13 años mi primer verano solo en casa de los abuelos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sebasstian28.
Soy un mexicano del norte del país y ahora tengo 33 años, gracias a un amigo conocí ésta excelente página y ahora me toca participar pues necesito contar todas mis experiencias sabiendo que hay mucha gente igual a mí que disfruta el sexo sin tabúes.
Cuando tenía 13 años mis padres y hermanos iban a pasar el verano en USA con la familia de mi madre; yo pedí que me dejaran quedarme en México después de casi 2 semanas mis padres accedieron a enviarme ese verano a casa de mis abuelos paternos en un rancho de Nayarit cerca de Puerto Vallarta.
Después de un largo viaje mi papá me dejó en casa de los abuelos. Me quedaría en el mismo cuarto con mi tío Fernie. Mi tío Fernie era un hombre como de 1.75 mts, muy moreno, de bigote y un poco de pelo en pecho muy negro, delgado, un hombre de campo soltero de 25 años. Yo en cambio era un chavo un poco alto para mi edad (desde niño fui alto), blanco, cabello castaño claro y muy flaquillo pero sobre todo bien caliente. Un mes antes del viaje había perdido la virginidad con una norteamericana en la playa y desde ese día no dejaba de pensar en sexo. En meter la verga en una conchita y sobre todo en que me hicieran un buen oral.
En la noche ver el a mi tío sin camisa me parecía excitante, nunca había visto a un hombre tan peludo pero nada podía hacer pues a la vez de excitarme me daba pena. Me daban ganas de acercarme a su cama, destaparlo y sobre todo verlo desnudo de pies a cabeza, acariciar todos esos vellos que a mi edad no tenía. A la mañana siguiente desperté con una tremenda erección, mi tío y abuelo se habían ido al campo, mi abuela cocinaba, yo ya había tomado el desayuno y bañado, comenzaba a aburrirme pues no había con quien jugar. Le pedí permiso a la abuela de dejarme salir a explorar pero me dijo que no que hasta que llegara mi tío. Entonces me quedé en la casa y cuando llegó el jardinero comencé a hacerle plática. Era un señor como de 37 años, pelirrojo y se reía de mi acento norteño, me fui detrás de él mientras regaba las plantas y limpiaba los corrales donde estaban los caballos. Estando en el corral miré a un par de niños jugando en el corral de al lado y le pregunte quiénes eran
-Ese niño, el más chiquito, es tu primo Chris, el de allá también es tu primo Orlando y ese aunque está chico es tu tío Jordan, los otros son niños de aquí del rancho-
-¿Puedo ir a jugar con ellos?-
-No creo que a tu abuela le guste…-
-¿Pueden venir ellos a jugar aquí? Sólo necesitan cruzar la barda-
Mi primito Chris al escucharnos se acercó y mi abuela me gritaba buscándome, no sabía que andaba con el jardinero, para que me fuera a comer que ya casi llegaban mi tío y abuelo. Mientras me iba de las caballerizas el jardinero conversaba con Chris y los demás niños se iban a sus casas.
A la hora de la comida, muy entusiasmado, le pregunté a mi abuela que si me podían llevar a conocer a mis primos y me dijo que más tarde vendrían a casa para conocernos y tuviera con quien jugar y así fue. Llegaron poco después de que mi tío Fernie me había paseado en un caballo.
Jordan era hijo de un tío de mi papá y tenía 12 años, mis primo Chris 6 y Orlando 10 jugabamos en el corral de atrás en una casita abandonada y a veces Jordan nos hablaba de sexo y a mí eso me ponía la verga bien dura tanto que se me notaba en el short. Siempre observaba que Chris desaparecía cuando pasaba el jardinero, todos estábamos atentos a las charlas de Jordan que ni se daban cuenta de que Chris se iba. Hasta que un día sospeché y lo seguí. Chris se iba al corral de mis abuelos con el jardinero. Cuando me subí a la barda para brincarme al corral pude ver al jardinero con una cara de placer cerca de los arbustos y al acercarme pude ver a mi primo Chris un poco agachado haciéndole un oral al jardinero. Chris no me podía ver estaba muy concentrado mamándole la verga a el jardinero yo estaba parado poco lejos detrás de él y no había hecho ruido al acercarme. El jardinero con una mano lo tomaba de la cabeza para empujarlo contra él y con la otra me hacía señas para que me acercara. Al verlos comencé a excitarme y la verga se me puso dura, me acerqué un poco más para poder verlos bien por un lado. La verga del carpintero era muy blanca y con esos vellos largos de fuego hasta los huevos, delgada que mi primo se la podía mamar muy bien sin morderla, aparte no la tenía larga sino lo contrario, chica. Comencé a sobarme la mía, empezaba a lubrircar y excitarme más y más. El jardinero sonreía y de pronto Chris volteó hacía atrás. Al vernos cara a cara me asusté demasiado, sentí que la sangre se me iba hasta los talones y la respiración se me agotaba. Nos quedamos viendo fijamente a los ojos, Chris dejó de mamársela, el jardinero sacó un cigarrillo y lo encendió. Entonces yo me fui corriendo a la casa de mi abuela.
-Si dices algo nadie te va a creer, mejor quédate callado- me dijo el jardinero mientras tranquilamente se abotonaba sus jeans y Chris un poco asustado se quedaba inmóvil.
Entré a la casa de mi abuela, ella me miró muy agitado y me dijo
-¿qué te pasa hijo?-
-Nada abue, venía corriendo porque ya me hago del baño-
-Deja te ato las agujetas podrías caerte si sigues corriendo así-
-No, no, no abue ¡Estoy bien!- y rápidamente me metí al baño. No podía permitir que me atara las agujetas porque al agacharse notaría mi erección. En el baño seguía un poco asustado pero a la vez excitado así que comencé a masturbarme, de pie frente a la tasa del baño me bajé el short y de mi trusa brotó mi verga mura, muy dura, a decir verdad era más grande que la de los demás niños y que la del propio jardinero. Con mi mano izquierda comencé a jalarme la verga de arriba abajo y con lo lubricada que estaba hacía ese típico sonido que hacen las vergas cuando las jalamos duro, con la otra mano me recargaba en la pared, no tarde ni 5 minutos en expulsar los chorros de leche caliente, era una explosión y de pronto
-Sebas ¿estás bien?- era mi abuela detrás de la puerta.
-Si abue, me duele un poco la panza quizá por la comida-
-Te traeré unas pastillas-
-No es necesario, se me pasará-
La abuela siempre ha sido muy atenta y aparte un poco metiche, yo estaba tan emocionado masturbándome y pensando en mi primito mamando esa verguita que ni cuenta me di de que estaba haciendo ruido en el baño. No podía abrir la puerta, tenía que fingir que me seguía doliendo la panza porque la erección no se me iba ¿cómo un niño de 13 años iba a salir con esa cosa dura y que lo viera su abuela? Me daba mucha pena, seguía tan caliente que ahora sentado en la tasa me masturbé por segunda ocasión pero está vez me imaginaba que era a mí a quien mi primito Chris le mamaba la verga. Cuando por fin pasó la tercera “jalada” de mi verga quedé muy satisfecho y con la verga ya más suave pude salir del baño, no podía creer que me la había jalado 3 veces seguidas pero a esa edad uno puede 3 y más. Mi abue me dijo que comiera, yo quería esperar a mi tio Fernie y al abuelo pero esa tarde no llegarían a comer porque irían a comprar pastura para los caballos. Poco después me metí a bañar y como era de esperarse aprovecharía para masturbarme de nuevo. No dejaba de pensar en lo que había visto, veía sexo en todos lados y no dejaba de pensar en eso.
Como siempre salí del baño envuelto en una toalla para cambiarme en el cuarto de mi tío, estaba secándome y me puse a observar mi verga ¿Por qué no tenía vellos? Los pocos que tenía era muy diminutos y rubios no se podía ver bien. ¿Por qué los demás tenía la verga chica? O ¿La mía era más grande? ¿Por qué después de haber experimentado la primera vez no dejaba de pensar en metérsela a tod@s? ¿Por qué se ponía dura? Y haciéndome esas preguntas ahí iba de nuevo a ponerse erecta, como estaba solo en el cuarto me puse a correr y ver como se movía cuando de pronto entra mi tío al cuarto, como pude busqué la toalla y trate de cubrirme
-estás muy blanco Sebas- me dijo mi tío mientras se sentaba en su cama
-no soy blanco, sólo me hace falta broncearme un poco-
-no, eres igual de blanco que tu mamá aunque un poco menos que tu hermano-
-hahahaha mi hermano jamás logra broncearse cuando vamos al mar-
-Julian está muy güero-
-¿por qué tu eres el único moreno en esta casa? Mis tías y tíos no están así-
-porque nací moreno, porque ando mucho en el sol y también nadando desnudo-
-¿Nadando desnudo? ¿Sin nada de ropa? Pero aquí no tienen alberca-
-En tu casa tienen y te apuesto a que no te bañas desnudo nunca-
-Claro que sí… bueno… sólo cuando era niño-
-hahahahahahaha-
-¿estás burlándote de mí tío Fernie?-
-¡pero si aún eres un niño! No tienes pelos en el pajarito-
– ¿pajarito? ¿Pudiste verme?-
-La próxima vez ponle seguro a la puerta ¿cuántos años tienes?
-cumplí 13, ya soy grande-
-¿13? Tienes la altura de uno de 16 pero la cara de uno de 10, no tienes ningún pelo. A tu edad yo ya tenía bigote y pelos por todos lados-
-Un amigo dice que porque nado mucho, yo creo que pronto saldrán-
-¿en verdad ya eres grande?-
-Sí, ya viajo puedo cuidarme solo-
-Pero si mi hermano te trajo a casa, no has viajado solo-
-es que mi mamá-
-¡Tu mamá!- me interrumpió mi tío –eres su hijo, el más chico, ella nunca te soltará de la mano-
-pero si ya lo hizo ¡vine solo de vacaciones, sin mis hermanos-
-pero nunca podrás experimentar cosas nuevas si ella siempre te está cuidando-
-en verdad no es así, ella de deja salir solo. Me voy a jugar baseball y basketball en las tardes, a patinar y andar en bici sin que nadie me cuide-
-¿eso es todo?-
-haces lo que todos hacen, apuesto que ni novia tienes-
Cada que me decía algo mi tío me hacía enfurecer, yo ya era grande, hacía lo que quería pero el insistía en que seguía siendo un niño, me daban ganas de agarrarlo a golpes total era apenas unos 5 cms más alto que yo, fácil podría pelear contra él. Era tanto el coraje que la erección se me bajó y me apresuré a cambiarme y salir de casa, me fui a lanzar piedras a la barda del corral para sacar mi furia. Luego me subí a un árbol a cortar guayabas y de pronto se acerca mi tío a orinar debajo del árbol, cuando vi que se sacaba la verga me quede callado y sin moverme. La tenía como de unos 15 cm, casi negra y demasiado peluda, no podía evitar de pensar en la mía, tenía razón era yo un niño porque recordé que se la había visto a Gabo, un compañero de clases y él ya tenía vellos , Pero si teníamos la misma edad ¿Por qué yo no tenía vellos? Quizá a los de cabello negro les salían primero, eso pensaba a esa edad estúpidamente. No dejaba de ver como mi tío Fernie se frotaba su verga mientras orinaba y la sacudía al terminar sin embargo pensaba en la mía y las pocas que había visto.
-¿Vas a quedarte como gallina en el árbol o vas a ir a jugar con los demás?- Me dijo el tío Fernie mientras se la seguía frotando –Tengo el pajarito emplumado ¿verdad? El tuyo está liso-
-Creo que voy a ir a jugar con los demás, comienzas a fastidiarme, creí que eras el mejor de los tíos-
-¿lo ves? Eres un niño, los niños juegan con niños, los hombres no jugamos-
Salté del árbol y casi me caigo de boca, era tanto el coraje que no medí la altura, mi tío sólo seguía burlándose de mí. Me brinqué la barda y me fui a buscar a mis primos para jugar con ellos. Las casas de mis tíos estaban cerca una de otra pero con corrales grandes como en cualquier rancho, todos tenían sus animales. Toqué la puerta y me dijo mi tía que los niños se había ido a clases de catecismo, si odiaba la religión antes con esto la odiaba aún más. Me regresé a la casa de mi abuela y me puse a dibujar pero ni un trazo me salía, seguía enfadado me daban ganas de irme a casa con mis papás pero eso me haría más niño, tenía que aguantar. Comenzó a llover un poco y me quedé dormido. Mi tío Fernie me despertó para ir a cenar. Miré un rato TV y después me fui a acostar, mi tío entró en toalla acaba de salirse de bañar, se la quitó y al verlo desnudo me gire para el lado de la pared para no verlo. No soportaba verlo todo peludo. En la mañana pues era lo de siempre, levantarme, desayunar , bañarme y ver en que entretenerme. Cuando salí de la casa estaba el jardinero moviendo unos costales de pastura, me asusté un poco al verlo, no sabía si saludarle o no, sólo me sentía culpable, pero una culpa que ni siquiera sabía bien por qué era.
-¿No vas a la escuela?- me preguntó el jardinero
-mis papás pidieron permiso para que nos dejaran salir a mis hermanos y a mí dos semanas antes-
-¿tienes hermanos? No se han visto ¿son igual que tú?-
-supongo-
-¿qué chingados supones?-
-no lo sé-
-¿tienes amigos-
-tenía-
-¿los mataste?-
-¿Por qué haría eso?-
-sólo eres un niño malcriado, por eso no tienes amigos-
-no tengo amigos porque apenas llegué a este rancho-
-perdón no quise ofender-
-ya ni importa-
-¿quieres ser mi amigo?-
-Sebas deja de interrumpir al jardinero- dijo mi abuela
-no me interrumpe patrona, sólo estábamos platicando pero si le molesta no le hablo más-
-Necesito ir al mandado para hacer la comida ¿podrías cuidarlo en lo que voy?-
-Sí patrona yo cuido al güerito, no creo que sea vago-
-Es muy vago por eso te pido que lo cuides, es como un burro sin mecate- dijo mi abuela riéndose.
No me interesaba ir a la tienda con ella, peor a la vez me daba un poco de miedo quedarme con el jardinero.
-¿Vas a ayudarme o sólo vas a quedarte viendo amigo?-
-¿en qué puedo ayudar?-
-Abre la puerta del corral y no dejes que los caballos se acerquen-
-¿yo solo?-
-Los caballos no muerden…tiran patadas, si se te acercan grítales o aviéntales una piedra-
-mejor no quiero ayudar-
-hahahahahahah los caballos son mansitos, sólo abre la puerta y ya, no te harán nada-
El jardinero se quitó la camisa y comenzó a mover los costales de pastura que había traído el abuelo para los caballos y cerca de la puerta de fierro no dejaba que se acercaran los caballos, apenas llevaba 3 cuando se paró frente a mí
-No dijiste nada ¿verdad?-
-¿de qué?-
-nadie te va a creer y a tu primito le gusta- dijo el jardinero y como siempre sacaba su cigarrillo
Yo me quedé callado, no tenía intenciones de decirle a nadie
-pero tú ¿cómo sabes que le gusta?-
-desde que llegué se le notaba y poco a poco se dieron las cosas-
-¿qué se le notaba?-
-que le gusta esto- dijo agarrándose su bulto –además es chiquita no pasa nada-
-¿y si fuera grande?-
-¿quieres verla?-
-¡no! Era sólo una pregunta, no es que la quisiera ver-
-faltan pocos costales y tu abuela se va a tardar ¿no quieres verla?-
-no, ya dije que no…-
-¿seguro?-
-no…-
Al oír que mi voz era insegura no dudó en sacársela y enseñármela, sí era chica y muy peluda, pelos, pelos pelos, todo mundo tenía pelos menos yo
-¿Quieres tocarla?-
-¿por qué a Chris le gusta?-
-¿a ti no te gusta?-
-Se ve bonita peluda-
-tocala, no le diremos a nadie-
-bájate bien el pantalón quiero ver bien los pelos-
Y eso es todo lo que vi porque luego se la guardó y siguió trabajando como si nada pasaba. Pasó un rato para que llegara mi abuela y yo ya sabía que después de comer podría ir a jugar con mis primos, sólo esperaba que no fueran a la iglesia hoy. Parecía un día de suerte porque estaban en casa de mi tía cuando llegué. Chris, Orlando y yo fuimos a buscar a Jordan (que a pesar de ser mi tío por la edad no le llamaba así). Decidimos que jugaríamos a las escondidillas, yo quería jugar basketball pero no había cancha y ni hablar de baseball ellos ni sabía como se jugaba.
Yo me ofrecí a ser el que los buscaría, eran sólo 3 no tardaría en encontrarlos peor no contaba con que jugaríamos en todos los corrales. Al primero que encontré fue a Chris, estaba detrás de una lavadora, no era un buen escondite, juntos fuimos a buscar a los demás y encontramos a Jordan, estaba arriba de un pino, Chris lo vió y me dijo, él ya sabía dónde solían esconderse cuando jugaban, pero Orlando ya había llegado a salvar a los demás por lo que perdí y tenía que volver a buscarlos, era muy torpe me ganaban en ese juego hasta que Orlando dijo que él nos buscaría. Jordan como siempre ganaba para los árboles, yo me fui a meter en una casa que estaba al fondo y Chris iba detrás de mí. La casa estaba en ruinas, de esas que dejan a mitad de trabajo, no tenía techo y comenzaban a crecer arbustos dentro de ella, había unos tambos con maíz y nos escondimos detrás de ahí, agachados Chris se acercaba a mí y yo aprovechaba para manosearlo, le agarraba sus nalguitas y él no decía nada. Ya con confianza y atreviéndome más le metí la mano debajo de sus jeans y arriba de su trusa y el seguía quieto, le pregunté que si le gustaba pero no decía nada, entonces tomé su mano y se la puse sobre mi verga aún con short y el la sobaba suavemente, mi verga ya estaba muy dura, la sangre me bombeaba a mil, tenía miedo de que Chris fuera a asustarse y gritar pero era cierto lo que dijo el jardinero, a Chris le gustaba. Me puse de pie y me la saqué, no tuve que decir nada; Chris se acercó y comenzó a mamarmela. Apenas sentí su aliento cerca de mi verga y yo ya sentía que casi se me venían los mecos. Su pequeña boca mordía un poco mi glande pero él trataba de chuparla bien.
Yo cerré los ojos y me dejé llevar, de pronto me llegó un pánico de que nos pudieran ver, me guardé la verga y le dije que saliéramos, cuando íbamos corriendo Orlando nos vió y perdimos, mi verga del susto que me había llevado estaba un poco flácida. Y así estuvimos jugando un rato, en cada ocasión que podía no dudaba en poner a Chris a mamarmela. Sabía que hacía algo malo pero en realidad era algo que deseaba hacer, no me importaba que fuera alguien de mi mismo sexo, menos que fuera un niño y aún menos que ese niño fuera mi primo, yo sólo deseaba satisfacerme. Casi oscurecía cuando me acompañaron a casa de mi abue. En casa de mi abue yo me quedaba callado y aislado sentía que si platicaba mucho con ellos se me saldría decirles lo que había experimentado, lo que había visto y lo que tanto deseaba hacer. Pasaron las dos semanas y mis primos salieron de vacaciones, yo ya podía pasar más tiempo con Chris pero al parecer mi tía tenía planes de llevarlos al mar 15 días. Un día estando con Jordan me dijo que fuéramos a la casa donde guardaban los tambos de maíz, ahí sacó un par de cartas de baraja pero con imágenes de mujeres desnudas. Ni siquiera le pregunté por qué hacía eso, se las arrebaté de las manos y les di un vistazo rápido, luego las dividimos y las veíamos detalladamente.
-¿Habías visto una antes?- Dijo Jordan
-Por supuesto-
-Eres un mentiroso-
-Claro que no, tú de seguro eres virgen-
-el virgen eres tú-
-¿dónde las conseguiste?-
-Me las robé-
-¿A quién?-
-Bueno no me las robé un día las encontré-
-¿Conoces a Balta?-
-No, ¿quién es?-
-Baltazar. El señor que le ayuda a mi tío. El de cabello rojo que va a tu casa-
-¿el jardinero?-
-Ese mero-
-¿A él se las robaste?-
-¡No! Un día el dejó un puño debajo del árbol donde se sienta a fumar y cuando se fue yo agarré estas 5, pero se las voy a regresar-
-si se las regresas sabrá que se las robaste-
-entonces no las regresaré- dijo Jordan
-¿y para que las quieres?-
-Cuando me meto al baño las veo y me imagino cosas ¿por qué tienes la verga parada?-
-¿qué? ¡Yo no tengo la verga parada!-
-¡Cállate nos van a oir! ¿Por qué siempre hablas tan fuerte y así de chistoso?-
Me agache después de que se agachó Jordan y comenzamos a ver las cartas, esas mujeres de pechos grandes y las vaginas sin pelitos, siempre abiertas de pies o en 4 como de posición d eperrito. En casa no había experimentado ver porno, salvo algunas veces que iba de visita a casa de mi amigo Gabo. Ahora estaba solo y podría ver eso y más, claro si Jordan tenía acceso a más pornos o si me hacía amigo del jardinero. Cuando mi verga se puso aún más dura Jordan me dijo que a él también se le había puesto dura, dijo que las comparáramos, me aseguró que la de él sería más grande pero no fue así, lo que sí es que él ya tenía un poco de vello púbico y cuando me dijo que porque yo no tenía ya no quise que volviéramos a vérnoslas.
Mientras acampaban a mi primo Orlando le pasó un accidente en su pie, creo le pico un animal, el caso es que tuvieron que regresar antes de tiempo de la playa y él debía tener reposo en cama. Eso era bueno para mí, así podría pasar más tiempo con Chris a solas. Extrañaba sentir sus dos pequeñas manos agarrando mi verga, el calor de su boca cuando me la mamaba… Le pedí permiso a mi tía de usar las bicicletas y salir con Chris a pasear y ella dijo que de igual manera podríamos ir a bañarnos en algún manantial para que no sintiéramos mucho calor, sólo pedía de favor que regresáramos antes de comer y que no nos cruzáramos la vía del tren. Agarramos las bicis y nos fuimos al segundo manantial, en el primero siempre había mucha gente y en el segundo tendría más oportunidad de estar a solas con Chris. Cuando llegamos había 3 señores bañándose y un niño. La gente del rancho se conocía muy bien y nos invitaron a meternos al manantial, ya traíamos el short listos para bañarnos y nos metimos al agua fresca. Todo era normal, un señor nos preguntó sobre mi abuelo y el papá de Chris, dijo que los conocía y me sorprendía que conociera a mi papá, luego nos dijo que podíamos saltar desde el árbol, ellos se bañaban en pura trusa blanca y por el color oscuro de sus vellos se les podían notar a través de la trusa mojada, tenían cuerpos firmes de trabajadores del campo y los brazos muy quemados por el sol, sólo uno era velludo, los otros dos no. Para subir al árbol un señor me ayudó
-¿Cómo te lamas güerito? ¿te llamas igual que tu padre?-
-Sí.-
-Cuando te avientes no tengas miedo, sólo aviéntate y trata de brincar lo más lejos, no hay piedras-
Y yo sin miedo me aventé, era divertido, Chris no quiso porque tenía poco de haber aprendido a nadar, me dijo que si lo podía cargar y llevar a lo hondo, y era ahí cuando yo aprovechaba para tocarle su culito y sacarme la verga del short ya dura para que me la agarrara. Los señores y el niño estaban saltando y divirtiéndose sin sospechar nada peor no tenían intensiones de irse pronto.
-¿Te gusta?- le pregunté a Chris
-La tienes grande- me dijo Chris
-¿Pero te gusta?-
Chris no respondía sólo me la jalaba un poco sin decir nada. Le dije que si íbamos a otro lugar y dijo que había un antiguo almacén con un sótano. Cuando se me pasó la erección nos salimos del agua y esperamos un poco para secarnos, nos despedimos de los señores y agarramos las bicis, teníamos que cruzar la vía para llegar al almacén y nos pusimos de acuerdo para no decirle nada a mi tía. Le dimos una vuelta al almacén y no había nadie, dejamos las bicis debajo de un árbol y fuimos al sótano, tenía miedo de que nos saliera una serpiente pero lo único que había era un par de ranas. Rápidamente me baje el short y brotó mi verga ya dura, le bajé el short a Chris y nos empezamos a besar, la verdad Chris no sabía besar era muy bruto y dejaba mucha baba
-Chúpamela- le dije a Chris y en sin dudar se incó y se puso a darme una de las mejores mamadas de mi vida
-¿Te gusta?- Chris no respondía nada
-No le digas nada de esto a tu mamá Chris ni a nadie-
-No, a nadie le diré nada-
-¿Te la han metido?-
-Sí peor no tan grandes-
-¿Me dejas que te la meta?-
Se quedó callado sin decir nada, lo voltee y le dije agáchate poquito y levanta el culo.
Le acaricié las nalguitas que tenía, eran chicas como de cualquier niño y se las abrí para buscar su culito donde la metería. La verdad es que no podía metérsela. Era la primera vez que la metería por un culo, yo no tenía idea de que ocupaba dilatarlo y lubricante para que pudiera entrar bien. Lo intentamos así a secas y era sumamente doloroso, casi imposible de penetrarlo
-Ponte saliva en la verga- me dijo Chris, ya sabía bien como hacerlo
-Se ocupa mojadita para que entre ¿verdad?-
-Sí y para que no me duela-
Escupí sobre mi verga y al comenzar a rosársela en sus nalguitas lubriqué un poco, estaba nervioso de que nos pudieran descubrir haciendo esas cosas. Empecé a metérsela y Chris pujaba, sentía como la cabeza de mi verga ya pelada se abría camino en el estrecho culito de Chris, el nomas pujaba y decía que despacio, pero cómo iba yo a penetrarlo despacio si me moría de ganas por hacerlo, sin dudarlo se la dejé caer casi de golpe y pegó un grito
-ay me duele, me duele ¡Sácamela, sácamela que me duele mucho!-
-Aguántate poquito Chris apenas entré-
-no, ya no por favor me duele-
-¿me quieres?- me encurvé un poco para decírselo en el oído
-sí..-
-entonces aguántate, a mí también me duele, estás bien apretado-
Y ya teniéndolo así comencé a empujarle más y más la verga, su culito estaba dilatándose y permitiéndome entrar bien en él. Lo agarré de los brazos y empecé a darle duro para saciar mi hambre de sexo sin darme cuenta de que lo estaba lastimando
-Ya no quiero- me dijo Chris
-Sí, sí quieres, ahorita te va a dejar de doler-
-No, deveras que ya no quiero-
-¡Qué te aguantes te digo- y le seguí dando duro
-¡Que ya no!- me dijo Chris enojado
Me asusté un poco al verlo enojado y se la saqué, después de discutir un poco me dijo
-Si quieres te la mamo-
-Sí, sí quiero-
-pero limpiala-
Busque algo y no había nada, así que nada más le eché un poco de agua y la enjuagué, me paré frente a Chris y lo puse a mamarme la verga. Puse mis manos detrás de su cabeza y lo empujaba para que se esforzara en mamármela más profundo, sentía sus dientes rosar mi glande y eso me excitaba mucho, se me olvidó por completo dónde estábamos y le seguí cogiendo su deliciosa boca, mie verga estaba toda ensalivada por Chris y él de vez en cuando se quitaba para poder respirar
-No pares Chris, vamos bien, ya casi termino-
-La tienes grande y no me cabe toda, no me empujes, siento que voy a vomitar-
-tú puedes, sólo abre más la boca para que no me muerdas-
-pero no me empujes-
-está bien peor ya mámamela más por favor-
Y así Chris se incó y empezó a mamármela y yo sin empujarlo, sin tocarle la cabeza, puse mis manos en sus hombros y de vez en cuando le acariciaba las mejillas, de pronto sentí que ya me iba a venir y no pude evitarlo lo tomé de la cabeza y lo dejé inmóvil de esa manera yo tenía el control de la situación, le cogí su boquita menos de un minuto pero a una velocidad mayor de tal manera que movía mi verga en su boca entrando y saliendo, mi respiración empezó a agitarse y no pude detenerme más. Lo tomé fuerte de la cabeza y empecé a echarle los chorros de semen en su boca, sin avisarle. Sentí claramente como salían chorros y chorros disparados de mi verga directo a la garganta de Chris, el trataba de quitarse y yo lo agarraba más fuerte contra mí hasta la última gota, Chris como podía empujaba el semen fuera de su boca pero una parte no pudo evitar tragársela, cuando por fin le saqué mi verga de su boca aún dura Chris escupió y comenzó a toser, a eructar como si fuera a vomitar y subió las escaleras corriendo, se reclino en el árbol donde estaban las bicicletas, sus ojos estaba llorosos y tenía restos de semen escurriendo de su boca-
-¿Estás bien Chris?-
-No me gusta la leche, quiero agua- decía mientras tocía y escupía
-Esto va a ser nuestro secreto, nadie debe saber-
-Si le digo a mi papá me pegará otra vez-
-Entonces no le diremos a nadie ¿verdad?-
-no, no. No, a nadie pero dame agua-
Tomé la botella de agua que traía en la bici ye le tire un poco en la cara para que se enjuagara y después se la di para que tomara agua. Descansamos un poco. Mi verga estaba totalmente satisfecha, nos subimos a las bicis y cruzamos la vía rumbo a casa. No platicamos nada, todo era en silencio, cuando nos topábamos a alguna persona en el camino sólo decíamos “buenos días” y seguíamos pedaleando. Poco antes de llegar a casa me detuve y Chris detrás de mí, lo agarré de la mano y le dije
-¿te gustó-
-todo menos la leche-
-la mamas muy rico Chris pero quiero metértela más ¿ya no vas a dejar que te la meta?-
-no sé-
-¿por qué? ¿ya no quieres? ¿Qué hice mal? ¿Qué no te gustó?-
-bueno sí…-
-¿sí vamos a coger más?-
-Sí pero otro día, me duele todavía y más cuando me subo a la bicicleta-
-ya casi llegamos, no vayas a decir nada-
Y así seguimos pedaleando a casa, nos encontramos con Jordan que ya lo habían mandado a buscarnos, él y yo nos venimos juntos en la bicicleta, la de Chris era más chica, le dijimos que estábamos saltando de los arboles al manantial. Cuando llegamos a casa de mi tía sólo le dije que ya tenía que irme a comer a casa de mi abuela, entré a saludar a Orlando y ver como estaba su pie y después me fui a casa no sin antes repetirle a Chris en el oído que nos veríamos mañana para repetir.
Nunca olvidaré el primer culito que me cogí.
En ésta página me siento bien, se que no soy el único que ha hecho esto y se que tampoco son el único que disfruta el sexo sin tabues.
Sebastian.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!