Una nena muy atrevida.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Sebas..
No me gusta engañar a los lectores diciendo que es 100 % real, por lo que nada es verdad, nada es mentira, todo depende del cristal con que se mira, pero este relato es completamente una fantasías, aun así espero lo lean y les guste.
Estaba en el puerto de Veracruz como cada cuatro meses haciendo mis ventas, era el mes de abril por lo que hacía un calor insoportable, llego la hora de la comida y fui a comer a un pequeño restaurante en Mandinga que era atendido por una señora que cocinaba muy rico por eso me gustaba ir ahí.
Entre saludando a la señora y me fui a sentar en una mesa pegada a la pared del fondo y a lado una ventana porque estaba un ventilador en el techo para estar más fresco, no paso mucho en ver que venía Sandra la hija de la señora que la conocía desde que tenía ocho años, me saludo mientras limpiaba la mesa hablamos pues era muy simpática, note en su playera corta como se le notaban los pechos pues ya tenía doce años, baje la vista traía un short rojo entallado donde se le notaban rico las nalgas y concha, la nena no tardo en darse cuenta de mi mirada morbosa y me sonrió
—-le traigo algo para tomar—
La mire a los ojos sonriéndole también
—–si nena, tráeme una cerveza negra—
Termino de limpiar poniendo el mantel, la vi caminar moviendo las caderas muy sexi hacia donde estaba el refrigerador, saco la cerveza enseñándomela con una sonrisa picara, la destapo agarro un bazo y camino lentamente moviendo su cuerpo sexi haciendo que se me parara el pene.
Se paró a mi lado sirviendo la cerveza en el baso
— ¿a usted le gustan mucho las negras verdad?—
Sonreí porque su pregunta que era en doble sentido, ella era morena oscura por lo que su mama le decía la negra, era bajita pero tenía ya un cuerpo de señorita, le mire el cuerpo contestándole
—-si me gustan las morenitas son más sabrosas—
Puso el baso en la mesa
—-regreso en un rato para tomarle el pedido—
Se fue moviendo las caderas sabiendo que me la comía con la vista, el pene punzaba debajo de la trusa queriendo liberarse de lo duro que estaba, me pare y fui al baño a lavarme las manos pero antes desabroche el pantalón bajando la trusa dejando de fuera los testículos y pene, me subí el pantalón dejando libre de la trusa el pene se notaba en el pantalón, regarse y me senté con la silla separada de la mesa dejando ver como se marcaba.
Cuando casi terminaba la cerveza vino otra vez la nena
—- quiere otra negrita fría—
Le sonreí tocándome el pene
—-si por favor, otra fría porque ando con mucho calor por dentro—
Sonrió pícaramente por mi contestación y se fue por la otra cerveza, regreso tomo el vaso sirviéndola, dejo el bazo en la mesa y no podía creerlo, me toco el pene parado y sonriendo dijo
—–con cervezas frías no se le baja ese calor, eso se quita con otra cosa—
Giro lentamente dejando ver sus nalgas en el short
—-que le traigo de comer—
La mesa de al lado no estaba ocupada, me fije que no me viera nadie y le puse una mano en la concha acariciándola
—- me gustaría comerte a ti, pero toda vía eres una nena y no se puede—
Se quedo quieta dejando que la tocar
—-nena estas igual de que yo, con mucho calor por dentro—
Se retiro un poco sonriendo sin contestar
—-bueno nena, tráeme una sopa de mariscos, arroz y cebiche de pescado, para estar listo para hacer cosas ricas si se puede—
Se acaricio la concha sonriendo, giro y se toco las nalgas sin dejar de verme y camino a donde su mama hacia la comida, mientras atedia las otras mesas movía su cuerpo muy rico, me miraba y sonreía sabiendo que me tenía muy caliente.
Me trajo el plato de sopa, al estar agachada me agarro otra vez el pene sobre el pantalón y riendo dijo
—-está muy caliente, no se vaya a mojar el pantalón porque se quema—
La nena estaba caliente, pero pues no podía hacer nada con ella ahí, le acaricio otra vez la concha cuidado que no me vieran
—-me gustaría más mojarte tu short—
Se separo sonriendo y tocándose la concha
——lo sé, está muy caliente—
Decidí ver hasta donde se atrevía llegar la nena caliente, como todo hombre prevenido en mi cartera traía condones, mientras comía la sopa y miraba a la nena saque uno, metí mas la silla bajo la mesa, baje el zíper y me saque el pene parado, agarre el condón y me lo puse, hice un poco la silla para atrás para que cuando viniera la nena viera el pene enfundado con el condón.
Sandra vio que había terminado la sopa y vino por el plato, al estar a mi lado de inmediato miro el pene y sonrió, me lo agarre con dos dedos
—-así no me mojo no crees negrita—
Sin dejar de ver sonrió sin contestar, estaba muy excitado y mas por el miedo que alguien se diera cuenta de lo que hacía, pero la adrenalina me puso más caliente, así que me atreví y le puse la mano en el short pero esta vez tocado entre sus piernas sintiéndola un poco húmeda
—–negrita creo que la que se está mojado eres tú—
Agarro el plato y se fue sin decir nada pensando se había asustado o enojado, por sacarme el pene, regreso con los platos de arroz y cebiche, los puso en la mesa y dejo caer una servilleta a mi lado, se agacho agarradme con toda la mano el pene apretándolo sintiendo muy rico
—-su pene es muy grande, nunca había visto uno así—
La nena le dio unas jaladas antes de soltarlo, se paro sonriendo y tocándose la concha
—-quiere otra cerveza negra para el calor—-
Agarre el pene jalándolo con dos dedos
—-si por favor, tráeme otra cerveza negra y si puedes una negrita linda para que me saque el calor de adentro—-
Sin dejar de mirarme sonrió tocándose y sobándose uno de sus pechos
—-es un atrevido caliente—
No podía creer que una nena de doce años me pusiera así de excitado, fue a atender a otros clientes y cuando me miraba me daba unas jaladas de pene, cuando se desocupo fue por la cerveza y camino hacia mí, la puso en la mesa y me agarro otra vez el pene apretando la cabecita
—-apoco quiere que yo le saque la leche para que se le baje lo caliente de adentro—
Sentí muy rico cuando la toco, le puse una mano en el muslo y la fui subiendo hasta tocarle la entrepierna
—negrita linda, me gustaría mucho, pero es como tú quieras—
Ella sabía muy bien que me tenia calientísimo, soltó el pene y se retiro un poco acariciando otra vez su pecho
—-lo voy a pensar, a ver si le saco su leche para que se le baje lo caliente—
Mientras terminaba de comer, la nena atedia a los otros clientes, se acariciaba los pechos, nalgas y concha discretamente y yo me daba unos jalones de pene, cuando vio que termine de comer se paró a mi lado mirando el pene, lo agarro con toda la mano apretando la cabecita y riendo dijo
—-se le ofrece algo más, o solo quiere que le saque la leche —
Al estar pegado a la pared me fije que no nos vieran y deslice mi mana bajo su playera y corpiño tocándole uno de sus pezones duritos
—- si nena, quiero que me saque la leche, tambéis estas tu muy caliente—
Empezó a jalar el pene disfrutando lo que sentía, no tardo en agacharse y ocultarse bajo la mesa para que su mama no viera donde estaba, me jalo muy rápido el pene
—-es muy grande su pene, ya se le va a salir la leche—
Con las dos manos le acaricie el cabello
—-que rica paja me estás haciendo negrita, ya casi me la sacas jálala rico—
Ya no aguante mucho porque tenía ya rato de estarme manoseando mientras comía
—-ya, ya me la sacas, que rico me lo haces negrita—
Empezó a salir el semen en el condón, cuando se dio cuenta dejo de jalarlo sin soltarlo mirando como la punta se llenaba con el semen, cuando termine ella dijo
— si estaba muy caliente, se le salió muchísima leche en el condón—
Se paro soltando el pene que punzaba con la punta del condón colgada por el semen, agarro los trastes y se los llevo sonriéndome, regreso con la cuenta
—mejor ya guárdese su pene—-
Le pague y regreso con el cambio, le di la propina y aparte le metí un billete de doscientos al resorte de su shorts
—negrita, gracias por lo rico que me hiciste sentir—
Se sonrió tocando el pene sobre el pantalón
—-mañana va a venir a comer—
Metí la mano debajo de la playera y corpiño acariciado su pezón
—-claro que si negrita linda, tú me atiendes muy bien—
Se retiro así que me pare y antes de salir
—-le di las gracias a la señora y a la negrita caliente—
En la noche en el hotel ya acostado me jale el pene como loco recordado lo que me hizo la nena sacándome el semen dos veces.
Al otro día desperté me bañe y salí a ver a mis clientes, esperando la hora de la comida para irme a Mandinga, pare el auto antes de llegar, me quite el pantalón, camisa de vestir y trusa poniéndome shorts y playera para estar mas cómodo si la nena andaba de caliente.
Al entrar nos miramos a los ojos sonriendo, traía puesto un top y una falda gris tableada que le quedaba un poco más arriba de medio muslo, me fui a sentar a la misma mesa, la miraba mientras atedia otra mesa al moverse se le subía la falda dejando ver que traía shorts blanco, al desocuparse vino a limpiar la mesa
—-le traigo su negra fría—
Estaba sentado con la silla separada de la mesa así que abrí las piernas la nena alcanzo a mirarme los testículos por la entre pierna
—-si me haces el favor negrita, vengo con mucho calor—
Cuando se fue me saque el pene y testículos por una de las piernas del shorts, saque un condón y me lo puse, cuando regreso miro el pene sonriendo, lo agarre con dos dedos
—-mira como se me puso de duro solo de verte linda negrita—-
Sirvió la cerveza en el baso
—-es un atrevido morboso, por eso me gusta atenderlo, al rato regreso a ver qué va a pedir—
Se retiro moviendo muy sexi el trasero levantándose un poco la falda dejando ver el short, atendió otras mesas y entro por un momento al baño, al salir y estar caminando por ahí note que ya no se le venía el short, cuando vio que termine la cerveza se acerco mirando el pene que lo tenia de fuera
—–quiere otra negrita fría, o quiere una caliente—
Cuando dijo eso subió un poco la falda del frente dejándome ver la concha hinchada ya con unos pocos pelitos,
—-que rica concha tienes negrita, se me antoja chuparla rico—
Soltó la falda giro se empino como si fuera a recoger algo subiendo la falda por lo que le vi las ricas nalgas, los labios vaginales estaban un poco abiertos, se levanto y camino moviendo las nalgas al ir por la cerveza.
No podía creer lo caliente que era esa nena que tan solo tenía doce años, seguro quería hacer sexo, regreso sirviéndome la cerveza me agarro el pene apretándolo
—–siempre lo tiene así de parado—-
Me fije que nadie nos mirara y le metí la mano bajo la falda acariciándole la concha
—-no negrita se me pone así por mirarte, eres una caliente como yo—
Me soltó el pene pero se quedo dejándose manoseara antes de dar un paso atrás y riendo dijo
—–es usted muy tentón, que le traigo de comer—
A la nena le gustaba saber que me tenía excitado,
—-tráeme un coctel de camarones y un pescado frito—
Subió la falda dejando ver la concha
—- no se toque mucho su cosa sino se le va a salir la leche—
Agarre el pene con dos dedos
—-nena entonces espero a que de postre, tú me saques la leche—
Sonrió pícaramente
—– no sé, puede ser que si porque le tiene muy grande—
Se fue a atender y discretamente se tocaba los pechos o concha cuando la miraba, me aguante a no jalármela mientras comía, para no terminar rápido si se animaba a jugar con mi pene, cuando venia conmigo a traerme los platos o llevárselos subía la falda dejando que la viera
—le gusta mirarme sin panty—
Me agarre el pene
—-si negrita, por eso se me pone así de duro el pene—
Se pego mas a la mesa para que la tapara, abrió un poco las piernas y se metió un dedo a la vagina y riendo dijo
—seguro quiere meterme su cosa por acá—-
Otra vez no podía creer lo que me decía la muy caliente, con dos dedos me lo jale despacio sin dejar de ver como se metía el dedo la muy caliente
—- no se linda negrita si me atrevería a meterte mi pene a la vagina, eres todavía muy chica y te podría lastimar, tengo sobrinas de tu edad y no me gustaría que las lastimaran, pero si podríamos hacer otras cosas para que sientas rico–
Se saco el dedo y bajo la falda
—es muy caliente pero se sabe controlar—
Se fue a traerme otra cerveza, que le había pedido, cuando termine de comer se acerco y me agarro el pene, sonriendo
—-quiere que le dé su postre—-
Metí la mano bajo la falda acariciando la concha y vagina
—si negrita quiero echar fuera la leche—
Se dejo un poco manosear la concha y clítoris
—-si me busca mi mama o de una mesa me dice—
Se agacho ocultándose con la mesa y empezó a jalarme muy rico el pene, le acaricie el cabello
—-que rico juegas con mi pene, me haces gozar, quien te enseño a hacer la paja—
Me miro sonriendo
—el caliente de mi hermano hace que se lo jale casi del diario para sacarle la leche—
Conocía a su hermano Manuel que tenia trece años porque a veces también ayudaba a su mama, me di cuenta que de una mesa la buscaban, se lo dije se paro acomodando su falda y fue, al desocuparse regreso se agacho y siguió jalándome el pene, ya estaba muy excitando en lugar de acariciarle el cabello le subí un poco el top dejando de fuera sus pequeños pechos con los pezones paraditos, se los acaricie sentí como todo su cuerpo se estremeció, para nuestra suerte nadie nos molesto por unos diez minutos
—-negrita ya me sacas la leche, jala rico—
Ella jalo más despacio mirando el pene, con los dedos le apreté un poco los pezones
——ya sale nena, que rico—
Siguió jalándolo despacio mirando cómo se iba quedando el semen en el condón, soltó el pene que punzaba se retiro un poco y se acomodo el top tapándose los pechos abrió mas las piernas y se metió un dedo a la vagina, se paro con el dedo dentro
—-me quede con ganas de sentir su cosa grande dentro de mí—-
Recogió los platos y se fue, moviendo sus nalgas, regreso en un rato con la cuenta le metí la mano bajo la falda tocándole y picando con un dedo la vagina
—-negrita apoca ya te metieron el pene—-
Sonrió pícaramente
— mi hermano, pero tiene una cosita muy chica—-
Sin dejar de picarle la vagina
—-negrita me gustaría mucho meterte mi pene, pero te lastimaría por eso no lo hago—
Me agarro otra vez el pene
—si es que es muy grandote para mi vagina—
Le di el dinero y se lo llevo a su mama, regreso con el cambio le di su propina y un dinero más para ella mientras le manoseaba las nalgas, antes de retirarse me agarro el pene sonrió y me dio un papel doblado, cuando se retiro desdoble el papel donde decía—si quiere continuar de caliente, lo espero a las siete de la noche en la esquina del parque que está cerca del restáurate—
Me metí el pene bajo el short, me pare y me despedí de la señora, la nena y yo cruzamos miradas y sonrisas, le enseñe el recado para que supiera que estaría ahí para hacer cosas calientes.
Sebas
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