Adueñándome de la virginidad de mi hermanita y mi prima en la misma noche – Parte I
Gisela es mi hermanita, tiene 10 años y Martina es nuestra prima, también de 10 años. Ambas son hermosas, y los tres hacemos buenas migas, mi prima duerme bastante seguido en mi casa..
Como inicié este relato que salvo los nombres, el resto es real, sucedió tal cual. Esa tarde jugamos hasta el anochecer en la piscina de casa, hace calor, ya es de noche y todavía hay mas de 25°C, mis padres regresan tarde de trabajar, mi padre es médico y trabaja en la guardia de emergencia del hospital cercano a veces hasta las 22.00hs, y mi madre es profesora de nivel universitario, por lo que a veces llega ya entrada la noche. Yo termino siempre a cargo de mi hermanita, y también de mi prima cuando sus padres están ocupados. La verdad no me molesta por que la paso divertido con ellas dos. Siempre estamos inventado juegos cuando no hacemos juntos la tarea, yo las ayudo con sus deberes. Y así empezó esto, yo en la mesa del comedor luego de todo el día en la pileta, haciendo mis tareas, me había sacado el short de baño y tenía solo puesto mi slip luego de secarme. En eso viene Martina a decirme que quería también sacarse la malla mojada, pero que no había traído ropa para cambiarse, no había mucho problema ya que son casi de la misma talla que mi hermana. Dejé de hacer lo mío y la acompañé a la habitación, allí en la cajonera mi hermana guarda su ropa interior, le dije que elija lo que quisiera ponerse, mi prima directamente se sacó su malla y me otorgó una de las mejores vistas del día, su hermoso cuerpecito bien blanco, sus pechitos más crecidos que los de mi hermana, su culito más flaco pero bien redondito, y su hendidura vaginal parecía una rayita entre sus piernas. La verdad es que era la primera vez que mi prima me generaba un escozor entre las piernas, haciendo que mi pija se comenzara a poner dura, la tengo bastante grande y gruesa para mi edad, la he comparado con mis compañeros en el baño del colegio y si, es más grande que la de la mayoría, salvo la de Albertico que tiene un morcillón que es el doble de largo y bastante más gruesa que la de sus compañeros. Pero la mía cuando se para es linda. Con la cabeza medio en punta, tipo flecha, y lo particular es que la parte del tronco es mucho más gruesa que la cabeza. Hace un tiempito atrás nos la medimos con otros chicos y la mía tiene 15cms de largo por 5,5cms de lomo.
Bueno volviendo a Martina, al estar totalmente desnuda frente a mi se agachó para ponerse la bombacha y me apuntó el culito hacia mi, no pude resistir y aproximándome desde atrás la tomé de las caderas y le apoyé la pica bien en el centro de sus cachetes, ella al sentir algo duro puerteando su culo se quedó quietita, yo aproveché para rozarle bien la verga por su canal, ella gira la cabeza y sorprendida me mira y sonríe, yo me adueño de sus tetitas, pellizcando sus pezones, ella gime pero no se corre, bajo una mano y le acaricio suavemente su vaginita metiendo la puntita del dedo entre sus delgados labios, y le beso el cuello como había visto hacían en las películas porno. Ella lleva la mano hacia atrás y toma mi pene por sobre el slip y lo aprieta, eso me excita sobre manera, yo no había estado nunca con una chica hasta ese día, yo también era virgen, pero con más experiencia por pajearme a diario mirando videos porno en internet. Es toqueteo nos llevó a un nivel de excitación tremendo, mi prima se dio la vuelta y me toma de la verga con ambas manos, pero no sabía que hacer, yo me bajé el slip liberando así la pija que estaba como un palo de dura, Martina abrió grande los ojos, asombrada, claro nunca había visto una verga en vivo. Pero a veces la naturaleza es sabia, ya que se arrodilló frente a mi, y tomando mi pene con sus labios se introdujo la cabeza y parte del miembro en su boca, me rayó la cabeza con los dientes, pero no me importó, y comenzó a chupar y a lamer como si estuviera comiendo un cono de helado. El placer fue tan intenso que me temblaron las piernas, ella seguía chupando y lamiendo, y en lo mejor que estábamos entra mi hermana, que se quedó paralizada al ver a mi prima con la verga en la boca y desnuda. Primero la sorpresa y luego le pintó la envidia, rápidamente se sacó ella también la malla quedando como Dios la trajo al mundo, y vino a arrodillarse al lado de su prima, y tomando mi verga en sus manos, se engulló la mitad de la tripa al primer intento, y comenzó una disputa para ver cual de las dos chupaba más y mejor, eso duró unos cinco minutos y sin avisarles nada, mientras mi hermana tenía media verga hasta la garganta le llené la boca de semen, era un chorro tras otro, mi hermana quedó paralizada, no sabía que hacer, y le ordené, tragalo todo. Y me hizo caso, se tragó toda la lefa. Mi prima le sacó la verga de la mano y terminó de limpiarmela a lenguetazo puro.
Quedamos todos un poco sorprendidos, y obvio como soy el mayor y más conocedor del tema, les digo que vayamos a comer algo y que luego nos bañaríamos antes de que lleguen nuestros padres. Así hicimos, ellas se pusieron sus bombachas y yo busqué un short de futbol. Preparamos unos sandwiches de queso y jamón y con una coca cola cada uno fuimos a ver TV. Yo sabía que mi papá tenía revistas porno, así es que fui a su pieza y traje un par, haciéndome el tonto me las puse a ojear mientras las chicas miraban dibujitos. De pronto mi hermana ve lo que estoy leyendo y se me arrima a ver ella también, obvio que mi prima no se quedó atrás, al ratito estábamos los tres en la alfombra mirando como una chica rubia se comía una tremenda pija de un negro super dotado, en otra foto una japonesita tenía la verga metida en el culo hasta el fondo. Eso comenzó a excitarnos, a los tres, yo rápidamente tenía la verga otra vez parada, entonces les propuse a Gisela y a Betiana que nos desnudáramos y jugáramos a lo que hacían las parejas en la revista. Ambas aceptaron y pronto estábamos los tres desnudos en la alfombra, yo las puse a ambas chicas de frente a mi, una al lado de la otra, con las piernas recogidas y abiertas, con lo que sus vaginas me daban un primer plano genial, la de Betiana más pequeña que la de Gisela, pero ambas hermosas, me aproximé a mi hermana y arremetí con la lengua y los dedos a chupar y frotar su conchita, ella comenzó a gemir, suspiraba y se retorcía de placer, la excité por al menos cinco minutos y luego me dedique a Betiana, apenas le metí la lengua comenzó a gemir fuerte, estaba muy excitada y de repente un líquido comenzó a salirle de la conchita, luego sabría que había tenido su primer orgasmo, seguí chupando, ella me quería arrancar los pelos, me tironeaba queriendo meter mi cabeza dentro de su conchita. Yo estaba muy caliente por lo que me tire de espaldas en la alfombra y les pedí que me chuparan bien la pija, ambas se abocaron al trabajo de darme una buena mamada, estuvieron como diez minutos chupa que te chupa, les dije que las iba a coger a las dos, primero se miraron y no estaban muy convencidas, pero luego aceptaron, yo fui a la pieza de papá y traje un gel lubricante que siempre tiene en la mesita de luz, las hice ponerse de perrito, una a la par de la otra, y volví a chuparles la conchita y también el agujerito del culo a las dos, mientras le metía el dedo pulgar en el ano con gel lubricante, pronto les entraba el dedo entero, y ellas no decían nada. Mi pija estaba gruesa y dura, dije ya es momento, y poniendo mucho gel entre los labios vaginales de ambas, unté lubricante en mi verga, y me posicioné detrás de mi hermana, tomando mi poronga desde el tronco se la empecé a meter a Gisela, ella gimió, luego gritó un poquito, yo sabía que ya no había vuelta atrás, así es que de un pechón le metí la mitad de la pija, el grito que pegó se debe haber escuchado en la calle, aprovechando el dolor de la primer estocada, perforé su himen y se la metí hasta el fondo, ella temblaba, lloraba, gemís, gritaba despacito. Yo quietecito con tripa toda enterrada en las entrañas de mi hermana. Su concha tiene labios gruesos, pero es muy estrecha, apretaba como loca, de a poco se fueron estirando las paredes vaginales y ya soportaba mejor el dolor, por lo que lentamente comencé con un lento vaivén, y ella terminó por aceptarlo, debo decir que no de muy buena gana. Luego de cogerla por unos cinco minutos se la saque y por sus piernas corrió parte de su sangre junto al lubricante y sus fluidos. Pero ya su conchita se veía bien abierta. Lista para el segundo round. Me corrí, puse lubricante nuevamente en mi verga, tomé a Betiana por las nalgas y acomodé la pija entre sus finos labios vaginales, presioné y comencé a introducirme dentro de sus calientes carnes, su conchita es más elástica o menos estrecha que la de Gisela, o estaba más excitada, llegué pronto hasta su virgo y lo perforé con un empellón de cintura, y le clavé los 15cms hasta el tope. Apenas si se quejó, se quedó quietita como queriendo acostumbrarse y de repente se comenzó a mover, ella sola se cogía, se la sacaba casi toda y se la metía hasta el fondo como queriendo perforarse las tripas, al poquito de metérsela ya estaba lista y tuvo otro orgasmo, y rápidamene tuvo dos más. Luego sabría que a las mujeres que son como mi prima las llaman multiorgásmicas. Luego del tercer orgasmo cayo rendida de panza a la alfombra, entonces le saqué la poronga y encaré nuevamente a mi hermana, pero esta vez la puse de espaldas y elevando sus piernas a mis hombros le acometí la conchita desde adelante, esa posición le resultó más cómoda y menos dolorosa, pronto entramos en comunión de movimientos, y llegamos junto s al orgasmo, le llené la conchita de leche. Quedamos los tres rendidos. Pero sonrientes. Allí sellamos nuestro pacto que hoy en día todavía perdura. Cogeríamos cada vez que pudiéramos y nunca se lo contaríamos a nadie. Les hice prometer que la próxima vez me tendrían que dejar que se las meta por el culito. No están muy convencidas de eso debido al grosor de mi verga, pero todo es cuestión de paciencia e insistir. No se pierdan la parte II.
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