Una tarde de verano
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por templario73.
La tarde promete ,lo que es seguro al menos es que pasaremos un calor de mil demonios.
El termómetro marca 30 grados a la sombra y teniéndote cerca sé que la temperatura subirá aun más.
Cogidos de la mano caminamos rumbo a la habitación del hotel , allí nos espera el aire acondicionado ,un ambiente fresco para dormir una siesta o quien sabe para que,
Esta mañana al despertarnos hablamos sobre todo el tiempo que llevamos juntos, cuantas cosas vividas en tan poco tiempo y cuantas aun por descubrir.
Nuestra conversación acabo como tantas otras veces hablando de sexo ,el tema se nos descontrolo hasta el punto de confesarte que hace tiempo que quiero hacerte mía de otro modo ,medio asustada, medio divertida me miraste sin entender, en ese momento te hubiera explicado a lo que me refería pero tenia la boca ocupada en la entrada de tu sexo y yo cuando tengo ese manjar ante mi no estoy para dar explicaciones,
Acabamos haciendo el amor hasta caer extenuados sobre la cama, olvidando el tema.
Después de desayunar bajamos hasta la playa donde hemos pasado la mañana entre la multitud allí congregada ,
La única manera de distraerme sin pensar en que me estaba abrasando con el sol a sido contemplarte con el bikini que estrenaste, negro con tan poco tela que tus pechos pugnaban por salirse en cualquier momento y el tanga que apenas si cubría lo necesario y casi ni eso ,
En el momento de dar crema por tu espalda y llegando a tus desnudas nalgas pude comprobar lo poco que tapaba esa prenda, pues colocado entre tus piernas abiertas veía a los lados del hilo los pliegues de tu ano, aprovechando la ocasión paso mi mano sobre el hilo y me detengo justo en el mismo centro de tu entrada trasera, con un susurro te digo ,esta es la otra manera en la que quiero hacerte mía,
Siento como al oírlo tu ano se contrae, al tiempo que mi sexo se expande abultando descaradamente mi bañador,
No dices nada ,me miras con esa cara entre picara y asustada, espero que hagas un comentario que no llega , ante tu silencio soy yo el que habla ,esta tarde serás al fin completamente mía ,,pudiera jurar que un escalofrío ha recorrido tu cuerpo .
No volvimos a mencionar el tema ,pero ahora ya en el hotel percibo tu nerviosismo, no paras de dar vueltas por la habitación como buscando algo ,hasta que me cruzo en tu camino y te tomo entre mis brazos, así con nuestros rostros tan cerca te tomo bajo la barbilla con mi mano y elevando tu rostro hacia mi te pregunto que te pasa,
Nada no me pasa nada respondes casi a punto de estallar en llanto ,de verdad me asusto ,no puedes estar asi por lo que te dije antes ,no lo entiendo , bastaría con que dijeses un no y sabes que respetaría tu decisión,
Preguntándotelo nuevamente al fin confiesas la verdad, tienes miedo, miedo a sentir dolor, miedo a que cuando haya obtenido todo de ti desaparezca de tu vida, pero al mismo tiempo deseas entregarte toda a mí,
Sin palabras sello mis labios con los tuyos, las prendas caen como por arte de magia sin despegar nuestros labios, en un instante nuestros cuerpos se abrazan desnudos, libres de ataduras.
Cogidos de la mano nos dirigimos a la ducha, quitarlos la sal del mar aliviara nuestros cuerpos y el agua templada calmara tus nervios,
Enjabono tus pechos, mas la caricia no te es indiferente, tus pezones crecen bajo las palmas de mis manos, juego levemente con ellos y sigo enjabonando tu vientre, tu pubis, tus piernas ligeramente separadas me permiten deslizar mi mano enjabonada hasta tu sexo, con delicadeza extiendo el jabón por todo tu sexo aprovechando para acariciar tu clítoris, que esta terriblemente dilatado, tanto que al sentir el contacto con mis dedos te hace casi perder el equilibrio y te apoyas en la pared de la ducha con tus manos,
Te quedas inmóvil en esta postura tus dos manos sobre la pared, tu cabeza también inclinada hacia ella y tu espalda ligeramente curvada haciendo que tus nalgas queden expuestas a mi mirada lasciva.
Enjabono tu espalda, sigo el surco de tu columna subiendo y bajando, cuando mis manos se deslizan con facilidad por la espuma que te cubre sigo descendiendo, tanto que termino agachado a tus pies,
Delicadamente enjabono tus piernas ascendiendo de nuevo, hasta llegar a las nalgas,
Incorporándome de nuevo las acaricio una y mil veces, al hacerlo estas se separan dejándome por instantes ver con claridad y ahora sin tanga de por medio tu ano.
Mis caricias se hacen mas atrevidas, un dedo se desliza muy suavemente desde el final de tu espalda, pasando por la hendidura de tus nalgas, al pasar sobre tu entrada trasera ejerzo una débil presión, suficiente para que de tus labios salga un buffff , sigo el camino internando mas mi dedo hasta pasar sobre tu coñito que húmedo recibe la caricia con un sonoro suspiro.
Invierto el sentido de mis caricias y así suavemente alterno el recorrido que va de tu ano a tu sexo,, siempre al llegar al primero ejerzo una nueva presión, la humedad del agua, el jabón hace que poco a poco se abra al intruso,
En un nuevo recorrido la primera falange de mi dedo desaparece dentro de tu culito, un hay sale de tus labios y detengo la caricia, giras tu rostro y mirándome dices, sigue Carlos no te detengas por nada, sonriéndote empujo un poco mas, el dedo desaparece milímetro a milímetro dentro de ti,
Para calmar tu ansia mi otra mano pasa bajo tu vientre y acaricia tu coñito ya empapado, al tomar tu clítoris siento como tu ano se contrae sobre mi dedo.
Poco a poco logras relajarte no sé si por mis caricias en tu sexo o por que ya te acostumbraste a tener dentro de ti al intruso, sea como sea el dedo se desliza ya con facilidad, tu ano se dilata lentamente, pensando en el siguiente paso introduzco dos dedos en tu coñito, en ese momento casi alcanzas el primer orgasmo de la tarde.pero no te dejo aun, los tres dedos entran y salen de tu cuerpo mientras aumentan tus jadeos, cuando te siento mas relajada que nunca disfrutando de la sensación saco el dedo de tu culito, pero solo lo hago para entrar con dos al mismo tiempo, enseguida notas la diferencia y contraes tu ano con tanta fuerza que incluso te haces daño, una leve caricia sobre tu clítoris te hace olvidar lo que sucede hay atrás y cuando te confías los dos dedos entran en su totalidad, tus gemidos de transforman, tu placer aumenta y la sensación de tener tus dos agujeros llenos con mis dedos te hacen perder la compostura,
Si tu, siempre tan comedida, me imploras que me incorpore y entre en ti.que me quieres en tu coño ya, entre la sorpresa de tu reacción y la excitación producida por tus palabras redoblo el ritmo de la penetración, tu cara roja denota el grado de excitación que siente tu cuerpo,
Gimes, casi gritas, ya los dos dedos de tu culo hace tiempo que entran sin dificultad, es el momento, sacando solo los de tu sexo me incorporo, tus nalgas se mueven penetrando tu misma con mis dedos tu profanado culito,
Otro metela llega a mis oídos, si cariño te la voy a meter pero no en tu coñito, ese habrá de esperar, sabedora de lo que esta por venir gimoteas, tomo mi sexo con la mano y lo paso por tu lubricado culo, ahora no te mueves, temes que este nuevo invasor te haga daño, tu ano esta dilatado y me espera, tras lubricar mi glande con la espuma que corre por tus nalgas, lo apoyo en el mismo centro y lentamente presiono hacia ti,
Cuando sientes la presión echas tu cuerpo hacia delante intentando evadirte de esa presión, así que tomo tus caderas y te atraigo hacia mi, al hacerlo el glande dilata aun más tu entrada y muy lentamente penetra en ti, quiero que sientas como cada milímetro de mi erección abre las paredes de tu culito, cuando el glande desaparece en tu interior un quejido escapa de tu garganta, dejo de empujar para que te acostumbres a su grosor,
Pero con un no pares me incitas a seguir, pese a que lagrimas surcan tus mejillas,
Un poco mas de presión y mi sexo se va perdiendo dentro de ti, de cuando en cuando me detengo para acostumbrarte, tus lagrimas han cesado, antes de meter todo lo vuelvo a sacar todo menos el glande y lentamente lo vuelo a meter, esta vez tus gemidos acompañan mi entrada, cuando me dispongo a entrar el resto de un empujón de tus caderas mi sexo se pierde integro dentro de ti, tu mano busca tu clítoris y cuando lo encuentra empezamos a movernos al unísono, mis manos abandonan tus caderas y se adueñan de tus pechos, a cada penetración tu ano se abre mas a mi, apenas si cuesta ya meterlo todo, nuestros gemidos se mezclan en el aire, el placer que te das tu misma sintiéndote atravesada en tu puerta trasera te tiene Locos, los movimientos son cada vez mas duros, la penetración tan profunda que después de esto no sé si tu ano se vuelva a cerrar, entre gritos por que eso es lo que son estallas en un orgasmo que amenaza con dejarme sin miembro, las contracciones de tu esfínter son tan fuertes que me impiden moverme, pese a ello o debido a ello estallo dentro de ti, el semen mana de mi cuerpo para perderse en el interior del tuyo mientras tus convulsiones y tus jadeos disminuyen su intensidad,
Cuando los gemidos cesan muy lentamente la saco de tu interior, aun erecta aunque vacía, de tu ano brota un hilo de esperma que corre hacia tus muslos para unirse con los flujos que allí hay procedentes de tu ultimo orgasmo,
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