigos a esta playa y estaba muy emocionada por traerme.
—Debiste avisarme… Yo… Dios jajaja de verdad no me espere esto, creí que sería un viaje tranquilo a la playa.
—Pero habría arruinado la sorpresa —me dijo ella con su coqueta sonrisa y se acercó para darme un beso. —Ahora a desvestirnos
—Q… Que?! Pero ya?? —le dije con los ojos como platos.
—Claro! —me decía ella mientras empezaba a desvestirse. —No pensarás ser el único vestido en una playa nudista?
Ella de desvistió en un par de minutos que para mí fueron tres veces más porque aún estaba procesando todo y cuando ella ya estaba totalmente desnuda me volvió a decir.
—Vamos Juan, en serio no eres capaz de estar en una playa nudista con tu nueva novia?
Yo estaba nervioso, sentía el estómago caliente y las manos frías pero no iba a dejarme acobardar por esta situación, empecé a desvestirme rápidamente, cuando solo me quedaba mi traje de baño que lo traía bajo el short porque mi intención era estar listo para bañarme nada más llegar, dude por un segundo pero los ojos de Sandra llenos de ansia me hicieron decidir y tomándolo de los lados baje mi traje de baño hasta el suelo y quedé totalmente desnudo.
—Asi me gusta guapo. Quiero que disfrutemos este fin de semana como se debe para iniciar nuestra relación —mientras decía esto tomo mi pene.
Lo empezó a masajear y este en seguida reaccionó y se empezó a poner duro. Ella se acercó a mí y me dió y beso lleno de lujuria, su lengua entro en mi boca y busco la mía, mi mano tomo su cintura y la apreté con mi cuerpo, nuestros cuerpos abrazados desnudos y ese beso hicieron que mi pene se pusiera en su máxima expresión, ya estaba listo para cogerme a Sandra ahí mismo. Pero ella se alejo de mi y abrió la puerta del cuarto.
—Vamos mi amor, bajemos que todos nos esperan.
Yo fui detrás de ella mirando ese hermoso culo moverse de un lado a otro, ese bamboleo me tenía hipnotizado, nada más bajamos las escaleras y me encontré con una escena que aunque les parezca lo más lógico y se que todos lo sabian les juro que no me la espere. Todos estaban completamente desnudos.
Miguel y Mike estaban ambos desnudos sentados en el sofá con unas cervezas en las manos, Miguel era de piel más pálida pero su cuerpo era bastante definido y entre sus piernas se veía su pene de un buen tamaño, Mike era mucho más musculoso y de piel morena, tenía un tatuaje en todo el brazo y también tenía un pene de buen tamaño, ambos estaban a media erección, Laura estaba de pie al lado del sofá, ella era de cuerpo bastante atlético y de grandes proporciones, unos senos redondos con areolas rosadas y pezones pequeños y puntiagudos, tenía los abdominales bastante marcados y una vagina totalmente rasurada que dejaba ver unos labios rosados bastante grandes, de la cocina salían Irma aún con el pareo y detrás de ella estaba Esteban ya desnudo, la única prenda que le quedaba de cuando lo ví al llegar eran las sandalias, aunque no era tan musculoso como Mike sus brazos eran los más anchos de todos, aunque no tenía abdominales su estómago era plano y tenía un pene también a media erección. Yo me sorprendi mucho y se que era lógico que en una playa nudista todos estaríamos desnudos pero en serio no lo pensé, el culo y el beso de Sandra me había nublado el juicio por completo.
Detrás de nosotros bajo Vanessa también totalmente desnuda, al pasar por mi lado pude ver qué de todas ella tenía los senos más grandes, en verdad eran inmensos, con unas areolas grandes de color marrón y unos pezones muy parados, al avanzar me di cuenta de que también tenía un culo enorme, no tan paradito y forma como Sandra o Laura pero era un culo apetecible y de esos que dan ganas de nalguear al pasar cerca de ti, está se colocó al lado de Mike y le pidió un trago de cerveza que este compartio con ella y pude ver qué tenía una matica de pelos muy bien rasurados y unos grandes labios vaginales.
Yo sentí que mi pene dios un salto al ver a todos desnudos, es imposible no reaccionar ante esta situación y quién me diga que no se le pondría dura con esta escena claramente es un mentiroso. Sandra noto claramente la reacción de mi pene y me sonrió con algo de malicia pero no fue la única, pude ver aunque por un corto periodo de tiempo como Laura y Vanessa también miraron mi pene que ya estaba prácticamente duro, no sé si son cosas mías pero me pareció notar algo de brillo en los ojos de ambas y un gesto en sus labios.
Este fin de semana iba a resultar más interesante de lo que me había imaginado y ni hablar de las sorpresas que me esperaban.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!