ABUELITO DIME TU (Segunda parte)
Lo que sea, abuelito.
ABUELITO DIME TU (Segunda parte)
Pasó todo un año, como era de esperarse mi estado era peor, casi no me podía mover…
Mi nieta ahora tenia un hermanito, al cual dedicaba casi todo su tiempo, lo bañaba y lo cambiaba…solita con sus diez añitos.
A mi me atendía dos enfermeras, una de noche, la otra de día y una vez a la semana las reemplazaba mi hija.
Pero ese día que le tocaba a ella tuvo que llevar de urgencia a la bebé al hospital…
“No sé que voy a hacer con tu abuelo!”
Mi nieta le dijo que no se afligiera que ella se podía encargar de mi…La madre no creía que eso fuera posible, “Mira que le tenes que poner la chata y el papagayo, que le tenes que lavar la cola y todo eso.
“Mami, lo hago por el bebé, ¡puedo hacer todo eso y mucho más por mi abuelito!”
Mi hija no tenia alternativa, o era eso o dejarme solo.
Mi nieta entro a mi habitación como un torbellino de alegría…
“Abuelito! ¡Vos andá diciéndome lo que tengo que hacer y yo lo hago, hagamos como que esto es un lindo juego que jugamos vos y yo!
Escucharla y verla con un hermoso vestidito, recordar su mamadita me hicieron tener una erección.
Lo primero que se me ocurrió decirle fue: “Me tenés que lavar el pito y las bolitas”
Le enseñé con el dedo, donde estaba la fuente, la esponja y el jabón.
Habia un hule debajo de mi sabana, para evitar mojar el colchón.
¡Tomó los utensilios y me destapó, le salió un “! HOOO¡!” tan lindo cuando vio mi pene erecto. Que me emocionó aún más.
Tomaba mi verga por el tronco y le pasaba suavemente la esponja humedecida, bordeaba la cabeza del pene y volvía a bajar, me la pasaba entre las piernas por sobre los testículos y de nuevo comenzaba hacia arriba.
Me salió una gran gota de precum, se acordó de la vez que la había lamido y la volvió a lamer…
Se acercó a mi oído y me dijo…” Esta vez me voy a tomar todos los espermatozoides abuelito”
Le acaricie su cabecita, aprobando lo que me decía.
Empezó dándole besitos a todo el tronco incluso a mis huevos, luego se la puso en la boca y empezó a succionar, era una aspiradora chiquita…
Alcancé a gritas “¡Sale!” pero no hizo falta, ella siguió chupando y cada tanto tragaba lo que tenia en la boca, sin cara de asco ni gestos negativos, estaba disfrutando de mi semen.
Alejó su boca, le paso una última vez su lengua por mi glande y dijo pícaramente:
“Ya no te queda más”
Quiso poner mi mano sobre su conchita, pero yo no tenía fuerzas para sostenerla ahí.
Miró para todos lados, como pensando que inventar, me pidió que me corra un poco y con esfuerzo le hice un lugar.
Extendió mi mano a lo largo de la cama y preparo mi dedo medio hacia arriba, se quito la bombachita, se subió a la cama, abrió sus piernitas y se sentó sobre mi dedo, que si lo podía tener firme, pude sentir como el dedo le iba entrando de a poco, hasta que topó con mis nudillos, le dije que se levantara y puse el puño con el pulgar hacia arriba, se sentó sobre ese y le entró mucho más…Empezó a moverse como cabalgando y tiraba su cabeza para atrás, pude ver que estaba gozando, se me estaba volviendo a parar.
Cuando vio que crecía sin dejar de moverse, la agarró con la mano, se movía cada vez mas rápido, hasta que se detuvo y me dijo, “esto no me va a alcanzar” refiriéndose al dedo y a mi mano, cambió de posesión y se puso arriba mío, con la verga apuntando su vulva, yo le decía una y otra vez que no, que eso la lastimaría.
“Vos no te preocupes abuelito, yo me encargo”
La fue haciendo que, entre despacito, en un momento dio un pequeño grito y riendo me dijo
“Duele, pero es un dolor lindo” y dejó que mi pija siguiera entrando…
De pronto sentí los cachetes de su cola apoyados en mis piernas y tocando los huevos.
“¡Le habia entrado toda!”
Y en ese momento pude sentir y ver claramente que tenia un orgasmo, con liquido femenino incluido.
No se si fue sentir eso, si fue mi estado o mi vejez, pero no pude contener y me oriné dentro de su vagina, con presión, eran chorros que escapaban por los costados de su concha.
Primero me dio angustia y vergüenza, pero cuando la escuche decir:
“¡Hay abuelito, que ricoooo que caliente que se siente!” y volvió a tener otro orgasmo mientras la meaba en su interior.
Despues nos quedamos así un largo rato, hasta que mi pija se achicó.
Pasó mas de una hora quitando las sabanas debajo de mi y poniendo una limpia…limpiando restos de orín en el piso, cuando terminó, me dijo que se daría un baño rapidito y volvió.
Ya me habia dado de comer y los remedios, estaba todo listo cuando preguntó “¿A que queres jugar Abuelito?”
Le dije “a la respiración boca a boca” ella solo respondió: “Ya entendí”
Puso su carita sobre mi cara, primero me dio un piquito, seguidamente abrió su boca, yo abrí la mía y nos quedamos unos segundos así, solo labios contra labios, empecé a meterle lentamente mi lengua y a moverla dentro de su boca, ella cerró sus ojos y cuando retire mi lengua ella me metió la suya en mi boca, fue un ida y vuelta que duro varios minutos.
Le dije con mucho esfuerzo que pusiera su concha en mi boca, primero creo que no entendió, pero me preguntó si estaba seguro de lo que le pedía. Le dije varias veces que si.
Nuevamente se quitó la bombacha y se sentó sobre mi pecho, preguntando si no me hacía daño…le dije que no.
Fue arrimando su tajito a mi boca, solo tuve que lamer un poco, meter la lengua lo mas profundo que pude y me mojó la cara con un breve squirt.
“Ay abuelito que feliz que me hiciste” lo repitió varias veces…
Le dije que se acostara en la litera de al lado y que tratara de dormir…
Me dio otro beso largo y apasionado y me dijo al oído…
“Si necesitas algo, lo que sea, llamame”
Este es el fin de la historia, lamento no poder vivir los suficiente como para poderla repetir.
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Rayos… Me hubiera encantado una tercera parte, pero ni modo. Muy buen relato.