A MIS 9 AÑOS MI PRIMER SEXO ANAL CON MI PRIMO DE 16 AÑOS
Quiero confesar por primera vez mi primera experiencia que tuve de sexo anal a mi temprana edad.
Ante todo, soy Andrea, actualmente tengo 35 años de edad y soy casada con Joaquín de 40 años.
Este relato no se lo he contado ni a mi actual pareja ni a mis 2 ex.
La verdad es que por herencia materna, yo y mis hermanas somos bien desarrolladas tanto de senos como de nalgas.
Ya a mis 9 años se me percibía las dimensiones de mi culo y un poco de mis tetas, de seguro no faltaría que algún morboso se quedara mirándome cuando caminando.
La historia inicia cuando mi primo con su mamá (quienes viven en un pueblito al interior del país) llegan de visita a nuestra casa, y como ya se hizo noche mis padres le dicen que se queden a dormir y ya mañana pueden seguir visitando a los demás familiares. En ese tiempo la casa era solo de 1 piso y no había muchas habitaciones; tan solo donde duermen mis padres, mi habitación y 1 para la visita.
Ya para dormir, mis padres disponen la habitación de visita para mi tía y le dicen que como en mi habitación hay otra cama ahí puede quedarse mi primo. Cómo esa mi habitación tiene baño lo utilice para cambiarme y ya con mi pollo y shorts me metí a mi cama para dormir, y apague la luz.
Mientras de costado mirando hacia la pared estoy durmiendo profundamente, me parecía que era parte de mi sueño, en la oscuridad sentía que mi primo ya estaba dentro de mi cama tocándome mis senos y piernas mientras me tenía apretándome por detrás a la altura de mi culo con su pene, podía percibir que era de gran tamaño y me excitaba mucho (aún sin saberlo lo que sentía en ese instante). Estuvo así un rato, luego empecé a sentir que me bajaba mi short hasta que me quedo por el muslo, seguidamente mi calzoncito; luego sentía que me abría mis nalgas y con sus dedos me lo iba humedeciendo poco a poco el hoyito con abundante saliva.
Luego, empezó a jugar con la punta de su pene en la entrada de mi hoyito oscuro, me hacía un cosquilleo que me excitaba, estuvo así buen rato; ya me despierto sin hacérselo notar, cuando siento que ya me lo empieza a meter suavecito de a poco de a poco hasta llegar a la mitad, como no pongo resistencia sigue metiéndolo más y más hasta que entra todo sus 18cmt y de regular grosor. Ya me coje de las nalgas y sin sacarlo, con lujuria me empieza a embestir cada vez con más fuerza hasta chocar sus bolas con mis nalgas. Cada vez aumenta más su velocidad y sus movimientos al momento de penetrarme, hasta la cama empieza a sonar por su vehemencia y estrepitez con el que me lo empujaba hasta bien al fondo. Habrán sido como 15 minutos de estar penetrandome, hasta que se viene en lo profundo de mi culo y me dejó bien llena satisfecha (que me quedo chorreando todo su semen por 1 semana). Me lo dejo buen rato su verga dentro de mi culo, mientras me tenía abrazada.
La verdad es que para ser mi primera vez por ahí no me dolió, más bien daba la impresión que yo ya antes lo había hecho por ahí, no porque no estuviera estrecha apretadita, sino por no poner resistencia y porque no me causaba dolor. A lo mejor sería porque estaba bien exitadisima en ese momento y lo necesitaba.
Es ahí ya cuando abro los ojos y le digo que me gustó lo que me acaba de hacer, y el sorprendido me dice que no se lo cuente a mis padres. Yo le digo que no se preocupe, que si no lo hubiera querido lo hubiera rechazado y hubiera armado un escándalo para que mis padres se enteren. Más bien, le digo que solo será nuestro secreto.
Me confesó que ya llevaba un buen tiempo deseándolo y que mi colita lo volvía loco y no se había dado la oportunidad de tenerme solita. Le digo que valoro su valentía de habérmelo hecho estando mis padres en casa.
Nos quedamos así dormidos, el detrás mío con su verga dentro de mi culito. Me desperté y lo primero que hice fue ver el tamaño y dimensión de lo que me había atravesado. Para mí edad y para mí mano si que era de regular dimensión. Luego, ya en otras oportunidades lo volvimos hacer cuando viajamos con mis padres para alguna fiesta familiar, y por las noches volvíamos a dormir por la noche en la oscuridad; o cuando su mamá lo traía de visita a la casa de mis padres (hasta mis 14 años cuando dejamos de frecuentarlos). En todas esas oportunidades, solo me hacía sexo anal.
Ya cuando me casé, en mi noche de bodas solo a mi esposo le dejé que me hiciera sexo anal (no a mis anteriores ex) toda la noche, me exito mucho que me confesara que desde que me conoció me tenía ganas de darme por ahí. Claro, que cuando el me empezó a penetrar me dolía bastante, con lo estrecha y apretada que tengo mi colita para su verga de 24cmt bien gorda gruesa, casi me desmayo y sangre bastante, luego ya empecé a disfrutarlo bien rico y delicioso, ya cuando mi hoyo se fue amoldando a su tamaño y grosor. Cómo consecuencia, me dejó bien abierta, caminando y sentándome con dificultad cerca de 1 mes; por ese motivo, solo una vez al mes me penetra por ahí.
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Woooooooooowww! cuenta más historias si las tienes!
Buen relato, mientras lo disfrutes hazlo; siempre diré que las primas son las mejores, lo hacen delicioso, con el morbo de ser sorprendidos por los papás…
esta increíble tu relato