Anita
Conociendo a Jessy .
Durante mi segundo año en la universidad, el contacto con Esteban era a diario, sin embargo nuestra relación personal fue muy escaso.
Después del fin del año de estudios y antes de irme de vacaciones, Esteban vino a mi casa a almorzar. El me llamó para decirme que llevaba unas pizzas.
Después de las pizzas, no acostamos a reposar, lo que obviamente se transformó en una tarde de sexo.
La Hacienda
Mi tía Paulina llegó como siempre en la mañana de la noche buena.
Ahora su hijo ya caminaba sólo y balbuceaba algunas palabras.
– Papá – fue lo primero que me dijo.
– Tio, ese es el papá – señalando a Ariel.
– Tío – dije señalándome a mí mismo.
– Mira, como te reconoció inmediatamente – me dijo Pauli disimuladamente.
Extraordinariamente, mi mamá y la Pauli se quedaron una semana más. Ellas estaban felices porque por fin podían salir a caminar juntas y solas, a conversar de todo lo que normalmente no podían conversar.
Yo salía a caminar y conversar con Rayo, porque aunque me reconoció cuando lo saludé, noté una cierta desconfianza o inseguridad.
A la tarde siguiente Pauli me preguntó si íbamos a ir a la laguna.
Le dije que me gustaría, pero estaba mi mamá.
– No te preocupes, ya conversé con tú mamá, le conté todo y lo entendió –
– Y Cris? Lo vamos a llevar ? –
– No, ella lo va a cuidar –
Nos fuimos caminando en silencio primero.
– Cris ya tiene más de dos años y no quiero que haya mucha diferencia entre los dos –
– Entonces soy tu semental ? – le pregunté.
– Tonto, te amo y tú lo sabes, lo otro son efectos colaterales – dijo riendo.
– No me importa Pauli, puedo hacer todo lo que quieras si eso significa que eres feliz –
– Que tierno, ves ? Por eso te amo – me abrazó y me besó. Dos años habían pasado desde la última vez que me había besado así.
Nos tomamos de la mano y caminamos rápidamente hacia la laguna. Nos desnudamos, nos abrazamos, no besamos e hicimos el amor antes de meternos a la laguna.
Después de salir del agua y tendernos en el pasto, nos hicimos cariños.
– Si quedas embarazada de nuevo, no crees que Ariel puede sospechar ? – le pregunté
– Oye, él es súper inteligente, no lo subestimes. Yo creo que se dio cuenta, pero como yo estaba feliz no hizo ningún comentario. Lo que es más, toda la tensión acumulada, que estaba entorpeciendo nuestra armonía como matrimonio desapareció –
– Entonces, él lo sabe –
– Yo creo que sí. Porque le dije que quería otro hijo y me dijo que el también, pensando que podría quedar embarazada. Después de dos años de hacer el amor normalmente, no pasó nada –
– Bueno, no perdamos el tiempo – dije.
Y como nos estábamos acariciando y ella jugando con mi erección, se montó inmediatamente.
– Me hace muy feliz que si Ariel no puede ser el padre de mis hijos, que lo seas tú, creo que eres el más indicado –
– Yo , si también, pero estoy un poco sorprendido, nunca pensé ser papá tan pronto –
Al día siguiente, de nuevo mi mamá se quedó con el bebé y nosotros a la laguna y disfrutamos toda la tarde.
Al día subsiguiente, sl caer la tarde llegó mi mamá con el bebé.
– Toma – dijo entregándole el bebé a la Pauly. Entonces se desnudó y se metió al agua.
– Toma – me dijo la Pauly entregándome el bebé y se fue al agua con mi mamá.
Yo las escuchaba conversar y reírse. No recuerdo, en todo el tiempo anterior, haberlas escuchado reírse, hasta se tiraron agua como niñas chicas.
Después salieron de agua, hermosas las dos y se acostaron en el pasto una a cada lado. Yo sujetando al bebé que también quería meterse al agua. Después nos vestimos y volvimos a la casa.
El viernes, era el último día que podíamos ir todos a la laguna. Todos en el agua, hasta el bebé.
Después mi mamá caminaba con el bebé mientras nosotros con la Pauly hacíamos el amor.
De nuevo en el agua y otra vez hacíamos el amor.
– No quieres tú, le dijo la Pauly a mi mamá, sacándose mi miembro de la boca –
– No, aprovecha tú que no vas a volver a verlo hasta fin de año – le dijo ella
– Tienes razón, tu se lo puedes chupar todo el año – dijo la Pauly sonriendo.
– Oye, tú crees que me llevo en éso? – Ojalá pero yo trabajo y el fin de semana hay mucho que hacer en la casa –
– Pero cuánto te vas a demorar ? – dijo la Pauly.
– Ya, no quiero hablar más de éso – dijo mi mamá. Pero yo veía que s ella le gustaba mirar.
Finalmente el domingo se fueron y volví, en las tardes a la laguna.
Una tarde, después de la laguna, la abuela me pidió que le comprara algunas cosas en el pueblo.
Así que tomé la camioneta y me fui al pueblo. Ya había terminado de comprar cuando vi a Francisco.
Caminé hasta donde él y lo saludé.
– Y cómo está la Anita María ? – le pregunté.
– Pero dile que quiero verla –
– Si le dije, no me respondió nada – dijo Fran.
– Dile que vaya cuando quiera –
Y una mañana apareció por el portón. Venia con una niña de unos 6 o 7 años. Jessy se llamada.
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