Alicia y Cristina 6
Se intensifica la situación.
Capítulo 6
- ¿Así te gusta?
- Si, así, la tienes muy gruesa y me gusta cómo me partes el culo
Jo bufaba como cerda mientras mi verga le partía el culo, estaba empinada en la cama, toda sudada, sus nalgas estaban rojas, había recibido nuevamente mi castigo, sus ojos estaban manchados con el rímel corrido por las lágrimas excretadas debido al dolor de la cintareada que le di; después de eso fue orgasmo tras orgasmo con las metidas de verga que le daba.
- Te gusta verdad— dije yo con cara de furia moviendo mis caderas como loco
- Si
- ¿Por qué eres una puta verdad?— aceleré cuando le dije y ella gimió fuerte
- Aaahhh Si lo soy, jódeme el culo muy fuerte
- Te lo voy a partir en dos
- Aaahhh… si, hazlo
Aceleré, el lubricante facilitó la fuerte y salvaje penetración, sus nalgas rebotaban con mis embestidas, los dos sudábamos tanto que las sábanas estaban totalmente húmedas, por suerte nos habíamos hidratado bien y durante la cena casi no hubo consumo de alcohol, solo dos copas de vino blanco, en el camino de regreso veníamos tan calientes que ella se agachó, saco mi verga y me mamó, aceleraba mi auto para llegar cuanto antes, ya la que quería hacer mía.
- Si más, así
Jo exigía más fuerza en la penetración no me hice del rogar, me deje caer sobre ella y la obligué a quedar totalmente acostada boca abajo en posición horizontal, la sujete del cuello y se lo apreté, sabía que le provocaría asfixia, pero al hacerlo sentí como su raja chorreo como una llave de agua abierta mojando mis huevos; sentí el cosquilleo de orgasmo en mis huevos, grite en su oído mientras la apretaba más fuerte y me movía como un maldito desquiciado sobre ella; al mismo tiempo ella colaboró moviendo sus caderas, cualquiera hubiera pensado que era maltratada, pero teníamos el orgasmo de nuestras vidas.
- Aaahhh que rico
Bufó Jo cuando caí a un lado de ella, mi verga estaba toda babosa, ella se acercó y me beso, su boca sabia a culo y vagina, la había estado alternando entre su culo, vagina y boca, bueno también sus tetas fueron mallugadas por mi verga.
- Mi amor Me sacaste la leche de tal forma que sentía que se salía mi alma con ella— dije pellizcándole el pezón más próximo, ella grito quedito y sonrió agradecida
- Ahu mi amor, me encantas, eres tan enérgico cuando coges— gimió al sentir su pezón machacado por mis dedos— ahora entiendo porque Alicia y cristina están tan prendadas de ti
- No mi amor, ustedes sacan eso de mí
Desde hacía como 2 horas que nos decíamos “mi amor”, no sé dónde acabaría eso, pero nuestro sexo mejoro al incorporar palabras de amor mientras me la cogía de la manera más salvaje posible; ella se acercó al pezón más próximo y lo lamió con mucho amor, lo hacía con tanto cuidado y cariño, a diferencia de mí que se los chupaba y mordía, de hecho los pezones de ella estaban hechos mierda, lejos de enojarse gritaba que le diera “más fuerte” cuando se lo hacía, sus nalgas ya estaban moradas, me la había pasado golpeándolas con una sandalia mientras ella estaba boca abajo atada, yo me hinqué entre sus piernas abiertas y no pare hasta que sus nalgas tomaron un tinte violáceo, ella chilló, gritó, sus lágrimas emergieron, su rímel corrió marcando la trayectoria de las lágrimas, pero en ningún momento me impidió hacerlo o me pidió que parara.
- Estoy pasando unos días tan deliciosos, la verdad no pensé que fueran a ser así, por eso me traje a rufy
- ¿A quién?
- A rufy, es mi consolador
- Ha sí, creo que ya lo conozco
- ¿Sí?
- Si, el otro día te vi usándolo
- ¿En serio? Qué pena— sonrió enseñando su hermosa sonrisa mientras se tapaba los ojos con una mano
- ¿Por qué?
- Es que me pongo muy intensa cuando lo uso
- Si lo note, por eso no quise interrumpirte, eso no hubiera sido cortés
- Gracias por no hacerlo, me hubiera apenado mucho
- Sí, pero la verdad también lo hice porque me acababa de vaciar en el culo de Alicia
- ¿Qué hubieras hecho si hubieras tenido tus huevos llenos de leche?— me pregunto ella con una sonrisa y su mirada directo a mi ojos
- Te hubiera acosta encima mío boca arriba y te la hubiera metido por el culo mientras tú te masturbabas a la velocidad que los hacías ese día— le contesté con mirada de malicia
Vi ese brillo en sus ojos de deseo, se acercó a mí abriendo su boca, sus pupilas estaban dilatadas, su boca se pegó a la mía, sentí la suavidad de sus labios, su lengua acarició la mía, lo hiso suave, como si quisiera acariciarla solamente, se mano derecha acarició mi pene flácido, lo mismo que mis huevos, se separó de mi
- Deberíamos intentarlo
- Sí, pero después, recuerda que debemos ir por Alicia y tal vez quiera verga
- Bueno, pero lo tendremos que intentar, ya me picaron las ganas de sentir tu verga al mismo tiempo que rufy
Me dio un beso y nos levantamos para irnos a bañar, lo hicimos juntos, en la regadera nos lavamos al mismo tiempo, mi verga cobró vida pero ella solo la lavó, no intentó ni chuparla ni metérsela a la boca, sabía que Alicia pediría guerra en cuanto me viera, pero eso no evitó que nuestras bocas y lenguas se unieran una y otra vez en apasionados besos, lo hicimos mientras nos lavábamos mutuamente.
Salimos de la ducha, ella en lugar de tomarme de la mano, me tomó de la verga y así llegamos a la cama, se separó de mí, me lanzó un beso y se perdió en su habitación, me levanté y busqué ropa, escogí un short largo y una camisa de manga corta, me puse mis mocasines y salí al pasillo, Jo aún no se cambiaba, caminé a su habitación y me detuve en la puerta, ella se colocaba un vestido color beige y de tela muy ligera que le llegaba a medio muslo, al parecer su ropa era sexy en todos los sentidos me miró y me sonrió
- ¿Te gusta?
- Me encanta mi amor, te ves tan jodidamente sexy
Me acerque a ella y en cuanto estuve cerca ella se colgó de mi cuello, sus pupilas estaban dilatadas, abrió su boca y me besó con pasión.
- Los traje sin pensar— me dijo sonriendo tímida– pero ahora solo me los pondré para ti mi amor
- ¿De verdad?
- Si, de verdad, quiero complacerte en todo– su boca estaba hinchada y entreabierta, eso la hacía lucir tan antojable
- Te amo— dije sin pensarlo, ella abrió sus ojos con la emoción que tiene una quinceañera cuando su novio le dice por primera vez que la ama
- Y yo a ti— me dijo mientras me besaba
La tome de amaban nalgas, no traía pantaleta, la miré a los ojos y ella sonrió coqueta, le subí la falda y acaricié sus nalgas, mis dedos se deslizaron a su culo y después a su raja que estaba muy mojada, no me importó nada más, la cargué cuan ligera que era la lleve a su cama, ella se quedó acostada con la piernas abiertas mientras me miraba con lujuria, me dirigí al closet y busqué, ella sonriendo me dijo
- Creo que lo que buscas esta en aquel cajón
Me dirigí al peinador y abrí el primer cajón, si ahí estaba lo que buscaba, saque a rufy y fui a mi habitación por el tarro de lubricante de KY, regresé a la habitación, me embarré en la verga este último y me acosté boca arriba en la cama, ella sonrió con mi intención.
- Hazlo
Sólo lo dije una vez, ella se levantó y se quitó el vestido por arriba de su cabeza, en todo momento me miraba, tomó el KY y lo vertió en su mano derecha, esta se perdió entre sus nalgas, abrió su boca e hiso gestos mientras se lubricaba y dilataba para mí; yo sin dejar de verla me baje mi short y me quite el bóxer, mi verga quedó como un asta esperando su bandera
- Apúrate—dije con voz desesperada
- Si mi amor, me apuro, aaahhh
Gimió un poco mientras su mano se movía rápidamente en su culo, creo que no iba a batallar pues recién me la había cogido duro y bonito por su orificio posterior, sin embargo el hecho de que se dilatara solita para mí me hacía excitarme sobremanera
- Ya mi amor, ya estoy lista—dijo mientras respiraba agitadamente
- Siéntate en mi verga
Mi voz ronca dio la orden, ella asintió y se volteó, al hacerlo sus nalgas vibraron, eso hiso que mi verga diera un brinco, se subió a la cama en reversa y tomó mi verga, la guio a su culo y se la metió de una vez, no hubo más que hablar, solo se levantó y se dejó caer
- Aaahhh mi amor, que rico—gimió al sentirse totalmente empalada con mi verga dentro
Se acostó en mi pecho y comenzó un meneo de caderas que me mataban movía sus caderas de adelante a atrás y hacia los lados, yo manotee buscando a rufy hasta que lo palpé, lo tomé y sin dejar de sentir placer con las caderas de Jo, le apliqué un poco de KY, después como pude me estiré y lo metí en su raja
- Aaahhh mi amor, si… aaahhh
Lo moví dentro y fuera, este entraba tan fácil que creo me excedí en el lubricante, sin embargo Jo empezó a gemir más fuerte, creo que el hecho de que se lo estuviera metiendo mientras la sodomizaba la hacía enloquecer, lo mismo que a mí
- Mi amor de verdad, que rico siento… aaahhh—decía ella
Aumenté la velocidad y ella los gemidos
- Aaahhh aaahhh
Mi verga entraba y salía de su culo como si nada, parecía que penetraba una tarta de manzana, en cierto momento me canse y me dolió la muñeca, se lo deje dentro y tomé su mano, ella gimió cuando sintió lo que yo quería que ella hiciera
- Aaahhh
Su gemido retumbo en la habitación, sentí como vibro mi verga al sentir a rufy entrar y salir, la delgada membrana que dividía la raja de su culo era como una caricia para mi verga.
- Te amo mi amor—dije loco de amor y placer, no cabía duda que en ese momento solo existíamos ella y yo
- Y yo a ti mi amor, si jódeme fuerte, demuestra que me amas, si más fuerte, si así… aaahhh
Mis huevos estaban nuevamente hinchados, no pude evitar y me vacié en su culo, ella al escuchar mi orgasmo movió su cadera como loca y no se diga su mano, que parecía un pistón de moto metiendo y sacando su dildo amigo de toda la vida
- Grgrgrgrgr
Bramé mi orgasmo, sentí como leche salía y salía inyectándola en lo profundo de Jo, me fui deteniendo, ella continuó un rato, pero no mucho, sólo explotó de repente y se dejó caer sobre mí.
No quedamos un rato en esa posición ella acostada de espalda sobre mí, la sujete de las caderas, estaba muy sudada y resbaladiza, podía caer a un lado y la quería más tiempo sobre mí, nuestra respiración se fue normalizando, cuando se puso en frecuencia normal se bajó de mí y me abrazó recargando su cabeza en mi hombro.
- Te amo— le dije besando su cabeza que olía a limpio
- ¿Seguro? ¿O sólo es porque cogemos rico?
- No lo sé, solo sé que en este momento siento que te amo tanto como amo a Alicia y a Cristina, a mí corazón no lo puedo engañar
- Tonto, siempre sabes que decir— se acercó a mí y me besó, fue más un beso tierno que un beso de pasión— yo también siento que te amo, pero apurémonos que tenemos que ir por Alicia, ya es tarde y debe estar desesperada
- Si vamos
Con las piernas tambaleantes nos levantamos los dos, su cuarto tenía baño propio, ahí nos metimos a bañar (otra vez), parecíamos adolescentes, nos abrazábamos, nos besábamos, nos hacíamos cosquillas, reíamos con solo vernos.
Salimos de mi casa 20 minutos después, ella se colocó otro vestido, muy similar al que traía anteriormente, íbamos en mi coche, íbamos en silencio de repente ella rompió el silencio
- ¿Te has divertido estos días con nuestra visita?
- Mucho, realmente demasiado, estos han sido de los mejores días de mi vida, quisiera que nunca acabaran
- Te digo, eres un gran adulador, siempre sabes que decir
Se acercó y me dio un beso en la mejilla, yo seguí conduciendo, de reojo vi lo sexy que se veía sentada a mi lado, sus torneadas piernas iban descubiertas hasta medio muslo, ella sabía que la veía y sobre todo que la veía con la mayor lujuria que se podía ver a una mujer, pero no me decía nada ni me lo impedía de alguna forma, Jo volvió a romper el silencio
- Y dime ¿Golpearas a Alicia esta noche otra vez?
- No sé, sólo si me excito mucho
- Mmm– Dijo Jo sólo por decir.
La mano de ella se fue a mi entrepierna y acarició mi flácida verga, lo hacía suave y buscaba una reacción en mí
- ¿Qué haces le pregunte divertido?
- Nada, sólo busco… excitarte mucho— El tono de voz de ella cambio y arqueó su ceja cuando lo dijo
Mi verga brincó con lo que ella me había dicho, ahora abiertamente buscaba excitarme para que golpeara a Alicia, esa hermosa y pequeña criatura que hace poco más de 10 años estuvo en su vientre, la cual cuidó y crio con el amor que una madre da; ahora me masturbaba para que yo estuviera excitado y la maltratara, abrió su boca cuando sintió como mi verga se fue hinchando, desabrochó su cinturón de seguridad y se agachó hacia mi entrepierna, sacó mi verga y la llevó a su boca, el resto de camino fue así, ella mamándome para que yo estuviera muy excitado para su hija; noté que ya casi llegábamos
- Mi amor, ya vamos a llegar—le advertí a Jo que divertida me mamaba
Ella solo asintió y continuó haciéndolo, eso solo significaba que le importaba poco que yo fuera a llegar, que ella seguiría en su actividad mamatoria; llegué a la casa de Kym y accione el claxon dos veces, en un segundo salió Alicia a lado de Kym, esta última traía una faldita escolar de holanes en color azul, perecía su uniforme escolar, las dos se acercaron por mi puerta
- Hola mi amor—le dije a Alicia– ¿cómo la pasaste?
- De maravilla ¿y mamá?
- Aquí viene— le dije señalando mi entrepierna, ella se asomó y llevó su mano a su boca riendo divertida
- Mira Kim—dijo emocionada a su mejor amiga
- Guau se ve que la pasan bien—dijo Kym mirándome a los ojos y pasando su lengua por sus labios de forma muy sugerente— deberían pasar, estoy sola
Miré a Alicia y sentí como Jo aumentó los movimientos, no sé qué podría pasar, la verdad me sentía nervioso coger con otra niña que no fueran Alicia y cristina, pero la mamada que Jo me daba hacía que mi juicio no fuera del todo el correcto; así que quité, muy a mi pesar a Jo de mi verga, la guardé como pude y baje del auto, caminé encorvado porque mi erección era muy notoria, tomé de la mano a Kym que riendo me seguía, íbamos casi corriendo y entramos en su lujosa casa
Apenas entramos nos dirigimos a la sala, pero yo ya la llevaba besándola, le metía la lengua, ella divertida me correspondía, me detenía mientras me agachaba a besarla, mis manos fueron bajo su falda, palpé su rajita, ella no dejaba de reír divertida a lo que le hacía.
Alicia y Jo entraron tras nosotros y cerraron, de reojo vi como Jo se limpiaba la boca con el dorso de su mano, yo estaba ya loco de lujuria besaba a Kym desesperado
- Te deseo mucho, te quiero dentro de mí ya
Fue lo único que la deje decir, pues mi boca no se apartaba de la suya, apenas si la dejaba respirar, mis manos levantaron su ligero vestido y lo saqué por arriba de su cabeza, ella levantó las manos para permitírmelo, quedó ante mí solo e corpiño y bragas, su cabello castaño claro llegaba a sus hombros, me miraba y sonreía, sabía que me tenía como un bobo mirándola
- Anda ya, que esperas, métele tu verga de una vez– Dijo Alicia riendo viendo mi cara de tonto.
Me acerqué a ella, mis manos temblaban, de verdad estaba nervioso, ella lo sabía y lo disfrutaba, finalmente la toqué, sentí como ella vibró, al parecer también estaba emocionada, subí su sostén y lo saqué por su cabeza, su pantaleta cayó a sus tobillos, sólo la admiré un poco y después me abalancé sobre ella.
La cargué cuan ligera que era y la hinqué en el sillón ella se sostuvo con sus manitas de respaldo, escupí mi mano y la embarré en mí glande, lo apunté a su rajita y este entró, de hecho fue más fácil la penetración que de costumbre, al parecer ella tenía una vagina muy dilatada o tal vez Alicia la estuvo masturbando con un dildo grande, no sé, pero eso no quitaría que la jodería con todas mis fuerzas
- Aaahhh aaahhh
Empezó a gemir mientras mis caderas tomaron vida propia y se movieron penetrando esa rajita deliciosa, me sentía loco de placer, estaba apretando sus caderas mientras me movía dentro de ella, había entablado tan pocas palabras con ella, tal vez las podía contar con mi mano y ahora la penetraba como si la conociera de toda la vida; ya Alicia me la había ofrecido tantas veces que este momento ya no pude resistir y es que era las ofrecidas que Alicia me hacía y la mamada que Jo me hiso para hacerme excitar mucho, aunque recordando la mamada no era para cogerme a Kym, esa mamada que Jo me dio fue para que le pegara a Alicia llegando a casa, eso me desquició mas
- Ay… aaahhh que rico
Kym se quejó cuando la sostuve más fuerte de sus caderas y la penetré fuerte, de hecho me quedé dentro de ella, podía sentir como le doblaba su pequeño cérvix con mi verga, lejos de quejarse de mi brusquedad, ella mencionó lo rico que sentía.
- ¿Te gusta mi amiga Kym?
Me susurró Alicia en mi oído, eso me hiso voltear a verla y vi cómo se masturbaba parada a mi lado, más allá esta Jo sentada correctamente en el sillón contrario, sus piernas correctamente cruzadas, sus manos juntas sobre su rodilla, cola de cabello ya perfectamente hecha, pero sobre todo lo que me gustaba era su mirada de paz mientras yo me cogía a Kym, era una tranquilidad inexplicable, pero me hacía excitar mucho
- Sí, me gusta mucho— dije entre jadeos
- ¿Más que yo?—dijo en tono mimoso
No le contesté, solo la acerqué a mí y la bese metiéndole lengua, para hacerlo solté un poco a Kym y solo moví mi cadera, cualquiera que entrara podría ver lo bizarro de la escena, yo volteado de lado abrazando a Alicia y mi otra mano en la cadera de Kym mientras me la cojo sin piedad
- No Alicia, tú me gustas más, pero sobre todo eres la personita que más amo en este mundo, en eso nadie te podrá vencer
Sus ojitos se lagrimearon y se abalanzó sobre mí, su lengua se metió con una pasión que sentí que me entregaba su alma en ese momento, una lágrima salió de su ojito derecho al mismo tiempo que mi verga escupía leche dentro de Kym
- Aaahhh me vengo—alcancé a decir dentro de la boca de Alicia
Me moví rápido mientras mi verga escupía mucha leche en el pequeño cérvix de Kym, que agradecida movía sus caderas para darme más placer.
- Aaahhh—gimió Kym apretando sus manotas en el respaldo
- Aaahhh—gemí yo con mi ojos cerrados y mi boca besando a Alicia.
Se la saqué a kym y me enderecé tambaleante y caí en un sillón, estaba exhausto, miré a Kym que seguía empinada tirando leche por su rajita, Alicia amablemente la atrapó con su lengua y después la chupó directamente de la rajita de su amiga.
Miré a Jo que sería nos veía, había escuchado todo lo que Alicia y yo nos habíamos dicho, su mirada me desconcertaba, no era placer, no era enojo, no era alegría, tampoco indiferencia; sentía que su mirada era como la de un científico que atento mira a los monos en sus actividades y las registra para escribir un libro, eso me parecía ella solo un espectador que estudiaba la situación sin intervenir en ella.
Alicia finalmente dejo la raja de Kym, esta se levantó y el intercambio de semen empezó, Jo miró mi verga toda babosa y se levantó acercándose a mí la metió a su boca, me mamó un rato, pero al parecer solo era para limpiarme, una vez limpia se levantó limpiando su boca y finalmente habló
- Alicia, ahora si prepárate ya nos vamos
- Aaawww, un ratito más mami—dijo Alicia poniendo cara de niña tierna
- Bueno eso depende de él—dijo señalándome
- Si Alicia tu madre tiene razón es tiempo de irnos, luego regresamos, pero ahora hay que irnos
Dije yo más que cansado, tenía que reponer fuerzas y era evidente que en esa casa y en ese momento nunca lo haría.
- Bien vámonos pues—dijo Alicia algo triste— pero te perderás metérsela por el culo a KYm, lo tiene delicioso— dijo mientras se agachaba, le abría las nalgas y le daba un beso negro
- No pongas así, creo que te podremos dejar venir una noche más ¿verdad?—dijo Jo dirigiéndose a mí
- Claro princesa, podrás venir una noche más
- ¡Sí!—grito Kym que sentada en el sillón nos veía
- O mejor aún, ¿por qué no le pides permiso a tu papá de pasar una noche con nosotros?— le dijo Jo a Kym mientras le acariciaba el cabello
- ¿De verdad? ¿Podría quedarme una noche con ustedes?
- Claro— dije yo, es solo ponernos de acuerdo
- Bueno es un trato mamá, Kym te hablare para ponernos de acuerdo
Salimos de esa lujosa mansión, mis piernas temblaban, nos subimos al auto, Alicia brincó al asiento delantero a mi lado, Jo solo sonrió y negó con la cabeza mirando lo avispado de su hija, partimos del lugar
- ¿Qué haremos hoy?—pregunto Alicia toda entusiasmada
- No lo sé princesa, ¿qué quieres hacer tu?—pregunté yo mientras miraba al frente conduciendo el auto
- ¿Podemos ir al cine?– preguntó pensando en una mejor opción
- Claro que podemos, si quieres vamos ya
- Si
- No te noto muy convencida
- Es que la verdad pensé que nos quedaríamos con mi amiga Kym un buen rato
- Perdón princesa, si quieres hoy le hablamos para que venga mañana y se quede todos los días que quieras
- ¿De verdad?
- Si mi amor, de verdad; pero bueno, vamos al multicinemas y vemos que podemos ver
Viajamos en silencio, por alguna razón nadie hablaba, aunque apuesto que todos teníamos algo en mente, yo por ejemplo pensaba si podría seguir manteniendo este ritmo de coger varias veces al día, tendría que comprarme mi píldora azul; imagino que Alicia pensaba nostálgica que quería un rato más con Kym, voltee por el retrovisor y a Jo mirando hacia la ventana, su mirada era nostálgica, tal vez había algo que ella no quería o no podía decirme, a decir verdad me preocupaba su mirada, siento que pasaban demasiadas cosas por su mente, hubiera dado cualquier cosa por tener su total confianza y que ella me dijera que le preocupaba.
Llegamos al cine. Alicia de un brinco bajo del auto, a su mirada regresó la alegría, sus ojos chispearon mirando su entorno, volteo a mí y me sonrió feliz
- ¿Qué película vamos a ver?
- La que tú quieras princesa
- Yupi, yo escogeré
Se adelantó a nosotros, yo tomé de la mano a Jo y ella me sonrió, caminamos mirando a Alicia que feliz brincaba de un lado a otro, parecíamos una familia normal, creo que nadie hubiera imaginado las cosas tan pervertidas que les hacía a esas dos hembras
- Mi amor, te noto distante, ¿pasa algo?—le pregunte con mucho cariño a Jo
- Nada mi amor, es solo que pienso como estará cristina
- Está bien, esa una chica fuerte
- Para estos momentos posiblemente ya esté en cirugía
- ¿Quieres hablarle a tu esposo?
- No puedo, por cuestiones de seguridad no podemos tener ningún tipo de contacto, no teléfono, no internet, tu sabes, por seguridad
- Entiendo, y si algo puedo hacer para hacerte sentir mejor puedes pedirlo y lo haré sin titubear
- Gracias mi amor, me haces sentir bien
- Y ¿cómo sabrás que todo estará bien con cristina? No me digas que esperaras dos semanas sin saber de ella
- Mañana recibiré un mensaje indirecto de él, estará encriptado, algo así como una frase clave para saber si todo está bien o si algo salió mal
Me detuve y la tomé de ambas manos
- Mi amor en verdad entiendo tu preocupación y ahora la comparto, no quiero que le pase nada a cristina, la quiero tanto como a Alicia y creo que hasta este momento entiendo la gravedad del asunto, me endulce con Alicia y contigo sin preocuparme porque cristina será operada y su cirugía es delicada, pero quiero que sepas que en este momento estoy contigo en todo lo que necesites
- Si, lo sé y te agradezco tus palabras—dijo con mirada de emoción– vayamos al cine y mañana esperaremos el mensaje… juntos—dijo mientras besó mi mano que sostenía la suya
- Todo saldrá bien ya lo verás
- Si mi amor, gracias de verdad, me haces sentir mejor—dijo Jo mientras me daba un beso en la boca, sentí su amor por mí en ese momento
- Hey ustedes, que tanto hacen ahí, parecen novios, vamos que la película puede empezar en cualquier momento
Alicia con voz de niña nos gritó desde la entrada del multicinemas, nos separamos no sin antes darle un último beso en sus hermosos labios; compre los boletos dela película que Alicia escogió, me senté en medio de las dos, malabareaba con las palomitas, los refrescos y las golosinas que Alicia pidió.
Finalmente me acomodé, la función empezó y Alicia emocionada comía de todo un poco, se veía feliz, Jo no quiso comer solo tomó un sorbo de refresco de dieta y tomó dos palomitas que le ofrecí, después de eso recargó su cabeza en mi hombro y abrazó mi brazo.
La película continuó y Alicia en cierto momento dejo de comer se recargó en mí, no sé si la película la aburrió o la puso cachonda, porque empezó a manosearme en la entrepierna, sala estaba parcialmente llena, era una película taquillera, Jo notó la mano de su hija y movió la charola de las palomitas y la acomodó sobre mí, de tal forma que no se veía lo que Alicia me hacía, sentí como su manita quería abrir mi bragueta, pero no podía.
- No puedo abrirla— me susurró al oído
De repente sentí la mano de Jo que logró bajar mi bragueta, lo hiso tan suave que el sonido pasó inadvertido, ella misma liberó mi verga y la dejó así, ahora la mano de Alicia volvía a atacar, me masturbaba mientras todos veíamos la pantalla.
- ¿Por qué no acabas? ¿no te gusta cómo te jalo la verga?
Fue lo que Alicia me susurró al oído, quería que tirara leche en el cine, pero yo me controlaba, una porque olería mi semen y otra porque pensaba cogerme a las dos llegando a casa
- Claro que me gusta cómo me la jalas, incluso me gustaría tenerte encima y cogerte por ese hermoso culo, pero guardo fuerzas para la noche, hoy será especial y veremos que tanto has aprendido a aguantar tortura
- ¿De verdad?—dijo algo entusiasmada
- Si de verdad
Dejo de masturbarme y ella misma trató de guardarla, Jo extrañada nos veía, porque sabía que no había acabado, finalmente terminó ayudándole a su hija a guardar mi verga erecta.
La película término entre aplausos de los que estaban ahí, nuevamente los superhéroes había vencido al poderoso villano, dejando postcréditos para la siguiente película en la cual ocurriría lo mismo, los superhéroes ganarían, pero así era este negocio interminable.
Salimos del cine, ya la luz del día empezaba a desaparecer, Alicia con su energía interminable brincaba de un lado a otro seguido por nosotros dos tomados de la mano, Jo a ratos me miraba, nuestras miradas se cruzaban y me sonreía feliz, en ocasiones nos acercábamos y nos besábamos, de verdad que yo quería que ese momento se congelara.
- ¿Qué vamos a cenas?—preguntó Alicia sin dejar de brincar feliz
- ¿Qué quieres princesa?
- Pizza
- Muy bien pizza será, vamos a comprarla
- La consientes demasiado—dijo Jo recriminándome cariñosamente que malcriaba a su hija
- Y eso es porque la amo, y también a ti y quiero consentirte, ¿Qué quieres tu mi amor?
- ¿Me darás lo que quiera?
- Lo que quieras
- Bueno entonces quiero…
Se acercó a mi oído me susurró lo que quería e hiso que mi piel se erizara
- Era una cerda—dije yo divertido
- Lo soy
- Y por eso te amo
Nos besamos en plena calle, de verdad parecíamos marido y mujer, Alicia solo reía brincando a nuestro alrededor, su energía no paraba, finalmente la voltee a ver
- ¿Bueno y tú ahora porque con tanta energía?
- Es que me estaba quedando dormida en el auto y como casi no dormí anoche ¿Tú me entiendes verdad?— dijo guiñándome el ojo— pues mi amiga Kym me dio un poco de esto
De su bolsa sacó un pomo pequeño y lo reconocí, miré más a detalle el rostro de Alicia y vi sus pupilas todas dilatadas y mirándola más vi polvo blanco en su nariz
- Eres una diablilla— dijo Jo sin inmutarse
- Con razón andabas tan prendida en el cine—reía yo para no verme tan cerrado de mente, pues no sabía que Alicia consumía drogas
Caminamos hasta el auto y nos subimos, nos dirigimos a comprar la pizza, después llegamos a mi casa, encendí las luces y nos sentamos en la sala, prendí la tele, ellas sentaron en el sillón principal
- Bueno Alicia ¿vas a compartir eso o solo lo quieres para ti?—Jo pregunto refiriéndose a la coca
- Claro mami, es para todos
Me quedé sorprendido mirando como Alicia con una tarjeta acomodó la droga en varias rayas, después tomó un billete y lo hiso un popote pequeño, con una mano lo metió a su fosa nasal mientras el dedo índice de su otra mano tapaba la fosa contralateral, se agachó y esnifó una raya, se levantó abriendo su boca y mirando al techo
- Aaahhh esta es de la buena
Le pasó el popote a su madre que mirándome coqueta hiso la misma acción solo que ella esnifó dos rayas, se levantó igual que Alicia abriendo su boca y parpadeando muchas veces
- Sí que es de la buena
- Tomó lo que quedó fuera de su nariz con dedo y lo llevo a su boca
- Cuanta pureza en esto—dijo Jo maravillándose de la buena calidad– ¿quieres tú?—dijo ofreciéndome
- No lo sé, nunca antes la he probado, la verdad siempre me dio miedo
- Anda vamos, no seas una gran gallina, te va a gustar— dijo Alicia mientras se limpiaba su nariz
- ¿Haces esto muy seguido?—pregunté yo algo asustado
- No, pero de vez en cuando si, anda no seas la gran gallina que aparentas—dijo Alicia riendo
Era demasiada la presión, no podía quedar mal ante esas dos mujeres, así que venciendo mis miedos tomé el popote improvisado de Alicia y esnife, sentí el picor en mi nariz, las cosquillas por poco y me hacen estornudar, pero me aguanté, me recargue en el sillón y escuché las risas de Alicia y Jo, no sé qué cara pondría pero ellas no paraban de reír, o tal vez no era mi cara, ere el efecto de la droga que les hacía reír
- ¿Cenamos?—pregunte sintiéndome mejor que nunca, me sentía fuerte, seguro, pero sobre todo muy lúcido
- Yo quiero cenar otra cosa
Alicia se abalanzó sobre mí y me comió a besos, Jo solo reía viéndonos morrearnos como adultos; se levantó, buscó en mi alacena y sacó una botella de wiski, sirvió dos vasos y caminó hacia nosotros, me dio uno a mi
- ¿Y para mí no hay mami?—dijo con cara de niña con puchero
- Este es para ti—dijo Jo ofreciéndole el otro vaso
Las dos se miraron y se carcajearon, Alicia bebió un sorbo, lo dejo en la mesa y me volvió a atacar, ahora sentí su aliento a alcohol, me besaba con desesperación
- ¿También tomas alcohol?—ahora yo estaba serio
- Ay ya no seas aguafiestas, cojo contigo de mil y un formas, me golpeas hasta hacerme llorar, te coges a mi mamá por el culo frente a mí y te sorprende que consuma alcohol y drogas, no lo hago seguido, pero créeme, te va a gustar esta noche
Alicia se colgó de mí y me beso con mucha pasión, yo le correspondí, pues tenía razón, era una niña que cogía como adulto, pues como adulto tenía que comportarse; Jo regresó bebiendo su vaso con wiski, nos miró divertida como nos morreábamos, dejo su vaso en la mesa de centro y se unió al beso, alternábamos los besos, a veces yo con Alicia, otras con Jo y en otras más ellas dos solas, esto último era de verdad hermoso, estábamos todos mojados de la cara de tanta saliva
- Vamos arriba, hoy será diferente—dije yo ya sintiendo el valor que la droga da
Subimos abrazados besándonos a cada rato, tardamos en llegar a mi recámara, finalmente llegamos, ellas se desnudaros en un santiamén, yo torpemente me quité la ropa, de hecho me caí y ellas se carcajearon
- Ah se burlan de su dueño
Dije yo con cara de enojado, pero en broma, me acerque a lados y nuevamente las bese, mis manos fueron a sus húmedas rajas, estaban muy mojadas.
- Ata a Alicia a la cama, ahora regreso
Las dos rieron tapándose la boca, se estaban divirtiendo de lo lindo, yo regresé, traía a rufy conmigo, el tarro de NK y una bolsa negra; Jo me miro con interrogación, pero su sonrisa no desaparecía de su rostro
- Fuiste niña mala
- Y merezco castigo—dijo Alicia atada a la cama
- Así es, hoy serás castigada
Vacié el contenido de la bolsa en la cama y Jo abrió sus ojos como platos
- Eres un genio muy creativo
Decenas de horquillas de madera para ropa estaban ahí, tomé una y la olí frente a Alicia, ella movió las piernas inquieta, coloque una en su labio superior, ese fue el comienzo…
20 minutos después el cuadro era digno de una película prohibida y bizarra producida en Europa del este, Alicia sobre la cama estaba atada y parecía un cuerpo espín, tenía en los pezones, sus labios mayores, en las cejas, bueno hasta en las orejas le puse; cincuenta horquillas adornaban mi obra maestra
Mientras me detenía para ver donde más colocarle horquillas a Alicia, Jo me mamaba mi verga, nunca perdí erección, por lo que mi mente volaba desquiciada a la perversión. Alicia no podía cerrar su boca tres horquillas en cada labio se lo impedían.
Me hinque en su entrepierna, tomé el KY y le metí dos dedos en el culo, luego tres y finalmente cuatro, su laxo culo una vez más había cedido, tome mi verga y la dirigí a él, esta se perdió dentro como muchas veces lo había hecho, ahí me perdí.
No sé cuánto tiempo llevaba cogiéndome a Alicia, muchas horquillas habían caído de su cuerpo, los bruscos movimientos de mis estocadas las había tumbado, esta todo sudado, la droga me hacía fuerte y mi resistencia aumentó, si antes Jo decía que era enérgico ahora era una máquina sexual insaciable.
Alicia era un mero muñeco a mi merced, sus pierna estaban tan tensas que ya formaban una T, la mirada de Alicia era de agonía, Jo desde un punto de la habitación era testigo de cómo estaba torturando a su hija, había desatado sus manos, para poder jalarla hasta el borde de la cama y tensar sus piernas, la pobre Alicia fruncía su entrecejo al sentir como sus piernas estaban tan tensas y como mi verga profanaba su culo sin ninguna misericordia.
- Aaahhh
Volvió a gritar cuando la jale más, mi conciencia estaba en otro lugar, mire a rufy, el dildo de Jo, lo tomé y se lo metí en la vagina, lo moví salvajemente, Alicia gritó, era más una violación que sexo consensual, me movía apretando los dientes, le saque el dildo de la vagina y se lo metí en la boca
- Grlgrlgrl
La pequeña solo emitía sonido guturales, enloquecí y con la mano libre le apreté el cuello al mismo tiempo que metí más el dildo, por primera vez Alicia se defendió y con ambas manos trató de quitar mi mano que le metía el dildo, luchaba contra mí.
Voltee a ver a Jo y regresé la vista a las manos de Alicia que me impedía asfixiarla, ella entendió y lejos de la lógica se hinco cerca de la cabeza de Alicia, tomó sus manos y las puso sobre la cama inmovilizándola.
Yo seguía cogiéndomela por el culo y apreté mi mano en su cuello al mismo tiempo que metí el dildo ocluyendo sus vías respiratorias, las pupilas de Alicia se dilataron y cerró los ojos, el desmayo había llegado.
Mis caderas continuaban, no dejaba de asfixiarla aunque ya se había desmayado, Jo me miraba y miraba a su hija desmayada, después a mí y regresaba su hija, estaba preocupada pero no la soltaba, dejándola sometida ante mí.
Sentí mis huevo estallar y finalmente la solté, el aire regreso a sus pulmones, pero no despertó, tome el cinto y con este la golpee fuertemente en la cara, abrió los ojos al mismo tiempo que yo eyaculaba dentro de ella
- Aaahhh
Grité cuando sentí como mi leche se inyecto en el recto infantil de Alicia, Jo no la soltó hasta que vio que yo caí desvanecido al suelo, caí sentado y quedé recargado en la pared de mi recamara, mi mente se fue aclarando y mi cordura regresó, voltee a ver a Jo, qué acomodaba a Alicia y le daba masaje en sus caderas para quitar las contracturas, escuche el llanto de Alicia.
Ahí me di cuenta que había excedido el límite, había puesto en peligro la vida del ser que tanto decía yo que amaba, tapé mi ojos al darme cuenta de la gravedad y de cómo perdí el control.
Jo le quitó las horquillas que le quedaban y le fue dando masaje en las zonas donde estaban, Alicia no dejaba de llorar, su llanto me torturaba, quería salir corriendo y arrojarme a un tren en movimiento, no estaba bien lo que acababa de hacer, finalmente Jo fue la que hablo rompiendo el silencio
- Bueno, esto mínimo merece una medalla de bronce
Quité las manos de mis ojos y vi sentada en el borde de la cama a Alicia, me miraba con sus ojos llorosos, su mirada me partía en dos; yo permanecía sentado en el suelo, recargado en la pared, mis piernas flexionadas y abiertas, mi cara agachada y mis manos cubriéndola.
Sentí como Alicia se hincó frente a mí, quité las manos de mi cara y la vi ahí sentada, mirándome.
- Perdóname, por favor perdóname, me excedí, no debí haber llegado tan lejos
Volví a agacharme y tape mi cara, sentí como Alicia tomó mis manos y las apartó de mi cara, me beso, sentí lo hinchado de sus labios y eso me quebró mas
- Te perdono y te perdonaré todas las veces que necesites por las cosas que me hagas, te amo y quiero que lo sepas, soy tuya
Rompí en llanto cuando escuche eso, ella no solo me perdonaba sino que me perdonaría por todo lo que yo le hiciera, descubrí que algo andaba mal en mí y me prometí a mí mismo no volver a dañar a ese ser que me entregaba su alma, voltee a ver a Jo y una lágrima asomaba de sus ojos.
Abrace a Alicia, la arropé en mí, llorábamos juntos, la cargué y la llevé al baño, ahí abrí el agua caliente y la regulé hasta que estuvo en temperatura óptima, bañe a Alicia, quien me miraba con cara sumisa, lavé su cuerpo esperando que el jabón limpiara las huellas de mi tortura, besé las partes que hacía rato lastime, ella acariciaba mi cabello, demostrando lo mucho que me amaba.
Salimos y Jo ya había limpiado, recogió todas las horquillas, el KY y hasta a rufy, cambiaba las sábanas, note que estaban mojadas con orina, la pobre Alicia se orinó del miedo, la habitación ya lucía diferente, vestí a Alicia con una bata sin ropa interior, Jo nos vio
- Bueno hoy si fue un día intenso, los dejos para que descansen, mañana será un día diferente—dijo Jo de forma tranquila mientras tomaba sus cosas
- Jo, mi amor, por favor, quédate con nosotros
La tomé de la mano impidiendo que se fuera, sabía que ella también se había asustado, necesitaba tenerla cerca para que sintiera que las amaba y que nada malo les haría, ya mucha preocupación tenía con no saber nada de cristina, como para que yo aumentara su estrés
- ¿Quieres que me quedaré dormir con ustedes?
- Si, por favor, ¿verdad bebé?
- Si, quédate mamá
- Está bien dormiré con ustedes—dijo dándome una sonrisa
Me acosté en medio y ellas a mi lado, las abrace y bese con mucha pasión a cada una, ellas se recargaron en mis brazos así nos quedamos dormidos, había sido un día demasiado intenso, Jo tenía razón, mañana sería un día diferente.
Continuará
Relato hermoso y superexcitante. También me gustaría que mi hija de 9 pruebe la coca, pero mi ex esposa no quiere, dice que todavía es muy temprano.
Esperando el.siguiente capítulo
yo quisiera una niña asi para mi para hacerla mia sin restricciones ni perjuicios aunque eso si sin drogas