abuela y de buenas piernas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
El galán de la familia volvió a casa cuando su señora se convenció de que el don de mujeriego no lo dejaría jamás.
Era el tercero y unico varon de los cinco hijo/as que tenía desde mis 16 años y ya era abuela.
Soy del tipo "mujerona" buen cuerpo culo , tetas y cero várices con un marido bonachón y los finde borrachín pero tranqui.
Yo pensaba en el hijo de ambos un nene de 14 y me preocupaba el desinterés de mi hijo por ello fuí a pedirle a mi ex nuera si podía visitarlo ya que el roce entre familias me había impedido prácticamente conocerlo.
No hizo ningún problema y me pidió aunque me negué a la paga si podía venir a trabajar hasta que ella llegara de su trabajo ya que mi nieto quedaba solo desde el mediodía hasta las 5 de la tarde cuando volvía de la fábrica de su padre.
Siempre me dije que esa nena caprichosa se había metido con mi hijo por su belleza pero que pasada la calentura se separarían (aunque no fue el caso) y ante eso ahora tenía un precioso nieto, adolescente bello rostro y alto.
Todo iba casi normal hasta que en una limpieza a fondo encontré unos pendrive que me resultaban sospechosamente ocultos; sin ningún pudor empecé a verlos.
Eran películas triples x donde mujeres maduras iban a la cama con jovencitos.
a partir de ahí me pareció que me observaba Una tarde nos sentamos en el sofa y busque charlar con el tomándolo de las manos y queriendo saber si tenía novia.
Lo noté nervioso y esquivo a mi mirada.
pasa algo?-pregunté sobando sus manos.
El solo se largó a llorar y desorientada lo abracé contra mi pecho acariciando su dulce rostro, de repente lo tomé de la pera y besé sus mejillas mojadas por sus lágrimas y sin saber por que besé suavemente su boca.
El sollozo mirándome y avanzamos a nuestras bocas y empezamos a intercambiar saliva.
Lo hacía muy bien y con sus manos buscó mis piernas para masajearlas.
Fuimos al dormitorio y seguimos con besos intensos mientras el acariciaba mi cola ya por debajo de mi vestido o sea en carne directa y rodamos en la cama.
Perdí el control y lamí sus orejas y cuellos para seguir en su pecho, brazos, axilas y bajar hasta su pija la cual saqué y contemplé absorta de lo dura y grande que era; como la de mi marido pero bien dura, la olí profundamente para grabar ese aroma de por vida en mi cerebro y sintiendo como palpitaban sus venas la hice desaparecer en la boca.
Lo vi retorcerse de placer jurandome amor y pidiéndome querer chuparme él.
Quedé boca abajo yo y empezó con mi boca tetas para llegar a mi vagina y allí despojarme de mi bombacha y comenzar a chuparla.
Me regodeé de gozo y con mis manos le tomé la cabeza para dirigir la chupada de concha que tanto deseaba él y yo.
Estaba acabando en la boca de mi nieto ese guacho que hasta mis hijas y nietas se les caerían las babas por el; estaba entre mis piernas tomándose mis jugos de vieja caliente.
Le pedí pija y subió preguntando por que se me habían endurecido los pezones; solo levanté las piernas lo más que pude y le pedí que metiera toda.
Lo enredé con las piernas y busqué su boca y cuando enlazamos las lenguas me inundó su esperma espeso y caliente.
Quedamos exhaustos y yo loca sintiendo como su semen virginal rodaba por mis piernas.
Esa noche casi no dormí entre excitada y miedosa pero para nada arrepentida había sentido la calentura de un hombre otra vez y él descubría el sexo gracias a mí.
Al otro día esperaba ansiosa su regreso para saber que pasaría, yo fingí tranquilidad cuando lo escuché entrar .
En la cocina tiró los libros y sin mediar palabra fué derecho a mi boca, la bri para que su lengua hiciera tope con mi garganta y sus manos manosearon mi culo, peló verga y la blandió para que la chupara.
me llevó a la cama de la madre me puso en cuatro me ensalivo en el ano y me la mandó arrancándome un aullido y una seguidilla de insultos mientra el la sacaba hasta la punta y la volvía a hundir en mi culo sin piedad hasta acabar.
Me cogió e hizo hacer cosas de infinitas maneras, se metía bajo mis polleras después de sacarme las bombachas y yo abría las piernas para que el arrodillado me chupara toda, sentada a la mesa me ponía la pija en el hombro para que la besara, llegó a pajearse y tirar la leche en la comida para que la digeriera, fue una locura que duró mucho.
Se sacó todos los gustos y reactivó mi vida sexual a full.
cuando quedamos mirándonos y acariciando me encantaba que dijera que su abuelita era muy linda y mejor hembra todavía.
Un sábado a la noche me ex nuera iba a una fiesta y quedé toda la noche, fueron 4 todos por el culo quedé deshecha.
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