AGOSTINA (Tercera parte)
No habia pensado en eso, pero ahora formaba parte de mi imaginación….
Este es el tercer capítulo de 7
AGOSTINA (Tercera parte)
Solo vivía las horas recordando, imaginando como la nena se tomaba mi leche.
Recordé una amiga que vive en un pueblo próximo, con la cual a veces nos veíamos (Hace un par de años) En esos encuentros hablábamos de sexo, nos calentábamos y terminábamos masturbándonos entre nosotros.
Pero más era por chat, hace unos meses me contó que le habían regalado un perro labrador, que al principio solo gozaba con la lengua del perro en su vagina, pero con el tiempo logró que el perro la culiara y decía mi amiga que la poronga del perro no tenía nada que envidiarle a la mía.
Le dije si me lo prestaba un par de días y que para que no se pelearan intercambiaríamos perros por ese lapso de tiempo.
Cuando le conté como bobi chupaba la concha, no dudo en aceptar el cambio.
Agos venia con una bolsa de compras…” ¿Dónde estabas ayer que no te i?”
Fui a buscar una sorpresa para vos, quería verla enseguida, le dije que era una sorpresa que necesitaba tiempo…
“Llevo las compras y regreso” La vi pasar de nuevo hacia su casa y me quedé esperando ansioso.
Volvió y buscaba con su mirada cual sería el regalo, yo me encamine hacia el fondo. Ella puso su mano en su concha y acariciándose grito “¡bobi!” pero le hice señas que no.
“Sacate la bombachita” le dije y fui por el labrador.
Cuando lo vio se puso feliz “que lindo perrito” a este no lo podía levantar porque era demasiado grande.
El perro ya estaba algo entrenado, al ver la nena sin calzones dirigió su hocico directamente a su entrepierna empezó a lamer…. Ago. se acostó y abrió más las piernas gozando las caricias de la lengua del perro.
Pero éste puso sus patas delanteras sobre la mesa y apunto su pija parada al agujero húmedo de Agos.
Al tercer intento la pija entro, la nena abrió todo lo que pudo sus piernas y tenía la pija del labrador cada vez más adentro, de pronto dio un grito de dolor, yo tironee del collar del perro para frenarlo, pero este la metió más adentro, ella seguía quejándose, pero no tan fuerte.
Tironee como para bajarlo de la mesa, el perro habia comenzado a moverse y Agos al ver que lo iba a sacar me dijo “Dejalo, dejalo ya no me duele” Y el perro le pegó una cogida fabulosa, yo la tenía bastante dura, pero en vez de pedirle que me la chupe, me quede viendo como la pija entraba y salía de esa concha divina.
El perro estaba por acabar, Agos me pidió un beso, me arrime y me empezó a chupar mi lengua.
Cuando sintió la leche del perro pegando en su interior dijo “¡AHHA que divinoooo!” y me abrazo y chupó con más fuerza mi lengua, el perro se bajó, puse mi mano entre sus piernas y pude sentir que le corría esperma por ellas, las acaricie y junte líquido y se lo di para que lamiera, ella primero olió y probo con la puntita de su lengua, saboreo y después empezó a lamer mi mano, cuando ya no tenía nada me llevaba a que tome más leche de entre sus piernas. Le encanto el sabor., Me puse entre sus piernas para recoger todo lo que podía ver.
Y vi su concha, apenas abierta y mire la pija del labrador todabia afuera y me dije que ya era hora, pero mi pija estaba blanda, intente meterla, pero se doblaba, ella estaba dispuesta, pero yo no podía.
Un poco para consolarme a mí mismo le dije al oído “Mañana me toca a mi”
Se bajo y solo dijo “bueno” le di una toalla para que se lave en el baño.
Esa misma tarde fui a la farmacia y compré una tableta de viagra de cinco miligramos, al otro día me tomé una.
Agos pasó temprano, iba de compras, no la deje seguir, le dije que no la entretendría demasiado tiempo, al principio dijo que no, que después de las compras, pero yo le insistí tanto que accedió aclarando que solo unos minutos.
Ya acostada sobre la mesa, nos besábamos mientras le sacaba hasta la ropa interior.
Estaba sequita así que le chupe apenas unas mamadas y lengüeteadas a su papito.
Cuando empezó a gozar yo me baje pantalón y calzoncillo, esta vez la tenía bien dura.
Lentamente se la fui metiendo, ella me rasguñaba la espalda, esperaba cualquier gesto de dolor para detenerme, pero mi pija entro hasta el fondo, no sé contra que tocaba, pero sentía una pared acariciando mi cabeza.
Sentí su orgasmo, me apretó la pija con sus músculos internos, fue una hermosa sensación y eso me hizo acabar, una y otra vez mi pija expulsaba esperma en su interior.
Miró la hora en el reloj que está sobre el aparador y rápidamente se puso su bombacha se bajó de la mesa y enfiló para la puerta “Se me hace tarde” dijo nerviosa y la vi caminar, también veía un camino brilloso que corría por sus muslos, ella lo notó, solo levanto un poco una pierna paso su mano como secando, lamiendo lo que, recogida, así hizo varios pasos limpiando ambas piernas.
Me habia comido un verdadero bombón, di media vuelta, entré a mi habitación, tenía la pija durísima a pesar de haber eyaculado, entró el perro y me vio sentado con la pija húmeda entre mis manos, se acercó, olfateo, lamio un poco y me la chupó, fueron dos o tres lamidas y acabé de nuevo, esta vez en la boca del perro que puso cara de asco y se retiró.
Pensé que era una pena que lo tenía que devolver…
Llame a mi amiga para saber si me lo podía dejar un par de días más y ella no tuvo problemas, porque estaba chocha con bobi y su manera de chupar cotorras.
Solo hizo una broma sobre si me dejaría coger por el perro…” Mira que coge como los Dioses” agregó.
No haba pensado en eso, pero ahora formaba parte de mi imaginación…
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