Una fabulosa primera vez en el auto
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esta mujer es de verdad especial, sus ojos marrones son inocentes, pero profundos.
La sangre que corre por sus venas es de medio oriente, su piel parece una porcelana inmaculada y suave, su boca son dos botones de jazmín abombados, perfectamente dibujados, frescos, caderas curvas perfectas para recorrerlas con manos hábiles, su pecho es abundante, los cabellos son barrotes obscuros en los que me encierro voluntariamente cuando se monta sobre mi, de frente, para brindarme sus frescos labios afrutados en un beso y mordidas.
El deseo me ha poseido, me he dominado pues al conocer su condición me di a la tarea de brindar mis cuidados.
El hambre es voraz, se posesiona de mi.
Recuerdo perfecto la primera vez, estabamos en el auto, yo estaba en el asiento del copiloto y las risas nerviosas de ambos se fueron silenciando, su mano estaba cerca de la mía.
La sonrisa se congelo y los ojos cruzados se empezaron a unir como eslabones de cadenas, ¿Te ha pasado?, la invitación a un beso asi, no se puede describir de otro modo.
Mi mano se poso sobre la suya, y con la otra mano deslice apenas mis dedos en su suave rostro, sobre el primer contacto un rayo electrico me recorrio entero, su rostro se estremecio y se convirtio en un durazno maduro, yo mismo mute, me converti en algo completamente inmenso, por una simple caricia, me converti en un conductor perfecto, hasta el aire de nuestro rededor se puso a mi servicio.
Ella, contuvo la respiración y sus ojos coronados de preciosas pestañas se cerraron para ceder a mi, una hoja en blanco, una mujer a mi disposición para iniciarla en las artes amatorias, alumna tenaz.
Ese beso, un roce ligero, el aroma de su respiración que comenzaba a ser agitada, mis dedos cayendo en caricias sobre su cuello precioso, suavemente hasta su espalda bien cubierta por ropas, los besos comenzando con sus bailes, los dientes entregandose a la blanda tensión, sediendo la carne, la lengua, la lengua recorriendo sin prisa, como si llevará control del tiempo tambien.
Pegue su cuerpo contra mi pecho, sus senos hermosos se presionaron contra mi, su cintura me acogio en un abrazo, el relampago se convirtio en un rápido fuego incrementado a cada vez por las respiraciones humedas, como dos animales, mi mano se poso sobre su pierna y sus ojos se clavaron en los mios, *¿Qué pasa? dije para mis adentros.
Su mirada fue aprobatoria, un grito, más que eso, un grito.
adelante, continue mi camino, su piel estaba humeda, el camino desde la rodilla hasta sus braguitas me parecio eterno, endureció mi erección, mucho, mucho más, pero fue justo cuando senti la humedad de su entre pierna lo que me hizo salirme de mis cabales.
Mordio su boca, estabamos en plena via publica, mi mano sobre su pubis, tocando por primera vez ese clitoris que desconocia el tacto de un varón.
Acaricie con suavidad, jurandole en mis adentros que tendrá el mayor placer sexual que cualquiera pudiera brindar.
En estas epocas no se puede jactar uno de eso como un farol lujo, lo puede prometer como un detalle considerado de amores honestos.
Y esa cara se unio a la mia, mis dedos se abrieron paso entre la tela de la ropa interior, su calor me derretia, mi mano ardia dentro de esa mojada y deliciosa vagina lubricada.
-Vamos al asiento de atrás?, disparo de pronto.
No lo esperaba, con el pantalón por romperse, obviamente la pregunta ya estaba de más.
Nos escabullimos con rapidez, tome su cintura y la recoste, desabotone mi pantalón, cerre la puerta y me monte sobre de ella que tenia sus preciosas piernas torneadas abiertas de par en par esperando mi cadera, me aproxime, toque sus senos grandes con mucha firmeza, fui cerrando el contrato de mi tacto y la firma de aprobación en su rostro satisfecho, mi lengua recorria su cuerpo, el cuello, mi respiración de animal sobre su cuello humedo y sus orejas mordidas sensualmente, mis gruñidos de hombre sobre ella y mi cadera que comenzaba con el vaiven invitandola a la penetración.
Yo queria, yo deseaba tenerla hambrienta, suplicante de mi miembro erecto, pronto se escapo de mi pantalon con el boxer aun puesto, le subi la falta hasta la cadera y empece a sobrar su vagina con mis movimientos, mi pene estaba caliente, muy duro, su vagina lubricada, ¿La cita perfecta, no?, tome mi pene con la mano, recorri por completo la ropa interior de ambos, ella torno su cara a sorpresa, no queria ser penetrada, era demasiado tarde nena, estaba más que hambrienta por sentir toda mi virilidad dentro, la punta de mi pene rozaba suavemente su clitoris, recorria la entrada, me deje deleitarme de su calor, su boca me buscaba ansiosa, sus manos tomaban mis brazos, sus dedos se enterraban y razguñaban con el mismo ritmo de mi pene bailando por la entrada de su calida vagina.
Puse apenas la punta y empuje tan ligeramente que alcance a no entrar, solo sintio la presion de mi pene, me quite rapidamente sin que ella lograra siquiera advertir mi moviemiento y puse mi cabeza entre sus piernas, un gemido y una expresión de miedo se asomaron en su rostro, mi lengua le dio una invitación a la confianza cuando rozaba su clitoris que estaba tan duro como mi pene, comence a masturbarme se escuchaba en el silencio de la noche nuestra respiración y el sonido de la piel de mi pene que subia y bajaba rapidamente en mi mano.
Lami todo su sexo, ella tomaba con timidez mi cabeza, jugaba con mi cabello, yo mismo puse sus manos en mi cabeza, me repegaba contra ella y yo metia mis dedos salvajamente en su vagina, bese el torso de sus muslos preciosos, acaricie sus piernas, lami su monte de venus, la curvatura bajo sus senos blancos, sus pezones fueron comidos con la pasión de un hombre que sabe bien lo que esta haciendo, mi sexo estaba a mas no poder, me pare frente a ella sobre el asiento sobre mis rodillas, queria que ella me viera, erecto, que deseara y contemplara a quien la estaba por tomar, en la noche obscura se veia mi silueta, quite mi camisa con calma y mientras mi pene erecto se asomaba de mis pantalones, pase mis dedos por mi pecho y ella me miraba, con su mano derecha posada sobre su seno, lo sobaba invitantome con su voz ligera gimiendo, me acomode por fin en su orificio muy estimulado y entre lo más despacio que la exitación me permitio.
Abrirte paso no es cosa tan facil, pero creo que me esmere en su exitación y al parecer no le dolio tanto, era más su miedo, caliente a punto de hervir esa vagina deliciosa aprisiono mi miembro y comence a menearme suavemente sin dejarla toda a dentro, el gran premio era para despues, sus manos y sus piernas me empujaron contra ella con fuerza, la bese toda, la boca, los ojos, el cuello, verdaderamente la amo, amo su sexo, amo la penetración que me permitió,
Mi cuerpo fue tomado por la pasión, la perversidad se asomo dentro de mi y la hice mujer con fuerza, come sus nalgas en mis manos grandes que apenas son suficientes para tremendo culazo, deje todo mi pene hasta el fondo de su vagina, ¿Recuerdas tú esa sensación deliciosa?, entonces sabes lo que sentimos.
Delicia, oir sus gemidos en mis oidos, mi lengua fue succionada por ella poseida por la sensación de inmenso placer, me la mamaba y yo la imagine por un momento con esos cabellos negros chorreados sobre mi vientre y en vez de lengua mi pene que se ve enorme dentro de su manita, y ella mamaba mi pene, esmerandose en la cabecita, comence a gemir más, con fuerza la aprete contra mi, mi pene entraba con fuerza dentro de ella, profundo y fuerte como te gusta, esto pasaba fuera de mi ilusión, sus aullidos y los mios se hicieron uno entre jadeos, sudores.
Despues la puse sobre de mi, comi sus senos preciosos, lami sus pezones mientras se sentaba en mi pene despacio, cuando estuvo lista empezo a moverse, apretando su vagina deliciosamente con el pene metido hasta los testiculos, se tomaba de mi pecho, me acariciaba con mucho deseo, se tomaba de mi cuello, abrazada por completo mientras sus lagrimas brotaban y su garganta aprisionaba todo el ruido pasional dentro de ella.
Me vengo, le dije, le susurre despacio en la humedad de su cuello, ella me miro y apreto a un más su vagina deliciosa, se movia hacia adelante y apretaba cuando se deslizaba por mi piel mojada haciendo una succion muy peculiar en mi miembro, empece a gemir con más fuerza, me vengo, repeti con la voz como un golpe, la tome de las caderas enterrando mis dedos en su carne, se movia más rápido, mi vientre se tensto, me vengo mi amor me vengo, soltando un chorro denso de semen dentro, no dejo de moverse le encanto la calidez de mi liquido, continuo haciendo circulos muy apretadita, mordia mi oreja y la mamaba, ¿Te gusta asi papito?, exale como animal un ohhh, se movia aun más rico, disfrutaba mi firmeza dentro de su vagina, no la queria afuera me quedo claro, se movio unos minutos más cuando saque un chorro mayor de semen dentro de su vagina apretadita deliciosa.
Se detuvo, se la saco lentamente, y el hilito de semen fue saliento lentamente, ¿Qué hago ahora?, me pregunto inocentemente.
-Mi amor, pues deja que salga mi semen, le deje un papel a la mano para que limpiara su cuerpo.
¿Quien no quiere una primera vez asi?, es una bendición.
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