Vaco
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por SandySex.
Les traigo más aventuras que viví con vaco, y esta ves sin mucho preámbulo jeje. La primera vez que tuvimos sexo solo fueron dos o tres veces en esa noche, teníamos todo el día siguiente por delante así que no había prisa. A la mañana siguiente me despertó con desayuno a la cama, muy lindo, salimos a dar un pequeño paseo al centro y al volver decidimos entrar a la piscina. Nos cambiamos y cuando estábamos por salir me tomo del hombro, me dio la vuelta y me empujó contra la puerta, me beso muy rico como siempre yo sonrei y entonces el se arrodilló, abrí la toalla que llevaba como pareo, me dio unos besos sobre el bikini en la panochita y después lo hizo a un lado y me dio unos besos y lengüetazos que me prendieron enseguida. Se levantó y tomándome de la mano me llevó a la piscina. Me dejó caliente y el sonreía por su maldad, así que entonces yo me desquité, nade buceando como si nada, en un momento lo tomé del pene, bajé su Bermuda, lo saqué y empecé a masturbarlo. Se que no me iba a alargar mucho pero para futuros relatos deben saber que para mi suerte, aunque a él le encantaba que hiciéramos cosas en lugares públicos o donde pudieran atraparnos, se cohibía su amiguito, si se ponía erecto, super duro y venoso como siempre, pero no alcanzaba su máxima longitud y grosor. La verdad era algo muy bueno porque obviamente me encantaba su miembro monstruoso pero también me gustaba algo menos enorme para poder manejarlo con mayor facilidad, además no quedaba pequeño, como de 16cm aproximadamente, recuerden que al 100% tiene 24. 4cm x 6cm de diámetro. A mi me encantaba, como les dije a veces se me antojaba algo que fuera más sencillo de manejar y sobre todo de esconder! Jajaja así si alguien nos pasaba a atrapar no era tan difícil de ocultar jajaja. En la piscina estábamos solos, aunque había poca gente por momentos pasaba alguien del hotel o algún huésped pero lejos de nosotros. Su pene estaba duro y entonces me bajé a darle oral, yo subía solo a tomar aire y volvía a bajar a seguir con mi labor, bajo el agua no se veía su lubricante pero al ponerlo en mi boca podía sentirlo, lubricaba mucho y muy rico, yo jugueteaba con mi lengua en su glande saboreando ese espesito precum. El me hizo una señal como para alejarme y yo lo hice, al salir vi que unas muchachitas le pedían indicaciones, aunque eran muy jóvenes creo que supieron lo que hacía jaja. Después de eso le pedí que ya subieramos a la habitación. En el pasillo llegando a la puerta de la habitación me quitó de nuevo la toalla, me tomó de la cadera y me empujó de los hombros dejándome medio empinada, movió el bikini y de un golpe me penetró! Uff al menos aun no estaba al 100 porque esa embestida con todo su monstruo hubiera sido fatal. Me la metió y sacó dos veces, entonces abrió la puerta y me sostuvo del vientre mientras me cargaba, sin dejar de penetrarme! Me dio la vuelta, bajó a mi panochita comiéndome deliciosamente, subió mis piernas a sus hombros y apoyándome en la pared se puso de pie, estaba cargandome, yo a esa altura sintiendo su lengua y sus carnosos labios besándome cada rincón. Me llevó a la cama y me dejó caer, fue algo gracioso de hecho jaja. Me siguió comiendo, yo me sujetaba de la cabecera de la cama con fuerza, sintiendo como su boca, su lengua recorrían mi panochita empapada con esa maestría que solo el tiene. Un mar de sensaciones en aumento, luego sus dedos, ufss esos dedos, esas manos, ¿¡como sabía mover cada parte de su cuerpo tan bien?! Me hacía flotar en placer. No sé si tarde o no pero exploté, mi cuerpo se sacudió violentamente y alcance a notar que el solo me contemplaba en mi epiléptico orgasmo mientras tocaba su pene que ya esta totalmente erecto a tamaño monstruo. Después de darme ricos orgasmos, uno tras otro, cada vez fuertes, ya no tenía noción del tiempo, de hecho jamás me daba cuenta solo hasta al acabar que llegaba a ver la hora me daba cuenta de todo el tiempo que habías estado teniendo sexo! Que aguante, creo que aveces yo le quedaba corta jejeje. Entonces decidimos probar anal, tenía miedo, vaginal había sentido un placer increíble, sus movimientos eran de lo más ricos, me volvían loca; pero pensaba en que analmente sentiría más fuerte cada movimiento, aun así me moría de ganas de sentirlo por detrás, quería sentirme totalmente ultrajada por vaco. Vi como colocaba el condon talla xl en su rico miembro, aún se nota a que lo apretaba, y no llegaba a la base, no es fácil conseguir preservativos para algo así. Puso lubricante en mi ano, yo quería de perrito pero me dijo que era mejor de lado, de cuchara porque era la primera vez. Tenía mucha razón, y experiencia. No me quedaba duda de los relatos que cuando amigos me contaba sobre cómo le llegaron a huir jajaja. Me estimuló con su lengua, mordía mis nalgas muy rico, me besaba y lamia, sentí un placer en mi ano que no había sentido. Entonces empezó a masturbarme, un dedo, luego 2, hasta que fueron 4 juntitos. Comenzó entonces a deslizar su duro falo en mi interior, la sensación de ser abierta, partida poco a poco era increible, me sorprendía aún más darme cuenta que casi sentí lo mismo vaginal. Que enorme. Sentí más dolor claro, pero también muchísimo placer, dolía pero gustaba. Las primeras veces solo metía un poco más de la punta, como unos 8cm, después iría aguantando más. Pero jamás cambió esa sensación de ser partida en dos, y jamás dejé de tener varios orgasmos así, y siempre estallaba cuando terminaba por penetrarme sin preservativo y me eyaculaba adentro, sentía el calor de su leche, un gran calor que me llenaba literalmente, su semen me hacía estallar. Siempre me gustó mucho cuando a pesar de venirse muy adentro dejaba algo o mucho cerca de mí ano, salía y se deslizaba por mis nalgas, podía sentirlo. Totalmente llena, satisfecha. Obvio aproveché muchas veces el que se cohibia en público para poder darme buenos sentónes anal, siempre más sencillo con uno de 16 que de 25 jajajaja. Después de ese primer día increíble que estuvimos juntos quede satisfecha como nunca, totalmente complacida, sonriente! Todo tan delicioso, y claro adolorida como si me hubieran atropellado jajaja todo me dolía, las piernas, nalgas, vientre, brazos, y toooodoooo, hasta la boca de tanto abrirla tratando de tragarme aquellote. Se me hace agua la boca jajaja. No se si fue el tamaño o lo increíble que era en el sexo, o ambas cosas, pero jamás me había sentido tan así, a lo mejor no es necesario que un hombre lo tenga tamaño monstruo, pero si que hay mucha diferencia en sentir algo como eso dentro de una. Bueno luego seguimos con mis aventuras
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