Amantes Prohibidos l
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Convivi, y luche por reprimir, durante años de mi vida un deseo profundo, prohibido, secreto. Que quemaba mis entrañas de deseos culposos que tornaron mi vida en un verdadero calvario e infierno. A medida que me alejaba y lo reprimia ese deseo prohibido crecía, se me hacía incontenible y volvia a rruinar mi vida.
Tenía apenas once años cuando desperte sexualmente y comencé a masturbarme. Criado en una familia trabajadora, con altisimos valores y fuertes mandatos me eduque en un severo y estricto colegio religioso.
La culpa inculcada en ambos ambitos me invadía pero no lograba aplacar el placer prohibido que durante toda mi adolescencia ejercite masturbandome. Se hacía un circulo vicioso don del placer y la culpa crecían exponencialmente y libraban una batalla en donde el unico perdedor era yo.
Me converti en un ser solitario, casi sin amigos ni relaciones. Vivia castigandome por la culpa de mi placer secreto y me condenaba al mas ardiente de los infiernos en vida obligandome a estudiar y trabajar hasta el desmayo.
A pesar de los castigos a los que me sometia y la soledad en la que vivia, el obeto de deseo me perseguia incansable y unico.
Así llegue a los 20 años de infernal vida. Incapaz de mantener relación con ninguna mujer y alejandome de cualquier amistad temiendo siempre ser descubierto de tan aberrante deseo.
La relación con mi padre siempre fue lejana, fria, carente de afecto. Autoritaria casi sin palabras.Y asi me gustaba que fuera. Me sentia seguro y distante de no ser descubierto y su exigencia era satisfecha por mi entrega completa y exclusiva a los deberes y a las obligaciones., Mi vida no tenia ni relaciones, ni distracciones ni divertimento. No solo estaba bien visto por mi poadre sino que yo mismo me condenaba a ello- Mi unico y exclusivo placer era el que me atormentaba.
Mi madre era una mujer sumisa, temerosa de mi padre y entregada exclusivamente a sus ordenes, deseos y mandatos. No tenia ni vida ni deseos propios. Ante de emitir o luego de decir palabra alguna se sometia temerosa a la aprobación de el. Muchas veces veía como la humillaba y ella aceptaba absolutamente todo sin decir absolutamente nada. Su rostro reflejaba permanentemente un gesto de miedo y amargura de infelicidad total. Era hermosa. Rubia de ojos verde con un cuerpo perfecto pero no lucia nada. Opacada totalmente, descuidada, mal vestida con ropas antiguas que la ocultaban. Simulaba una vejez inexistente pero al mismo tiempo se sentia a salvo y protegida de no generar ningun enojo a mi padre. Todo ese camuflaje se tornaba radiante de amor en los momentos de soledad en que a veces nos encontrabamos y que ella aprovechaba para demostrarme cariño y amor infinito. Su rostro se transformaba en radiante, joven y hermoso al mirarme. Nesecitaba de alguna manera demostrarme su amor pero yo se lo impedia instantaneamente convirtiendome en un ser peor que mi padre despreciándola y jamas retribuyendole nada de el cariño que me profesaba. Al contrario. No podía dejar de sentirme mas seguro que despreciandola permanentemente. Realmente hacíamos que su vida fuera miserable.
Cuando cumpli los veinte años senti que me era imposible seguir asi y decidi buscar trabajo en el interior, lo mas lejos posible y manteniendo apenas contacto con mis padres.
Mi padre aprobó y apoyo mi desición. Mi madre ya no podía ocultar su dolor a pesar de mi desprecio. El unico sentido que le encontraba a su vida era mínimo, solamente observarme diariamente, se esfumaba, lo perdia y sin ninguna certeza de cuando recuperarlo.
Asi fue que me entregue a la dura y disciplinada vida de campo en una estancia perdida en el medio de la pampa mas desolada. Comencé como peón rural, trabajando duramente y aprendiendo todas las diferentes actividades totalmente alejado de la civilización, a varios kilometros del pueblito mas cercano y varios cientos de mi familia.
Esa vida buscada fue mi mejor guarida. Me dedicaba nada más al duro trabajo y a perderme en mi oscuro secreto en la soledad del intimo descanso. Semanalmente recibia correspondencia de mi madre. Hermosas cartas llenas de hermosas palabras de amor. Imaginaba que en esas cartas habia descubierto el sentido de su vida. Jamás una carta de mi padre. En una sola carta mensual mi madre me contaba escuetamente algo sobre el que nunca sobrepasaba la formalidad y la obligacion de decirme que estaba bien y me queria en apenas dos lineas. Esa dos lineas que yo automaticamente cortaba, para guardar y atesorar junto a las otras unicamente el contenido exclusivo para mí. Mi escueta fría y obligada respuesta se producia bimestralmente en apenas tres o cuatro lineas formales y carentes de sentimiento. Apenas la certeza de estar bien de salud y trabajando a pleno.
Cinco largos años pase alli aislado sin retornar que me convirtieron en el mejor y de mas confianza empleado. Mi sacrificio y entrega me convirtieron en Capataz logrando algunos privilegios no deseados pero bien ganados y merecidos.
Pasé a vivir a una enorme casa perfectamente aislada pero preparada para alguien que viviera con numerosa familia. También si era mi deseo contab con más días libres pudiendome ausentar si lo deseara. Disponía también para mi uso de una vieja pero muy bien mantenida Camioneta que me servia para el trabajo y para ir a comprar las provisiones al pueblo, tarea que tambien era una de mis obligaciones.
En los periódicos y habituales viajes al pueblo entable relación con una mujer diez años mayor, viuda sin hijos y empleada del almacén de ramos generales donde me proveía del 90 por ciento de los suministros necesarios. Indudablmente habia ganado la atraccion y la simpatia de la mujer que la hacia inocultable. Siempre me atendia con esmerada calidez, celeridad y eficacia teniendo todo siempre listo exactamente a mi punyual y precisa llegada, lo que generaba ganar algunos minutos par entablar conversación más intima y personal. Al comienzo me resulto dificil acceder a un minimo de relación. Pero poco a poco su amabilidad y dedicación fuero derribando esa barrera inexpugnable que yo generaba.
Casi dos años despues de comenzada esa particular relación se animó a invitarme a concurrir juntos a la fiesta trdicional gaucha que celebraba el pueblo anualmente. Venciendo mi natural resistencia accedi con esfuerzo. La primera salida al pueblo por diversion en siete años se iba a producir.
Mi casa contaba con cuatro habitaciones pequeñas con cama individual, un dormitorio matrimonial mas amplio con un pequeño baño, otro baño mas grande para las otras habitaciones, un generoso comedor y una gran cocina. Yo solo ocupaba una de las habitaciones chicas, el dormitorio listo y preparado pero sin uso, utilizaba el baño grande y mantenía clausurados y cerrados los demas cuartos. No usaba el comedor haciendo que mi mundo fuera exclusivamente la cocina, mi cuarto y el dormitorio que escondía mis oscuros deseos.
Durante la muy linda fiesta gaucha la señora me dipenso un trato tan amable, cariñoso y total que fueron desnudando poco a poco mi contenida comodidad y gusto. Tambien desperto un deseo que fue pergeñando minuciosamente un enfermizo plan. Sabiendo a la señora totalmente entregada a mis deseos finalize la jornada invitamdola a pasar la noche a mi casa.
La sometí a mi oscuro plan asegurandole que era la unica manera posible de profundizar la relación y haciendola jurar bajo amenaza a mantener absoluto secreto. Accedio y le enseñe y aprendio el guionado papel que debia representar y las palabras que debia decir. Sorpresivamente tomo con agrado la idea y la ejecutamos a la perfeccion. Pude gozar por primera vez en mi vida el tener sexo co una mujer que el que ella lo hubiera gozado tanto potencio mucho mas el placer. Mi deseo prohibido era parcialmente gozado fisicamente y tan placenteramente compartido que se convirtio en necesario habito que la señora termino conviviendo conmigo, adoptando su perverso papel. Ella viviendo en el dormitorio y yo en mi habitación encontrandonos secretamente en la profundidad de las noches.
Unos pocos meses despues de cumplidos mis 28 años , un año de convivencia con la señora y larguisimos ocho años de mi separación familiar, una carta de mi madre transformo totalmente mi vida. En ella me anunciaba la muerte de mi padre en un accidente laboral y rogaba mi urgente y necesaria presencia. Anoticié a mis patrones y pedi una semana de licencia a la que generosamente accedieron. Envié a la señora a su casa en el pueblo y tan pronto pude armar un pequeño bolso emprendi el retorno.
Llegue cuando todo ya habia terminado. Fui directamente a mi casa y me fundi en un abrazo jamas realizado con mi madre que con dolor y tristeza me dio los detalles de la perdida. Las muestras de dolor no ocultaron que se percibia otra mujer distinta a la conocida. La muerte de mi padre era el nacimiento de una nueva mujer en mi madre. Y el paso del tiempo acentuaría y confirmaría esa incipiente sensación.
La mañana siguiente a mi arribo me encontró frente a una mujer segura y decidida. Temprano en el desayuno compartido y sin demostrar sentimientos comenzó, para mi sorpresa, a dictarme mientras me anoticiaba mis nuevas responsabilidades y obligaciones como nuevo jefe de la familia. No pude llegar a expresarle mi deseo de invitarla a una nueva vida acompañandome en el campo. Enseguida iba a comprender tambien que era totalmente innecesario.
Durante los años de mi ostracismo una serie de hechos fortuitos sumados a la sacrificada y dedicada vida de mi padre consagradas a su trabajo lo habían convertido en el único dueño de la fabrica en la que comezó a trabajar apenas había cumplido los quince años y a la que consagró su vida casi religiosamente.
Su trágico fallecimiento dejaba en mis manos una comercialmente exitosa planta productiva con mas de un centenar de empleados a cargo y millones en ganancias, además de varias propiedades inmuebles y una lujosa casona a estrenar en un exclusivo barrio de las afueras, al que solo accedían los empresarios más poderosos.
Mediante telegrama comunique mi renuncia a mis patrones manifestandoles tambien mi eterno agradecimiento por esos años sin mas detalles. No sentí comunicarle nada a la señora.
Con la colaboración inestimable del gerente financiero y hombre de confianza de mi padre asumí responsablemente el mando de la fabrica. En poco tiempo me converti en el lider y hábil conductor con nueva y creativa visión y lograba un vital y positivo crecimiento aún mayor del negocio.
Instalado ya en la nueva residencia junto a mi madre y el personal doméstico necesario para tan imponente espacio comencé a disfrutar esta nueva vida a la que habia nacido un hombre nuevo. Pleno, feliz los oscuros fantasmas me habían abandonado y me permitía desarrollarme como una nueva persona.
Durante muchos meses mi vida transcurria normalmente, disfrutando a pleno mi trabajo y los logros que generaba y el poco pero valioso tiempo en mi nuevo hogar en donde disfrtutaba el nacimiento de una nueva mujer en mi madre que se transformo en una mujer hermosa que lucía y exhibia sin pudores y con excelentes prendas de calidad y diseño exclusivo, su perfectamente cuidado cuerpo. La personalidad que libremente ahora aflorada y el look adoptado devolvían la imagen de una deseada mujer que aparentaba apenas superar las cuatro decadas cuando ya había superado los 50.
La cercanía del fin de año y la llegada del verano trajeron un cambio de actitud apenas perceptible en mi madre cuando día tras día comenzó a sorprenderme con distintas propuestas veraniegas. Todos los días me mostraba hermosos destinos de mar y playas para disfrutar merecidas vacaciones y dejando la elección final a mi criterio. Lo que en principio fue una ligera incomodidad que no descubría el origen fue dejando más rapido que lentamente lugar a sensaciones no deseadas. los viejos fantasmas olvidados comenzaban a surgir derribando las concientes barreras que en vano intentaban impedir su arribo. El deseo prohibido tornaba en obsesión galopante que inhibia cualquier distracción. Por las noches me dejaba invadir por el deseo que se paseaba en busqueda y gozo de todo tipo de material porno que la web ofrecía infinito, dando rienda suelta al placer oscuro y secreto que aceleraba los pensamientos más prohibidos que me dominaban y se hacían incontenibles. El último mes del año y su calor me hicieron abandonar y programaar sin descuido y calculadamente dejar por completo las horas de trabajo para entregarme por completo y exclusivamente al placer que mi hogar me brindaba secretamente. Mi madre inocente celebraba mi descanso de tanto trabajo y crecía e intensificaba sus propuesta de placenteros días juntos en paradisiacos paisajes sin sospechar ni imaginar el monstruo perverso que que originaba y que avanzaba irremediablemente descontrolado hacia su oscuro, perverso y prohibido objetivo.
El día nos encontraba en el disfrute del sol y la piscina. Su cuerpo bronceado y provocativamente sexual apenas cubierto con minimas y adolescentes bikinis jamas imaginadas aceleraban el accionar del deseo. Las noches infinitas de consumos prohibidos ideaban planes minuciosos y perversos decididos a realizarse La mente ya no producia reparos ni culpas para reprimirse.
Las revistas prohibidas de historias perversas dedicadas unicamente a relatar mi deseo secreto deliberadamente abandonaban su escondite para descuidadamente ser descubiertas como señales. El silencio y la nada disimuladas eran la respuesta que conseguia y despejaba el camino del proximo y provocativo paso.
Había soñado y fantaseado cientos de miles de veces con lo que ya estaba ejecutando.La excitación y el deseo apenas contenidos me desbordaban entrando a la habitación de mi madre aprovechando la soledad de su ausencia. Revisaba tembloroso sus cajones que atesoraban sus prendas mas deseadas e intimas. Las acariciaba y olfateaba enfermizamente una por una en busqueda del aroma que me inmovilizara. Hurgaba todo y gozaba el frotamiento con mi cuerpo desnudo de las finas prendas de lencería fina. Me revolcaba en su cama sintiendo su olor abrazandome sexualmente a sus prendas mas provocativas. En esa ceremonia placenteramente enfermiza una de mis manos descubrio entre las sabanas la prenda mas deseada. Una minima tanga transparente y aun mojada me entrgaba su sexo animal en aroma que se apoderaba de mi pija erecta abrazandola en una paja soñada. Mis liquidos de placer varonil desbordaron e inudaron completamente la tela mezclandose en una danza perfecta y perversa con los restos de sus jugos intimos impregnandola toda de inconfudible y prohibia combinación de aromas. fundidos en un unica y prohibida union de macho y hembra.
Temblando de placer cuidadosamente acomodé todas las prendas en su lugar correspondiente ahciendo lucir insospechado el oscuro acontecimiento. Solo quedaba mi aroma inconfundible en las sabanas y su bombacha violada bajo la almohada como final y unívoca manifestación de deseo ya imposible de ser ocultado y su necesario descubrimiento.
Cuando llego mi madre de su paseo de compras yo la esperaba impecable y perversamente distraído simulando una distraccion perfecta que no presagiaba nada. Feliz me mostraba sus novedosas adquisiciones que mi mente apenas dejaba ingresar dominada por un unico y vicioso pensamiento. Al subir a su habitación a ducharse y cambiarse mi corazón palpitaba placer pervertido esperando ansioso la mutua promesa de pronto encuentro ala hora de la cena señalada.
Veinte minutos de atraso me impacientaban. Un largo, que se hacia eterno, rato llevaba ocupando mi lugar en la mesa con la mirada fija y deseosa en el espacio que se tornaria en su cuerpo deslizandose como nunca jamas antes deseado a mi encuentro definitivo. Naturalmente desnuda de colores artificiales, sonriente y descuidada, luciendo bella, infinitamente deseable y que casual pareciera esa prenda final que simulaba vestir transparentando su cuerpo desnudo debajo que me sorprendia y paralizaba. Intentaba descubrir alguna señal que me indicara algun efecto o deseo provocados pero su naturalidad cotidiana todo lo ocultaba. Nada indicaba lo que el indefectible descubrimiento provocaba.Esa actitud normal e indescifrable conjugaba junto a ese sexy camison único en el disparador perfecto para descontrolar aun mas mi deseo.
El indisimulable nerviosismo de mi deseo dejo disimularse con su cordial y tranquila charla. Comimos normalmente mientras insistia en que acelere una definición urgente de alguna de sus propuestas vacacionales. Apenas el personal retiraba el final de nuestra cena me indico su cansancio y me invito a acompañar su retirada. En el pasillo que separaba por las noches nuestras vidas y unia nuestras moradas me pidio con un gesto lo que su dolorido cuello necesitaba. Silenciosa, energica y sensualmente comence con mis manos a masajer su cuello. El masaje nos fue internando lentamente dentro de su habitacion y directamente a su hacia su cama.
Mis manos desde el cuello fueron adueñandose de su espalda incrementando y liberando deseo que provocaban un leve susurro de placer que disimulaba asintiendo el placer inocente que el masaje solo provocaba. mi cuerpo fue trepando sutilmente el suyo con mi pierna como primera avanzada acariciando la suya. Instantaneo contacto hacía mi sexo indisimulablemente erecto entre sus nalgas y mi boca y lengua dulcemente salvajes en su cuello mientras mis manos abrazadoras se deslizaban buscando esos erectos pezones que coronaban sus tetas deseadas. Su cuerpo contorsionaba movimientos de placer que gimientes palabras negaban reflejando lo prohibido aullando que finalizara.
Jadeantes de deseo nuestras voces luchaban una perdida e infructuosa batalla. Ella pronuciando el vínculo que prohibia y yo señalando el amor y el secreto eterno que nos unía. Darla vuelta firmemente debajo mio inmovilizandola acalle en un beso apasionado la tibia y forzada resistencia dejando todo expuesto y liberdo al deseo que surgiría pleno, salvaje e inmediato e irresitiblemente a su máxima potencia animal y única.
Totalmente entrgada la obligue a que rogara en un grito que la cogiera y fuera el macho que la hiciera por fin su hembra despues de tragarme con mi boca los jugos de un inolvidable y unico primer orgasmo que su concha explotaba a mjerced de mi lengua. La monstruosa cogida generada provoco miles de polvos eternos. Mi leche infinita desbordaba los aullidos que llenarla por completo solicitaban.
El placer unico e infinto detuvo el tiempo. Madre e hijo convertidos en perfectos y eternos amantes de placeres secretos y prohibidos unidos para siempre en pareja completa como Hombre y Mujer fundidos en el placer mas poderoso y unico de un amor tan total como prohibido.
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