3 angeles
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Esoentucabeza.
Mi nombre es Roberto y quiero contarles como inicie una bonita relación con mis tres hijas, ellas se llaman Angélica de 22 años, Clara de 21 y Rita de 20 años. Todo comenzó cuando ellas tenían 8, 7 y 6 años. Mis niñas siempre han sido muy apegadas a mi porque las consiento y las mimo desde que eran unas bebecitas. Afortunadamente tengo un trabajo estable y mi esposa también tiene un buen puesto en una universidad particular . Siempre hemos sido muy abiertos en la familia y era común andar en ropa interior cuando estábamos descansando.
Con mi esposa Berta, siempre he mantenido una vida sexual satisfactoria y hasta la fecha nos seguimos queriendo mucho. La cuestión es que con motivo de una convención que mi esposa tuvo en los Estados Unidos, tendría que salir y dejarnos solos a mis bebecitas y a mis por cinco días. Convencimos a una cuñada para que por favor las llevara temprano a la escuela y yo en la tarde me haría cargo de ellas. El primer día, que era jueves, acudí muy puntual a la escuela y mis niñas ya me estaban esperando, fuimos al supermercado para comprar los víveres de la comida, pero ellas, sabiendo que podían ser consentidas mas de la cuenta, mejor pidieron que comprara unas pizzas y con eso tenían para comer y cenar. Solo compramos lo indispensable para ya no salir y al regresar a nuestra casa, ordenamos las pizzas por teléfono.
Mientras esperábamos al repartidor, mis niñas se quitaron el uniforme y se pusieron a jugar en ropa interior, permítanme describirles a mis pequeñas: Angélica es blanca como su mamá, con cabello negro y ensortijado, con unos ojos negros muy bonitos y a esa edad, lo único que hacia distinguirse de sus demás compañeritas de la escuela, eran sun nalguitas, redondas y muy levantaditas, unas piernas gruesas y muy bien formadas.
Clarita, estaba un poco pasadita de peso, pero tenia una figura muy femenina, tanto que de las tres era la que tenia mas creciditas sus tetitas y una boca pequeña, con unos labios gruesos, muy sensuales, su cabello es castaño, lacio y le lleha a los hombros. Rita, la mas chiquita, estaba delgada y parecía ser la menos agraciada de las tres, le encantaba que la peinaran con dos colitas y tenia "algo" que hacia que todos los que la conocían, la quisieran mucho. Todas tenían la misma estatura: 1.55 mts. Cuando llego la pizza, se pusieron muy contentas y encendieron la tele de la sala, para poder ver una película mientras comíamos, ellas se sentaron en la alfombra y se veían bonitas, muy inocentes. todo se desarrollaba normal, pero al estar comiendo, angeliquita me pidió que le sirviera refresco porque se le había atorado la pizza y comenzó a toser mucho, rápidamente le acerque un vaso y ella lo bebió casi de un solo sorbo. Al verla sentada con sus piernitas abiertas, en posición "flor de loto" alcance a ver que su calzoncito se había corrido un poco a la derecha y podía ver como su pubis estaba completamente lampiño, sus labios vaginales eran muy gorditos y la rayita que los separaba estaba chiquita.
En ese momento mi miembro brinco excitado, pero yo me recriminaba, que como era posible que pudiera sentirme excitado con mi hija, pero no podía evitarlo, era una realidad. Salí al patio trasero a fumarme un cigarro y mis manos temblaban de la excitación que tenia. Pensaba que debía de controlarme, pero la voz de mi hija angélica me saco de mis pensamientos. – papi, hace mucho calor, me puedo bañar? Claro que si, mi niña. Pero deberías de reposar un poco, porque acabas de comer, le conteste. Sonriendo, ella dijo que si y que se iba a jugar con sus hermanas.
Regrese a la sala y pes pregunte si tenían tarea que hacer, ellas contestaron que no y siguieron jugando. Como a las cinco de la tarde, angélica me pregunto si ya podía bañarse, contestándole que si, no había ningún problema, las mas chiquitas escucharon y también quisieron bañarse. Les prepare el baño y como en la casa tenemos dos baños completos, uno en mi recamara y otro para las niñas, les dije que si querían bañaras todas juntas, o una por una. Todas quisieron bañarse al mismo tiempo y corrieron a cambiarse. Cuando ellas se metieron a la ducha, me dirigí a la recamara de angélica (porque clara y Rita tienen otra recamara) y busque las pantaletitas que se había quitado, al verlas sobre la cama, mis manos temblaron y las toma, vi que en la entrepierna, había una mancha de humedad, al olerla, supe que eran orines.
Mi miembro me apretaba dentro del pantalón y me sentí muy excitado, pensaba masturbarme con el calzoncito de mi hija, pero me di cuenta que nunca me había masturbado de esa manera. Estaba pensando que hacer, cuando mis niñas me pedían a gritos que fuera al baño. Pensé que había pasado algún accidente y abriendo la puerta del baño, vi que la cortina de la ducha estaba en el suelo y (lo mejor) mis niñas desnudas con sus brazos recogidos sobre su pecho, sus vaginitas escurriendo agua, un espectáculo hermoso, sin duda alguna. Rita, la mas chiquita, me dijo que estaban jugando y que por eso se había caído la cortina. Les dije que no había ningún problema y cuando me agache a recoger la cortina, las tres al mismo tiempo comenzaron a arrojarme agua, quedando empapado, contentas con su "gracia" solo se reían con ganas. Les dije que también me tenia que baña porque si no me enfermaba, ellas me pidieron: te quieres bañar con nosotras papi? Comencé a desnudarme, pero mi miembro ya excitado no permitía que me quitara el pantalón, me metí a la ducha con mi trusa y ellas riendo comenzaron a bajármelo hasta quedar desnudo como ellas. A pesar de que el baño es amplio, los cuatro quedamos muy apretados, las tres querían estar junto a su papa y yo me senté en la orilla de la tina, pero ellas comenzaron a pelearse. Me enoje con ellas y como las mas chiquitas eran las mas peleoneras, le dije que si seguían así, se acababa el baño y cada quien a su recamara. Como son muy consentidas clara y Rita dijeron que ya no se querían bañar y salieron de la ducha muy enojadas.
Les dije que no era para tanto, que no había sido un regaño, que regresaran, pero ellas agarraron sus toallas y dijeron que mejor se ducharían en su baño. (bendito carácter heredado de su mamá) para no contrariarlas, iba a salir de la tina, cuando la mano de angeliquita, me detuvo diciéndome: -déjalas papá, total, así nos bañamos nada mas nosotros. Sin pensarlo mucho, le conteste que solo pondría de nuevo la cortina para que no se mojara mucho el baño, después de acomodar la cortina, cerré bien la puerta del baño con seguro, angélica me pregunto que por que ponía el seguro, contestándole que para que no dieran lata sus hermanas.
Ella sonrió y me dijo: apúrate por que si no, el agua caliente se acaba¡ me puse debajo de la regadera dándole la espalda a mi niña y ella me dio una nalgada sonriendo, no dije nada y comencé a enjabonarme, cuando me quite el jabón del cuerpo voltee hacia ella y se quedo sorprendida al ver mi miembro erecto, no es muy grande, pienso que es normal, algo como 17 centímetros, pero no dijo nada. Le pregunte si quería que la bañara, ella sonriendo dijo que si, y tomando el jabón comencé a pasarlo por sus brazos, las axilas, el cuello, su espalda, sus pequeños peoncitos comenzaron a eructarse, la puse de espaldas a mi y le dije que abriera sus piernitas para enjabonarla mejor, al sentir mis dedos enjabonando su panchita, abrió mas sus piernas, recargándose mas en mi, quedando mi miembro erecto en su espaldita, al sentirlo, soltó un pequeño gemido, le pregunte que si la lastimaba con mis dedos, ella contesto que no, que estaba bien y que sentía muy rico. Con mis dedos busque su pequeño clítoris y comencé a frotarlo suavemente, ella solo recargo su cabecita en mi pecho y se empujo hacia atrás, tratando de sentir mi miembro en su espalda. Todo iba muy bien, pero de pronto quisieron abrir la puerta del baño, por lo que suspendí mi masaje a la vaginita de mi niña. Eran mis otras dos bebés que querían que les diera permiso para salir a jugar, les dije que esperaran porque ya salimos de bañarnos. Envolví a angélica en una toalla y le di un ligero beso en los labios, ella no dijo nada pero tampoco se quito. Me puse una bata y salimos del baño, las pequeñas ya se habían cambiado, pero hacia falta que las peinaran, angélica me dijo que no preocupara, que ella las peinaría para que pudieran salir a jugar. Me recosté en la cama y pensaba hacerme una "puñeta" (masturbación) porque angeliquita me había dejado muy caliente, solo esperaba que las tres salieran a jugar, para poder masturbarme. Después de unos 15 minutos entraron a mi recamara clara y Rita, a pedirme permiso para irse a jugar, solo les dije que no se ensuciaran mucho y que se portaran bien, me extraño que angélica no las acompañara. Una vez solo, busque una película porno, para poder masturbarme a gusto, me acosté y cuando le daba playa al DVD, tocaron a mi puerta. Era angélica, que me preguntaba si podía acostarse un rato conmigo, solo traía el pantalón de su pijama y una camisetita de tirantes muy delgada. Solo atine a decirle que con gusto, no había ningún problema.
Ella se acurruco dándome la espalda, viendo hacia la televisión. Pase mi brazo izquierdo debajo de su cuello y mi mano derecho quedo sobre su estomago, sobre su camiseta comencé a acariciarle el ombligo y ella se movía inquieta, pero no cambiaba su posición, mi miembro, comenzó a eructarse y se alojaba en la rayita que divide las redondas y paraditas nalguitas de mi niña. La estrecha mas a mi y comencé a besarle el hombro derecho, ella temblaba, pero no decía nada. Al ver que no había rechazo, le dije: -sabe mi niña que la quiero mucho? Ella solo contesto que si, que también ella me quería mucho y que le gustaba que la abrazara como ahora. Pase mi mano derecha por su mejilla y cuela, diciéndole lo suave que tenia su piel, ella solo sonreía. Le dije suavemente: angeliquita, me dejas que te de un beso? Ella dijo que si, pero que no sabia besar, le conteste que solo se dejara llevar. Ella volteo su carita y me ofreció sus labios, al principio los mantenía cerrados y como yo no quería asustarla, la besaba suavemente, primero su nariz, sus mejillas, sus ojos y finalmente sus labios, me gustaba sentirla temblar ante esta caricia, pero de pronto ella tomo mi cara con sus manitas y mirándome a los ojos me dijo: papito. No quiero que te enojes, pero me puedes enseñar a besar como lo haces con mamá? Le dije que si, que entreabriera sus labios para enseñarle. Ese primer beso lo recuerdo como si fuera ayer, sentirla vibrar, suavemente introduje mi lengua en su boca buscando la suya, cuando entendió que es lo que quiere, tímidamente hizo contacto con su lengua, rozando la mía, en ese momento, mi pene, estaba completamente erecto y ella lo podía sentir recargado en su cadera.
Después de 10 minutos de besos, le pregunte si le había gustado, ella sonriendo contesto que era maravilloso. Le pregunte si quería seguir con los besos, ella solo comenzó a besarme, sacando ya mas atrevidamente su lengua para enredarla con la mía, entre beso y beso le pregunte si me dejaba acariciar su cuerpecito. Ella me contesto: que si como cuando me estabas bañando? Le dije que si le había gustado, ella me dijo: sentí muy rico, si¡ si quiero que me acaricies. Sin dejar de besarnos, lleve mi mano derecha directamente a su entrepierna y pude sentir sobre la tela, que mi niña estaba muy caliente de su partecita, así que ya sin medir las consecuencias, introduje mi mano debajo de su pijama y comencé a acariciar sus pequeños labios vaginales, ella solita separaba las piernas para permitirme mejor acceso, saque mi mano y llenando mis dedos con saliva, volví a acariciar a mi niña, su clítoris estaba muy duro y podía sentir lo caliente que tenia su vaginita, con un dedo en su clítoris y otro tratando de meterlo en su pequeño hoyito vaginal, ella cerro de pronto sus piernas, quedando mi mano entre ellas, me detuve para preguntarle si le había causado daño, pero ella me contesto: por que te detuviste? Estaba sintiendo muy bonito¡ era posible que mi niña estaba por alcanzar su primer orgasmo? Le pregunte si quería sentir mas rico que con mis dedos, ella muy emocionada me pregunto que como podría ser? Le dije que tenia que quitarle su pijama para poder "comerme" su panchita. Ella divertida me pregunto que por que le decía panchita a su vaginita, le conteste que tenia muchos nombres, pero a mi me gustaría que nosotros le dijéramos "panchita", divertida se quito el pantalón de su pijama y me pregunto: y ahora que hago? Le conteste que solo se recostara y separara su piernitas, así lo hizo y volvió a preguntarme: y ahora? Le dije que con sus deditos, separara sus labios vaginales y me mostrara como tenia su panchita. Delicadamente ella separo sus labios vaginales y vi que su interior era de color rosita, comencé a besarle su hoyito y ella solo gemía suavemente, cuando trate de introducir mi lengua en el fondo de su vaginita ella exclamo: ahí¡ que rico, sique papi, me gusta¡ empecé a succionar su clítoris y después de 5 minutos ella me decía: papi, creo que me orino¡ que rico¡ le dije que no se iba a orinar, que pronto tendría su primer orgasmo y apretó fuertemente mi cabeza en su panchita, como queriéndome enterrar en su pequeño sexo. La deje descansar y al incorporarme para besarla de nuevo, vi que tenia sus ojitos cerrados y una sonrisa de satisfacción en el rostro. La bese suavemente y ella echo su brazos alrededor de mi cuello, besándome ardientemente diciendo: gracias papi, ha sido muy rico, me encanto que me "comieras" como yo estaba muy caliente, le pregunte si ella me quería acariciar, ella me dijo que le explicara como debía de hacerlo, sonriendo me abrí la bata, dejando ante sus ojos, mi miembro que estaba por reventar.
Le dije que lo tomara en sus manos y que lo acariciara de arriba abajo, sus manitas estaban calientitas y sudorosas de la emoción, puse mi mano encima de la de ella y le enseñe como debía de moverlas, después ella solita me puñeteaba la verga, cuando empezó a salir el liquido pre seminal, le pregunte si quería probarlo, ella sin decir nada, saco su lengua y pasándola por la punta de mi pene, recogió el liquido, se sentó a un lado mío, con las piernas abiertas y degustando el liquido pre seminal me dijo: esta saladito papi, que es? Le explique que cuando un hombre se calienta, ese liquido se volvía mas espeso, hasta convertirse en "lechita" pero para que saliera, tenia que darle muchos besos a mi verga, ella solo sonrió y abriendo su boca suavemente comenzó a tragarse la cabeza de mi miembro, al sentir sus labios calientes, creí que iba a explotar de tanta excitación que sentía, pero trate de controlarme, pero lo que me ayudo, fue que ella sin querer rozo con sus dientes mi glande y haciéndome exclamar un grito de dolor. Ella asustada me pregunto que si me había dañado, le conteste que si, que no debía de usar sus dientes, tomando su manita le comencé a chupar un dedo, explicándole que ella, así lo tenia que hacer, cuando creyó haber entendido, volvió a mamarme la punta del pene, le dije que tratara de meter lo mas que pudiera, pero como aun estaba muy chiquita, mi bebita solo pudo llegar a la mitad del tronco.
Tomándola de las piernas le dije que se pusiera encima de mi, para poder hacer un "69" ella puso sus piernitas a la altura de mi cabeza y tomándola de sus nalguitas, acerque su panchita a mi boca, al sentirme ella apretó mi pene con su manita, le dije que siguiera mamando el pito de papá, ella volvió a introducir mi miembro en la boca, muestras que yo trataba de meterle lo mas que podía mi lengua en su hoyito vaginal, después de unos tres minutos, me fue imposible, aguantar mas y le dije: "mi niña, ya esta por salir la lechita de papá, quiero pedirte que te la tomes y trates de no desperdiciar gota alguna" ella como pudo dijo que si, ya que tenia mas de media verga mía enterrada en su boquita, tomando su cabecita entre mis manos, deje solo el glande de mi miembro en su boca, comenzando a soltar chorros de semen en su boca, ella trataba de tragar todo lo que salía de mi pene, pero fue imposible, cuando termino mi eyaculación, ella aun tenia mi verga en su boca, así que haciéndola rodar a su lado derecho, me enderece aun con mi verga erecta y pude ver que tenia bastante semen en su labio superior y una gota le escurría en la nariz, ella al verme sonrió y me pregunto: papi, te gusto como me comí toda tu lechita? Le conteste que había sido algo maravilloso, que la amaba y que era mi niña consentida. Le pregunte si le había gustado la leche de papá, ella me contesto que tenia un sabor muy raro, pero que no le era desagradable. Le advertí que era un secreto entre los dos, ya que ni sus hermanitas ni su mamita, deberían de saber lo que habíamos hecho, porque si no, a mi me iba a ir muy mal. Ella me dijo que no me preocupara, que le había gustado mucho lo que habíamos hecho y que por nada del mundo quería que fuera la única vez que lo hacíamos, me pregunto si lo podíamos volver a hacer, pero le dije que ya estaban por venir sus hermana, si quería, le podría comer otra vez su panchita y que en la noche podríamos seguir jugando, cuando sus hermanitas estuvieran dormidas. Ella sonriendo me beso y abrió sus piernitas para que le volviera a hacer el sexo oral. Después de que se vino dos o tres veces, nos quedamos dormidos hasta que tocaron la puerta de la casa.
sin muchas ganas, tuve que ir a abrir, eran mis otras dos bebecitas, Clarita y Rita, que venían de jugar. Les pregunte que como les había ido y muy contentas me respondieron que se habían divertido mucho, preguntaron por su hermana mayor y corrieron a buscarla. Afortunadamente Angeliquita ya estaba vestida, viendo la televisión en mi recamara, sus hermanitas se acostaron con ella y yo que quede en la sala, pensando la suerte que tenia, al haber podido iniciar a mis niña en los juegos sexuales.
Ya entrada la noche, cenamos y escuchamos música hasta que las tres niñas dijeron que tenían sueño y se querían acostar, se fueron a cambiar de ropa y en eso timbro el teléfono, conteste y era mi esposa, que inquieta me preguntaba como me había ido en mi primer día con las niñas. Le conteste que bien, que no daban problemas y que ya estaban por acostarse, llame a mis bebas para que hablaran con su mamá y después de despedirnos, se fueron a dormir.
Me bañe para disponerme a dormir y como veía que Angélica no venia a mi recamara, pensé que ya estaría dormida y me acosté, para descansar. Estaba quedándome dormido, cuando sentí una mirada que me inquieto y abrí los ojos, angélica estaba parada a un costado de la cama, observándome detenidamente, solo tenia puesta una camiseta y sus pantaletitas. Le comente que me había asustado y ella sonriendo me contesto que solo estaba esperando a que sus hermanitas estuvieran dormida, para poder seguir "jugando" como en la tarde.
Hice a un lado las sabanas, invitándola a acostarse, ella se acomodo del lado izquierdo de la cama y abrazándome me dijo: Papi, quiero que me "comas" mi panochita como en la tarde. Solo la bese y de inmediato ella correspondió a mis besos, pero se notaba que estaba ansiosa de gozar, así que sin perder el tiempo le pregunte que si había puesto seguro a la puerta y ella se levanto para colocarlo. Le pedí que prendiera la luz y que por favor se desnudara, sonriendo se quito si camiseta y lentamente deslizo sus calzoncitos. Cuando se estaba acomodando en la cama, le dije que colocara sus pies a los lados de mi cabeza y que poco a poco se fuera inclinando, para que quedara sentada en mi cara, con su vaginita directamente en mi cara. Al hacerlo, vi cono su panochita se abría un poco, dejándome ver lo rosadito de su interior, cuando al fin sentí sus pequeños labios vaginales en mis labios, comencé a deslizar mi lengua por toda su rayita, hasta llegar a su pequeño anito, al sentir mi lengua, se estremeció y me dijo que sentí muy rico, acariciando sus nalguitas, seguí mamando su conchita hasta que comenzó a respirar agitadamente, llenando mis labios con su néctar tan delicioso, se sostuvo con sus manos de la cabecera de la cama, porque se le habían ido sus fuerzas, por el orgasmo sentido.
La tome de su espalda y la recosté en la cama, ella estaba como desmadejada y dándole besos tiernos, le pregunte si le había gustado la forma en como le mame su panochita. Ella sonriendo, me dijo que había sentido mas placer que en la tarde, que cada vez que le comía su vaginita, sentía mas rico. Cuando se repuso, me pregunto si quería que ella me comiera mi pito. Escuchar esta palabra salir de sus labios, no podía creer, que mi pequeña nenita, tuviera el poder de excitarme solo con sus palabras.
Acostado como estaba, ella se recostó, quedando su cara en mis muslos y tomando mi miembro con su manita, comenzó a acariciarlo, lo observaba detenidamente y besaba la cabecita, sacando su lengua comenzó a recorrer mi verga y con su otra manita, acariciaba mis testículos. Mi excitación era grande y le suplique que por favor, ya se lo metiera en su boquita, ella sonriendo lo introdujo y comenzó a succionar, trataba de metérselo lo mas que podía, pero, solo llegaba a la mitad, así siguió por unos 10 minutos, hasta que me fue imposible contenerme y comencé a eyacular en su boquita, no le avise y la tome desprevenida, pero no hizo intento alguno por separarse de la verga de su papá.
Mis espasmos fueron disminuyendo y ella continuaba succionando, bebiendo todo el semen que salía, hasta que me dejo limpio, sin resto alguno. La tome en mis brazos y la bese ardientemente, agradeciéndole lo rico que me había hecho sentir. Aun pude percibir que en sus labios había un poco de semen y aun así, seguimos jugando con nuestras lenguas. Yo estaba cansado, ya que dos eyaculaciones en un rato, cansan a cualquier personal considerada como "normal" ella me abrazo y le dije que si nos dormíamos un ratito, mi niña puso cara de frustración y le pregunte por que hacia pucheros. Me contesto que quería seguir "jugando" otro rato, le explique que cuando un hombre "vacía" su leche, quedaba cansado y que tenia que reposar para poder seguir gozando.
No muy contenta, me dijo que estaba bien, pero que solo dormiríamos un rato porque no quería desperdiciar el tiempo descansando, la abrace y puse su espalda en mi pecho, quedando mi miembro en medio de sus nalguitas, le bese el cuello y quise dormirme. Pero al sentir el calor de su cuerpo y principalmente el calorcito que manaba de sus nalguitas, mi miembro comenzó a erectarse otra vez, ella volteo su carita hacia mi y me pregunto: no que nos íbamos a dormir? Besando su cuello, le explique que ella era la causante de que mi pene estuviera duro otra vez, alegremente me pregunto: entonces vamos a seguir jugando? Le conteste que si, pero que ahora quería enseñarle otras cositas. Ella solo contesto: quiero que me enseñes todo lo que sabes y haces con mi mamita.
Seguí besando su cuello, pasando por sus mejillas, mordiendo delicadamente sus orejitas y mi pene quedo aplastado en su nalguita derecha, le dije que si iba a hacer todo lo que de dijera, ella contesto: todo lo que quieras papi. Sentir sus nalguitas me excito demasiado y sin dejar de besarla, con mis dedos puse bastante saliva en la cabeza de mi pene, pidiéndole a mi niña que separa sus nalguitas con sus manos. Al hacerlo comencé a deslizar mi miembro desde su anito a su pequeña vaginita, pero como estaba muy seca, volvía a poner saliva en mi glande. Podía sentir el calorcito de su ano y usando mi mano, guiaba mi miembro, a todo lo largo de la separación de sus nalguitas.
En un momento dado, no pude aguantar mas y colocando la cabeza de mi pene en su culito, hice un poco de presión, ella echaba mas sus nalguitas hacia atrás y también las separaba. Le comente que si quería que tratáramos de que entrara en su colita, ella dijo que si, pero le avise que tal vez podría dolerle un poco, que me dijera cuando sintiera alguna molestia, consiente de que tal vez le dolería, ella dijo que quería saber que se sentía tener el miembro de su papito dentro de ella. Poniendo un poco mas de saliva en mi verga, la tome con mi mano y comencé a hacer presión en su anito, al principio no trataba de meterlo, solo quería que ella lo sintiera.
mi mano solo sostenía mi miembro y se podría decir que "picoteaba" un poco el anito de mi niña, ella separaba mas sus nalguitas y las levantaba un poco. La cabeza de mi pene podía sentir como poco a poco el anito de mi bebita, se iba aflojando, solo entraba un cuarto del glande, posteriormente, podía sentir como se abría un poco mas y con movimientos de mi cadera, iba entrando mas y mas, hasta que al sentir como la cabeza de mi pene se introducía en ella, mi niña se quejo, soltando sus nalguitas, apretando su anito, como queriendo degollar mi glande. Deje de empujar y besando su cuellito, le pregunte si le había dolido, ella me contesto que si y mucho, que no me moviera porque le causaba dolor y ganas de ir al baño. Quedamos en esa posición como unos tres minutos, sentía que me apretaba demasiado y comenzaba a dolerme el miembro, tome un poco mas de saliva con mis dedos y la esparcí a lo largo de mi tronco y en el pequeño anito de mi hija.
Podía sentir el borde de su esfínter haciendo presión a mi pene, pero después de unos instantes de haber puesto salivita en su colita, sentí como aflojo un poco y suavemente trate de introducirme un poco mas. Ella volvió a quejarse, pero no hacia intento de sacarme de ella, me dijo, que espera otro poco. Le dije que mejor, ella tratara empujar hacia atrás, para que fuera regulando la entrada, así que pasando mis manos por su pecho plano, comencé a acariciar sus pezoncitos y a besarle el cuello, le decía lo rico que sentí mi miembro el estar en ella, con estas caricias, su piel su puso chinita y tomando sus nalguitas con sus manos, las separo y comenzó a empujar hacia atrás, mi pene sintió como su anito se rompía y la mitad de mi pene se alojo en ella, mi niña solo suspiraba y volvía a empujar sus nalguitas hacia mí, ver su espalda, sus nalguitas abiertas y separadas con sus manitas, fue muy excitante para mi y no pudiéndome contener, descargue toda mi leche llenando los intestinos de mi niña, fue un orgasmo delicioso, pero a pesar de mi "venida" mi miembro no perdió su dureza a causa de la excitación que yo sentía. Mi semen, sirvió para calmar el ardor que mi bebita sentía en su colita y sirvió como lubricante, porque en el siguiente empujón, todo mi pene estaba en ella. Bese mas ardientemente su cuello y tomándola de la cintura, comencé a moverme en forma circular, ya con mi verga completamente dentro de mi nenita.
Mi pequeña, comenzó a gemir, diciendo que sentía muy rico, pidiéndome que no dejara de moverme, saque un poco mi pito y volvía a meterlo, cada vez mas profundo, tomándola de la cintura, la coloque encima de mi quedando su espalda en mi pecho y sus piernitas entre las mías, con mi mano derecha busque su vaginita y empecé a acariciar su pequeño clítoris, estaba muy duro, parecía un granito de frijol, por su tamaño que había alcanzado, al mismo tiempo que empujaba mi cadera hacia arriba y hacia abajo. Ella abrió sus bracitos que dando desfallecida sobre mi, con sus manitas agarraba las sabanas y las apretaba, comenzando a gemir mas fuerte, diciéndome: papi, que rico¡ mételo mas¡ muévete mas rápido¡ me orino papito lindo¡ pude sentir las contracciones de su anito y como cerraba sus piernitas con mi dedo sobre su vaginita. Que rico siento papá¡ mas delicioso que en la tarde¡ ayyy¡ papi, todo, todo¡ hasta dentro¡ se desvaneció y suspendí mis movientes, dejando que ella gozara.
A pesar de haber vaciado mi semen en mi nenita por tres ocasiones (dos en boquita y una en su colita) aun estaba duro mi pene y con ganas de descargar otra ración de leche pata mi bebé. Así que dejándola descansar y si sacar mi pene de su anito, continúe acariciando su cuerpecito. Le pregunte si quería cambiar de posición y ella, me dijo que si, que como quería que se pusiera. Le dije que se arrodillara en la cama, soriendo me pregunto: como los perritos? Si mi niña, como los perritos. para cambiar de posición, se levanto y quedo sentada sobre mi, aun hizo movimientos con su cintura y yo podía sentir que mi verga topaba con su intestino. Cuando se levanto, mi pito, salió de su colita, quedando sobre mi muslo izquierdo, y como la tenia de frente, pude ver, como mi semen escurría desde su anito, hasta empezar a chorrearle por las piernas.
Cuando se arrodillo, pude ver que la colita de mi niña, estaba muy abierta, se veía un boquete y me agache a observar mejor, vi que su interior estaba rojizo (ya que mi nenita tenia su culito de color cremita, colocándome de pie en la orilla de la cama, le dije que ella sola se lo metiera, se acomodo y sin meter las manos, sus nalguitas buscaban mi pene, yo me agache un poco y ella solita, al sentir mi pene cerca de su ano, comenzó a empujar hacia atrás, por mas que intentaba, no podía meterse todo mi pene, porque tenia molestia, pero yo tampoco trataba de empujar, ya que era muy excitante, ver y sentir como mi nenita trataba de meterse mi pene.
Mi piernas me temblaban por la excitación y el esfuerzo realidad, así que haciéndome hacia atrás me arrodille, besando sus nalguitas, después amontonando las almohadas en la cabecera, me recosté y le pedí a mi niña que se sentara sobre mi. Colocado sus rodillas en cada lado de mi cadera, se sentó y mi pito quedo entre sus labios vaginales, la bese ardientemente y ella correspondió con la misma pasión. Tomando su carita entre mis manos y viéndola a los ojos, le pregunte: bebita hermosa, no te lastime mucho? Ella sonriendo, me dijo que al principio le ardía mucho, pero que con la lechita que le había echado, sintió muy rico y que le gustaba sentirme dentro de ella, basándola en la cara, su cuello y en sus orejitas, de dije que como yo aun no había terminado, si quería que se lo metiera otra vez, no dijo nada y tomando con sus deditos mi pene, levanto un poco sus caderas y colocándolo en la posición correcta, empujo suavemente sus nalguitas hacia abajo, metiéndose mi verga muy despacio, el semen que tenia en su anito, ayudo a que sin darnos cuenta, ya tenia todo mi miembro dentro de ella.
Basando sus pequeños pezones y acariciando sus ricas nalguitas, le ayudaba a subir y bajar, diciéndole cuanto la amaba y lo feliz que me hacia, ella me respondía: a mi también me gusta sentirte dentro de mi, quiero que llenes mi colita con tu lechita, le pedía que me apretara la verga con su anito y haciendo un puño con la mano, le explicaba como hacerlo, al apretar mi mano, ella entendió y comenzó a presionar con su anito mi pito, no aguante mucho y besándola ardientemente, comencé la ultima eyaculación de la noche. No se de donde me salía tanto semen, nunca en mi vida había tenido una relación sexual con tanto aguante, solo sabia que mi niña me hacia feliz y le gustaba todo lo que hacíamos. Cuando la ultima gota de mi semen, se deposito en ella, quedo recostada sobre mi pecho, con una sonrisa de satisfacción en los labios. Nos besamos tiernamente y aun teniendo mi pene dentro de ella, nos quedamos dormidos, hasta el otro día, cuando fuimos despertados por mi hija Clarita. Pero eso es otra historia.
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