Adoro a mi abuela
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi abuela es la mujer mas maravillosa que puede existir para mi, es una mujer que a pesar de su edad, me ayudó muchísimo en una edad, en la que ni mi padre ni mi madre casi se ocupaban de mi, inmersos en sus trabajos.
Me llamo Juan, en la actualidad tengo 25 años, pero esto fue cuando yo tenía quince años.
Mis padres son profesionales, estaban totalmente dedicados a su trabajo, apenas si me daban importancia, vivían corriendo o de viaje, y yo me criaba con mi abuela, la madre de mi padre.
Luisa, como así se llama mi abuela, estaba siempre pendiente de mi, cuando yo tenía 15 años, ella tenía 68, una señora no muy gorda, siempre riendo, nalgas opulentas, y no podía ocultar el tamaño de sus tetas, ya que son enormes.
El único amor que conocí fue el de ella, realmente, ya que siempre mi madre o mi padre estaban en sus oficinas o de viaje como dije antes.
Una tarde cuando llego del instituto, traía una revista de mujeres desnudas y me metí en mi cuarto, la empecé a mirar y notaba como mi polla se iba poniendo dura, me quite el pantalón, quedando en calzoncillo y seguía acariciando mi polla a medida que seguía viendo las fotos de las mujeres, "que esta haciendo mi niño?", me dijo mi abuela, habiendo entrado en mi habitación, sin que me diera cuenta, yo me sentí descubierto, avergonzado, mi abuela estaba ahí parada, hablando conmigo y mirando mi polla bien dura como estaba, yo le quise explicar, lo que realmente no tenía ninguna explicación, estaba ahí, masturbándome, "no te preocupes, estas en la edad", me dijo, sentándose en el borde de la cama y siento como pasa su mano por mi polla, "quieres seguir tú, o sigo yo", me dijo mi abuela, cogiendo mi polla y subiendo y bajando mi prepucio muy suavemente, mirándome con una tierna sonrisa en sus labios, viendo lo incomodo que estaba, con su mano agarrando mi polla.
"Es muy bonita tu polla", me dijo, acostándose sobre mi piernas y yo abrí mis ojos como si no creyera lo que veía, como mi abuela acercaba su boca a mi polla y la metía chupando mi polla, como pasaba su lengua por todo el contorno de mi polla, "pero abuela", le dije, intentando sentarme mas recto para que no me siga chupando la polla, "te pregunté si querías que siga yo, y eso hago, te masturbo con mi boca", me dijo, volviendo a meterse la polla en la boca y siguió chupando, con sus manos me quito el calzoncillos, metiendo su cabeza entre mis piernas y lamiendo mis huevos, seguía con su lengua por todo lo largo de mi polla y cuando llegaba a la cabeza la metía toda en la boca y seguía chupando.
Mi abuela se abrió el vestido que llevaba puesto, sacando sus enormes tetas del sujetador y me dijo que se las acaricie mientras ella seguía chupando.
yo le empecé a acariciar su tetas, disfrutando como loco, hasta que después de tanto chupar mi abuela hizo que me corra en su boca, notando como tragaba mi leche y después lamia toda mi polla limpiando la leche que pudo, haber quedado, "te gustó mi niño?", me dijo, poniéndose en pie y arreglando sus tetas dentro del sujetador, "si abuela, gracias", le dije, sin poder creer que mi abuela me había chupado la polla y me había echo correr en su boca, "si mañana te vas a masturbar de nuevo, me avisas", me dijo mi abuela, saliendo de mi habitación como si acá no hubiera pasado nada.
Yo tenía la sensación de sentir sus tetas en mis manos todavía, me vestí y salí de mi habitación, yendo a la cocina, donde mi abuela estaba lavando unos vasos que había, "hola mi niño, como estas?", me dijo con esa sonrisa tierna que tiene, "abuela, quisiera hablar contigo", le dije, "sobre que mi niño?", me dijo, como que estaba prestando mas atención a los vasos que a mi, "sobre lo que ha pasado", le seguía diciendo, "y que ha pasado, dime, que te chupe la polla, hice algo de malo, a ti te a gustado, verdad, y a mi también me gustó chupar tu polla, soy una mujer, madura, casi vieja, pero mujer al fin y necesito un hombre de vez en cuando", me dijo, sin darme opción a seguir hablando, "sabes que tu abuela también tiene coño, que también tengo culo, verdad y no se si sabes que también me gusta sentir una polla en mi coño o en mi culo, que me chupen las tetas, soy tu abuela, pero soy mujer también", me dijo, haciendo un silencio que se me antojaba muy pesado, tenso.
"no abuela, es que me sentí muy sorprendido, jamás imagine sentir la sensación de que me estés chupando la polla, sentir tus tetas en mis manos", le decía, intentando decir algo coherente, ya que todo lo que ella me había dicho me dejaron sin palabras, "hay mi niño, mi pobre niño, que no veía a su abuela como a una mujer, y otra cosa, si quieres meterme mano, no te asustes, mete tus manos donde quieras", me dijo, cogiendo mis manos y haciendo que le coja sus enormes nalgas, "te gustaría verme el culo?", me dijo mi abuela, haciendo que saque mis manos de sus nalgas y dándome la espalda, se levanta el vestido que llevaba puesto y se baja una enorme braga, dejando su culo a mi vista, cogiendo mis manos con una de sus manos y con la otra no dejaba que se le baje el vestido y me hizo volver a coger sus enormes nalgas "mmmmm, que rico, como me coges las nalgas, te gustaría follar mi culo?", me dijo mi abuela, levantando mas el vestido y moviendo su culo, mientras yo le tenía cogidas las nalgas, se dio la vuelta, dejando que le vea el coño, lleno de pelos, "y quiero sentir tu polla dentro de mi coño también", me dijo, volviendo a coger mis manos y haciendo que las pase por su peludo coño, "mmmmmmm, que bien se sienten tus manos en mi coño, mete tu dedos si quieres", me dijo, abriendo sus piernas, no mucho ya que su braga no dejaba que las abra mucho.
Yo cuando metí uno de mis dedos en su coño, noté que estaba mojado, mi abuela cerró lo ojos y gimió, pasando su mano por mi polla, que estaba dura de nuevo, pero dentro de mi pantalón, "estas empalmado de nuevo, vamos a tu habitación, así me follas", me dijo, haciendo que saque mi dedo de su coño y ella se terminó de quitar su enorme braga, desabrochando su vestido mientras íbamos a mi habitación, entramos, se quitó el vestido y el sujetador, acostándose en mi cama completamente desnuda, "ven cariño, acuéstate a mi lado, ven a follar a tu abuela", me dijo, golpeando la cama a su lado, y abriendo sus piernas dejando que le vea el peludo coño.
Yo me quitaba la ropa sin dejar de mirar su coño, temblaba de emoción, estaba a punto de follar, y me iba a follar a mi abuela.
Ella me hace acostar sobre su cuerpo, llevando suavemente mi cabeza contra sus enormes tetas, levanta las piernas y con su mano dirige mi polla contra su coño, diciéndome que empuje, y gemimos los dos cuando empecé a empujar y sentimos como mi polla entraba en su coño, "así mi niño, así, mete bien adentro tu polla", decía mi abuela y yo estando sobre ella, metí mi polla bien adentro, ella seguía con sus piernas abiertas y levantadas, ella me acogió de la cintura y me dirigía en los movimientos y yo me dejaba dirigir, "así vamos a disfrutar mas", me dijo, haciendo que baje y suba sobre ella, gimiendo a medida que mi polla entraba y salía de su coño, "hay mi niño, que bien me follas, como siento tu polla dentro de mi coño", me decía mi abuela, gimiendo, sin dejar de mover su cuerpo y haciendo que yo me mueva despacio, sintiendo una deliciosa sensación, al estar follando a mi abuela, "mi niño, me quieres follar por el culo?", me dijo mi abuela, dejando de mover su cuerpo, me miraba de una forma extraña, levantó su cabeza y me beso los labios, sin esperar a que diga nada, me baja de encima de ella y se pone en cuatro patas, se abre sus enormes nalgas dejando que vea el ojete mas grande que había visto, bueno, solo los vi en fotos, pero el ojete de mi abuela es enorme.
Como pude me acomodé entre sus nalgas e intentaba meter mi polla en su culo, pero por la falta de experiencia no lo lograba, entonces mi abuela me dice que la deje acomodar de nuevo y se puso boca arriba, volviendo a levantar sus piernas, me hace acomodar de nuevo entre sus piernas y con su mano dirige mi polla contra su enorme ojete y me dice que vuelva a hacer fuerza, volviendo a sentir una extraña sensación al sentir como mi polla entraba ahora en el culo de mi abuela y ella daba un fuerte gemido sintiendo como mi polla entraba toda en su enorme culo, "así mi niño bonito, ahora folla el culo de tu abuela", me dijo con las piernas bien en alto y una cara de satisfacción increíble, a medida que como ella me decía, hacía que mi polla entre y salga de su enorme ojete, "hay mi niño bonito, que bien me follas el culo", me decía mi abuela metiendo una de sus manos entre sus piernas y se acariciaba el coño, mientras yo le follaba el culo.
Yo estaba viviendo un sueño, estaba follando, aunque a la mujer que estaba follando era mi abuela, pero la estaba follando, la escuchaba gemir, como se metía sus dedos en el coño, como con la mano libre dejaba de acariciar sus enormes tetas, y se abría una de sus nalgas, "pégate mas a mi, así me entra mas tu polla", me dijo, haciendo que me pegue mas a ella, haciendo que mi polla entre toda en su culo, "ahora si la has metido toda", me decía mi abuela con sus ojos semi cerrados, abriendo su nalga y metiendo sus dedos en el coño, gimiendo y moviendo su cuerpo, "hay mi niño bonito, que bien que follas a la abuela", decía entre gemidos de placer, sin dejar que yo pare de meter y sacar la polla de enorme ojete, "ahora vas a dejar tu leche en mi culo, si mi niño bonito", me decía acariciando mas fuerte su coño, gimiendo fuerte, casi gritando, diciendo que la folle mas fuerte, yo me moría por correrme dentro de su culo, me seguí moviendo fuerte, metiendo y sacando mi polla fuerte de su culo, hasta que el que grito ahora fui yo, y me empecé a correr dentro del culo de mi abuela, entre temblores de placer y enseguida ella empezó a gritar también de placer teniendo un fuerte orgasmo, así estábamos los dos gritando, disfrutando el uno del otro, yo corriéndome en el culo de mi abuela y ella explotando en un orgasmo con sus dedos metidos en su coño.
Quedamos agotados, yo seguía con mi polla dentro de su culo, la fui sacando de a poco, hasta acostarme al lado de mi abuela, estábamos los dos desnudos, relajados, cuando mi abuela se levanta de la cama, había una enorme mancha de leche donde ella tenía el culo, "ahora hay que cambiar las sábanas", me dijo riendo, y me volvió a besar los labios, sabiendo los dos, que esto no había terminado acá, que no era ni la primera, ni la última vez, que iríamos a follar.
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