ya borrachos, mi esposa y yo nos desenfrenamos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi mujer a pesar de ser joven (30 años) tiene dos hijos producto de otras relaciones fallidas, Yo tengo 46 y un hijo con ella, a quién la quiero y me gusta, es bajita y un poco llena de carnes (sin llegar a ser una gorda) para el sexo es fenomenal, una vez excitada es de las pocas mujeres que logran eyacular (squirt le llaman), multiorgásmica y conmigo muy abierta a lo que le gusta en el sexo.
Digo esto sin presunción, pues con una vida sexual activa desde muy chica, se y entiendo que hubo algunas cosas que no disfruto y tampoco les permitió a otros lo que conmigo si, una de ellas el mantenerse virgen de su ano, ya sea por temores, por mala información o por que no supieron como lograr penetrarlo, virginidad que yo me rompí por supuesto.
Problemas durante nuestra relación han habido muchos, y muy graves, pero hemos salido a flote gracias a nuestra disposición.
Más no obstante de tener comunicación en cuanto al tema sexual, siempre han quedado algunas cosas un poco escondidas y no habladas por vergüenza o falta de confianza.
En cierta ocasión fuimos a un concierto a una feria cercana a donde vivimos y al terminar éste recorrimos las instalaciones y pasamos a un estand a tomar un "michelada", solo que a mi no me caen bien por ser demasiado irritantes y pedí mi cerveza (caguama de litro) asi sin preparar y ella lo mismo, después de una siguió la otra.
y otra más, salí a buscar algo de comer a un puesto cercano, pero no confiado pues a pesar de haber mujeres ahí, también había algunos tipos que solo esperan la oportunidad de ver sola a una mujer y más que esta esté tomando.
Cuando regresé, mi mujer bailaba con otra mujer ya mas mayor (quizas de mi edad) y no le dí importancia, ya en la mesa me dijo que se había arrimado a donde estaban esas mujeres (igual un joven) porque un tipo que estaba ahí le había dicho que le daba hasta mil pesos porque se fuera a seguir la fiesta con el, y sintió temor de sentirse sola o que llegara yo y se armara un lio, el tipo en cuestión lo había yo visto, pero ya se había retirado cuando llegue.
Pues entre esas nuevas "amigas" y la música, el baile siguieron las cervezas.
Era ya la madrugada cuando salimos y decidimos caminar hacia el hotel donde nos hospedabamos, ambos íbamos borrachos, pero ella tomo más que yo pues no quería que de haber un problema no pudiera yo mantenerme en pie o estar al menos un poco lúcido y coherente
Durante el trayecto nos daba risa el estado en que íbamos, o más bien en el que iba ella, ya cerca del hotel la abracé y le dije al oído.
-Me encantas mi amor, y borrachita me gustas más, hoy no quiero hacerte el amor, hoy quiero cogerte rico.
Ella solo sonrió y su cara se le subió el color, volteó para todos lados viendo si no había gente cerca.
Yo le dije que no se preocupara, nadie podría habernos escuchado, ella sonrió más no me respondió, solo bajo su mano hasta encontrar mi miembro por encima del pantalón, y yo al sentir su mano aprisionarmelo, me empecé a excitar y mi erección empezó, ella me beso los labios y me dijo :
-Si amor, yo igual quiero que me cojas, que te vengas dentro de mi, que me hagas tuya.
-Te voy a coger, igual tu culito, te lo voy a chupar con mi lengua para que se te dilate y te entre hasta el fondo.
Ya a las puertas del hotel nos tomamos solo de la mano y pedí la llave de mi habitación, la cual estaba en un segundo piso, recorrimos el pasillo para llegar a las escaleras besándonos, y yo tome su nalga pellizcandola por encima de su falda, ella esta muy cachonda ya, tanto que al llegar al descanso de las escaleras, la tome entre mis brazos para besarla y manosear su nalgas, esta vez subiéndole la falda, esa fue la primera que la veía con una mirada perverza y cachonda, lujuriosa, me tomo de nuevo mi miembro que estaba ahora si muy erecto, y empezó a soltarme el cinturón y metió su mano para aprisionarlo mientras me besaba los labios pasando su lengua a mi boca.
La separé de mi para apresurarme a llegar al cuarto, estaba necesitado de ella, al entrar y nada más cerra l puerta me avalancé sobre ella, tomándole por detrás sus nalgas y pechos, mordiendo su cuello, ella se dio la vuelta para besarme los labios, así llegamos hasta la cama y quedamos acostados, yo encima de ella, con salvajismo le despoje su blusa y sostén, para luego abrirle las piernas y meter mi cara entre ellas, sobre sus medias grecadas y su pantaleta (bikini) mamando su rajita, estaba súper mojada, sus gemidos y su respiración me lo confirmaban.
iba a bajarle tanto bikini como medias cuando un dedo se atoró en sus media
-¿La rompo?-le dije.
¿Me permites romper esto que me estorba para mamar tu cosita y tu culito?
-Ya rómpela, quiero que me cojas ya!
No me hice esperar la súplica, con fuerza rompí la tela que me estorbaba, todo quedo reducido a unos trapos inservibles, metí mi cara entre su lampiña vagina y haciendo malabares, me fuí despojando de mi ropa, una vez desnudo y con la boca escurriendo por sus jugos, le abrí las piernas y le enterré mi miembro con fuerza, de manera salvaje chocando mi pelvis contra la suya, ella empezó su show al venirse a chorros, con mis embestidas furiosas salpicamos nuestros cuerpos y la cama estaba completamente mojada.
Era tal el grado de excitación en que ella estaba que me dijo:
-¡Cógeme por atras mi amor! quiero complacerte por que se te gusta mi culo.
No me espere dos veces a la súplica, la saque mi miembro de su rajita y se lo coloqué en la entrada de su culito, y asi sin lmas ni mas se lo enterre igual salvaje, ella se retorció de dolor y me gritaba
-¡Asi amor, asi! cógeme como te gusta, me duele pero me gusta siento un dolor rico, sigue, sigue.
Estos gritos fueron subiendo de intensidad, primero tape sus labios con los míos, tenía temor que fueran a escucharnos y llegaran incluso a llamarnos la atención, pero su intensidad no paraba asi que opte por sacarsela del culo y se la dí a que me la mamara, lo hizo con furia, me lamió la cabeza, los testículos y todo el miembro, lo chupaba y hasta mordizcos le daba, pero ella quería otra cosa
-¡Ya vente amor, ya vente! ¿Pero vente atrás quiero que me te vengas atras, quiero sentirte!
Tomando un respiro la coloqué en cuatro y furiosamente de nueva cuenta le perfore el culo hasta vaciarme, y aún asi me pedía más, sin embargo, el cansancio del día, el desgaste mismo del sexo salvaje recién experimentado y sobre todo el alcohol de las cervezas hicieron que cayera yo rendido a un costado de mi mujer, ella se dió la acomodó para dormir al instante profundamente.
Al otro dia la resaca la mata, yo recuperado de mis fuerzas le hice el amor otro par de veces
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