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Fantasías / Parodias, Incestos en Familia, Lesbiana

Ana y Emma: Solas en casa.

Dos niñas lesbianas aprovechan que su madre las ha dejado solas para poder tener una rica cogida entre hermanitas..

Ana y Emma, ambas de 7 años, disfrutaban de un tranquila tarde juntas. Ana estaba recostada boca abajo, sus piernas se movían de adelante para atrás mientras veía la televisión. Por otro lado Emma estaba sentada en el sofá, con un codo apoyado en el reposa brazos y su mentón apoyado sobre su mano. Era una tarde algo aburrida, el ruido de la televisión era lo único que se escuchaba en la sala de estar, eso junto a los suspiros de ambas por no encontrar algo más interesante que hacer en ese momento. De un momento a otro entró la madre de ambas, esta tenía algo que decirles.

– Hijas tengo que salir de emergencia, hubo un problema en la casa de la abuela y me necesitan allá. La niñera no me responde y su padre no regresará hasta mañana, entonces las dejaré solas un rato. Volveré, tarde, entonces quiero que se queden aquí y no abran la puerta a extraños, ok?

Ambas respondieron al unísono acompañando a su madre a la puerta de entrada para despedirla.

– Cuidense, intentaré regresar lo más pronto posible y portense bien, si?

Agregó la mujer inclinándose a abrazar a sus pequeñas antes de salir de casa y asegurando la puerta. Ana y Emma se apresuraron a mirar por una ventana de la sala de estar cómo su madre subía a su auto y poco a poco se alejaba.

Cuando el auto estuvo fuera de la vista de las dos niñas ambas voltearon a verse y sin perder más tiempo se unieron en un candente y húmedo beso. Las lenguas de ambas niñas se rozaban, el exceso de saliva no tardó en filtrarse entre los delgados labios de ambas, estaban unidas rodeandose con sus brazos, dándose un abrazo entre hermanitas. El ruido de la televisión fue opacado por los sonidos de humedad del beso que aún mantenían, a eso igual había que agregar los suspiros de ambas pequeñas. Después de varios minutos se separaron del beso, sonriendose entre si.

~ Pensé que nunca se iría.

Dijo Ana lamiendo sus labios y de abajo para arriba a su hermana.

• Yo igual.

Ana y Emma no eran el tipo más normal de hermanas, a su temprana edad disfrutaban mucho tener sexo entre ellas. Todo había empezado hace 3 años desde que ambas presenciaron cómo su madre le había sido infiel a su padre con otra mujer. Ambas se habían escondido en el armario del cuarto de sus padres para darles una sorpresa pero no esperaron ver cómo su madre entraba a la habitación acompañada de otra mujer. Ese día descubrieron el gran placer que dos mujeres podían darse entre si, dejando a ambas pequeñas intrigadas a la par de excitadas, lo que las invitó a recrear lo mismo una vez escaparon de aquel armario.

Emma acariciaba la espalda de Ana metiendo su mano debajo de la camiseta que llevaba puesta. Casi al mismo tiempo ambas rieron para reanudar el beso, solo que ahora acariciando el cuerpo de la otra, lo que terminó con ambas quitándose la camiseta la una a la otra. Ambas ahora estaban con sus pequeños pechos al aire; apenas desarrollados, sus pezones estaban duros y tenían un tierno color color rosado.

• Mmmmm… ¿Quieres hacerlo aquí?

Ambas tenían la casa para ellas solas, a tan temprana edad ambas eran un par de niñas muy calientes aprovechando cada oportunidad que tenían para besarse y meterse mano. Un par de veces casi eran descubiertas dándose cariño; en la escuela casi las atrapan besándose en un aula vacía y en casa un par de veces su padre casi las descubría en el baño dándose sexo oral la una a la otra, hasta incluso una vez hicieron un trío cogiendo con otra niña en una pijamada, pero se la pasaban mejor entre ellas dos solamente.

~ Ah… Si… En nuestro cuarto ya lo hicimos muchas veces.

Emma con ambas manos masajeo los pechos de Ana, movía sus pulgares directamente sobre los duros pezones de su hermanita. Ana gimió dejándose acariciar, veía los dedos de Emma jugando con sus pezones, su joven piel se ponía más caliente y pedía más, soltó un pequeño quejido cuando Emma cambió aquel masaje por un leve pellizco en uno de sus duros pezones.

• A-auu… Que mala eres… Se lo voy a decir a mamá.

Dijo Ana sonriendo, acercándose a besar de nuevo a Emma. Entre los besos Ana lentamente bajó su mano por el torso de Emma, sus dedos lentamente se metieron por delante de los shorts de mezclilla cortos que usaba. Se separó del beso y con ambas manos lo desabotonó, tiró un directamente de ambas prendas dejando desnuda a su hermana, luego Emma hizo lo mismo con Ana.

Ambas nenas estaban desnudas sobre el sofá, ambas se miraban con deseo. Emma abrió su boca sacando su pequeña lengua y Ana le siguió para unir ambas en un sucio jugueteo. Ambas nenas se lamian haciendo un desastre entre sus bocas y mejillas, se escuchaban perfectamente los jadeos de ambas pequeñas, volvieron a unirse rodeandose con sus brazos, aunque Emma desvío su mano a la vaginita de Ana, quien al instante dió un pequeño brinco de la impresión por tener los dedos de su hermana acariciando su vagina, Ana sin pensarlo hizo mismo con la vagina de su hermanita, las dos nenas se masturbaban mientras seguía con aquella intensa lucha con sus lenguas.

Lentamente Ana dejaba de acariciar a su hermana, esto porque disfrutaba viendo cómo Emma movía tan bien su mano masturbando su pequeña vagina.

Ambas niñas ahora estaban recostadas lado a lado, Ana con sus piernas abiertas, los dedos de Emma se movían rápido entre los pequeños y húmedos labios vaginales de Ana, por arriba sus labios volvieron a unirse, aunque aveces Ana se separaba teniendo espasmos y soltando gemidos, el toque de su hermana la hacía sentir muy bien. Con cuidado Emma introdujo lento dos de sus delgados y pequeños dedos dentro de Ana, el interior de su vaginita se sentía caliente y húmedo, Ana excitada besó de nuevo a Emma, le calentaba que su pequeña vagina fuera llenada así por los dedos de su hermana. Los dedos de Emma se movían fácil y rápido, la vagina de Ana estaba muy mojada.

Después de unos minutos Emma detuvo un momento la estimulación a su hermana para subir los dedos que usaba para meterlos en la boca de Ana, quien gustosa los recibió, lamió y chupó, indirectamente probándose a si misma, aunque no tardó mucho en querer compartir ese sabor en su lengua con su hermana dándole otro húmedo beso.

• Mmmm… Quiero hacerte eso con la lengua, hermanita.

Ana quería hacerle sexo oral a su querida hermanita, Emma asintió saliendo del sofá y acostándose en la alfombra de la sala de estar, abría sus piernas dejando al descubierto su pequeña vagina, se veía hinchada y sin ningún rastro de vello, con un par de sus dedos las separó, se veía algo húmeda. Ana se acomodó en el suelo frente a Emma, su rostro estaba a pocos centímetros de la dulce vaginita de su hermana, dejó caer un poco de saliva sobre esta, la saliva de Ana escurría entre los labios vaginales de Emma hasta llegar a su pequeño ano, fue entonces que Ana no esperó más comenzó a pasar su lengua por entre esos labios tan hinchados, Emma al instante se estremeció y gimió tirando su cabeza hacía atrás, de las cosas que más amaba era que su querida hermanita jugara de aquella forma con ella. La inquieta lengua de Ana saboreaba cada centímetro de la vagina de Emma, incluso algunas veces bajaba a atender de la misma forma ese anito que se apretaba y relajaba por momentos.

~ Ah… Mmmm… Si, Ana… Hazlo así

Con una mano mantenía a Ana abajo con su boquita pegada a su vagina, sus agudos gemidos de nena se hicieron más altos cuando Ana movía su lengua de manera frenética salpicando saliva.

Después de varios minutos de sexo oral Ana subió a besar a Emma, Emma probaba su propia esencia de la boca de su hermana, estaban acostadas una encima de la otra, Emma abría sus piernas para que Ana se acomodara mejor. Por la posición y el constante roce sus pequeñas vaginas se acariciaban, Ana hacía más constante el roce moviendo sus caderas, Emma solo veía a la nada disfrutando que su panochita de niña caliente estuviera frotándose con la de su excitada hermanita, los pequeños pechos de ambas niñas se agitaban por lo rápido que Ana hacía aquel movimiento de cadera de atrás hacia adelante.

• Ugh… Que bien se siente así

~ Mmmmm… Sigue… Sigue

• Emma… Estoy tan caliente

~ Ven aquí

Emma sonreía al escuchar a Ana, con cuidado atrajo a su caliente hermana para que se besaran mientras sus vaginas seguían frotándose.

Después de poco decidieron cambiar de posición, ahora Emma estaba sobre Ana, solo que Emma tenía una de las piernas de su hermana sobre el hombro, así sus tiernas vaginas se frotaban mejor. Emma comenzó a moverse, los hinchados labios de su vaginita se presionaban contra los de Ana, cuando se separaban se podían espesos hilos de lo que podrían ser sus restos de saliva al darse sexo oral y dedearse combinado con el dulce fluido vaginal que sus pequeños cuerpos jóvenes producían. La escena era muy candente, cualquiera que las espiara por la ventana vería en la alfombra a dos hermosas niñas lesbianas calientes cogíendo. Emma detuvo sus caderas, acumuló algo de saliva en su boca y la dejó caer perfectamente sobre la vaginita de Ana, esto para que el roce entre sus dulces labios se sintiera más húmedo. Ana se colocó sobre sus codos, gimiendo y cerrando los ojos, concentrándose en dejarse usar por su hermana, concentrándose en cómo sus húmedas vaginas chocaban y compartían fluidos. Los gemidos de Ana se hacían cada vez más constantes y altos, Emma al notar esto comenzó a mover con más vigor y rapidez sus caderas, dentro de poco se escuchaba perfectamente el húmedo sonido de sus dulces vaginas chocando una contra la otra e inevitablemente también los gemidos de Emma aumentaron el volumen. Por varios minutos se escucharon los desesperados gemidos de ambas niñas, gemidos tan altos que seguramente cualquiera que parece frente a esa casa escucharía a esas dos niñas pervertidas dándose placer. Esto hasta que Emma fue la primera en sucumbir ante el orgasmo, hizo presión fuertemente dejando ambas vaginas presionandose mientras tenía espasmos y soltaba sus últimos gemidos, su cara se puso algo roja, ahora estaba demasiado sensible, cualquier movimiento la hacía temblar y quejarse de lo intensa que era esa sensación en su pequeño cuerpo de 7 años. Ana solo disfrutaba cómo su hermanita tenía ese rico ataque durante el orgasmo, Emma siempre era la primera en caer.

Poco a poco deshicieron la posición, Ana se acercó a Emma para besarla, besos lentos y pausados mientras acariciaba su espalda, la piel de Emma se sentía muy calida y juntando sus cuerpo se sentía aún mejor. Ana se sentó en la orilla del sofá, atrajo a Emma que aún seguía de rodillas en la alfombra.

• Aún falto yo hermanita

Dijo Ana sobando su vaginita y viendo cómo Emma se acercaba, sacó su lengua y la pegó entre los húmedos labios vaginales de Ana dejando que ella se moviera a su gusto. Ana movía sus caderas encantada, trataba de tener cuidado de no hacerlo muy rápido o se vendría demasiado pronto, pero ver cómo Emma mantenía una sonrisa mientras su boca era usada de esa manera le calentaba mucho.

• Ugh… Emma

Dijo temblando y moviendo sus caderas rápido, se escuchaba un sucio ruido de chapoteo, no ayudó en nada que Emma también moviera su lengua. Junto con todo lo que habían hecho le fue imposible soportar más, tomó con ambas manos la cabeza de su hermanita mientras se corría, los dedos de sus pies se apretaron y cayó de espaldas arqueando su espalda gimiendo fuerte, Ana soportaba bien la intensa sensación del orgasmo en su cuerpo pero esa vez parecía haber sido demasiado.

Cuando las cosas se calmaron Emma ayudó a su hermana a sentarse y luego a ponerse pie, ambas tomaron sus ropas del suelo y apagaron la televisión de la sala de estar, ya era de noche. Juntas subieron a su habitación, dejaron sus ropa tiradas cerca de la puerta y se metieron a la cama, no se molestaron en ponerse pijama. Bajo las sábanas ambas se vieron a los ojos, sonriendo.

• Te amo mucho, hermanita.

~ Yo también te amo.

Se acercaron a besarse y se abrazaron, en el intermedio Ana pellizcó juguetona uno de los pezones de Emma, esta se quejó pero al instante ambas rieron, luego volvieron a abrazarse para poder dormir.

39 Lecturas/2 julio, 2025/0 Comentarios/por dzztenk0
Etiquetas: baño, cogiendo, hermana, hermanita, infiel, madre, padre, sexo
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