Ángela
El inicio.
La verdad es que el inicio de nuestra relación con Ángela no fue fácil. Fue un camino lento de aprendizaje.
Qué le gustaba y qué no. Lo mismo conmigo ya que ambos no habíamos tenido una relación de esa clase antes. Después de los besos y las caricias vinieron las masturbaciones y las felaciones mutuas.
Lo demás fue más complicado, primero compré un lubricante anal, pero no fue suficiente. Después compré un dilatador anal.
Entonces mientras nos besabamos y nos tocábamos, ella usaba el dilatador. Ella me enseñó a usarlo dándome masajes anales y después usando el dilatador. Cuando estuve listo, me penetró con mucho cuidado. Fue una sorpresa para mí tener un orgasmo anal, tuve una abundante eyaculación y lo encontré genial.
Después de un tiempo dejamos de usar el dilatador, usábamos los dedos y después nuestros miembros.
Sólo de verla caminar hasta mí me producía una erección y a ella le pasaba lo mismo.
Nuestra relación fue cada vez más intensa, como no siempre había dinero para moteles, usábamos mi habitación, no sin antes decirle a mi hermana que me iría a mi pieza con ella.
De todas las posiciones, la que más me gustaba era montarme arriba de ella, mirarla a los ojos, besarla en los labios y en sus pechos.
Después de 2 años de relación, decidimos casarnos. A ese tiempo mi hermana sabía que Ángela era una mujer trans.
– No tengo nada en contra de ella, me cae bien, es linda, simpática y tiene un lindo miembro. Pero se supone que uno se casa para tener hijos –
– Estás equivocada, tu puedes tener hijos sin necesidad de casarte – le dije.
– Bueno, si, tienes razón. Pero qué pasa si un día quieres tener un hijo? –
– Adopto un hijo –
– Pero no tendría tus genes – dijo ella.
– Pero podrías tenerlo tú, tendría tus genes y los míos – dije riendo.
– No es gracioso, sabes que no me molestaría tener un hijo tuyo, sólo que nadie puede saberlo –
– Seria genial y muy hermoso, sería parecido a ti, hermanita –
– Tu también eres guapo, pero me sería difícil explicarlo si estoy soltera –
– No tienes nada que explicar –
– Sabes? Siempre me gustó la idea. Y a ti?
– Si, a mi también, siempre te amé desde que eras chica, eras parte de mí –
– Bueno, cuando quieras, ya sabes que estoy dispuesta – dijo dándome un beso en los labios.
Creo que siempre estuve enamorado de mi hermana, pero era mi hermana. No había nada que hacer.
Por el lado de la familia de ella, la única que aceptaba la idea era Miriam.
– Me gustaría poder visitarlos cuando vivan juntos – nos dijo un día que hablamos del tema.
– Si, claro que sí, incluso te puedes quedar a dormir – dijo Ángela.
– Con ustedes ? – preguntó.
– Si, si tú quieres dormir con nosotros – dije con una sonrisa.
– Me encantaría – dijo ella riendo.
– No, no puedes dormir con nosotros – dijo Ángela sería.
– Porqué no ? Pregunté
– Porque somos hermanas, y eso se llama incesto – dijo Ángela.
– Pero nadie lo va a saber, sólo nosotros tres – dije.
– No tengo problema con que te acuestes con ella, yo dormiría en otra pieza –
– Ya, no nos pongamos graves, si sólo era un comentario – dijo Miriam.
– Te amo mucho hermanita, pero no me hago la idea de hacer el amor contigo, pero si tu quieres podemos intentarlo – dijo Ángela abrazando a Miriam.
– Yo también te amo – le dijo Miriam abrazando y besando a Ángela en la mejilla.
– Yo las amo a las dos – dije abrazándolas a las dos muy emocionado.
Programamos una fecha suponiendo que yo estaría egresado y trabajando, para poder pagar un departamento para vivir.
– Si quieres podemos vivir juntos, no tenemos que casarnos. Talvez te aburres de acostarte conmigo todos los días y vas a desear una mujer de verdad –
– Tú eres una mujer de verdad y me gusta acostarme contigo. Y cuando sea todos los días, más me va a gustar – dije acariciando su miembro.
Seis meses después estábamos viviendo juntos en un pequeño departamento de un ambiente.
El cumpleaños número 19 de Ángela lo celebramos en el departamento. Estuvo genial.
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