Vacaciones familiares nudista 3 (última)
Lo que me impresionó ver fue la energía que tenían ambos, en especial la de mi mujer, que obviamente no maneja la misma de edad de mi hijo.
Mi hija me miró y me dijo: “terminar lo que comencé, pero aquí no, vamos a otro lugar”; la tomé de la mano y salimos de las duchas; en ese momento ya eran aproximadamente entre las 17 y 18 horas, el sol comenzaba a ocultarse en un espectacular ocaso.
En ese momento, mientras salíamos de las duchas, me puse a pensar que la habitación estaba siendo ocupada por mi mujer y mi hijo, pero por la hora supuse que hace rato tuvieron que haber terminado por lo que decidí regresar a la habitación con mi hija. Al llegar, vuelvo a escuchar gemidos y me dije en mis adentros asombrado “no puede ser que estos sigan culeando como que si no hubiera un mañana”; mi hija me quedó viendo para ver que iba hacer y comentó con una gran sonrisa “creo que mi madre y mi hermano están ocupados”. Claro, lo que no sabía mi hija es que ya tenían horas de estar encerrados culeando en la habitación, quien sabe cuántos rounds llevaban. Le dije a mi hija «vamos a otro lugar entonces«, ella me respondió diciéndome «veamos un poco, por favor, quiero ver, me prende«. La verdad yo también quería ver, al abrir la puerta de manera silenciosa, tal y como lo hice la primera vez, efectivamente, mi mujer y mi hijo seguían culeando, ahora la posición era otra, estaban tirados en el suelo sobre un gran charco del sudor de ambos, estaban rojos de tanto ejercitarse, la posición que tenían es una llamada SUPERWOMAN (si quieren ver cual es, clic aquí).
Lo que me impresionó ver fue la energía que tenían ambos, en especial la de mi mujer, que obviamente no maneja la misma de edad de mi hijo; ella se cuida, hace sus ejercicios y se alimenta bien, con esto creo que ha valido la pena tanto esfuerzo y empeño en su cuerpo para aguantar tanto las embestidas que yo le doy como las de mi hijo.
Después de quedarnos viéndolos un rato, procedí a cerrarles la puerta y le dije a mi hija que fuéramos a ver el sol ocultarse a la playa; cuando llegamos había muy pocas personas, además de que, como ya había comentado, por suerte el hotel no estaba muy concurrido para esos días que habíamos escogido hospedarnos ahí. Caminamos un largo rato, cuando de repente al llegar a unas grandes rocas, mi hija en un impulso me abrazó dándome un beso en la boca el cual correspondí y me puso caliente, juntamos nuestros cuerpos desnudos y sentía como sus hermosas tetas se apretaban junto a mi pecho. Nos tiramos sobre la arena y tuvimos uno de las mejores culeadas que ya se imaginara. Hicimos un 69, ella sobre mí, me mamaba la verga de una manera sublime y fogosa que hasta babas sacaba, yo por mi parte, literalmente me le comía el coño depilado, sus tetas hermosas con pezones rosados rosaban mi abdomen bajo mientras se movía. Después de un largo rato manándonos, quise penetrarla y me dijo que la pusiera de 4, ella se puso de cuatro pero con sus pechos pegando en la arena dejando levantado ese culo precioso con su coño bien mojado, cuando le metí la verga entro rico, suave y despacio por la gran cantidad de fluidos que tenía tanto ella como el mio. Así estuvimos culeando por largo rato bajo el hermoso celaje que se dejaba ver al ir ocultándose el sol con sus colores celeste, lila y naranja.
FIN
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