alzheimer
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por MONKIRELATOS.
Hoy en día creíamos que nuestra familia, no iba ver algo así pero paso un día muy normal y por esa enfermedad paso esto en nuestra vida.
Paso un día que yo estaba en la escuela, Salí de mi ultima clase, me dirigí a mi casa cuando abrí la puerta estaba mi abuela llorando, abrazando a mi madre, cuando las vi así y con lagrimas en sus ojos rápidamente pregunte.-
– que pasa, que paso, mi madre soltando a mi abuela me contesta.
– Siéntate violeta, dijo mi madre. Me senté y la voltee a ver.
– Tu abuelo. Que en silencio unos segundos
– Que le paso a mi abuelo queee, contesta madre no te quedes callada le grite.
– le pego la enfermedad de alzheimer
Me quede muda me levante de la sala y me fui llorando a mi recamara, pasaron unos meses y mi abuela y el abuelo se vinieron a vivir a nuestra casa, por que vi abuelita no podía con el era como un bebe, no caminaba, no comía, se la quería llevar bañándose y veía mucho la televisión, no había quien lo quitara de la tele, una ocasión que nos dormimos y el estaba viendo TV, cuando me levante todavía estaba viéndola era muy extraño.
A veces lo veía que estaba viendo la televisión y le acariciaba las piernas a mi madre o a mi abuela era muy extraño, ellas no hacían nada solamente lo regañaban como un niño y el se ponía a llorar como un bebe.
Un día hacia mucho calor me levante, por un vaso de agua, cuando Salí vi a una persona que entro a la recamara de mi madre, lo seguí cuando entro oí la voz de mi madre diciéndole.-
– creí que no ibas a venir papi.
Aquella persona no le contesto, en eso se oyó un gemido de aquel hombre pero quien es decía entre mi, agarre un poco de valor y abrí la puerta despacio fue la mejor vista que estaba mi madre iba bajando para ser perforada por aquel hombre, abrí los ojos a ver aquel bastón ancho y largo era grandísimo, mi madre lo agarraba en una de esa se dejo caer enzima de aquí gran verga y un grito pego mi madre, decía entre sus dientes que había topado con su útero, mi madre se movía despacio aquel hombre no hacia nada ella le agarraba las manos y se las colocaba en los senos, yo estaba mojadísima, auque todavía era virgen y sentí mucho morbo a ver a mi madre así, pasaron unos minutos y un grito del hombre pego terminando adentro de mi madre, cuando mi madre dejo de moverse, se quito y vi al hombre con una sonrisa oreja a oreja, me que helada que helada congelada era mi abuelo.
Pasaron los días, y yo estaba puntualmente a ver a mi viejo entrar a la recamara de mi madre o al revés a veces ella entraba a la recamara de mi abuela, es cuando descubrí que mi abuela sabia todo en esa relación y ella también participaba. Una noche cuando mi abuelo paso enfrente de mi recamara, espere unos minutos y me dirigí a ver como todas las noche, mi madre le mamaba la verga a mi abuelo con mucha desesperación, era la primera vez que se la mamaba, se veía que por su barbilla resbalaba saliva con jugos preseminales de la enorme verga del viejo, yo sentía arder mi concha y todavía no se metía aquel enorme pene, cuando de pronto me agarran de los hombros y me dicen.-
– a la niña espiando a los mayores
Desesperada no pude contestar, era mi abuela, la que me tenia agarrada, me dirigió adentro de la recamara donde estaba aquellos amantes.
– lo estas disfrutando hija. Dijo mi abuela a mi madre ella se saca la verga de mi abuelo de su boca y le contesta.
– si madre. Y esta niña que esta haciendo aquí
– pues los estaba espiado contesto mi abuela. Mi abuelo sonrió el no hablaba al oír eso mi madre siguió chupando la herramienta de mi abuelo, el no hablaba su enfermedad lo dejo sin recordar muchas cosas pero mi madre y mi abuela lo hicieron recodar sus panochitas.
Mi madre separo de mi abuelo y me dijo es tu turno hermosa, me quede congelada que iba hacer no se nada de eso pensé, comencé a besar sus pectorales, lamerlos, recorría hasta su tetilla, lamía y lamía todo su cuerpo llegue a su cuello luego baje a su enorme pene no me cabía en mi boquita por eso lo empecé a lamer con mi lengua primero el tronco grueso y duro y luego esa cabeza gruesa con un color rojo violeta, mi boca le salía su liquido preseminal con mi saliva por mi barbilla, el sonreía y cerraba sus ojos, de pronto mi madre me bajo mi calzoncito y recorría mi panochita con sus dedos yo gemí fuerte a sentir sus dedos ooooohhhhhh, de pronto su lengua jugaba con mi parte mas intima de mi cuerpo, mis ojos estaban en blanco, su lengua me hizo terminar dos bese mi abuelo me veía cuando volví de mi segundo orgasmo, vi el enorme pene de mi abuelo mas grueso, mi madre se quito y con su mirada me imagine que me quería decir yo con un poco de miedo me levante por su lado mi abuelo se acostó, pero mi madre lo levanto y lo puso arriba de mi.
Sentí su pene en la puerta de mi cuerpo, sentí mucho miedo a que me lastimara es muy enorme pensaba, mi madre se reía agarrando la enorme barra de mi abuelo con una de sus manos y con la otra abría mi panochita me sentía muy pero muy jugosa, comenzó a empujar el viejito como yo le decía, yo cerré mis ojos de pronto pego un empujo y entro toda en mi cuerpo sentí que se abrió mi panochita a su máximo, mis ojos salieron lagrimas y un grito que se oyó por toda la casa, mi abuela se acerco a nosotros empezó a acariciar la cabeza de mi abuelo y le decía.-
– así mi niña a si se hace
– es toda tuya empieza a bombear mi niña. Dijo mi abuela
Mi abuelo comenzó a bombear fuertemente mis ojos salían lagrimas y mi panochita no resistía aquel animal que tenia entre mis piernas, de pronto ya no sentía dolor, bueno un poco pero también algo de placer me gusto las bombeadas extremas de mi abuelo, besaba su cuello, gemía cada vez que me sacaba su enorme verga y la metía de un golpe sentí un poco de dolor pero mucho mas placer, en una de esas bombeadas me había echo terminar algunas veces de pronto mi abuelo me levanto y se puso atrás de mi era la posición de perrito, lo sentí mas al fondo me iba a desmayar el comenzó a bombear fuertemente como desesperado mi madre y mi abuela sonreían viéndome como mi abuelo me cogia como una animal un grito mío se volvió a oír y sus manos me apretaban cada vez mas fuerte que me bombeaba en la casa se oían muchos gemido de pronto sentí chorros y chorros de su semen por fin había terminado, cuando se quito de mi, caí rendida en la cama.
Cuando abrí mis ojos mi madre estaba curándome mi panochita y me voltee a ver y me dice.-
– vez mi niña por querer hacer cosas de grandes.
monkirelatos
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