Una tarde de piscina con Sujey, Stefany y Xiomara

Les voy a contar la hermosa tarde de piscina que tuve con Stefany y su primita de 8 añitos.
Esta vez les traigo un relato corto. Entre otras cosas, sobre el día de piscina con Sujey, Stefany y su primita Xiomara.

 

Como había narrado anteriormente, me despedí de Sujey y las niñas con la promesa de regresar más tarde para llevarlas a la piscina, primero a las niñas y ya luego cuando Sujey se desocupe nos daría el alcance.

Ya en mi departamento me acosté a descansar un rato, me fue inevitable revivir la culiada que le dí a Stefany, y tampoco pude dejar de pensar en las deliciosas nalgas de Xiomara. 

Pensando en todo eso me quedé completamente dormido, me desperté una hora después, ya eran casi las 11 de la mañana, me di un baño rápido y me dirigí a casa de Sujey.

Estando allí le dije cuál era el plan que tenía para ese día, y dónde íbamos a ir. Ella, aunque sorprendida, le pareció buena mi idea y estuvo de acuerdo en su totalidad.

Ya con las niñas en el auto nos dirigimos a algún centro comercial a comprar algunas cosas que nos hicieran falta, como comida, piqueos y bebidas, para luego llegar a nuestro destino a eso del mediodía.

El lugar era una especie de casa de campo, no era muy lejos de la ciudad, en auto estaba a menos de 15 minutos, es de esos que están amoblados y los alquilan por días. 

Yo lo había alquilado para el fin de semana, y era para máximo cuatro personas, constaba de una habitación, sala, 1 baño, zona de parrilla, una piscina familiar y una piscina inflable para niños, era un lugar agradable para pasar unos días.

Ya adentro le dije a las niñas que se cambien para que se metan en la piscina, ellas hablan ido ya preparadas para eso, estaban con un vestido de playa, y debajo el traje de baño, inmediatamente se quitaron el vestido y estaban listas para entrar a la piscina, pero les dije que antes tenía que untarles bloqueador solar.

Ver a ambas en bikini fue  un espectáculo maravilloso, dos hermosas niñas piel canela, ambas cabello rizado, labios gruesos, caderas anchas, piernas y nalgotas que serían la envidia de cualquier adolescente o algunas adultas incluso; y yo las tenía allí para mí solito, a una ya la había culiado y a la otra esperaba hacerlo muy pronto.

Sus bikinis eran de dos piezas, de los normales que usan las niñas, pero en el caso de ellas era diferente, al ser culonas se les metía entre las nalgas, por ratos parecía que estuvieran en tanga, así mismo ambas tenían la cuquita gordita, por lo que también se les notaba bien rico eso.

Llamé primero a Stefany e hice que se ponga boca abajo sobre una toalla que había acomodado en el pasto, inmediatamente procedí a untar bloqueador por su espalda, luego baje hasta sus pantorrillas y fui subiendo lentamente hasta llegar a su derrier, donde me detuve más de lo necesario, con el pretexto de echarle bloqueador, le masajeaba y amasaba tremendas nalgotas, esto lo hacía con la clara intención de que lo observe Xiomara, y no lo vea raro o se incomode cuando se lo haga a ella.

Le di una suave nalgada a Stefany y le dije que ya estaba lista, ahora era el turno de Xiomara, igualmente hice que se acomode boca abajo y procedí a hacer exactamente lo mismo, solo que en esta vez cuando llegue a su trasero le dedique un poco más de tiempo; me encantaba esa niña, era bastante parecida a Stefany pero más pequeña, su torso era delgado, su cintura pequeña, pero cuando bajabas por su cadera era cuando empezaba la locura, era una culoncita para volverse loco.

Tuve que hacer uso de mucha fuerza de voluntad para no darle una culiada allí mismo, tenerla así tan vulnerable, tan accesible, con esas nalgotas que invitaban a mi verga a penetrarla y no poder hacer nada me volvía loco.

Solo me quedó amasar un buen rato ese culazo  y luego con una sutil nalgada dar por terminado lo que estaba haciendo.

Luego de eso Stefany y Xiomara se metieron a la piscina grande, pero solo se quedaban en la parte menos honda, yo por mi parte hice un intento de clavado y me tiré directamente en la parte más honda, ya estando adentro me acerqué hasta ellas y empezamos a platicar de cosas triviales, sobre todo con Xiomara, quería conocer un poco más de ella, y sobre todo entrar más en confianza; le preguntaba sobre el colegio, si había algún chico que le gustaba, cuántos años tenía, que le gustaba comer y cosas así, todo eso sin dejar de lado a Stefany. 

No lo había comentado, pero Xiomara tiene una vocecita bastante dulce, enamora de solo escucharla, y ya hasta me imaginaba como serían sus gemidos, o su vocecita cuando se la estuvieran cogiendo.

Luego les dije si querían ir a la parte más Honda, Stefany inmediatamente dijo que sí, y Xiomara dijo que tenía miedo, la calmé diciéndole que yo las iba a llevar una por una para que no les pase nada.

Primero llevé a Stefany, la levanté hacia mi e hice que me abrace del cuello y con las piernas me rodee la cintura, de modo que mi verga quede aplastada por su vagina, por mi parte la agarré de las nalgas y así empecé a caminar hacia más al fondo.

–Estás muy linda chiquita, te queda muy bien ese bikini –Le decía mientras la llevaba hacia el fondo.

–Gracias profe –, Me respondió con una tímida sonrisa.

–Ya deseaba volver a agarrar tus nalgotas bebé –seguía hablándole mientras le apretaba las nalgas, haciendo que su vagina masajee mi verga.

No me respondió con palabras, pero sí con gestos, ya que sentí como sus piernas me apretaban más fuerte, y también pude notar que empezó a hacer movimientos copulatorios, al mismo tiempo que pude escuchar algunos gemidos.

Le pregunté si le gustaba estar así conmigo, y como era de esperarse me respondió con un, -sí profe-, aproveché que Xiomara estaba un poco distraída jugando con una pelota para empezar a besuquearla y a meter mi lengua en su boquita infantil, sin dejar se disfrutar de sus carnes de niña.

Luego de unos minutos de estar con ella, la llevé a la parte menos profunda y procedí a hacer lo mismo con Xiomara. Igual que con Stefany, la levanté e hice que me abrazara y me rodee la cintura con las piernas, por mi parte procedí a agarrarla de sus nalgotas con una mano y con la otra de uno de sus muslos para que no se resbale, ya caminando hacia lo profundo le iba hablando, diciéndole que era muy linda, que no se preocupe que la iba a sostener bien para que no se ahogue, y cosas así.

 En el camino yo iba dando pequeños saltos, para que mi verga haga presión en su vagina, definitivamente ella podía sentirlo, al estar en esa situación con una nueva niña, mi verga estaba más grande y dura que de costumbre, por eso digo, era imposible que no pudiera sentir eso duro que le hacía presión en su cuquita.

Ya a un par de metros lejos de Stefany, le pregunté si quería aprender a nadar, ante su respuesta afirmativa la acomodé de tal forma que quedó flotando sobre el agua de forma horizontal, mi mano izquierda la estaba sosteniendo del pecho y mi mano derecha la había colocado hábilmente entre sus piernas. 

Mientras le decía que patalee y manotee, yo aprovechaba para con mi dedo pulgar  hacer presión en su rajita, al no ver algún reacción negativa de su parte, puse toda la palma de mi mano entre sus piernas, de esa forma lo único que me impedía tocar directamente su gordita cuquita era su traje de baño, pero de igual forma estaba en la gloria manoseando a una nueva niña.

Estuve así cerca de 5 minutos, en los que no paraba de manosear a ese angelito, quien quizá no lo notaba, o quizá estaba disfrutando que un hombre mayor toque su lugar prohibido.

Luego de eso la cargué nuevamente y la llevé donde estaba Stefany, quien de inmediato me pidió también que le enseñe a nadar, cosa que hice rápidamente; con Stefany fui más atrevido, con ella ya metía gran parte de mi dedo medio dentro de su vagina infantil, la estaba masturbando haciendo que crezca en su interior el deseo de tener una verga dentro suyo.

Estuvimos así cerca de media hora, tiempo en el que hacían turnos para que les “enseñe a nadar”. 

Pero yo quería más, así que me salí de la piscina y les dije que salieran un rato para que coman algo, con algo de protesta salieron y les invité un pedazo de pizza y un vaso de refresco a cada una, luego de eso me senté en un sillón que había cerca a la piscina y le dije a Stefany que le iba a volver a untar un poquito más de bloqueador, para eso hice que se siente en mis piernas dándome la espalda, acomodé mi verga entre sus nalgas y procedí a echarle bloqueador en la espalda y en los muslos, aprovechando para manosear sus piernotas y nalgotas, lo hacía tan descaradamente para que Xiomara no lo vea raro cuando le toque a ella.

Le di un par de nalgadas a Stefany en señal que ya había terminado con ella para que se levante de mis piernas, le hice señas a Xiomara para que tome su lugar, la niña muy obediente se sentó encima mío, aplastando mi verga con sus nalgotas de niña.

Empecé echándole en la espalda y en los hombros, aprovechando para hacer presión hacia abajo para que aplaste con fuerza mi verga con su cola, luego fui bajando hasta llegar a sus caderas y nalgas, allí sí le dediqué más tiempo del necesario, lo mismo con sus piernotas, mientras iba echándole bloqueador le iba hablando cerca al oído, le decir que era muy linda, que estaba muy contento que ella esté allí con nosotros, que la íbamos a pasar muy bien, que nos íbamos a divertir mucho, y cosas así.

Luego de manosear a mi antojo a esa niña era hora de desfogar toda la calentura que llevaba encima, así que le dije a Xiomara que se meta en la piscina pequeña, la inflable, que Stefany me iba a ayudar con unas cosas.

Ya dentro de la sala hice que Stefany se ponga de pie sobre un mueble que estaba allí, para que así esté a mi altura.

Sin aviso previo empecé a besarla y a manosear sus nalgotas infantiles, le besaba los labios con pasión, metía mi lengua en su interior y hacía que me la succione, le pasaba la lengua por el cuello, le mordía las orejas, en fin, estaba enloquecido con esa niña.

Hacía todo esto sin descuidar a Xiomara, no vaya a ser que en un descuido se meta a la piscina grande y lo que debería ser una tarde de pasión y lujuria se convierta en una tarde de desgracia.

Luego de saciarme con sus labios me dirigí a sus hinchados pezones, empecé a pasar mi lengua y morder suavemente cada uno de ellos, mientras una de mis manos ya estaba haciendo estragos en su vagina, que ya estaba toda mojada por el placer que estaba sintiendo la niña.

Hice que se pusiera de perrito sobre el mueble y la puse a mamar mi verga, mientras yo alargaba mi mano derecha para masajear y nalguear esa tremenda cola.

–Ohhh!!! Uffff!!! Si mi amor, siiii… Uff!!! que rico mamas verga mi amor –le decía mientras guiaba la felación con una mano y con la otra seguía acariciando y amasando sus nalgotas.

–Te gusta verdad mi amor, te gusta mamar verga –le decía mientras acariciaba sus mejillas. Ella me miraba y me sonreía en señal que estaba en lo cierto, que de verdad le gustaba tener una verga en la boca.

Yo ya había empezado a dilatar su ano, había agarrando un poco de saliva y precum de su boquita para hacer más fácil la faena.

El primer dedo entró con relativa facilidad, el segundo no tanto pero tampoco dió mucho trabajo, después de poco tiempo ya dos de mis dedos entraban y salían a cierta velocidad de su cola, lo que hacía gemir despacio a mi niña, haciendo esto que se desconcentre de su labor felatoria.

Luego hice que se voltee de espaldas a mí mirando hacia afuera, agarré mi verga y lentamente la fui penetrando, tardé poco tiempo en meter todo mi miembro dentro de ese estrecho agujero, luego de algunos quejidos de dolor ya la tenía toda adentro.

Empecé con el mete y saca, primero lento y después más rápido, hasta que al fin pude escuchar sus gemidos y quejidos más de placer que de dolor.

–Ayyyy!!! Ayyy!!! Ahhhhh!!! Ahhhhh!!! –

Esta vez la sentí más desinhibida que la primera vez, paraba más la cola para ser penetrada más profundamente.

–Ohhh!!! Uffff!!! Ufff!! Si mi chiquita…que rico comes verga mi amor…Ohhh!!! –yo estaba en el paraíso, la tenía bien agarrada de las caderas mientras mi verga era absorbida por ese estrecho agujero y mi pelvis golpeaba sin piedad sus nalgotas, ella estaba de perrito con las piernas separadas y con el pecho apoyado en el respaldar del mueble, yo estaba con los pies en suelo, lo que me permitía tener más libertad de movimiento y poder gozar más de aquel angelito con nalgas de mujer.

–Ayyy!!! Ayyy!!! Mmmm!!! Mmmm!!! –Mi niña gemía más fuerte que la primera vez, como dije anteriormente estaba más desinhibida, yo sentía que lo estaba disfrutando más, paraba su colita para que la penetración fuera completa, incluso colaboraba con la cogida yendo al encuentro de mi verga cuando la estaba perforando.

–Ohhh!!! Que rico te comes la verga mi chiquita… Ufff!!! 10 añitos y ya te la comes toda…te gusta verdad chiquita…te gusta tener la verga en tu colita –le preguntaba  a mi niña sin dejar de perforar ese culito infantil, ella aún no me respondía con palabras, pero si me respondía con movimientos, me respondía con gemidos y grititos de placer.

–Plap!!! Plap!!! Plap!!! –aparte de nuestros gemidos, el choque de mi pelvis con sus nalgotas era el sonido que más se podía escuchaba en la sala, si no fuera por la música que había puesto en mi auto, el cual estaba cerca de la piscina, seguramente Xiomara hubiera escuchado todo.

–Ahhhh!!! Ahhh!!! Mmmm!!! Ayyyy!!!

Stefany no paraba de gemir, y yo tampoco le daba tregua, estaba como poseído viendo como mi verga entraba y salía de ese agujero infantil, era un deleite ver como sus nalgas hacían olas con el impacto de mi pelvis.

Me di cuenta que a ese ritmo no iba a durar mucho sin venirme, así que decidí que era hora que Stefany empiece a moverse, me detuve un rato y le di indicaciones para que ella empiece a moverse.

–Metetelo tu solita mi amor, muévete tú solita de adelante para atrás chiquita, que se te meta todo –luego de darle indicaciones ella empezó a moverse en vaivén, al inicio lo hizo torpemente, luego de unos minutos ya le había agarrado el ritmo, ya se había acomodado de tal forma que le entraba toda la verga cada que se hacía para atrás, incluso había colocado una de sus manos en el borde de la ventana para darse impulso y hacer que le entre con más fuerza mi miembro.

Yo por mi parte estaba como un simple espectador, viendo como esa niña culona de 10 añitos se estaba sodomizando ella misma, moviendo sus cuerpo de adelante hacia atrás y soltando grititos y gemidos de placer cada vez que se le metía toda.

–Ohhhh!!! Ohhh!!! Así chiquita así…Ufff!!! Uffff!!! Que rico te mueves mi amor…que rico te comes la verga chiquita… Ohhh!!! se nota que te encanta la verga mi amor –

Mis palabras y manoseos a sus caderas parecía que la alentaban a seguir en su vaivén.

Stefany estaba gozando tanto de ser culiada que había empezado a empujar su culo con fuerza hacia atrás, tanto que yo había tenido sus acomodar mis piernas de tal forma que al momento del impacto con mi pelvis no me hiciera retroceder.

–Ahhh!!! Ahhh!!! Ayyyy!! Ayyy!!! –

–Ohhhh!!! Ohhhh!!! Uffff!!! Así chiquita así…que rico te mueves mi amor, que rico te comes la verga bebé… Ohhhh!!! Así mi amor así…. Que delicioso te mueves putita culona –

Ya llevábamos más de 20 minutos cogiendo, yo quería darle en más poses, quería sentarla en mis piernas y hacerla brincar encima mío y ver qué tan ricos son sus sentones, pero no podía dejar de mirar a Xiomara, quien estaba a unos metros jugando en la piscina pequeña mientras a su primita le estaban partiendo el culo.

–Ayyy!!! Ayyyy!!! Ahhhhh!!! Ahhhhhh!!!

Sentí que Stefany disminuyó un poco la intensidad de su vaivén, y empezó a temblar un poco, al mismo tiempo que un líquido escurría entre sus piernas, mi nueva putita se había corrido.

– Que rico te corriste mi amor, como se nota que te encanta la verga mi putita, ahora te voy a dar mi lechita chiquita–

La agarré fuerte de las caderas y empecé a embestirla con fuerza, mi verga entraba y salía a una gran velocidad de su culo que ya estaba más que dilatado de tanto que se lo había metido, sus gemidos y gritos subieron de intensidad, con sus manos se había agarrado del mueble para no irse hacia adelante.

–Ohhhh!!! Uffff!!! Ufffff!!! Toma mi amor, toma verga chiquita… Ufffff!!! Que rico aprietas putita, te encanta la verga verdad, te gusta que te metan verga en tu culazo verdad chiquita –

-Ayyy!!! Ahhh!!! Ahhhh!!! Ahhhh!!! –Stefany no paraba de gemir y gritar, estaba disfrutando que su profesor, un hombre que le llevaba más de 30 años, le estuviera partiendo la cola.

-Ohhhh!!! Ohhhh!!! Siiiiii…toma mi lechita mi amor…Ufff!!! Que rico llenarte de lechita ese culito bebé.

No pude aguantar más, luego de casi 30 minutos de estar culiando a esa niña terminé por llenarle la cola de semen.

Aún con mi verga dentro de su culo me acerqué a su cuello y empecé a pasarle la lengua y morderle las orejas, al mismo tiempo que le susurraba cosas al oído, diciéndole lo mucho que lo había disfrutado y que me había encantado cuando ella solita se movía de adelante hacia atrás y cosas así.

Le dije que se fuera a sentar al baño hasta que baje todo el semen, que yo la esperaba en la piscina 

Me dirigí al encuentro de Xiomara y le hice plática en lo que esperábamos a Stefany, a los pocos minutos llama Sujey para pedirme la ubicación del lugar, al parecer ya se había desocupado y estaba por llegar 

Sinceramente yo tenía la esperanza  que cuando me llame me diga que había tenido un contratiempo y no podría llegar o al menos que iba a llegar mucho más tarde, pero a veces no se puede tener tanta suerte. Al menos ya había disfrutado un poco manoseando a Xiomara y culiando a Stefany, y eso era suficiente por ese día.

Estuvimos en ese lugar hasta casi las 7 de la noche, la verdad la pasamos muy bien, fue muy divertido, y me sirvió mucho para tener más confianza y acercamiento con Xiomara, que era mi nuevo objetivo.

Ya en mi casa estaba pensando a quién o quiénes invitar el siguiente día a la casa que había alquilado, ya que la había alquilado para el fin de semana y solo la había utilizado un día.

Pero eso será motivo de otro relato.

Como siempre, espero que disfruten de mis historias, así mismo,espero sus comentarios o críticas, de verdad que alientan mucho a seguir escribiendo.