11 Y 12 AÑOS Y MUCHAS GANAS DE FOLLAR
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Lina, era una jovencita de de 11 años, 1.48 de altura, morena, delgada, de largo cabello negro, y de grandes ojos marrones, y su sobrino Marco un jovencito de 12 años.
1.60 de estatura, moreno y muy criado pata su edad.
Una noche, los progenitores de Lina y de Marco acordaron ir al cine, a la sesión de diez a doce, y como Lina era más responsable la dejaron a cargo de Marco.
Al chaval no le sentó bien.
Se tenía que armar y se armaría.
Esto ocurrió hace diez años.
Estaban tía y sobrino sentados a la mesa de la cocina de una casa rural gallega.
Encima de la mesa había un parchís con dos cubiletes y dos dados.
-¿jugamos al parchís o a la oca, Marco?
-Prefiero jugar al reto.
-¿Al reto?
-Sí, al reto, tú te agachas y yo te la meto.
-¡Otra más y se lo cuento a tu padre!
-¡Vale, vale! Juguemos al chavo.
-¿Al chavo?
-Sí, al chavo, tú te agachas y yo te la clavo.
-¡De esta ya no te salva ni mi caridad!
-¿Qué pasa? ¿Tan estrechita la tienes?
-¡Mira el mil hombres! ¿Te crees que tenes una estaca?
-No, la tengo de gorda como un bombín de inchar las ruedas de las bicicletas
-Sueña.
-Y de larga.
-Como la de un burro.
-No, pero la mitad.
-¡Qué fanfarrón! Enseña, venga, enseña ese pollón.
-Sí, para que se lo digas a tu padre.
-Te juro que no se lo digo.
-No te creo.
Enseña la tuya primero.
-¡Más quisieras!
Marco sabía que Lina era una curiosa.
y la lió.
-A la oca.
-¡¿Qué?!
-Que prefiero jugar a la oca.
-Vale, te la enseño yo primero, pero sin tocar.
Lina se bajó las bragas y le enseño el corte.
un corte que tenía sobre él un par de docenas de pelillos negros, si llegaba a ellos.
Marco pilló un empalme impresionante.
Lina volvió a subir sus bragas blancas, y le dijo:
-Te toca.
Enseña.
Marco se levantó y sacó la polla.
Le mediría unos 17 centímetros y era más gorda de lo normal, para su edad.
Lina abrió los ojos como platos.
Tapó la boca con una mano para no decir una barbaridad.
-¿Te gusta, Lina?
-¡Es grandiosa!
Lina tocó con un dedo la punta del glande, y la polla respondió levantándose más.
-Cógela que no muerde.
Lina la cogió con la mano.
-Aprieta fuerte.
Marta, que no abarcaba la polla con su mano, apretó lo que pudo.
Marco le folló la mano, y le dijo:
-Así de apretada te debe entrar en tu chochito.
-O más.
Marco le metió la mano dentro de las bragas.
Encontró el chochito echando por fuera.
Le metió un dedo.
La masturbó y la besó con lengua.
Dejó de follarle la mano, pero Lina ya sabía como masturbar a su sobrino.
Lo masturbo cada vez más aprisa y Marco se corrió en su mano.
Después, la mano pringada de leche, la metió dentro de las bragas y se acarició el clítoris.
No tardó en correrse.
Fue una corrida espectacular.
Comenzó con un chorro de jugo saliendo a presión de su chochito y acabó con un suspiro de paz.
Al recuperase, y después de limpiar el semen y el jugo del piso de la cocina, le preguntó a su sobrino:
-¿Cuánto tiempo hace que hechas leche?
-Un año.
¿Y tú cuándo empezaste a masturbarte?
-A los nueve años, aunque mi primer orgasmo lo tuve a los siete, jugando.
–¿Follamos de verdad?
-Sí.
Vamos a mi habitación.
Al llegar a la habitación, Lina, quitó las sábanas y la colcha de su cama, y después le dijo a Marco
-Ayúdame a darle la vuelta al colchón.
Le dieron la vuelta al colchón.
Lina se echó sobre él.
Marco, besando a su tía.
le quitó la blusa.
Vio sus pequeñas tetitas.
Chupó tettitas y pezones.
Después le quitó la falda, las braga, mojadas, y las zapatillas.
y se desnudó.
Se echó encima de su tía.
Lina le cogió la polla y la llevó a la entrada de su vagina.
Apretó los dientes y cerró los ojos mientras metía el glande.
Al tenerlo dentro respiró aliviada.
Descansó.
Besó a Marco, largamente, luego, apretando de nuevo los dientes por lo justita que le entraba, la fue metiendo hasta llegar al fondo.
Volvió a besar a Marco, que al tenerla metida a tope se corrió dentro de su tía.
Poco después, Lina, le dio la vuelta a su sobrino y lo cabalgó largo rato.
Llegó un momento el que todo era placer, y Lina, por ir de sobrada, se iba a pasar de frenada, al decirle a Marco:
-¡Te voy a follar hasta dejarte seco! ¡Teeeeee! ¡¡¡Ay Dios, ay Dios que me voy! Que me, que me.
¡¡¡¡Aaaaaaaaaaaah!!!
Lina gemía y se estremecía mientras se corría.
Tuvo el orgasmo mas intenso y largo de su vida.
Marco, al correrse por segunda vez dentro de su tía, supo lo que era la Gloria.
Al acabar de correrse, Lina, se levantó y le dijo a su sobrino:
-Ayúdame a darle la vuelta al colchón.
-¿Pero no ibas a dejarme seco?
-Secos nos van a deja si nos pillan en pelotas tu padre o el mío.
-¿Volveremos a follar?
Lina, mientras empezaba a hacer la cama, le dijo:
-Tan seguro como que hay día y noche.
Quique.
como sigue