A MI NIETA DE 10 AÑOS LE ROMPI EL CULO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nieta que comencé cogiéndola a los 9 años hoy cuenta con casi 11 y tremendo cuerpo para su edad. Todo comenzó un día de esos con mucha suerte para mí, en los que mi esposa y mi hija planificaron una visita a un médico especialista en medicina sistémica al cual es necesario asistir temprano y tener la paciencia necesaria para estar varias horas esperando debido al gran numero de pacientes que allí asisten.
Ellas planificaron salir a las 7:00am luego de dejar a Claudia en la escuela a quien yo debía recoger al medio día para llevarla a mi casa, puesto que mi esposa y mi hija no regresarían sino hasta después de las 2:00pm. Mi excitación comenzó al mismo momento en que me dieron la noticia de que quedaría solo con mi nieta lo que hacía más larga la espera al punto que a las 10:30am ya el almuerzo estaba listo, para tener más tiempo de estar con la niña y satisfacer una vez más mis aberradas intensiones.
Inmediatamente salí en busca de Claudia para minimizar el tiempo de espera, y cuál fue mi sorpresa que justo a las 11:00am veo salir a la niña quien debía salir a las 11:30am, ella había hablado con la maestra para salir en el primer lote de estudiantes, con la escusa que su mama no vendría por ella y que en su lugar vendría su abuelo quien era muy puntual en eso de los compromisos. La maestra al verme llegar, la despachó sin problemas creyendo en la historia de la niña, llegamos a la casa y de inmediato comenzaron las caricias y los sádicos besos que por la calentura eran muy apasionados, teníamos más de 5 meses sin estar juntos y no teníamos la intensión de perder mas, ya en la habitación la desprendí de su camisa blanca escolar y del sostencito de encajes infantiles que traía puesto, ya con sus pechos desnudos comencé a besar y mamar sus téticas las que se encontraban muy erectas y con la piel erizada, sus gemidos no se hicieron esperar su respiración comenzó a acelerarse y sus manitas comenzaron a agarrar aquel enorme guevo, que posteriormente invadiera sus cavidades vaginal y anal, mi palo estaba en el punto máximo de su erección y sus líquidos pre seminales mojaban la tela del pantalón que a su vez mojaba la manito casi inocente de mi nieta. Mi boca pasaba de la suya a sus tetas en forma desesperada, mientras que mi mano izquierda acariciaba su entrepiernas masajeando su clítoris por encima de la delicada tela de las pantaleticas que traía puesta hasta ese momento, y al mismo tiempo mi mano derecha bajaba el cierre de mi pantalón para facilitarle a la niña agarrar el trozo de carne gruesa y venuda que tanto deseaba tragarse.
Claudia al sentir en sus manos aquel machete caliente y babeado no pudo aguantar la tentación de llevarlo a su boca y darle la mamada que tanto había esperado y que me llevaría a las nubes, de solo sentir esa boquita tan suave y tan chiquita rodeándome el glande mí excitación llego a niveles jamás alcanzado ni siquiera las veces que estuve con ella, tal vez sería por la espera tan ansiosa que había tenido. Deje que mi nieta disfrutara por un rato los placeres que le brindaba mi gran palo y luego comencé a quitarle la falda escolar azul de tachones que la Asia ver tan inocente, para dejarla en pantaletas, unas pantaletas tan empapadas que estilaba jugos vaginales que al exprimirla podrían llenar una tasa y que poco le durarían puestas, ya que al ver su carita enrojecida y algo sudada por la excitación, me despertaron los mas aberrados deseos de poseerla.
Me desnude completamente y me arrodille en la cama frente a ella, tome sus pantaleticas y comencé a quitársela lentamente viendo su rostro algo ansioso por el desespero que le causaba la interminable acción de la bajada de la prenda intima, cuando por fin salió de sus piernas me la lleve a la boca para chuparme todo ese manantial de jugos vaginales que la humedecían, causando más lujuria y sadismo entre los dos. Solté la prenda y de inmediato agarre sus tobillos abriendo y levantando sus piernas hasta dejarla indefensa a mis sádicos deseos de chuparle todo aquel charco que no se fue inmerso en la telita de la pantaleta, fue como al unisonó mi boca chupando esos labios vaginales y sus gemidos apareciendo en forma de gritos, su cuerpo retorcerse y su respiración acelerarse, un conjunto de manifestaciones de placer salieron a flote en un miso momento, pero al mismo tiempo Claudia levantaba sus caderas y abría sus nalgas como pidiéndome o más bien rogándome que le diera participación a su culito. Sin pensarlo comencé a pasar mi lengua por ese estriado y delicado ano que al sentir mis carisias se cerraba y abría de forma frenética como invitándome a pasar hasta el fondo de su capacidad, mi lengua viajaba desde su clítoris hasta su culo provocándole fuertes espasmos y repetidos movimientos coitales acompañado de ruidoso gemidos los que casi dejaban escuchar las suplicas de la niña por ser penetrada, fue en ese momento que supe que Claudia estaba dispuesta a todo con tal y metiera mi gran pedazo de carne erecta en esa hasta hoy virgen cavidad anal.
Busque en la peinadora la siempre presente crema de manos y la unte en mi palo y en la entrada de su culito para aliviar el dolor que estaba a punto de experimentar mi nieta. Coloque sus pies en mi pecho y le dije, nena si te duele empújame para que te lo saque y seas tú misma quien dosifique le entrada de mi rígido palo, oriente mi guevo con la mano y comencé a empujar y a penetrar lentamente, mis manos asían lo suyo, mientras una acariciaba sus tetas la otra Asia círculos en su clítoris, lo que la mantenía en éxtasis y la Asia olvidarse del dolor que podía producir la penetrada anal. Centímetro a centímetro mi palo iba recorriendo ese conducto anal y al mismo tiempo iba desgarrando la pureza y la inocencia que durante 10 años existía en ella, al menos por esa vía, poco a poco fui metiendo parte de mi en ella hasta invadir completamente el culito de mi nieta que en ese momento dejaba de ser virgo, Claudia ni se entero que estaba totalmente penetrada, la muy puta decía, si abuelo métemelo todo quiero ser tuya por todos lados mi culo es lo único que falta por romper, anda si métemelo todo por favor anda, ese deseo de ser desvirgada analmente y esas suplicas para que rompiese su culito me excitaron tanto que no pude aguantar mi deseo de hacerle saber que ya estaba hecho, que no quedaba ni un lugar en ella que no fuera mío, fue cuando le dije, toca hija lo tienes todo dentro, ella llevo su manita hasta su culito y noto que mis bolas chocaban con sus nalgas en señal de que se lo avía tragado todo, sus ojitos se inundaron en un tierno llanto provocado por la alegría de ser toda una mujer, lloraba y decía, si abuelo cógeme por el culo, dale soy tu mujer, esas palabras provocaron en mi un salvaje y feroz deseo de romperle el culo con ganas y que jamás lo olvidara
Colgué sus piernitas en mis hombros y puse mis manos en la cama y comencé a afincarme como un animal, como un perro coje a su perra y la insultaba para aumentar mi excitación, comencé a decirle cosas sucias, como toma puta, querías guevo no, toma guevo puta. y mientras la cogia e insultaba ella seguía llorando y pidiéndome que la hiciera mía, que le rompiera el culo, y cuando estaba por acabar lleve una de mis manos a su cuquita y comencé a frotarle el clítoris para provocarle un orgasmo que acompañara al mío y en efecto al poco tiempo sentí su respiración ajitada y sus gemidos acelerados diciendo siii siii hayyy hayyy que rico hayyy abuelo estoy acabando, de solo oír esas palabras comencé a llenar esa cavidad anal con mi semen, los chorros de leche salían sin control y mis empujes eran más fuertes como queriendo traspasarla con mi guevo, mientras la niña solo lloraba y seguía acabando, los chorros de lubricante corrían por su entrepiernas mojando sus nalgas facilitando la entrada de mi palo en su culo. Hasta que vi como sus brazos se desplomaron en la cama en señas de cansancio y fue cuando comencé a sacar mi guevo lentamente, pero mi mayor impresión fue cuando vi mi glande todo envarado de una pasta marrón y blanca, una mescla entre sus heces y mi semen, y para ponerle el toque final de indecencia a lo que acabábamos de hacer le dije, mira ve, esta es la prueba de que ni por el culito eres virgen.
La niña apenada miro y escondió su cara entre la almohada diciéndome discúlpame a lo que yo le dije tranquila eres mi mujer esas cosas pasan, me acosté a su lado, descansamos por más de 20 minutos y luego nos fuimos a la ducha, donde nos acariciamos y nos besamos mientras nos bañábamos, nos vestimos, almorzamos y ella se acostó a descansar de la tremenda cogida que acababa de tener, mientras yo me senté a leer y a disfrutar del placer que me quedo, después de castigar analmente a mi nieta.
Con 11 años le chupas rico la vulva y la coges de misionero, se le mete la verga lento y aguanta bien. De paso tienes sus tetas o pezones ahi para chupar y darle mas gusto, que acabe mas intenso.
Se dulce y comela a besos aparte de darle orgasmos, y es imposible que no te pida repetir.