Volví a ver a Ana, la hija de mi prima, ya con 8 años.
Después de escribir sobre Ana, me puse a pensar en ella. Teniendo yo 22 años ella debía tener 8 años y mi prima unos 34 años, la mama de la niña, decidí ir a visitarlas..
Conseguí el número de celular de mi prima y al decirle que quería visitarlas enseguida me mando su ubicación. Ya no vivían tan lejos como antes. Hace unos meses se acababan de mudar a la ciudad. Al parecer Ana se había convertido en una niña prisionera pues la abuela con la que vivían era muy estricta. Pero finalmente murió y mi prima decidió dejar todo atrás. La niña solo sabía que la mama salía con hombres, los cuales llamaba novio. Y la niña le preguntaba a la abuela cuando ella podría tener novio para poder salir a pasear. Y eso ponía aún más estricta a la abuela.
Mi prima me dijo que me fuera a quedar una semana y fui. Cuando llegue a su casa, había dos habitaciones. Una de ella y otra de la niña. Me arreglo una cama en la habitación de la niña, pero la dejo seguir durmiendo allí conmigo en la habitación. No entendí a mi prima. Creí que me iba a querer en la habitación de ella. La niña me callo muy bien y yo a ella. Nos fuimos a acostar. Ana y yo quedamos conversando hasta que nos dormimos. De pronto despierto y siento a alguien encima mío chupándome la verga y adivinen, era mi prima. Y como la última vez, me quito el short y se me monto encima a cabalgar mi verga. No se bajó de allí hasta estar satisfecha y sin decir una sola palabra se fue a su habitación. Bueno me disponía a dormir cuando oigo la vocecita de Ana.
Ana: ¿Eso te gusta mucho?
Yo: ¿Viste todo lo que hizo tu mama?
Ana: Si, yo no me había dormido. Y con la luz de afuera se ve todo
Yo: Bueno si me gusta que me chupen el pene y meterlo en las vaginas de las chicas. Pero que sea tu mama no me gusta. Ella lo hizo sin preguntarme.
Ana: ¿Y crees que me gustaría a mí? ¿Y a ti te gustaría hacerlo conmigo?
No podía creer lo fácil que me iba a ser follarme a esa beba ya más grande y sin que nadie la hubiera follado hasta entonces, gracias a su abuela, a pesar de tener una madre tan promiscua.
Yo: Claro que me encantaría hacerlo contigo mi amor. Y me encargaría de que te gustara.
Ana: ¿Me puedo acostar contigo?
Yo: Si claro, ven.
Se levantó de su cama y se dirigió a la mía. Se me hacía agua la boca. Y se metió debajo de mis sabanas. Quise iniciar con ternura así que la abracé y al hacerlo sentí su piel desnuda. Le recorrí todo el cuerpo y no traía nada puesto. Por mi mente paso que ya venía dispuesta a todo. Enseguida me quite mi short, que es con lo que duermo. Y estando también desnudo la volví a abrazar. Mi verga se paró casi de una y ella lo sintió en sus piernas. Y rio diciéndome que sentía algo duro por allá bajo.
Yo: Es mi pene que tiene ganas de ti. Mi amor ¿Crees que si enciendo la luz, tu mama se dará cuenta?
Ana: No, ella debe estar borracha y no despierta hasta mañana.
Encendí la luz y quité las sábanas, la hice parar en la cama y le recorrí cada parte de su cuerpo con mis manos, tenía una piel de terciopelo, un trasero de avispa, una vulva de princesa. Su cuerpo era perfecto.
Yo: ¿Sabes? Te voy a follar tanto que mañana te vas a sentir más mujer que tu mama. Te voy a coger por todos los huecos donde quepa mi verga. Y desde ahora serás mi puta, porque me mudare con ustedes para follarte todos los dias, a todas horas y cada segundo que se pueda.
Y al ella sonreírme, la jalé hacia mí y comencé a besarla en la boca. Ella me correspondió haciendo los mismos movimientos que yo y hasta abrió la boca sin decirle. Le chupaba los labios y la lengua mientras le apretaba el trasero. Luego le besaba el cuello y baje a sus pechos aun planos, baje al ombligo donde metía mi lengua y finalmente la acosté y le abrí las piernas y comencé lamber su vagina hasta llegar a chupar su clítoris. Intentaba meter mi lengua en el orificio de su vagina y de allí recorría su zanja entre sus labios vaginales con mi lengua hasta llegar a su clítoris nuevamente. Ella mientras tanto me agarraba la cabeza con fuerza.
Ana: No aguanto más, siento que voy a gritar. mmmm mmmmm mmmmm mmmmmm
Y se levantó a mirar lo que le hacía en su vagina sin dejar de agarrarme la cabeza.
Ana: te amo, te amo, te amo, te amo. Te necesitaba tanto.
De pronto comenzó a jalarme de los cabellos con las dos manos, callo de nuevo en la cama y apretó los muslos. Y al sentir eso la chupe con más intensidad y se vino con un gemido silencioso, pero intenso. Porque sentí ese néctar como inundaba mi boca. Fue poco, pero sentí su sabor.
Luego me subí encima colocando mi pene erecto arriba de su boca y le dije: Abre la boca mi amor, que ahora saborearas lo que es una verdadera verga hinchada de ganas por ti, solo que intenta no meter los dientes. Y ella abre la boca y le meto mi verga, solo la cabeza para no asustarla. Y comienzo a follarme su boca. Ya con la excitación comienzo a meterle un poco más de mi verga. Y ella me pone sus dos manos en mi trasero, como haciéndome sentir que le encanta lo que le estoy haciendo. Mientras tanto comienza a masajear mi pene con su lengua mientras entra y sale de su boca. Dejando una sola mano en mi trasero comienza también a masajear mis huevos. Eso era como que el conocimiento del sexo le vino en los genes con lo promiscua que era la mama. Y no aguante más y le tire tres chorros en su boca. No se ahogó increíblemente. Luego de que le saque mi verga de su boca, se fue tragando la leche.
Yo: ¿Mi amor y como no te ahogaste con el litro de leche que te bombee en la boca?
Ana: Ya lo esperaba, porque mis amigas me habían hablado de eso y cuando lo sentí, deje de respirar y con la lengua no deje que pasara a mi garganta.
Yo: Wao mi amor, eres muy inteligente y te lo tragaste también. ¿Sabías que eso se podía tragar?
Ana: Si y me dijeron que a los hombres les gusta que se traguen su leche. ¿Te gusto eso?
Yo: Si mi amor. Definitivamente eres la mejor que he tenido en la vida. Si siempre te tomas la leche que te hecho en la boca, crecerás muy hermosa. Ahora toca profanar esa conchita rica que tienes.
Ana: Me da miedo, pero quiero sentirte dentro de mí. Acabo de conocerte y ya te amo.
Yo: Yo te amo desde que te conocí a los dos años. Te hice el amor cuando tenías esa edad y te gusto mucho. Pedias más y más.
Ana: ¿De verdad? Wao sabía que eras mi alma gemela como decían mis amigas que tenían novio. De mi salón 7 niñas decían haber tenido sexo con chicos grandes. Y ahora yo puedo decir lo mismo.
Yo: No. No puedes decir eso. Nos meteríamos en problemas. Que sea un secreto entre tú y yo. La sociedad no comprende nuestro amor y nos separaría. Ahora muéstrame ese sapito tuyo.
Y le abrí las piernas. Era una vagina de princesa, cerradita. Una vagina en la que pensaba tristemente que ya debía haber sido muchas veces profanada, ahora la tenía ante mi virgen y pura. Volví a chuparla para no dejarle duda de lo mucho que me encantaba su zanja y su clítoris. Se me canso la boca y la lengua, pero seguí dándole con intensidad, provocando gemidos muy dulces y llenos de satisfacción, cuando de pronto le coloco la punta de mi verga en el hueco de su vagina y la intento meter de una sin mediar palabra, ni preguntar primero, aprovechando que estaba muy excitada y el dolor que sintiera será menor con la sangre caliente. Y entro de una la cabeza de mi verga provocándole solo una queja parecida a auuuuuuuu. Y sin decirle nada comencé con el mete y saca de la cabeza de mi verga en su vagina. Y al escucharle un pequeño gemido de placer aumente la follada y comencé a darle con más fuerza hasta que se lo metí todo y se lo deje dentro sin sacarlo. Ella quedo respirando con la boca abierta. Y después de unos segundos así, comencé a darle fuerte con el mete y saca. Estaba tan estrecho que ya me estaba dando ganas de venir y reduje la velocidad dejando que se me fuera ese impulso de venirme. Sin sacárselo, gire nuestros cuerpos y ella quedo encima. Hice que recogiera las piernas para que quedara arrodillada quedando mi verga envainada en su vagina. Y comencé a mover mi pelvis para follarla de esa forma, agarrándole las nalgas. La incline hacia mi pecho, le alce un poco el culo y comencé a darle con más fuerza. Luego la volví a sentar en mi verga y estando toda metida en su vagina y comencé a moverle las caderas con mis manos, enseñándole a cabalgar mi verga. Y comenzó esa putita a dar su primera cabalgada y puedo decirles que lo hacía muy bien para ser su primera vez. Allí estuvo buen rato haciéndome gozar de su primera cabalgata hasta que decidió cambiar su movimiento y comenzó a alzar el culo un poco y dejarlo caer. Era una delicia. Luego la puse como perrita y le metí la verga en la vagina por detrás y comencé a darle tan rápido que, si mi verga y su coño hubieran sido de madera, hubiera iniciado un gran fuego.
Cuando ya sentí las ganas de venirme le saque la verga de la concha y se la puse en la boca y le tire 3 caños de leche bien cargados. Y se lo volvió tragar todo. Esa niña se había tomado toda la leche que había producido mi verga en esa noche.
Caímos rendidos en la cama y cuando revise la hora apenas eran las 2 de la madrugada. Yo estaba agotado de verdad y con sueño.
Ana: ¿Y no que me ibas a follar cada hueco donde cupiera tu verga? Yo sé que también se puede por mi culo, a menos que ya estes muy cansado. También falta mi nariz, mi oreja, mis ojos. Jajajajajajaja.
Yo: Que graciosa mi deliciosa niña. Si por el ano se puede. Y si cumpliré mi palabra. Te voy a dar esta follada de ese culo rico y perfecto que tienes, que quedaras pidiendo que pare.
La levante y la puse en posición de perrito y comencé a lamberle el ano, tratando de meterle mi lengua. Luego me embarré mi dedo índice de saliva y se lo fui metiendo poco a poco mientras ella decía con cuidadito y comencé a follarla. Luego la folle con mi dedo pulgar por un buen rato. Me coloque debajo de ella para que chupara mi pene, mientras le seguía follando el ano con mis dedos. Cuando mi pene volvió a estar como roca me pare y me coloque detrás de ella, reclinando su cabeza y pecho sobre la cama. Y masajeaba ese trasero tan hermoso que ella tenía, pensando que me iba a follar el ano que tanto desee hace 6 años, pero al que no le cabía ni mi dedo en ese tiempo. Y le coloco la cabeza de mi pene en ese ano ya expandido por mis dedos y presiono para meterlo y entra sin ninguna queja de mi putita. Y comienzo a follarle el culo con unas ganas viejas. Espere 6 años para profanar este ano y ahora que lo estaba haciendo le iba a demostrar todas esas ganas contenidas, se me olvido que le podía doler y comencé a darle como si ya estuviera acostumbrada. Pero de ella solo salían gemidos de placer mmmm mmmm mmm mmmmm hasta que finalmente comienza a oírse los aplausos provocados por mi pelvi al chocar contra su culo. Eso era un espectáculo muy aplaudido. Mientras le agarraba la cadera con una mano con la otra le pasaba mis uñas por su espalda sin herirla y de ve en cuando le daba unas nalgadas tratando de dejarlas con marca. Y le decía:
Yo: Esta potranca la domo hoy. Te voy a dejar este culo destrozado de placer. Te voy a reventar este culo delicioso que tienes. Mañana no podrás caminar putita.
Ana: ¿Eso es todo? Creo que m e darías más duro. Mmmmm mmmmm mmmmm
Yo: Ah si, te vas a arrepentir de tus palabras.
Le agarro la cadera con las dos manos y comienzo a follarla como nunca me folle a nadie en mi vida. Eso parecía una ametralladora de aplausos entre mi pelvis y sus nalgas. Y sentí que se vino con unas ganas que me provoco venirme también y le deposite lo que quedaba de mi leche en ese culo hermoso. Y al sacarle mi verga salió de su ano un rio de leche.
Caímos nuevamente rendidos y nos dormimos sin querer así mismo. Al siguiente día, estando totalmente desnudos nos despierta mi prima.
Prima: Ya esta el desayuno. Joooo Ana, a la primera noche ya te lo cogiste. Quedamos en que las primeras noches era mío. Y que te desvirgaría la cuarta noche. Lo siento, pero esta noche duerme conmigo. Le tengo unas ganas bien guardadas, pero anoche estaba medio agotada y por eso solo lo probe.
Ana: Ay mama, pero es que quería sentir lo que era el sexo. Mi abuela me tenia presa. Y el es el hombre que amo. Además, me dijo que ya habíamos sido amantes cuando yo tenia 2 años. Así que ya mi vagina y mi culo conocían su verga. Bueno no me dijo si mi boca también.
Yo quede helado, no sabia ni que hacer, ni que decir. Cuando yo pensé que era el que confabulo todo para poder coger a lo rico, ellas eran las que me estaban utilizando. Pero que alivio saber que mi prima va a dejar que su hija de 8 años siga siendo mi amante.
Espero les haya gustado.
Fascinante
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Me fascinó este espacio de placer. Gracias por compartir