Valentina y Tatiana (cuarta parte)

seguimos con las aventuras de estas hermosas y calientes primitas, que llevarán al cielo a algunos machos afortunados de conocerlas intimamente..
Tatiana estuvo inquieta durante el resto del día, en clases no se podía concentrar, no podía sacar de su mente lo que le había contado Valentina, se le venían a la cabeza imágenes de su prima chupando la verga de Carlos, incluso sentía algo de envidia por esa razón.

ella ya había sentido el pene del tipo cuando se sentaba encima de él, y esa confesión de su prima le cambio su panorama, ahora se imaginaba que ella también podría hacer eso, y así al fin poder cumplir su fantasía de tener un pene dentro de su boquita.

Al encontrarse nuevamente en la salida de la escuela, Tatiana abordó a su prima con muchas preguntas sobre lo sucedido: ¿la tenía grande?, ¿Qué sabor tiene?, ¿te dolió cuando te la metió?, ¿le salió mucho semen, te lo tomaste?, cualquiera que hubiera escuchado esta conversación seguramente se habría escandalizado por la edad de las interlocutoras.

Valentina respondía entre divertida y orgullosa a las preguntas de su primita, y con más plática, más preguntas y respuestas y bromas sobre lo sucedidos, ambas caminaron rumbo a sus casas, luego se despidieron y Valentina prometió pasar por Tatiana en la tarde para ir a jugar al parque.

Como pocas veces había pasado, Tatiana espero a su prima ya bañada y cambiada, cosa que no fue del agrado de su papá, ya que no podría disfrutar de un momento a solas con su sobrina, pero tuvo que resignarse.

Valentina llegó a buscarla poco antes de las 5 de la tarde, y ambas se fueron rumbo al parque a jugar, su rutina era que llegaban al parque y estaban allí jugando y conversando solas o con algunas amigas o amigos de su misma edad que algunas veces se encontraban, y luego si podían iban a la tienda de Carlos.

Ese día Tatiana insistió en ir directamente a la tienda de Don Carlos, se notaba que la nena estaba más que ansiosa por ir donde ese adulto y ver que podía pasar.

Hola princesitas… que hermosas están hoy…–Carlos saludó amablemente a las nenas cuando entraron a su tienda.

Y en verdad estaban hermosas, Valentina acostumbraba a usar short pegados a su cuerpo, y ese día no era la excepción, llevaba un short de drill naranja ajustado, que destacaba sus piernotas y anchas caderas, blusa manga cero dejando al descubierto hombros y espalda, y sandalias sin taco; Tatiana llevaba puesto un jogger rojo de franela un poco holgado, blusa de tirantes color blanca, y al no llevar sujetador se podía apreciar claramente sus botoncitos que peleaban por asomarse.

Carlos estaba un poco confundido, no sabía cómo actuar ante esta situación, no sabía si valentina le había contado a su primita lo que había pasado entre ellos, por lo que decidió que las cosas se vayan desarrollando.

Se habían quedado un rato en la tienda platicando de cualquier cosa, hasta que Tatiana toma la iniciativa y pregunta si podían jugar a la play, a lo que Carlos les responde que sí, así es que los tres se dirigen al almacén, las niñas esperan sentadas en el muble mientras él conecta los cables y deja todo listo para que las niñas se pongan a jugar.

Carlos las deja solas y se va a la tienda, da una mirada a las cámaras exteriores y al ver que no hay nadie cerca cierra la puerta de rejas de la tienda y se dirige al almacén donde están las niñas.

Ya adentro del almacén y sin ningún reparo, Carlos levanta a valentina para sentarse él en su lugar y luego sentarse a la niña encima.

Pasa poco tiempo y Carlos empieza a manosear un poco a la nena, agarra y amasa sus piernas, aprieta sus caderas y acaricia su abdomen; por ratos miraba a Tatiana y veía a la niña más interesada en ver lo que hacía con su prima que en el juego. Es allí donde Carlos sospecha que la niña sabe lo que había pasado entre su prima y él.

¿Dime Tati, tu prima te contó que ayer vino y la pasamos bien?

La niña responde con un simple si a la respuesta del adulto.

¿Y te contó lo que hicimos?

Un poco—responde Tatiana con una sonrisa entre tímida y coqueta.

y te gustaría ver lo que hicimos ayer Valen y yo? —pregunta Carlos sin dejar de manosear a la niña que tenía sentada sobre él.

A Tatiana se le iluminaron los ojos, era lo que estaba esperando, y responde inmediatamente con un rotundo sí.

Carlos no perdió tiempo, y de forma inmediata empezó a escalar los manoseos a valentina, ya estaba acariciando la conchita infantil por encima de la ropa, y su boca y lengua ya se habían apoderado del cuello y orejas de la nena, haciendo que empiece a soltar los primeros gemidos de muchos que vendrían después.

Tatiana los veía y sentía un cosquilleo en su vagina, ver a ese adulto manosear tan descaradamente a su primita, y ver que ella lo estaba disfrutando la ponía caliente.

Carlos ya le había quitado la blusa y el short a Valentina, la había dejado solamente en calzón, sus manos seguían recorriendo el desarrollado cuerpo infantil, y la nena ya se estaba contorsionando de placer sentada encima de su macho de turno.

Carlos le susurro algo a la nena, valentina se deslizo lentamente y termino arrodillada entre las piernas del sujeto, torpemente empezó a desabrocharle el pantalón, bajarlo un poco y liberar su verga que ya estaba más que lista para la acción.

Tatiana no perdía detalle de lo que estaba sucediendo, estaba totalmente concentrada y excitada, su boquita y su cuquita se le hacían agua al ver a su prima lamer y besar ese pedazo de carne, Carlos se había dado cuenta de la curiosidad y calentura de la nena, y le pidió que se acerque más a él para que pueda ver mejor lo que estaba haciendo valentina.

Valentina ya había empezado a engullir la verga de Carlos, movía su cabecita hacia adelante y atrás metiendo y sacando la verga de su boca, con sus manitas agarraba la porción del tronco que quedaba fuera, miraba divertida a Tatiana que la estaba mirando con un poco de asombro y mucha calentura.

Carlos por su parte ya se estaba aprovechando de la calentura de la otra niña, la tenía abrazada a su costado y su mano derecha ya se había metido bajo su blusa y le estaba acariciando los nacientes pechitos a la nena, lo que la calentaba aún más.

Valentina por su parte seguía devorando gustosa la verga de Carlos, quien le acariciaba el rostro y le decía que lo estaba haciendo muy bien, todo esto ante la atenta mirada de Tatiana, quien estaba impaciente por también probar verga.

No seas egoísta cariño, invítale a tu prima de tu chupetín, ella también quiere probar—le dice Carlos con un tono divertido a valentina.

¿Tú también quieres probar verga verdad cariño? —le pregunta Carlos a Tatiana

La nena con una sonrisa tímida en su rostro hace un gesto afirmativo, a lo que Carlos saca la mano que aún estaba acariciando sus pechitos y le ordena que se hinque junto a valentina para que también le empiece a mamar la verga, la nena obedientemente estaba por cumplir con ese pedido cuando Carlos le dice que se espere.

Tienes que quitarte la ropita cariño, no te vayas a manchar—le pide el sujeto a la niña, quien entre caliente y apenada empieza lentamente a desvestirse.

Primero fue su blusa, dejando al descubierto un hermoso par de téticas en formación, con aureolas abultadas y un sexy lunar cerca del pezón derecho, luego fue el jogger, quedando solo en calzones, que era rosados con diseño de corazones, lo que le llamo la atención de Carlos es que, si bien no es tan nalgona como Valentina, las suyas eran redonditas y paraditas.

Tienes un cuerpecito delicioso cariño—le dice Carlos a la niña, tomándola de la mano y jalándola hacia él.

UMM¡¡¡ MMM¡¡¡–gime despacito la nena, y es que Carlos no pudo resistirse y empezó a lamer sus pezones, acariciar y apretarle las nalgas.

Eres una niña deliciosa cariño, ve que tu primita te va a invitar de mi verga—le dice a la nena, quien ahora sí se arrodillo junto a su prima y agarro la verga de Carlos con su manita, mira a su prima, miro a Carlos y empezó a pasarle la lengua por el tronco y la cabeza.

Ohhh chiquita, se nota que tenías ganas de probar verga—le dice Carlos a Tatiana por lo rápido que agarro y empezó a lamer su palo.

Siii, ella tenía ganas desde hace tiempo—responde Valentina.

Tatiana no dice palabra alguna, solo sonríe y le da un manazo a su prima en señal de protesta, para luego proceder a meterse una pequeña porción de verga en su boquita y empezar a mamar.

Carlos estaba en el paraíso, tenía a dos nenas arrodilladas frete a él mamando su verga, una era una niña demasiado hermosa, con carita y voz de ángel; la otra también era linda, pero lo que destacaba más en ella era su tremendo rabo, unas nalgotas que incluso una adulta envidiaría, y las dos estaban allí, hincadas frente a él, únicamente para su disposición.

Ambas niñas ya habían agarrado ritmo, se turnaban para chupar la verga de ese adulto, si bien no había coordinación en lo que hacían, incluso Tatiana aún era torpe haciéndolo, pero para Carlos era uno de los mayores placeres que había tenido en la vida.

OHHH NIÑAS¡¡¡ QUE RICO LO HACEN¡¡¡–les decía Carlos alentándolas a seguir.

Pocos minutos después las nenas ya estaban más coordinadas, Tatiana ya lo hacía mejor, se metía una buena porción de verga en la boquita y empezaba a succionar como si de una rica paleta se tratara, Valentina por su parte, y a pedido de Carlos lamia los testiculos y parte del tronco que quedaba fuera de la boquita de su prima, lo mismo hacia Tatiana cuando era su prima la que tenía la verga en la boca.

ASI MIS NIÑA¡¡¡ ASIII¡¡ QUE RICO MAMAN VERGA¡¡¡–les decía Carlos mientras acariciaba el rostro de ambas nenas.

No solo era Carlos quien estaba disfrutando de la situación, Tatiana estaba más que feliz, al fin estaba cumpliendo su fantasía y deseo, al fin estaba mamando una verga. La nena la miraba, la olfateaba, la agarraba para sentir su grosor, su dureza, para luego volver a metérsela en la boca y chuparla como si de la paleta más deliciosa se tratara.

Carlos no podía con tanto placer, sentía que estaba a punto de correrse, se puso de pie, agarro su verga y empezó a pajearse frente a las nenas; les pidió que levanten sus caritas, abran la boca y saquen la lengua. Luego de unas sacudidas chorros de semen salieron disparados hacia los rostros infantiles.

Inevitablemente algo de esperma cayo dentro de sus boquitas, Valentina ya acostumbrada al sabor se lo bebió; Tatiana en cambio lo saboreo primero, quería sentir el sabor y la textura dentro de su boquita, al final terminó confirmando lo que había visto y escuchado en los videos xxx que miraba, el semen era rico, luego de tragarse lo que había dentro de su boca, fue por la verga de Carlos y nuevamente empezó a mamarla para limpiar y beber los restos de semen que habían quedado.

OHHHH¡¡¡ SI QUE ERES UNA MAMONCITA CARIÑO¡¡¡ UFFF SIII¡¡¡–bufaba Carlos por el inmenso placer que le producía la niña con su boquita.

Ahora me toca devolverles el favor mis niñas—les dijo a ambas niñas, al mismo tiempo que les daba indicaciones para que se pongan de perrito sobre el mueble.

Ambas nenas estaban arrodilladas en cuatro sobre el mueble, tenían las manos apoyadas en el respaldo, lo que hacía que paren bien sus colitas para el deleite de Carlos, quien estaba de pie detrás de ellas acariciando y amasando sus carnes infantiles.

Que rico la vamos a pasar mis niñas… Que rico me las voy a cachar¡¡¡–les decía mientras las despojaba de sus calzones dejándolas totalmente desnudas y listas para el sexo.

Para los que no estén familiarizados, en este país se utiliza la palabra “cachar” para referirse vulgarmente a coger, follar, singar, etc. Así mismo a las mujeres que les gusta el sexo se les dice “cacheras”, y a las niñas que están iniciado sus experiencias se les dice “cacheritas”.

Carlos se posiciono casi en medio de ambas nenas, y empezó acariciarles y manosearle la cola, les daba suaves nalgadas y pasaba sus dedos encima de sus vaginas, se colocaba detrás de cada una de ella y les daba empujones poniendo su verga en la entrada de sus vaginas sin penetrarlas, eso las llenaba de placer y lujuria.

Luego de tenerlas así un par de minutos, hizo que se acomoden quedando boca arriba con las piernas abiertas, inmediatamente se metió entre las pernas de Tatiana y empezó a comerse esa conchita tan deliciosa.

UMMM¡¡¡ UMMMM¡¡¡ AHHH¡¡¡–los gemidos ahogados de Tatiana no se hicieron esperar, la nena nunca había sentido algo así, ni siquiera cuando se tocaba sola en la ducha, o cuando se metía un cepillo en la cola, esta sensación era diferente, la estaba transportado a otro mundo, a un mundo lleno de placer.

Valentina estaba expectante a un costado, le excitaba ver como le comían la cuquita a su prima, por lo que inconscientemente había llevado su mano a su entrepierna y se estaba dando placer ella sola.

Carlos seguía en su labor de darle placer a Tatiana, por lo que no paraba de lamer y chupar su cuquita, concentrándose por ratos en su botoncito, y con sus manos estaba acariciando el cuerpo de la niña, es que no solo era muy hermosa, sino que tenia una piel muy suave y tersa, prestándole especial atención a sus tetitas, que las tenía un poco desarrolladas para su edad, y que para ese momento ya tenía los pezones hinchados.

AHHH¡¡¡ UMMM¡¡¡UMM¡¡¡ UMMM¡¡¡–gemía la niña mientras agarraba la cabeza de Carlos y la presionaba hacia su entrepierna, mientras movía su pelvis intentando prolongar el inmenso placer que le producía el orgasmo que estaba sintiendo.

Ahora nos toca disfrutar a nosotros cariño…–le dice Carlos a Valentina mientras se posiciona entre sus piernas con su verga apuntando a su vagina infantil.

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Todo estaba listo para una nueva faena de sexo entre Carlos y la nalgona Valentina, en el siguiente relato seguiré contando lo que pasó en ese almacén.

Como siempre agradecido por leer, y agradecido de sus comentarios y preguntas, las que responderé gustoso.