Yo y el sexo (capitulo 18)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Termino el mes y Pili (mi esposa), acepto que fuera a recogerla al maset de sus padres. Cuando llegue mi mujer me abrio la puerta vestida solo con braguitas, era señal de que a menos su padre no estaba. poniendose el dedo en los labios me ndico que guardara silencio, su madre y el niño dormian.
Me cogio de la mano y me llevo hacia la casa, por el camino contemple su cuerpo, me di cuenta de que a pesar de haber disfrutado con mi vieja vecina habia sido un gilipollas al dejar abandonado aquel precioso cuerpo. Me llevo a su dormitorio y de un empujon me tumbo sobre la cama, bajo mis pantalones cortos y sin preambulos se metio todo el cipote en la boca.
Con la polla dentro lamia como una poesesa, llevaba todo un mes de abstinencia, la puerta habia quedado abierta y tumbado vi a mi suegra medio escondida espiando la mamada que me hacia su hija, hice que mi esposa se levantara le di un beso en los labios y la tumbe, le quite las bragas y mi cabeza se hundio entre sus muslos y la lengua se junto con su raja, al poco apreto mis orejas con sus piernas, cogio mi pelo apretandome la cabeza contra su coño y solto todo el liquido retenido en su pepita. Subi hasta su boca besandole el vientre y el pecho, me sente a su lado y vi que la madre seguia mirando, le pedi a Pili que subiera a la cama y se pusiera en la posicion de perrita, me coloque detras de ella y por detras se la meti en su encharcado chocho, en esa posicion mi suegra podia ver perfectamente las tetas de su hija bamboleandose y su cara gozando y a la misma vez mi pija clavando el hambriento coño. Pili volvio a correrse, cuando yo eyacule lo hice sobre sus nalgas echando la leche sobre la espalda de mi esposa, su madre vio como salia el chorro.
Mi mujer cayo rendida sobre la cama y yo sobre sus espaldas, al poco escuchamos al niño despertarse, me puse los pantalones y fui a verlo, cuando llegue mi suegra ya lo tenia en brazos, la muy zorra tenia cara de satisfecha, cuando me paso al niño sus dedos olian a chocho mojado, sin duda la mala puta acababa de hacerse una paja a la salud mia y de su hija.
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