viaje de trabajo

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuatro vientos- 27 de mayo de este año. comienza uno mas de los viajes de trabajo que suelo realizar. Malditas las ganas que tenía de hacerlo.

Seis horas mas tarde tras una escala de dos en Tenerife, el pequeño reactor llega a su destino, esta vez habíamos ido en un vuelo privado, nada de charter, había mucho que hacer y poco tiempo para ello.

Noventa minutos desde que nos subimos al taxi, culebreando por una sinuosa carretera a través de las montañas, para llegar a Tarrafal, en el hotel se habían habilitado dos bungalos como oficina y estudio. descanso y a trabajar tempranito tío.

Dos días después todo estaba de nuevo en orden. La cabeza me estallaba, había acabado con las reservas de analgésicos y mi mal genio afloraba por todos los poros del cuerpo.

Suena la canción de siete vidas del canto del loco, mi movil. Miro quien es, y en un tono desganado contesto:

— Que quieres, estoy ocupado.

— Ven a la oficina, tenemos que hablar.

— Y un güevo, te esperas a que termine.

— No te repito mas qu…….

Vete a hacer gárgaras pensé al colgar.

Cuando entré en la oficina me lanzó una mirada de esas que te atraviesan el pecho como puñales, se levanta de la silla y apollando las manos en la mesa arremete contra mi:

— Jamas me dejes con la palabra en la boca imbecil.

— Estúpida engreida.

Le dejo caer mientras me giro para salir.

— ¡Cabrón!

— Te voy a lavar la boca con lejía para que hables bien.

— No tienes tú cojones para eso.

La cojo de la nuca y le estampo un beso en los labios.

Se aparta encolerizada y me propina una bofetada que casi me deja sin cabeza.

Y otra vez la beso. Forcejea conmigo como una fiera pero no consigue zafarse de mi abrazo, y ni boca sigue pegada a la suya, y su pecho a mi pecho, y su vientre al mio. Mis brazos la rodean y mis manos sujetan sus muñecas firmemente, me muerde los labios con saña, y la sangre sale de los cortes que me hace con sus dientes, pero la lucha sigue y el beso también.

Poco a poco su ira cesa y con ella su resistencia, afloja la tensión de su cuerpo y su boca empieza a abrirse dejando que mi lengua penetre en ella. las salivas se unen en nuestras bocas y se mezcla con el acre sabor de la sangre que aún fluye de mis labios. El beso se torna suave, lánguido, húmedo, lleno de sensaciones contradictorias, pero sensual y excitante a la vez.

Reclinada sobre la mesa, nos seguimos besando lamiendo saboreando mientras nuestras manos empiezan a explorar territorios desconocidos hasta entonces, una borágine de deseo contenido se desata en ese instante, no sabemos donde meter mano , la ropa sale volando por todos lados, pero nuestras bocas siguen unidas.

— Cuanto he deseado esto.

— calla y sigue que ahora el jefe soy yo.

Con solo unos boxer blancos y ella con unas bragas brasileñas negras nos besamos de nuevo. Empieza a bajar por mi cuello, pasa su lengua ardiente por mi pecho, mi vientre, y quitándome la prenda lleva su mano a mi pene, lo mira, siente entre sus dedos su dureza y lo besa mientras me mira a la cara, empieza a pasarlo por sus preciosas tetas, de una a otra dejando manchas de líquido preseminal en los pezones. De nuevo lo besa, pasa la lengua por él a todo lo largo y se lo mete en la boca. La exitación es extrema, que maestría uff, no es la primera que se come eso seguro. con suavidad la introduce poco a poco en su boca, la saca, juega con la lengua, la introduce de nuevo, otra vez y otra mas cada vez mas profunda hasta dar con su nariz en mi pelvis, estaba roja, sin aliento, a punto de axfisiarse pero seguía y seguía, en esos momentos vi a la sobervia a mis pies, arrodillada ante mi y aún me produjo mayor placer, ya no puedo aguantar mas, y sin decir palabra eyaculo en su boca. No puede por menos que tragar parte del semen que le lanzo, el resto lo deja caer sobre sus tetas. es levanta y como si de un imán se tratara meto mi lengua en su boca y juego con la suya, la paso por sus dientes entre esotos y sus labios, y siento el sabor de mi propio semen mezclado con la saliva. Me siento de nuevo excitado, hacia mucho tiempo que no sentía de esta manera.

La guio hasta un diván y dándole la vuelta la sitúo ante mi dándome la espalda.

–tienes un culo que no te lo mereces.

–Tú si que no te lo mereces, pero te lo voy a dar igual cerdo

–No empecemos de nuevo que no respondo

–jajaja si no vas a responder mejor te vas

–Ahora verás

Me pongo de rodillas tras ella y empiezo a lamerle los glúteos. los abro con las dos manos y un pequeño agujero oscuro me invita a pasar mi lengua por él.

Así lo hago mientras le doy unos suaves cachetes en sus rotundas nalgas. La respiración delata que está a punto, introduzco un dedo, luego dos, los muevo con firmeza pero delicadamente, aunque lo que me gustaría realmente sería penetrarla sin mas. que le doliera, seis meses dándome por el culo, y ahora soy yo el que le dará a ella, continúo con el tercer dedo.

–Dámela ya de una vez.

— Tranquila que hay tiempo

— Que me la metas ya joder, que estoy que me muero.

— Pues toda tuya.

De un solo empujón le clavo la mitad. El grito debieron oirlo en todo el hotel.

Otro empujón y toda dentro. Otro grito pero menor.

–¿Me quito?

–Si lo haces te mato

–te voy a matar yo, pero a polvos.

los movimientos suaves al principio se van haciendo cada vez mas duros y profundos. Acaricio su depilado coño mientras entro una y otra vez en su ano.

pellizco su clítoris, tiro de el, de nuevo introduzco mis dedos en su vagina.

El ritmo se hace cada vez mas rápido, sujeto msus caderas para ayudarme en los movimientos de mi pelvis.

ella gime, se desmadeja y se deja caer parece que ha culminado su orgasmo, pero no tengo intención de parar y sigo entrando y saliendo de su cuerpo hasta acabar de nuevo. me retiro despacio , aún estoy erecto, ella se gira y cogienfo mi verga se la lleva a la boca, la chupa , le pasa de nuevo la lengua hastga dejarla limpia del semen vertido.

Durante tres días y tres noches se siguieron prodigando los encuentros.

Pero ya de vuelta en España, es como si jamás hubiera ocurrido nada. O eso espero.