AHORA SON DOS X
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por XCITANTDLC.
Viernes por la tarde me encontraba en sala con mi hermano Jesús platicando de ciertas trivialidades, en eso se escucha el timbre de la casa, salí a ver quién podría ser y vaya sorpresa mi novio estaba ahí parado frente a mis ojos eso si me causo incertidumbre, por unos momentos pensé que le pasaba algo pues nunca va a casa, así que lo hice pasar y los presente a ambos, hicimos planes para salir a bailar a algún lugar esa noche.
Siendo las 7:00 de la noche entre a bañar y me olvide de cerrar bien la puerta, así que me desnude y disfrutando del agua tibia que recorría mi cuerpo, comienzo a tocarme, a frotarme las tetas con los pezones erectos, me imaginaba que mi hermano era quien me tocaba, no sé cómo surgió ese pensamiento sucio en mi pero no pude dejar de imaginarme semejante situación, mi concha se humedeció rápidamente.
Esos eran los pensamientos más sucios y excitantes que jamás había tenido.
Me senté en la bañera con la piernas bien abiertas metiéndome los dedos en mi dilatada vagina, gemía de placer, me tocaba frenéticamente necesitaba un orgasmo lo antes posible no aguantaba más la calentura que tenía.
Cuando explote en un orgasmo mire hacia la puerta y tuve la sensación de que estaba siendo observada, pero no estaba segura del todo, así que termine de ducharme y me vestí.
Me puse una mini de jeans, con una playera blanca casi transparente sin corpiño dejando ver mis pezones y unos tacones.
Luego entro a bañarse mi hermano, al rato llego mi novio ya listo para salir a comer algo y luego ver a donde ir a bailar.
Cuando se terminó de vestir Jesús no podía creer lo que veía, como me calentaba, se notaba su pene en el pantalón que llevaba puesto, eso me hacía pensar en la buena verga que tiene, que calentura me agarraba de solo imaginarlo.
Salimos dispuestos a divertirnos.
Cenamos en un elegante restaurant y tomamos algunas copas de vino yo diría que más de lo que era necesario para cenar.
El alcohol ya comenzaba a hacer efecto, muchas bromas subiditas de tono.
Conversaciones muy íntimas y calientes.
Seguimos tomando un rato más y luego nos fuimos a bailar.
Yo estaba súper caliente no podía sacar la mirada del bulto que dejaba ver el pantalón de mi hermano, como lo deseaba.
Mi novio se fue a comprar un par de bebidas así que nos quedamos un rato solos, él se acercó a mi oído y me dijo: Te vi hoy en la ducha hermanita, ¡estás bien buenota! ¿En quién pensabas cuando te tocabas Valery? Por un momento me sentí avergonzada, el había estado viendo como me masturbaba y encima mientras me masturbaba pensando en él.
En eso volvía mi novio y dejamos de hablar del tema.
No podía dejar de pensar que mi hermano me había visto completamente desnuda y masturbándome, el pensar eso me hacía poner incomoda pero al mismo tiempo me excitaba.
Nos fuimos a sentar en un lugar más tranquilo del local, había unos sofás muy cómodos, seguimos bebiendo mientras charlabamos.
En un momento mi hermano me sentó en sus piernas y me beso apasionadamente, notaba que mi novio disfrutaba la escena.
No sé porque pero Chuy estaba sumamente excitado, me empezó a tocar las tetas, dejándolas fuera de mi playera como mostrándolas a mi novio.
Yo no entendía que estaba haciendo, jamás hizo algo así y menos frente a alguien que no conociera bien.
Me dijo que me sacara la tanguita y se la diera a mi novio ¡Estás loco! Le dije, Shhh me respondió relájate y disfruta.
Lo dijo como sabiendo lo que hacía.
Mi novio se dio cuenta de lo que me había pedido y se acercó más agachándose para sacarme la tanguita, comencé a imaginar que había algo pactado entre los dos pareciera que ambos sabían muy bien lo que hacían.
Me saco la tanguita dejando al descubierto mi conchita depilada, luego se sentó donde estaba anteriormente, mi hermano me metió un par de dedos haciendo que me dilatara, con la otra mano tocaba una de mis tetas.
Cuando pensé que algo mas pasaría me arreglo la blusa de nuevo y me dijo que fuéramos a bailar.
Completamente mojada me calentaba cada paso que hacia al restregarse uno contra otro mis labios vaginales, después de bailar un rato me dijo que tenía ganas de ir al baño, así que me llevo de la mano, mi novio vino con nosotros.
Vaya sorpresa mía cuando me hicieron entran al baño de hombres.
Por mi mente pasaron mil cosas me imagine que me cogerían.
Pero no solamente me dejaron que les vea a ambos las vergas en el momento que estaban orinando, así que bueno me dije a mi misma que ya no iba a pasar nada de lo que me había imaginado.
Los tres estábamos pasados de alcohol, así que decidimos volver a mi casa, aunque cuando llegamos seguimos tomando lo que había ahí.
En un momento mi novio se fue al baño y mi hermano me tiro sobre la mesa del comedor diciéndome.
¿Te calienta que te vea tu novio putita? ¿Estás loco? Le respondí.
No estoy loco, además andas más caliente que de costumbre hermanita.
No, nada que ver estas pensando cosas que no son.
Te vamos a dar lo que estas queriendo putita, ya lo hablamos con el mientras te maquillabas para salir.
Te vamos a coger entre los dos quieras o no.
Es que, ahora no hace falta que hables.
Me dijo mi hermano.
Me dio la vuelta acostándome boca abajo en la mesa, con la mini levantada dejando ver mi concha húmeda, de repente sentí una lengua introduciéndose en mi vagina, cuando atine a mirar, Chuy me dijo que me quedara como estaba, inconscientemente abrí mas las piernas, estaba gozando como nunca, al rato sentí otra lengua pero esta vez en mi ano ambos estaban haciéndome el sexo oral más rico que jamás había experimentado.
Después de jugar un buen rato con mis agujeros me llevaron a la cama sacándome lo que me quedaba de ropa.
Me ataron las manos con una corbata a la cabecera de la cama, yo deje que hagan lo que querían conmigo estaba demasiado caliente como para ponerme a contraríalos.
Me abrieron bien las piernas poniéndose uno al lado del otro para lamerme desde el ano hasta el clítoris bajando y subiendo ambas lenguas una y otra vez, me estaban volviendo loca, pedía a gritos que me cogieran de una vez por todas.
Hasta que por fin decidieron cogerme, me soltaron las manos y mi hermano me dijo que me acostara con la espalda en el piso y con las piernas para arriba, ayudándome a hacer equilibrio con el costado de la cama.
Al ponerme en esa posición estaba a merced de ambos, mi hermano se puso del lado de mi concha introdujo nada más que la cabeza del pene, me estaba torturando la deseaba adentro de mí, mi novio me escupió el culo y también introdujo nada más que la cabeza de su pene y la volvía a sacar hasta que sin previo aviso los dos me metieron las vergas de una vez y hasta el fondo, jamás había experimentado semejante placer, sentía que estaba en el cielo, llena por los dos agujeros gritaba, gemía de placer.
Después de un rato así mi hermano me saco la verga bruscamente eso me hizo sentir un poco de dolor.
Me dijo que me acostara en la cama.
Lo hice y mi novio se subió encima de mí, introduciéndome esta vez el pene por el culo lentamente, sin ningún apuro, nos besamos apasionadamente, mientras me envestía hasta el fondo.
¿Te gusta hermanita? ¡Mmmm si me encanta! Estas gozando así, gracias a tu novio putita, el me pidió que te cogiéramos, mmmm si ¿y porque? Porque le excita mucho el incesto.
¿Y le pregunte a mi novio es cierto que fue tu idea mi amor? Si hermosa, no sabes lo linda que te ves cogiendo con tu hermano.
Y se acercó, para que le diera una buena chupada.
Mi hermano me siguió dando duro por el culo.
Hasta que sin previo aviso me metió la verga en la concha llenándome de semen, eso me calentó tanto que tuve un orgasmo simultáneo con él.
Mi novio se acercó así que mi hermano le dio espacio para que el también pudiera descargar su leche dentro de mí, y así lo hizo en una o dos embestidas sentí otra oleada de semen en mi dilatada vagina, mi novio se llenó del semen de Chuy también.
Yo quise levantarme, para darme una ducha, pero mi novio me dijo que no lo haga que le excitaba demasiado la idea de que yo esté llena del semen de los dos.
Yo estaba bastante preocupada ya que no tomaba anticonceptivos, ni tenía ninguna otra clase de protección contra un embarazo no deseado.
Aunque admito que el estar llena del semen de los dos también me calentaba mucho.
Los dos se acostaron, uno a cada lado mío, los tres estábamos completamente desnudos y nos dormimos exhaustos.
Mi hermano fue el que se despertó primero, el me despertó con la verga erecta, diciéndome al oído que quería que se la chupara, el solo hecho de escuchar eso, me puso muy caliente, me acomode entre sus piernas y empecé a recorrerla entera con mi lengua, estaba tan dura que podía sentir el líquido preseminal en mi lengua, muy pegajoso y con un aroma estimulante , me la trague entera, el gemía de placer, pidiéndome por favor que no pare, que siga porque lo hacía muy bien.
Se la chupe un buen rato, hasta que fui subiendo hasta encontrarme con sus tiernos labios, lo bese con mucho amor, lo deseaba pero al mismo tiempo lo amaba tanto, era mi hermano del alma, y ahora era mi amante.
Restregaba mi clítoris contra la cabeza de su pene, me la metía un poco y la sacaba, sentía que la verga le daba saltitos de la calentura que tenía, hasta que me agarro de la cintura y me la enterró sin piedad hasta el fondo, no pude evitar dar un grito de dolor.
Mi novio se despertó, al vernos cogiendo se empezó a masturbar, no sacaba los ojos de mi concha dilatada.
Se acercó a mí, me beso los labios tiernamente y me dijo lo mucho que me amaba.
Se acomodó detrás de mi culo, me imagine que iba a cogerme por el culito otra vez, pero no esta vez él tenía otra sorpresa para mí.
Lentamente la verga de mi novio fue entrando en mi concha dilatada, no podía creer lo que estaba a punto de hacer, una doble penetración vaginal.
Al principio le costó un poco la penetración pero poco a poco fui sintiéndome completamente llena, el placer era indescriptible, gozaba como nunca.
Jesús mordisqueaba mis pezones duros mientras mi novio me besaba el cuello, jamás en la vida me había sentido tan deseada, quería que esa mañana no terminara nunca.
De solo imaginarme que sus dos vergas se rozaban entre si me volvía loca, así que no aguante más y estalle en un orgasmo increíble.
Después de un par de embestidas bruscas de ambos sentí mi concha rebalsar de semen muy caliente, que chorreaba por mis piernas y nalgas, ¡estaba bañada de leche!
Me fui a dar una ducha mientras ellos se quedaron recostados un rato más, se notaba que estaban exhaustos.
Me sentí totalmente renovada luego de bañarme.
Así que fui a preparar algo frio para refrescarnos.
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