Yo y el sexo (capitulo 15)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Iniciamos la vida de casados, en la cama lo pasabamos de maravilla, pero llego un momento en que discutiamos constantemente, reconozco que yo era el culpable, pues me creia el centro del universo.
Tuvimos la suerte que en uno de los momentos mas criticos de la relacion llegaron las vacaciones de verano de Pili, de mutuo acuerdo ella y el niño se fueron a pasar el mes de agosto al maset de sus padres, yo no les visitaria en todo el mes y cuando ella regresara, se veria que rumbo tomariamos.
En la puerta de al lado de nuestro piso vivia Maxima, una mujer mayor viuda no tenia hijos ni familiares cerca, muy buena mujer, nosotros teniamos llae de su casa y ella de la nuestra por si surgia algun imprevisto. Lo malo de la buena señora era que resultaba muy pesada, la mas minima conversacion la alargaba tanto que en mas de una ocasion para cortarla tuve que ponerme desagradable. Era muy poca cosa, bajita, delgada, arrugada, vamos que temia que cualquier dia de viento saliera volando.
El tercer dia de mi nueva vida en soledad, al llegar a casa en cuanto saque las llaves del bolsillo, se abrio la puerta de la vecina, yo no tenia muchas ganas de que me pegara la paliza y la salude con mala uva sin dejar de entrar en casa, ella me siguio y tambien entro. Me decia que no le parecia bien que mi esposa me hubiese dejado solo pues el matrimonio debia permanecer siempre junto.
Mientras Maxima hablaba, yo me quitaba la ropa con la intencion de incomodarla y que se marchase pero ella seguia con su charla, estaba ya en calzoncillos cuando dijo que ella se ofrecia a hacerme lo que quisiera, no me lo pense y le dije que me podia hacer una comida, se disponia a ir a la cocina cuando desnudandome del todo le dije que la comida era de polla. Crei que aquello la haria enfadar y se marcharia, pero la vieja se arrodillo ante mi diciendo que nunca lo habia hecho pero lo habia visto en peliculas, le dije que se quitara los dientes y metio su dentadura postiza en el bolsillo de su bata, todo en ella era pequeño hasta la boca, tuvo que esforzarse para meter en ella mi tranca, una vez se la trago cerro la boca y a la vez los labios y unos milimetros mas arriba las encias oprimian mi palo, la agarre del pelo,y la hice subir y bajar la cabeza cuando entraba mi polla llegaba a su garaganta lo que le provocaba arcadas, por mi parte estaba en la gloria me la chupaba una boca sin dientes y era buenisimo, cuando note que me venia le hice sacarla y solte mi leche en su cara, la vieja se limito a cerrar los ojos y recibr la descarga de lefa que le lleno su menudo rostro.
Sin levantarse se abrazo a mis muslos y me beso los pies, me repitio que ella estaba alli para lo que yo mandase, aproveche y le dije que me calentase la comida mientras yo me duchaba, tan solo se trataba de poner un plato al microondas por lo que apenas me meti en la ducha aparecio en el baño y con un tono de sumision me pidio permiso para enjaboname, se lo concedi, se desnudo y vino junto a mi con su cuerpo arrugado, las tetas colgando con unos pezones de aureolas rosadas, pero las puntas parecian hundidas en lugar de estar tiesas.
Con dulzura me dio jabon, se entretuvo en mis huevos y mi pija, pero no consiguio levantarmela aunque la punta de sus pezones aparecieron en su lugar, al coger la toalla y secarme volvio a entretenerse en mi paquete pero tampoco logro lo que buscaba, al secarse ella con la misma toalla, la parte que seco mi verga la hizo coincidir con su pelado chocho, se froto, le gustaba lo note en su cara, me puse borde y le dije que me pusiera el plato de comida, intento vestirse pero cuando le dije que queria que siguiera en pelotas, asi lo hizo. Una vez el plato servido le mande que sacara una banana, la vieja creia que era mi postre pero le ordene que se follase ella misma con la banana.
Sentada en el suelo recostada en la pared con las rodillas dobladas y bien abiertas, empezo a meterse la fruta, el espectaculo era impactante, una vieja arrugada con pequeñas tetas se pajeaba ante mi, la muy perra gozaba pues aunque no gemia, se mordia los labios y su cara delataba el gusto que le producia la banana.
Termine de comer y me tumbe en el sofa, siempre a peticion mia, vino junto a mi con la fruta dentro de su coño y sentada en el suelo me acaricio la pija, me corri cayendo la lefa sobre mi vientre le pedi que me limpiase con su lengua y asi lo hizo, volvio al suelo y me quede dormido. Cuando desperte Maxima seguia en la misma posicion.
Ella debia de salir a comprar, no le permiti que se vistiera con nada mas que la bata, le arranque un boton y desabroche otro de modo que pareciera un descuido el que se le viera el chocho. A la vueta escuche su llegada al portal, por la mirilla de la puerta vi como se desabrochaba el boton que debia de haber permanecido abierto, me senti engañado y le abri la puerta solo para darle su sosten y sus asquerosas bragas.
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