Amadísimas y putísimas hijitas – II
Cuando una mujer poliamorosa se queda embarazada, desea siempre lo mejor para “lo que venga”. Cuando da a luz, desea siempre lo mejor para lo que acaba de nacer. Y cuando lo que ha nacido empieza a crecer, siempre desea convertirla, si es niña, en la mayor depredadora sexual posible ¿o no es así?.
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–Mamá ¡esta polla no la quiero… me duele mucho!
La pobre niña tenía razón. Mi hijita Nerea acababa de cumplir los 5 años y le estaban haciendo un pequeño casting para rodar sus primeros pornos infantiles y en estos casos, lo primero que se hacía era ver y comprobar qué tamaños de pollas podían caber en sus estrechos coñitos, porque claro, siempre se buscaba meter en sus agujeros las más gordas pollas posibles. Esta de Jordi estaba claro que no era la adecuada, sus 21×2.5 cm era demasiado gruesa. La más adecuada de todas era la de Xema, que a sus 17 años tenía 20×2 cm y una experiencia de más de 40 pelis. Sabría pues follarse a gusto a mi hija más pequeña. Además, se habían hecho amigos.
Cuando en el estudio estábamos comentando este tema, mientras los actores y mi hijita estaban descansando y fumando desnudos, me llamaron desde el despacho de la Directora General del club para que subiese “inmediatamente”. Había estado varias semanas de viaje y no la había visto desde su llegada y la echaba de menos, porque nos habíamos hecho muy amantes y amigas. Entré en su despacho y allí, frente a mí, sentada en el sofá y fumándose uno de sus buenos cigarros, estaba Teresa, Tessi para los amigos y con cara seria. A su lado estaba su esposo Carlos, que se levantó y me dio un beso en los labios, y en dos sillones estaban un señor de unos 60 años (casi como Carlos) y una mujer, quizá algo mayor que Tessi y exhibiendo unas tetas más grandes y recauchutadas (si eso era posible) que mi amiga.
Me di cuenta que todos estaban fumando cigarros, vi la caja sobre la mesa y también cogí y encendí uno para mi. Tessi me señaló el otro sillón y me senté en un silencio absoluto de todos. De repente, entró una de las camareras del bar y dejó sobre la mesa varias botellas de licor, vasos, y una buena cantidad de bolsitas de plástico con bastante coca cada una de ellas. Nos levantamos, nos servimos unas muy generosas raciones de licor, esnifamos una bolsa completa de coca cada uno, y nos volvimos a sentar.
–Maruja –me dijo Teresa- Estas semanas de viaje no han sido de placer, aunque he tenido el placer de follar sin parar y de participar en orgias tan salvajes como nunca había conocido. La Organización a la que pertenecíamos mi esposo y yo con todo este club y estas instalaciones, se ha vendido ¡pero no te preocupes… que todo esto seguirá adelante! La Organización que representa el señor Orloff aquí presente y su Delegada Ekaterina, son los nuevos dueños. Están presentes en todo el mundo y quieren hablarte. Todo lo que ellos te digan yo lo respaldo y lo apoyo.
Primero me habló Orloff con un respeto extraordinario y un idioma castellano muy aceptable, sobre la empresa y el apoyo mundial que íbamos a tener, el desarrollo comercial, y que querían multiplicar el número de niñas y niños, sobre todo de niñas, para hacer toda clase de porno y prepararlas muy adecuadamente para ser prostitutas de lujo superviciosas desde su más tierna infancia. Incluso con clases gratuitas de inglés y de ruso. Y para aquellas más inteligentes y con mejores posibilidades profesionales, incluso de árabe.
Se calló, miró a Ekaterina y antes de que yo me repusiese de todo lo dicho por Orloff, esta me dijo en un casi perfecto castellano:
–Maruja, durante estas semanas pasadas, tu amiga Teresa y yo hemos estado muchas horas juntas y no solo hablando de negocios, también follando, y tú, y también tus hijas, habéis salido muchas, pero muchas veces en nuestras conversaciones. Como soy menos diplomática que Orloff te lo diré directamente en la cara: “Te queremos totalmente en nuestra Organización”. Integrada, Entregada, formando parte de nuestro equipo directivo. Y te queremos como Directora de formación sexual de las niñas.
***Pero hemos visto que tus hijas están maravillosamente preparadas para subir de nivel sexual… aunque solo les has dado una educación muy ligera. Sexo y solo sexo no es suficiente. En nuestra Organización, las niñas, las adolescentes, y las jóvenes, no solo tienen que ser unas putas perfectas, sino que ¡tienen que estar totalmente emputecidas las 24 horas del día y todos los días de su vida! Sexo, alcohol y drogas, tienen que ser para ellas y por siempre, la Trinidad de sus vidas.
***Sé por Tessi que sabes de lo que hablo, ya que has estado muchos años viviendo emputecida y no desconoces el coma etílico. Pues bien, quiero que te encargues de formar o de deformar, como prefieras, a esas niñas empezando por tus propias hijas. Hoy has permitido que tu hija pequeña no quiera hacer una porno, porque la polla era gruesa y le dolía. Eso no hubiese pasado si fuese una puta drogata.
***Te pido permiso para estar esta tarde con tu hija, emputecerla yo durante horas, y ya verás cómo esta noche se la follan con pollas más gruesas que la que no quería esta mañana. Lo importante es el negocio. Niñas puedes parir cada año, pero el negocio debe crecer siempre. Es lo que nos da de comer todos los días. Y lo que nos permite toda clase de lujos. Y Nerea quiere hacer pornos más “verdes” que su hermana mayor ¿no es así? Entonces ¿cómo quieres hacerlo si no las emputeces al máximo?
Yo me levanté. Me paseé sobre mis taconazos por el despacho, mientras fumaba el puro y volvía a llenar mi tercer vaso de vodka. Me acerqué pensativa a la ventana y miré hacia un paisaje que realmente no veía. Solo veía mis pensamientos, mis vomitonas, las grandes cantidades de alcohol y de drogas que años atrás me daban mientras hombres y mujeres usaban una y mil veces mi cuerpo y se reían de mi estado. Sí, el sexo, el alcohol y luego las drogas, me convirtieron en una presa cautiva de eso que acababan de llamar “la trinidad”, me emputecieron. Me dejé emputecer. Pero fui feliz, muy feliz durante esos años.
Unas manos agarraron con fuerza desde atrás mis tetas, todavía naturales, mientras otras tetas siliconadas se aplastaban contra mi espalda. Su perfume la delató ¡era Tessi! Metió su mano bajo la blusa y como yo, al igual que las dos mujeres presentes no llevábamos sujetador, me cogió las tetas y jugó con ellas como tantas veces lo hacíamos en cualquier sitio. Las dos sabíamos masturbar y excitar de mil maneras a la otra, y sus dedos sobre mis pezones me provocaron un orgasmo muy satisfactorio que no disimulé..
–Vamos Maruja, di que si y yo misma te entregaré a mi nieta Claris, que acaba de cumplir los 10 años y es compañera de juegos y de porno de tu hija Amaia, para que también a ella la emputezcas. Sabes perfectamente cómo hacerlo ¡hazlo! Y no solo ganaremos mucho dinero todos. Sino que todos disfrutaremos de los placeres de nuestras hijas y nietas amadas y del resto de las niñas. Y ellas las primeras, y puesto que desean ser unas putas pervertidas ¡sé tú su maestra!
Mientras terminaba mi puro y otro vaso de algún licor muy fuerte que me dio Tessi, me giré hacia Ekaterina y le dije:
–Adelante Ekaterina. Si tú crees que es posible hacerlo, mi hija es tuya hasta esta noche, pero cuando vayan a follarla por el porno, quiero estar presente. Haz lo que quieras con ella en esas horas.
Ekaterina se acercó a mí, me besó en los labios, me separó un poco la blusa y mirándome detenidamente los pechos me dijo:
–Preciosos, pero un poco pequeños. Ya te pondremos unos como los míos y serán un regalo de la casa. Debes aprender a exhibir tu cuerpo para que tus hijas y las niñas te copien y exhiban los suyos ¡así se crean las verdaderas putas por vicio!
La ostia ¡pequeños mis pechos! Pues son del 97D. Aunque claro, los de ella y los de Teresa no median menos de 110, y a pesar de la edad de las dos, estaban perfectamente fijados al pecho, redondos y provocativos, muy provocativos. Excelentemente operados.
Pero ahora deseaba estar sola, lo necesitaba. Cogí el coche y me fui a un pequeño bar en la cima de una montañita con una increíble vista sobre los acantilados. Conocía al dueño y a su familia y ellos me conocían a mi y muchos de mis pecados. Les encargué una botella de whisky y le dije que la dejara en la mesa con una cubitera de hielo y una caja de sus mejores puros… que os aseguro que no eran demasiado buenos.
Y allí, en un rincón junto a un seto apalanqué mi cuerpo, y mientras fumaba y bebía sin parar y miraba el paisaje pero
que ya era, se habían cumplido. Ahora solo se trataba de hacer de mis dos hijas, unas mujeres tan emputecidas como yo lo había sido y lo iba a volver a ser desde ahora. El modelo de puta que mis hijitas sin ver nada, fui dejando pasar esas horas en las que mientras yo pensaba en un futuro hipotético pero lleno de promesas de vicios y drogas, del que yo sería Directora con plenos poderes, mi niña de 5 años estaba siendo emputecida por Ekaterina llenando su estómago y su cuerpo de alcohol y drogas, para dejarla totalmente emputecida y sin voluntad propia, para que esa noche fuese filmada y follada por una gruesa polla… Al menos, eso quería ella, para demostrarme mi error y mi falta de iniciativas. O mi exceso de empatía con mis hijas y las demás niñas.
Yo sabía que con mis niñas no había empatía sexual. Las eduqué y las estaba educando para que fuesen putas ¡las mejores y más viciosas! La mayor empezó a follar con 7 años y ya cobraba con 9 años, y en estos meses pasados, sus clientes superaban los 150. Y la pequeña no hacía mucho que cumplió los 5 años, pero hacia unas semanas que no era virgen y como habéis leído, ya empezaba a iniciarse en el porno, y en 2-3 meses, iniciaría su vida profesional de puta. Pero eso de emputecerlas ya a esa edad…?
Y recordando mi pasado de puta y drogata, me prometí que si el experimento de Ekaterina salía bien, me emputecería a tope, y haría conscientemente lo mismo con mis hijas ¡putas, depravadas, y totalmente entregadas a cumplir los deseos de sus clientes!
Al anochecer pedí un sándwich y otra botella de whisky, un tazón de café bien cargado, cogí dos puros de la caja y también la botella. Me aconsejaron que no condujese, pero a mí los consejos… Y me presenté en el complejo del club que hasta ahora era privado, pero habían otros planes y ya veríamos.
Fui directamente al despacho de Tessi y estaba sola. Con su mano me señaló una de las grandes pantallas de la pared y allí estaba Ekaterina con mi hijita. Las dos desnudas y sentadas en el suelo sobre una moqueta, aunque mi hija más que sentada estaba medio tumbada y bastante sucia de alguna vomitona. Las dos estaban fumando dos porros y mi hija odiaba los porros, porque secaban el paladar, la garganta, y le daban mal sabor. Habían botellas de licores varios en el suelo, una de ellas vacía, y por lo que luego me dijo Tessi, mi hija había tomado coca con añadidos de algo de ketamina y anfetas. Del licor se había puesto hasta las cejas, y tal y como estaba su rostro y su cuerpo, mi hija estaba a sus 5 años, dando una maravillosa imagen de niña emputecida hasta arriba.
Por lo visto, Ekaterina era de la misma opinión de lo que yo estaba pensando, y casualmente en esos momentos llamó por el interfono a Tessi, esta le dijo que yo ya estaba allí, y nos fuimos a la conocida habitación azul. Al verme Eka me dijo:
–Es una lástima Maruja que no hayas estado presente. No te imaginas las ganas que tenía tu hija de colocarse a tope porque tu no le dejas y su papá menos. Y me temo que tendrás que divorciarte de él si no te apoya al máximo para emputecer a tus hijas. Tu hija ha fumado porros aunque no le gustan, ha tomado un coctel de drogas y otro coctel de licores para emborracharse más ¡de forma voluntaria y consciente! Y ha jugado con Víctor y su pollón hasta cansarse. Ahora la están lavando para filmar su follaje, y tú mira y calla. ¡O te echaré de aquí! Tu hija quiere ser puta y vamos a hacer de ella una gran puta superviciosa.
Entraron los técnicos, las máquinas del rodaje ya estaban allí, y cuando vi entrar al actor me acojoné. Era el mismísimo Víctor, y su polla que yo conocía por más de 20 pelis hechas con él, era de 25×3 ¡medio cm más gruesa que la de Jordi que esa mañana mi hija se quejaba del dolor de la penetración! Víctor me miró y juntó sus dos manos como si me pidiese perdón. Entraron a mi niña amada en brazos, porque era imposible hacerla andar recta y la dejaron sobre la cama, donde comprobaron las luces y le terminaron de arreglar el pelo. Mi niña estaba como sonámbula, se reía, se movía, agitaba las manos, y al verme me mandó un beso.. Y de repente, Ekaterina nos dice:
–En las últimas horas, como todos sabéis, la niña ha estado jugando con la polla de Víctor. Se la ha chupado, la ha lamido, se ha bebido su semen, se la ha masturbado y descargado sobre la cara y el pecho… Y todo ha sido grabado. Solo queda follarla para terminar la película, así que Víctor, rómpele el coño y luego el culo. Esta noche vamos a demostrar el poder psicológico del emputecimiento en las niñas ¡sobre todo a su madre! Ya veréis como no se queja y se deja hacer. Su cerebro lo deseará. En mi país y otros muchos países, las niñas de tres y cuatro años ya hacen porno sin importar demasiado los tamaños de las pollas. Solo hay que entrenarlas y emputecerlas.
Una chica le puso una crema sin brillo en el coñito y el culo para que al filmar no se notase que le habían puesto lubrificante. Víctor se subió a la cama y a las órdenes del director cogió a mi niña de las caderas, la levantó un poco, apoyó su enorme glande en el coñito, empujó y entró casi medio capullo. Mi pequeña niña se estremeció violentamente, pero su sonrisa no la abandonó. Yo miraba como la gruesa polla de Víctor iba entrando poco a poco es ese estrechísimo coñito de 5 años ¡y no me lo podía creer!
Nerea se rascaba con sus dedos esa parte de la vulva como si le molestase, pero nada en ella ni en su rostro denotaba dolor o insatisfacción, aunque su vulva estaba enormemente engordada, dilatada, ensanchada… Cuando todo el capullo penetró dentro de ella, Víctor me miró y sonrió ¡la parte más difícil ya estaba hecha! Y no salía sangre por ningún lado, Con lentitud y moviendo su cuerpecito, la profesionalidad de Víctor en estas escenas se notaba. Y poco a poco, ladeando su cuerpecito, moviéndolo arriba y abajo, la polla llegó al final de su matriz. No hace falta deciros que no entró más allá de la tercera parte del tamaño de su muy gruesa polla… o menos.
Ese paisaje que se abría ante mis ojos si lo vi, y lo sentí con todo mi amor y mi orgullo de madre. Mi niña había sido penetrada hasta el fondo por una polla más gruesa que sus brazos, y en esa zona de la vulva, el grosor de la polla de Víctor se notaba tremendamente con un enorme abultamiento. Víctor empezó a follarla sin prisa pero de verdad. Ya no se trataba solo de meterla. O de ver si se podía meter esa polla en ese coñito. Ahora se trataba de follarla. Se estaba grabando una peli porno y tenía que ser follada. Y la niña quería ser puta y tenía que aprender a follar y ser follada.
La verdad es que era un espectáculo llamativo y extraordinariamente excitante. Más de 15 adultos lo estábamos observando todo, y varios de los presentes de los dos sexos se estaban masturbando. Se notaba en el rostro de mi hijita que estaba colocadísima. Se le cerraban los ojos, pero tenía una preciosa sonrisa en su rostro que denotaba que estaba recibiendo un placer satisfactorio. Sus dedos seguían rascando su vulva por los laterales de la polla de Víctor, que tal y como pasaba el tiempo y ante la ausencia de algún grito de dolor de la niña, iba acelerando su follada y penetrándola de verdad. Hasta que Ekaterina le llamó y le dijo:
–Víctor, deja de follar su coño. Ya tenemos más que suficiente para la película y ya sabemos todos, que esas pollas pueden penetrar desde hoy sin miedo en esta puta. Ahora penetra y abre su culo. Pero quiero que lo hagas con cuidado pero sin prestar atención si grita o se queja. Tú la follas y en paz. Y si grita o se duele, mejor. Un extra excitante para los que compren o vean la película. Y cuando te vayas a correr, la sacas, se la metes otra vez en el coño y te corres dentro.
Me miró Víctor a mí, y yo, sin darle importancia, como si la niña no fuese mía, asentí con la cabeza. No me preguntéis que sentí. Solo me daba cuenta que todos mis esfuerzos por hacer de mi hija lo deberían copiar.
Ekaterina abrazó y besó a mi hijita y esta le devolvió los besos y alguna caricia. Sus brazos deberían pesar toneladas. Le dio una pastilla que mi hija tomó con vodka. Se bebió todo el resto del vaso y esnifó una nueva raya de coca. Víctor la cogió, le dio la vuelta al cuerpecito e intentó meter el capullo ¡ja, ja, ja! Ese pequeño cuerpecito se resistía a la penetración de su follador. Ekaterina cogiéndome del brazo me dijo al oído:
–¡Qué buena puta va a ser tu hija! Cualquier otra niña hubiese gritado a pesar del colocón que lleva de drogas y alcohol. Sin embargo ella se estremece, se recoloca, y resiste sin lloros ni gritos que la penetren totalmente ¡digna hija de su puta madre!
Y sí amig@s, me sentí una vez más, orgullosa de mis dos putas hijas. Las habíamos entrenado muy bien y ahora solo faltaba emputecerlas al máximo. Harían felices, muy felices, a cualquier cliente o clienta que, pagando muy bien sus servicios, deseasen ser totalmente complacidos en sus vicios más depravados.
En el rostro de Víctor, se notaba claramente que el cabrón estaba disfrutando a tope follando los estrechísimos agujeros de mi hija. Seguía, aunque con más lentitud de la esperada debido a la estrechez de su ano, taladrando el culo de la niña. Prácticamente su glande estaba ya dentro, ayudando a la fuerza con la que Víctor se la intentaba meter, la crema lubrificante que un rato antes habían colocado en ese pequeño agujero. Como siempre, la paciencia tiene su premio, y con un estremecimiento fuerte del cuerpo de mi niña y un pequeño quejido, todo ese capullo penetró por fin en ese precioso culo que tantas veces antes había yo lamido con mi lengua. Una vez metida la cabezota, esa enorme y gruesa polla, no tardó mucho en penetrar en ese dilatadísimo culo casi hasta los mismísimos huevos.
Ekaterina quería emputecerla más y ver sus límites, le dieron una nueva raya y más de medio vaso de vodka y se lo tragó todo. Y la polla de Víctor empezó a subir y bajar mientras sus manazas intentaban sujetar el cuerpo de la niña para que no se moviese demasiado, ya que era tan gruesa la polla para ese culo que era trabajoso meterla sin que el cuerpo subiese y bajase con la polla.
Bastante rato después, Víctor dijo que iba a cambiar de agujero, la sacó de su culo, la metió en su coño, y antes de medio minuto se corrió por primera vez en el coño de mi hijita que no solo se llenó de semen, sino que la presión y aprovechando los pliegues de piel, hacía que saliesen como disparos del pequeño coñito tapado como un tapón por ese pollón. El efecto de ese semen a presión era tan cómico, que todos excepto ella, nos reímos con ganas y diversión.
Me hice cargo de la niña. La abracé y cubrí de besos ¡se los había ganado absolutamente todos! Le miramos detenidamente todos sus agujeros y estaban extraordinariamente dilatados, pero ni una gota de sangre en ninguno de ellos. La lavamos bien en el jacuzzi, le pusimos unos antiinflamatorios porque sus agujeros estaban bastante irritados… pero lo que no pudimos quitarle era el enorme olor a alcohol que salía de su boca. Y supongo que de las otras cosas que tomó.
Le preparé un fuerte batido de leche con yemas de huevo y una larga copita de Jerez. Se lo día a beber como si fuese un clásico biberón, cogida por mí como si fuese una recién nacida… aunque de verdad, era una recién nacida para el mundo del sexo y yo misma pensé la suerte que tenía de poder ser puta y porno-actriz a su infancia ¿por qué no tuve yo esa suerte? Y me juré hacer de mis hijas las mejores putas posibles. Le diría que si a Ekaterina y dejando mi empleo actual, me entregaría para dirigir y formar a tantas y tantas niñas y jovencitas, en unas emputecidas rameras. Y como si me hubiese oído en mis pensamientos, la mano de Ekaterina se posó en mi hombro.
–Maruja, ha sido extraordinario el espectáculo que tu hijita nos ha proporcionado. Ese cuerpecito siendo maravillosamente follado por un adulto profesional como Víctor, nos ha demostrado a todos que esas pollas sí caben en esos coños y en esos culos. Ya te he dicho que en mi país las niñas son folladas desde muy pequeñas. Sus músculos, tejidos y fibras están creciendo, se están desarrollando, y son muy flexibles. Si ahora nosotros los dilatamos más, desarrollarán una extrema flexibilidad, y en poco tiempo, podrán follar con actores porno con pollas “de verdad”.
***Las propias madres de las niñas que te he hablado, han sido porno-actrices infantiles y saben lo que es eso. Si tu hija con 5 años se hace puta por vicio y se emputece como está ahora ¿crees que alguna vez dejará esta preciosa y lucrativa profesión? Pierde el miedo querida. Piensa en ello y sigue ese camino. Y ahora me gustaría conocerte de verdad, compartir algo de cena contigo y luego una noche completa de placeres entre tú y yo ¿aceptas?
–Acepto los placeres Eka, pero no voy a cenar contigo. Quiero beber contigo, follar contigo sin limitaciones y volver a emputecerme como hace años. Seré tu Directora General de Relaciones con la Infancia. Emputeceré a todas esas niñas con sus madres y abuelas. Las llenaré de toda clase de vicios, pero con dos condiciones: a) Yo elegiré a mi equipo de colaboradoras y b) Yo me entregaré también a todos los vicios posibles, al consumo de alcohol y drogas, a hacer el porno más duro posible, y a ser para todas ¡incluidas mis hijitas!, el mejor ejemplo en el que todas ellas puedan mirarse ¡Su porno-espejo!
Y agarrando desde atrás mis tetas y apretándolas a tope, me dijo Eka:
–Y como antes te he dicho, estas tetas las tendremos que agrandar bastante. Si has de ser el espejo de tantas putas, estas tetas tendrán que ser el espejo que deseen tener todas ellas desde los 16-18 años. Y operadas por los mejores cirujanos en las clínicas que tenemos en varios países en los que no hay límite de edad para operar.
–De acuerdo, que así sea.
Vi que cerca de mí había una botella de coñac que estaba a medias. La cogí y me la fui bebiendo hasta no dejar nada de ella. Y antes de dejar a mi hijita en su cama para que durmiese y descansase esa noche todo lo posible, esnifé dos rayas de coca que era lo único que veían mis ojos en la mesita. Al ir hacia el dormitorio con mi niña en brazos, oí como Ekaterina me decía:
–Voy a llevar hasta nuestra cama varias botellas de licor enteras y varios tipos de drogas, así no solo tú iniciarás de nuevo tu camino al emputecimiento junto a tu hijita, sino que yo seguiré con el mío. Desde hoy, compartiremos las tres muchas cosas, veremos cuando se queda preñada tu hija mayor, y disfrutaremos de todos los vicios del mundo.
Y girando mi cabeza, le sonreí ¡tenía yo mucho que aprender de ella.. y mis hijitas de las dos!
¡Las emputecería a tope! Y yo les daría ejemplo.
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Libre95***[email protected]
Muy buen relato amiga Libre95 ¡Cómo se nota que conoces bien ese ambiente del que yo estoy enamorada?
Espero y deseo que sigas la serie, que promete «calor» y ambientes muy sexualizados y encantadores.
Donde se puede conocer ese ambiente