AGOSTINA (Sexta parte)
El chico parecia una estatua que temblaba..
AGOSTINA 6 (capitulo 6 de 7)
Llegaron muy temprano, era invierno y recién comenzaba a amanecer, era horario de inicio de clases, los dos vestían guardapolvos blancos.
Los hice pasar, cerrando la puerta rápidamente, tenia la salamandra con muchos leños, las puertas del baño y de la pieza abierta, para que esté todo templado.
Ella se paró en el medio de la sala y señalando con el dedo la sala y la pieza, queriendo saber dónde tenían que ir.
El chico parecía una estatua y temblaba, creo que mas de miedo que de frio.
Solo me saludó con un tímido “Hola don”
Le señale la pieza, ella lo tomo de la mano y se lo llevo, quiso cerrar la puerta, pero le dije que no.
Me hizo una mirada como implorando, pero moví mi cabeza negativamente y la dejo abierta.
Pude ver claramente como ella se quitaba el guardapolvo, la blusa, la pollera y la bombacha, él se estaba desvistiendo detrás de la puerta, ella se acostó alegre en la cama (que conocía muy bien) Pero el pibe tardó en aparecer, porque sabía que podía ver todo lo que ocurría en ese sector.
Finalmente caminando pasitos cortitos tapándose la verga con las dos manos, apareció y se acostó boca abajo al lado, solo pude ver su hermosa colita, su cuerpo blanco sin bellos y lo musculosa de su espalda.
Ella se subió sobre él y comenzó a moverse graciosamente como si ella fuera el hombre y el chico la mujer.
Ver la cola de Agos, ver parte de su concha ahora con partes cubiertas con pelos, me calentó a mas no poder.
Saqué mi pija, que sin viagra se habia puesto bastante durita y me empecé a pajear,
Cansada de ese jueguito Agustina lo obligo a que se diera vuelta, me sorprendió la verga del novio, no era muy gruesa, pero si muy larga y muy curvada hacia arriba.
Ella se la empezó a chupar, lamia el tronco de arriba abajo y metía de a uno los huevos del chico en la boca, de pronto me vio sentado con mi pija en la mano y cambió de posición, todo para que yo pueda ver bien su Conchita… me gustó su gesto.
Después cruzo sus piernas sobre la cara del nene, buscando meter la concha en su boca, el tipo lamió e hizo una arcada y la empujó.
¡La cara de Agos! Pobrecita estaba tristísima y avergonzada.
El pibe no hacía nada de nada.
Vino hacia la sala y tomo el guardapolvo, se le habia ido la calentura, la tome de un brazo y al oído le dije que volviera y se la chupara hasta acabar, que eso hacia enamorar a cualquier hombre, dudó, pero regreso, el pibe ya no la tenia parada y no sabía qué hacer.
Ella le agarro delicadamente la chota y fue lamiendo hasta que se le volvió a parar.
Se la chupo divinamente, el pibe temblaba de calentura, hasta que le lleno la boca de leche.
Abrió la boca saco la lengua, le mostró el semen que retenía, que era mucho, por cierto.
Cerro la boca y tragó, el pibe hizo otra arcada, pero se le pasó, pero no quiso volver a besarla.
Cuando pude la consolé diciendo que esto recién empieza, que de a poco es mejor, que le tenga paciencia y que busque que es lo que más le calienta.
Se fueron medio separados, enojados los dos.
En esa misma semana paso el pibe por la vereda de enfrente, se hizo el que no me veía, pero lo llamé y se tuvo que cruzar, despues de unos saluditos lo invité a pasar porque tenia que hablar con él.
Estaba colorado como un tomate y muy nervioso, lo tranquilice, diciendo que quería mucho a Agostina y que quería lo mejor para ella, que le iba a dar buenos consejos para que no solo se arreglaran, si no también para que sean felices.
“Mirá. ¿A vos te gustó lo que te hizo Agos?” me dijo que, sí que le encantaba, pero que verla tomar esperma le produjo impresión,
Comencé a decirle que a las mujeres les encanta el semen…se quedó pensando, le dije “¿Tu mama nunca te dijo que le gusta el semen de tu papa?” me dijo que no, que no se imaginaba a su mamá con una pija en la boca…me reí y le dije se ve que hay muchas cosas que no sabes.
Y a los hombres nos encanta lo que les sale a las mujeres cuando terminan. Puso cara de asombro, y se acordó que Agostina tenia la concha muy salada, que le dio asco el sabor.
Es cuestión de acostumbrarte, también tenes que saber que te calienta y compartirlo con ella.
“¡Que me chupé el pito, eso me calienta” “Es que es lo único que has probado” “hay cosas mejores” le dije con convicción!
“Vos no tenes que decir no me gusta de entrada, tenes que probar bien el sabor de cada cosa hasta que veas que te agrada”
Vamos a hacer una prueba
“sácala” ke dije señalando su verga…dudo, pero le insistí “¡Dale sácala!”
Se bajo el pantalón un poco porque era un jogging sin bragueta bajo su calzoncillo y quedo su bicho que se estaba parando a mi vista y a mi alcance.
Era una pija bien rara, muy curvada parecía una letra “C” le tire el cuerito para atrás y haciendo presión lo leve hacia adelante, tres veces hasta que apareció pre seminal en su cabeza. Tome un poco que quedo pegada en el tema de mi dedo y me lo metí en la boca y lo saboree. Volví a apoyar el dedo, esta vez se lo ofrecí para que probara, apenas puso la punta de la lengua y intento saber el sabor, “eso ni alcanza “le dije y unte mas cantidad y se lo metí en la boca, “chupa mi dedo le dije” y nuevamente saboreó, después de tragar saliva me dijo, “si, la verdad que no es feo” trato de agarrar más de la cabeza de su choto, pero ya estaba seca.
Saque rápidamente mi pija caliente y chorreante y le hice seña que tomara de allí, no quería, así que unte nuevamente mi dedo con un poco de precum y le dije que lo chupe, saboreo y puso cara de que no le disgustaba….
Para saber si te gusta o no tenes que probar mas cantidad, me puse de pie, puse mi poronga cerca de su boca, lo agarré por la nuca y sus labios apretados se apoyaron en mi glande.
“¡Saca la lengua!” le ordene y del susto lamió un montón de liquido que se metió en la boca y trago sin más…” Tenes que sentirle el sabor nene” le dije enérgicamente y volví a repetir la operación, pude ver que la pija del pibe se había parado del todo.
Esta vez lamió y paso el liquido de un lado al otro, esta vez si le gustó, me miro como extrañado, miró la cabeza de mi pija y se la metió en la boca.
No chupaba, pero la lamia, sentía su lengua recorrer todo el contorno, tenia los ojos cerrados como disfrutando un gran placer.
¡Me miraba para arriba con ojitos tiernos, parecía un guachito mamón!
Tuve ganas de acabar, pero todavia había muchas cosas para enseñar así que me dije que no.
Se la tuve que sacar de su boca, y le dije que hablaría con Agostina para que arreglen sus cosas.
Me dijo que no tenia muchas esperanzas porque ella ni le hablaba.
“No te preocupes, yo tengo la solución” se fue esperanzado…
A Agos la atajé un día que como siempre pasaba de largo, me dijo que no haría nada conmigo, le explique que quería hablar de su noviecito, al principio no quiso saber nada solo me respondió;” ¡Es un boludo!”
Me tomé mi tiempo para enseñarle que el pibe era “virgen” que lo mejor es encontrar alguien a quien uno va formando a nuestro gusto, pero que eso lleva trabajo, paciencia y a veces frustración.
“¿A vos que te gustaría que te hiciera?” pregunté:
“que me chupara la cajeta” dijo sin dudar
“¿Cómo te la chupaba yo?”
No quiso hablar del tema, me dijo que ya no lo recordaba…
Le dije que lograría que el chico le chupara la concha de buena manera, ella solo insistía que al noviecito le daba asco su vagina.
“No te preocupes, mañana venite al salir del colegio, con tiempo”. Ella no muy convencida me dijo que si y se marchó.
Espere el horario en que el chico pasaba para el colegio y le explique que viniera media hora despues de la salida y que viniera dispuesto a arreglar la relación, estaba contento, creo que preparado para todo.
¡Cuando vino Agos le di un jabón nuevo y un perfume intimo en aerosol, “Lavate hasta el fondo y hechate esto!” Le dije que se ponga el vestido sin la bombacha. fue al baño, demoró bastante, cuando vino el chico ella estaba saliendo del baño, se miraron y como vi que eso iba a tardar mucho la agarré de la muñeca a ella y la lleve a la habitación indicándole que se acueste en la cama, el pibe nos siguió.
Agos se levanto el vestido, el pibe se arrodillo entre sus piernas, bajo al pesebre y empezó a dar lengüetazos, ella lo agarró de la cabeza y lo apretó contra su concha, el pibe empezó a chupar, Agos gozaba como loca, su cara era el reflejo de la felicidad.
Aprovechando las circunstancias, saqué ni verga blandita pero mojada y se la arrimé a la cara a Agos… me dijo “no hagas trampas” pero igual me lamió el precum, nada más.
Agostina estuvo genial porque cuando estaba por acabar, alejo la cara del pibe y el chorro de acabada salió a un costado.
El pibe miraba el charquito y no entendía nada, pasé la mano por los pelitos de la nena, y ese liquido me lo tragué, le dije “Esto también tendrás que empezar a tomarlo, es la leche de las mujeres y tiene muy bien sabor”
El pibe me imitó, probo lo que tenia en sus dedos, y se lanzo a chupar lo que quedaba en los pendejos de Agostina, quien lo tuvo que empujar, porque habia quedado muy sensible.
Prácticamente los eché, porque si se quedaban iban a terminar cogiendo.
Y sabía que me tocaba algo mejor.
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