A MI MADRE LE GUSTA COGER CON RUDEZA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
No daré muchos detalles de mi familia porque somos muy conocidos en la ciudad, vivimos cómodamente, porque mi padre heredo una fortuna que nos permite tener todo lo necesario, pero a veces esa situación de tenerlo todo genera insatisfacción y una búsqueda de cosas que nos saquen de la monotonía y así sucedió a finales del año pasado en mi familia.
Mi padre tiene 58 años, mi madre 45 años se conserva muy bien, no diría que es gordita, solo rellenita, pero su cuerpo luce muy bien y yo soy el mayor de los tres hermanos.
Tengo que reconocer que siempre he sido muy curioso, siempre quiero saberlo todo y a veces caigo en ser muy metido.
Como les decía, tenerlo todo a veces no es bueno porque conseguir las cosas sin esfuerzo hace que se busque algo que nos saque de la monotonía y creo que eso sucedió en mi casa.
Con frecuencia vi que mis padres estaban en fiestas y reuniones con amigos personales y otros relacionados con sus negocios, unos de nuestro país y otros del exterior.
Para mi estas reuniones resultaban tan aburridas que siempre me iba a dormir temprano o me encerraba a jugar con mis videojuegos hasta quedarme dormido.
Nuestra casa es muy grande, tiene dos plantas y la zona social está tan separada de las habitaciones que ni la música se escucha en las habitaciones.
Pero un día a la madrugada me despertaron unos jadeos propios de una mujer y el ruido muy particular como los que había escuchado en una película de adultos, por eso me entro curiosidad, algo muy habitual en mi y con sigilo abrí la puerta de mi habitación y camine hasta la alcoba de huéspedes de donde provenían los gemidos y gracias a que la puerta estaba ligeramente entreabierta pude ver los cuerpos de una mujer y de un hombre moreno bastante corpulento, que estaban teniendo sexo.
Afine la mirada y oh sorpresa cuando vi que la mujer era mi mama.
Ella estaba en proceso de quedar totalmente desnuda igual que el hombre, a quien identifique como la persona que mi padre me había presentado meses atrás como el dueño de una empresa muy grande en Brasil, uno de sus clientes.
Muy nervioso pensando que alguien me viera, continúe observando y cuando los dos estaban totalmente desnudos, el cliente de mi padre comenzó a darle sexo oral a mi madre y ella empezó a gemir y a retorcerse en la cama, él le metía por momentos la lengua, a la par que le frotaba con la lengua el clítoris , lo cual era lo que más la hacía gemir.
Así pasaron varios minutos, pero luego cambiaron y él le pidió que le diera sexo oral y en ese momento pude ver el tamaño descomunal de su miembro, cuando mi mama le tomo su verga con las dos manos, una al lado de la otra, aun quedaba a la vista parte de ella.
Jamás imagine que un hombre pudiera estar dotado con un tamaño tan grande, por eso mi madre solo alcanzaba a meter en su boca una quinta parte para corresponderle al placer que él le había dado minutos antes.
Luego ella se acostó, él le separo las piernas y se acomodo sobre ella y en ese instante note el contraste tan grande entre la blancura de la piel de mi madre y el color de ébano del cliente de mi padre.
El tomo su polla para colocarla en la vagina de mi madre y ella al sentirla le dijo… por favor despacio tienes un miembro muy grande.
Y el dijo… no te preocupes no tengo afán, lo haremos al ritmo que tu digas.
Y desde mi posición comencé a ver como esa enorme verga se iba perdiendo dentro de la vagina de mi madre, ella por momentos gemía y le decía… despacio, por favor, despacio y así transcurrieron varios minutos, mientras tanto ellos se besaban apasionadamente.
Cuando toda la verga de él se perdió dentro de mi madre, se quedaron pegados sin movimiento alguno, solo besándose sin parar.
Pero más tarde, el comenzó a meter y sacar su verga suavemente y ella empezó a gemir y lo rodeo con sus piernas de manera que yo podía ver con detalle cada penetración que estaba acompañada por un gemido y expresiones como… uhiiiiiii, que profundo, jamás había disfrutado de algo igual, entonces me nació la inquietud… será que esta no es la primera vez que ella está con otro hombre que no sea mi padre, y continúe observando y escuchándola gemir como una gata.
Así disfrutaron varios minutos hasta que él le pidió que se diera vuelta, dejándome a la vista las nalgas y la vagina totalmente depilada de ella, lo cual se me recordó la parte posterior de mi yegua, pero sin cola.
Él le volvió a acomodar su verga en la vagina a mi madre y esta vez le entro con mayor facilidad, pero seguramente con mayor profundidad porque ella se quejo y trato de detenerlo son su mano al ponerla sobre la pelvis de él.
Después que ella asimilo tamaña verga, la vi empujar su cuerpo hacia atrás para recibir una penetración total.
Por momentos el hombre reía, gozándose a mi madre y la tomaba por las caderas para hundirle una y otra vez su verga hasta la raíz y ella no paraba de gemir.
Y estaban en eso cuando ella le dijo… dame más rápido que estoy que me corro.
Pero él le respondió… no te apures, ahora viene lo mejor dónde vas a gozar al límite.
Yo estaba aterrado pensando cómo podía ella tolerar dentro de su vagina una verga tan descomunal.
Ellos seguían cogiendo y los dos respiraban agitadamente hasta que él le dijo… ahora lo mejor, el saco su verga de la vagina de mi madre y la dirigió a su culo y cuando ella la sintió le dijo… no, no, no, me va a doler, pero él la calmó y alcanzo un frasco con aceite y lubrico su verga y el culo de mi madre, y posteriormente le metió uno y luego dos dedos para prepararla para aquella descomunal verga, y llegó el momento.
La primera etapa fue lograr que entrara la cabeza de la verga, fue crucial, ella se quejaba y decía que no le cabía, pero el insistía, hasta que una vez que paso la cabeza lo demás se fue adentro sin problema, y lo mismo que antes quedaron inmóviles esperando que ella asimilara su verga.
Luego se dejaron caer de lado quedando uno detrás del otro muy pegaditos y el comenzó a acariciar la vagina de mi madre en especial el clítoris y poco a poco ella volvió a gemir, pero ahora sus gemidos eran increíbles y gracias al tamaño de nuestra casa, sus gemidos no llegaron hasta los demás invitados, incluso ajuste un poco la puerta para evitar que pudieran llegar sus gemidos hasta la habitación de mis hermanos.
Por su parte, el hombre comenzó a meter y sacar su verga del culo de mi madre sin dejar de acariciarle la vagina y mientras ella gemía el resoplaba como un caballo hasta que ella dijo… me corro, me corro, ahiii, no puedo más, ahí, ahí, ahí, uhmmmm que rico y el por su parte le dio un par de metidas más a su polla, así que que cuando resopló muy fuerte entendí que había explotado dentro de ella y efectivamente lo comprobé cuando se separaron y brotó del culo de mama el semen que él le había descargado un minuto antes.
Ella se puso su panty para evitar que le escurriera por sus piernas y los dos se vistieron rápidamente.
Ella le dijo… debemos regresar a la reunión antes que noten nuestra ausencia, pero esto nadie lo podrá saber, solo el deseo de sentir tu enorme verga dentro de mi me ha llevado a aceptar que esto sucediera, fue maravilloso aunque tengo mi culo en candela.
Regresa primero donde tu esposa y luego yo voy, y así fue, el salió muy tranquilo como si no hubiera pasado nada y mi madre se entro al baño y minutos después regresó muy tranquila a la reunión.
Yo regrese a mi habitación y en ese instante note que tenía una erección tremenda y no podía quitarme de la mente esa vista de mi madre desnuda recibiendo en su vagina esa enorme verga del cliente de mi padre.
Como podía caberle semejante tamaño, no me lo podía explicar y desde ese momento comencé a desearla como mujer, haberla visto haciendo esto rompió para mí todo temor a enfrentarla como hombre.
Creí que debía hacerlo lo más pronto antes que mis deseos se esfumaran y una tarde que estábamos los dos solos en casa, entre a su habitación y sin preámbulos le dije, madre yo creo que cuando quieras tener sexo con el señor amigo de mi padre el de piel morena debes tomar más precauciones, ella se sorprendió y volteo a mirarme preguntando… que cosas estas diciendo? Si, es que tus gemidos y los de él me despertaron el sábado pasado mientras se celebraba la fiesta, yo te vi teniendo sexo con él en la habitación de huéspedes.
Ella me replico… seguro lo imaginaste, no puede ser.
Ella me estaba desmintiendo y eso me disgusto mucho, por eso inventé… que raro, creo que mi celular también lo imagino, he visto el video varias veces y es una mujer muy parecida a ti, en la alcoba de huéspedes y el señor amigo de mi padre.
Con esto ella ya bajo la guardia y empezó a reconocer que yo no mentía, sin embargo yo estaba muy disgustado y esta situación me excito tanto que de inmediato deseaba tener sexo con ella.
Aunque se mostraba conciliadora yo solo deseaba cogerla en ese mismo momento y le dije ya que dices que yo miento te quiero mostrar como cogías con el cliente de mi padre para refrescarte la memoria y acercándome a ella la comencé a desnudar y ella no opuso resistencia.
Cuando la tuve totalmente desnuda frente a mí, mi verga estaba que explotaba, por eso no tarde igualmente en desnudarme, quedando los dos frente a frente observando nuestra mutua desnudez.
Ahora que quieres, me dijo.
Quiero cogerte como lo hizo el viernes el cliente de mi padre aunque ahora no tendrás una verga tan gigante como la que disfrutaste esa noche.
Cuando me disponía a hacerla girar para cogerla desde la espalda ella me alcanzo un frasco con aceite y me dijo… debes primero lubricarte y lubricarme.
Lo hice con mi verga y luego lo esparcí en su vagina y en su culo y me acerque a ella.
Al primer contacto desnudo con ella sentí un corrientazo que me subió por la espalda, le acomode mi verga en medio de sus piernas y con el aceite resbalaba deliciosamente.
Luego tomé mi verga y la puse a la entrada de su vagina y sin mucho esfuerzo se perdió dentro de ella.
Así estuvimos unos cuantos instantes, los necesarios para que yo fortaleciera mi erección y ella comenzara a sentir algo que la motivara, aunque en ese momento con el disgusto que yo tenía poco me importaba si ella alcanzaba su orgasmo o no.
Yo me limite a meter y sacar mi verga y a sentir esa deliciosa suavidad de su vagina en mi piel.
Ella por su parte comenzó a frotar con la yema de sus dedos su clítoris en busca de excitación.
Cuando yo percibí suficiente erección de mi verga la saque y comencé a deslizarla en medio de sus nalgas empapadas en aceite.
Era una sensación maravillosa, pero detuve mi movimiento y deje mi verga frente a su culo y ayudándola un poco entro la cabeza aunque hubo un poco de dificultad inicialmente, algo similar a lo que había visto el sábado anterior, una vez que entro la cabeza lo demás se fue adentro con facilidad.
Durante este proceso ella no se quejo en ningún momento y ya cuando comencé a meter y sacar mi verga de su culo y ella a frotar su clítoris, empecé a escuchar sus gemidos que se fueron incrementando en volumen cuando yo la tome de las caderas y descargue todo mi disgusto en ella por haberme llamado mentiroso, ella gimió mas fuerte aun y eso me motivo a cogerla con más fuerza llegando incluso a poderle hacer daño con mi rudeza, pero no lo pensé dos veces y mi mete y saca era de locura, hasta que la escuche gemir más fuerte y no pudiendo aguantar mas solté mis chorros de semen dentro de ella.
Al terminar ella me dijo… casi me acabas, lo que me indico que ella si había percibido mi rudeza, pero luego agregó… sin embargo me gusta que me cojan con fortaleza.
Lo disfrute mucho y tú? Te gusto coger a tu madre?.
Si me gusto, y quisiera cogerte muchas veces más.
Y ella dijo… Está bien, pero por ahora ve a tu habitación y después veremos.
Me fui a mi habitación y habiendo descargado toda la excitación que tenía reprimida desde el sábado anterior me acosté y me quede profundamente dormido hasta cuando en la noche me llamaron a cenar.
A esa hora estaba toda la familia reunida y cuando llegue de último a la mesa mi madre me miro y me guiño un ojo.
Yo hice lo mismo.
A hoy ya han pasado dos semanas desde aquella tarde cuando cogimos por primera vez pero últimamente me han entrado ganas de volver a coger con ella, la única diferencia es que ya no tengo esa rabia que me impulsó a cogerla con rudeza y que al final ella confesó le gustaba la cogieran así.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!