Amanecer Sexual (parte2)

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Gire, le di libertad a mi pene lo apreté ligeramente, y ooooh por dios, se me apagaron las luces vi todo azul, mi cadera se encogía, el primer orgasmo en estado consciente, gruesos chorros de semen yacían entre las rocas y las hojas del arbusto a mi lado, oooh que placer, como si hubiese contenido mi orina por días…pero no era orín, agite mi verga y escupía gruesas gotas blancas y ese olor que ya lo conocía.

Poco a poco mi agitada respiración se normalizaba, y la culpa al lado de la vergüenza llegaban juntas y el miedo me perturbo de nuevo, pero no había nadie al rededor, sol el aroma a humo de leña quemada me recordó que debía volver, intente borrar todo lo que vi, pero mientras lo intentaba mas de detalles recordaba.

Llegue a casa a tiempo.
Mi madre estaba de espaldas a la puerta de la cocina, no sé si existan en algún otro lugar esas cocinillas bajas, hechas de arcilla donde puedes colocar leña por debajo y colocar dos ollas arriba.

Mi madre era de estatura media pero debía inclinarse para remover la olla, desde atrás la vi desde sus morenos talones, pantorrilla y el naciente e sus muslos, es todo lo que me permitía la falda, pero había algo adicional entre la raja del culo tenia metida la falda que de tanto agacharse podía apreciar desde el final de su espalda.

Mi pene empezó a crecer, y con torpeza dije:
Ya traje la leña y la tire al suelo, di media vuelta y corrí al dormitorio, a los lejos escuche su voz gritando mi nombre.

Intente contener la respiración para bajar mi erección, y no pude, quise que ese extraño miedo volviera a mí y no pasaba nada, libere mi verga dura como una piedra se resistía a ceder, la única forma de tranquilizarlo era vaciándolo.
Busque entre las maletas y halle las toallas húmedas del bebé, que usan para higienizarlo, lo envolví en mi verga y lo empecé a estrangular, me lastimaba pero deseaba que se calme lo antes posible, el recuerdo de las enormes nalgas de la mujer del almacenero, abriéndose para comerse la verga del muchacho regreso a mi mente, y otra vez esa exquisita sensación, empuje mi cadera para adelante y siii….
volví terminar convulsionando de placer.

La educación Sexual, es confundida con conocer la ubicación de las partes del cuerpo, para que sirve, y hasta como comienza la vida, pero jamás nos orientan en cómo reaccionar a los estímulos externos.

-estas allí??
-mm…si mamá, me visto no entres.

-ok, pero apúrate necesito que vayas al almacén.

Me asome lentamente a la puerta del almacén de don Anselmo, y frente al mostrador, puesta con un mandil que dejaba ver el canalillo del naciente de sus tetas, estaba la mujer que hora antes, había provocado mi primer orgasmo.

Con los lentes puestos y el cabello bien acomodado y sin mirarme, pregunto:
-que te vendo?
-aaaa….
aceite -conteste
Levanto los ojos se sorprendió pero elimino la sorpresa con una sonrisa mostrándome su blanca dentadura enmarcada en gruesos labios rojos, eran parecidos a los que llevaba allí abajo.

-ooooh, si eres el nieto de don Placido Verdad?
-sí, lo soy
-qué guapo eres, ven para acá, déjame darte un abrazo- mi rostro quedo entre sus enormes tetas, mis brazos se posaron en sus caderas, me levanto el rostro y medio un sonoro beso en los labios.

Se fue donde el barril de aceite, me pregunto cuánto, le di la medida, la vi alejarse contoneando sus caderas en una minifalda de jeans, estaba embobado, mientras bombeaba el aceite, me miro de reojo y sonrió hizo caer algo y se agacho sin doblar las rodillas, y una cinta roja se perdía entre su enorme culo, que terminaba en un minúsculo triangulo.

-toma bebé- me alcanzo el recipiente
Estiro su mano y alcanzo mi verga que estaba por explotar
-huyy, mira nada más se nota que te gusto, te gusto amor?
-es muy linda, susurre
-vuelve pronto te espero…esta vez me beso en la mejilla.

Es una borrasca de recuerdos, hasta por la tarde de ese día, todo sucedió tan intempestivo, de alguna manera traumático, pero increíblemente satisfactorio.

Y Salí del trance con otra imagen imborrable, me llamo mi madre para alcanzarle la toalla del bebé, allí estaba mi madre con las piernas abiertas mientras terminaba de enjuagar al niño en una bañera en el suelo, no llevaba calzones, me acerque lentamente hipnotizado, ella estaba concentrada en no soltar al niño, que no se dio cuenta que se le había subido la falda hasta la rodilla, le pase la toalla cubrió al nene, y se puso de pie.

Salí del lugar, pues mi verga estaba toda tiesa, no quería ser visto, aunque tal vez fue mi imaginación mi madre podría haberse dado cuenta, no lo sé.

Volví al dormitorio y repare en que había una cama más pequeña con un pequeño colchón, apegado a la cama, no le di importancia, si era para mí, podría acomodarme, eso imaginaba, me recosté mirando la puerta, que rico había sido derramar el semen, como se sentirá dejarlo dentro de la vagina de una mujer?.
recordé la vagina de de mi madre y de la de la mujer del almacén, sentía menos culpa, al recordarla, mi pene empezó a crecer, entendí cómo funcionaba el placer, poseer a alguien y descargar con fuerza el semen….
me prometí que solo acabaría siempre y cuando fuera dentro de la vagina o el culo de una mujer.

Así pensaba hasta que entro mi madre entre cerré los ojos, ella recostó al nene, en esa pequeña cama, me miro y quizás pensó que dormía profundamente.
Busco entre sus maletas y saco un poleron (una playera larga de algodón) y un pequeño short licra, que más parecía un calzón, no saco ningún calzón.
Tomo una toalla y se fue.

Alguien movia mi hombro, inmediatamente me puse de pie, era mi madre.

-tranquilo, no debes despertar asi, te podrías lastimar
-no pasa nada mamá, y me dirigí al rincón donde estaba mi colchón, para acomodarlo.

-no ya no lo tiendas, anoche hizo mucho frio, y esta noche será igual, mejor dormiremos juntos y nos cubriremos con mas frazadas, quieres? O tal vez te caerás de la cama?
-no mamá, estaré bien-en ese instante había olvidado todo lo que me sucedió en ese día.

-come algo antes de dormir, te deje un plato en la mesa.

-gracias mamá- y Salí directo a la cocina, a medida que comía, recordaba lo de ese día, por instantes me sentí muy avergonzado, incluso creí que debía haberle contado a mi madre, que la del almacén me toco.
Me reí, eso nadie me creería, termine de comer, me asee, y volví al dormitorio, de lado mi madre daba de comer a mi hermano, tenía ambas tetas al aire, ya antes la había visto pero ahora me provocaban algo más.

-que te pasa Renan?.
tu también quieres tomar leche?.
jaajaa-me sonroje y solo atine a decirle, si el ya no quiero yo sí.
Jaja
Me di vuelta y repare en que no tendría privacidad, para ponerme el pantaloncillo de pijama la mire e intente salir, pero ella me detuvo.

-dónde vas?
-A cambiarme
-Hazlo aquí, podrías enfermarte, mientras me miraba la entrepierna.

Me quite la playera, deslice lentamente mi short, quería pensar que no había nadie mirándome, tome el pantaloncillo, y cuando estaba a punto de ponérmelo, ella me detuvo.

-acércate, déjame ver tu pene- siempre la obedecí sin temor-acércate más se soltó de la boca de mi hermano, y con sus tetas coronadas por unos pezones planos pero enormes, aún destilando leche, me tomo el pene cual profesional en medicina lo analizo, no pude evitar que este creciera poco a poco, ella bajo el prepucio, que deslizo con esfuerzo, dije un ayy!-te duele?
-solo un poco

-tienes que deslizarlo poco a poco para que se acostumbre, la cabecita debe quedar libre-esto me decía mientas me acariciaba la verga subiendo y bajando su mano lo miró y supo que si seguía haciéndolo terminaría con leche en todo su rostro y sus pecho, se detuvo, me compuse el pantalón-apaga la luz y recuéstate.

-entraba por la ventana la luz de la calle levante las frazadas y mi madre tenía la playera hasta media espalda, y le pequeño short incrustado entre su culo, mi pene reacciono al instante,
-ya acuéstate, no muy al borde porque te podrías caer.

-me acomode a escasos centímetros de su culo, mi rostro en sus omoplatos,
-acércate mas- y me jalo para que la abrace, mi pene quedo en medio de sus nalgas, yo temblaba de miedo- tu también estas de frio, así nos calentaremos mejor- y apretó mi pequeña mano a su pecho duro y húmedo en la punta.

Saque mi verga con la otra mano y me volví a apegar y no dijo nada, me frotaba el short licra la punta de mi verga, pero no me importo empujaba y ella empinaba mas su culo, sin sacarse los licras, me aferre a su pecho, el lubricante de ambos hacia que se deslice por entre su culo.

-sigue sigue papi aah.
aaah!!! no pares….

No daba crédito a lo que pasaba solo me movía y a cada embestida, sentía que acabaria.

-acaba papi acabaaa…aaaahaaahgg!!.
y sentí que presionaba por delante el glande, intentando meterlo para arriba.

ota vez sentí enceguecer, ella no dejaba de menear su culo haciendo círculos…
-siiiiiiiii….
aaaaahh que rico bebéee…aaahhg….