APP XXX 4
Una boda lo cambiara todo, Cas se da cuenta de ello durante la ceremonia, pues pasan demasiadas cosas ardientes….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
***la historia ya va agarrando fuerza, pero quizás mantenga un aire lento, espero la disfruten.
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Algo pasó en la mente de Jan_LittleBunny, ella pasaba algo difícil, por eso había entrado a buscar un sugardady, Cas estaba lejos de serlo, pero algo en él le resultaba demasiado cautivador, sabía lo que quería, y este le dijo: te doy una semana, piénsalo, es lo que estaré afuera, si decides ser mía, te invito a venir conmigo, pero no quiero palabras, me mandaras una foto de tu vulva afeitada, la verdad es lo único que no me gusta, así que piénsalo, preciosa; una vez dicho eso Cas se dormiría, aunque estaba muy caliente, ni con la buena corrida que se hizo perdía fuerza, casi soñaba con salir a buscar a Noemi, le había calentado también tenerla en uniforme de colegio con medias blancas que hacían ver sus piernitas tan suaves, realmente quería cogérsela, ya no tanto por quitársela a su padre, sino que para ese momento le gustaba, la iba a hacer suya, sin importar el costo, solo pensaba en como disfrutaría de su cuerpo gradualmente, imaginándola sobre su verga, metiéndose ella misma su miembro, mientras esta se quejaba un poco, pujando mientras sus sexos se fundían, logrando en breve hacerla suspirar al entregarse a él, por lo menos en sueño, besándola apasionadamente, apretándole sus redondas nalguitas, sobando cada parte de su cuerpo, haciéndola temblar, mientras empezaba el vaivén sexual, Noemi se aferraría a su espalda, empezando a gemir, aunque podría gritar de placer, haciendo que todo fuera más delicioso, seguro que le apretaría bastante, pues era virgen, al menos por ahora, algo que pensaba quitarle. Se quedó atrapado en sus fantasías, así se despertó gracias al llamado de una sirvienta quien le pediría que fuera de inmediato a arreglar, se había quedado dormido, debía prepararse, su padre se estaba arreglando, él como su hijo debía acompañarle en el altar, en especial a ser mayor de edad, eran ordenes de la señora, así que fue a su lado, viéndolo ser atendido por un par de criadas, muy guapas, mientras que el tenía que vestirse solo, pero no vio sentido a eso, el hombre se mostró huraño al verlo, una mirada despectiva, solo eso, nada más, por lo que empezó a hacer sus cosas sin hacer ruido.
No me vas a decir nada – dijo el padre finalmente después de un rato en silencio.
¿Qué quieres que te diga? Sé que no te agrado, por eso me corriste de la casa sin explicación, tu esposa te obligó a traerme, de lo contrario ni sabría que te casabas – respondía el joven mientras se vestía más rápido que su propio padre.
No estás en mis planes, tu madre fue un capricho, pagué bien por ella, mm, buen sexo – aseguró el hombre muy serio.
Lo sé, pero mejor dime ¿Cómo acabaste con la señora Constance? Porque si estás tan molesto, debe ser por ella – dijo más calmado Cas mientras se acomodaba la camisa y moño.
Ah, que quieres que te diga, hice un mal negocio, pensé en apoyar ciertos programas, nadie los compró, perdí dinero, pero aproveché la app, para sacar un prestamista, sin que nadie se diera cuenta, así la conocí, solo que estoy en una mala racha, por eso en sus cobros, casi acabo mal, en quiebra, si dejarte el programa es una de las pocas cosas que pude salvar, no quería que esta se perdiera, tiene mucho valor, mas del que imaginas, y veo que te sale bien, te estás haciendo de dinero – dijo molesto el señor mirándole.
Si, empecé a integrar publicidad no tan invasiva, al hacer un cambio de diseño, di más opciones, así fue fácil mejorar un poco el programa, y estoy sacando un poco de efectivo, aunque el app no es popular, así que no es para tanto – decía un poco tranquilo Cas, tratando de no verse enojado porque el viejo mencionó a su madre sin darle valor, tampoco quería que se diera cuenta que sabia la verdad, que algunos tipos ilícitos usaban ese medio para hacer negocios.
Aun te falta mucho, esa tipa no tiene idea de lo que hace, pero necesito su dinero, de lo contrario estaría en la quiebra – decía de manera molesta el hombre, mientras parecía esconder algunas cosas, aunque podría ser solo su mala actitud, era difícil de entender.
Cas no le importaba mucho lo que decía su padre, de hecho le molestaba tenerlo cerca, solo recordaba malos tratos de su parte, así que se quedaba callado, como si le ignorara, detalle que molestaba al hombre, quien odiaba eso, pero al muchacho, al darse cuenta de ello, le parecería algo divertido, lo cual hacia peor la situación, casi hace estallar al viejo, solo que en ese momento llegaría una mujer, joven, bonita, de traje para verlos y diría:
En serio, ya hablamos de esto, veo que en verdad usted es un caso perdido, no puede fingir ni 5 minutos que se lleva bien con su hijo, estamos a un pelo de cancelar la boda y dejarlo en la banca rota, usted elige, chico, ahora tu eres lo único que salva a este viejo de 15 años en cárcel, mejor ve al cuarto de lado, para terminar de arreglarte, mm, tu “madre” te eligió el traje, buen gusto, pero hace falta más para que llegues decente – dijo la señorita, una castaña muy bien arreglada de cuerpo esbelto, una figura tan sensual como elegante, que si pudiera sobaría.
Cas aceptaría irse, parecía ser que esa convivencia forzada era para dejarles pasar tiempo de calidad, pero con semejante idiota era imposible, no tenía caso, lo mandaron a un lado, para que el hombre terminara de arreglarse, mientras que el chico llegaría a un cuarto, vacio, solo tenía unas cosas como maquillaje, peines y cosas similares sobre una mesita al lado de un gran espejo donde vio una silla de estilista, pensaba que debía hallar a alguien, pero no había nadie, o eso notó hasta que al verse reflejado, entraron 2 preciosas chicas de solo 12 años, un par de rubiecitas que llegaban algo inquietas, y claro que Cas las reconocía:
Vaya, no pensé volverlas a ver, si que han crecido Ivonne e Inés, mm que lindas se han puesto – dijo el joven mientras las veía llegar.
Ambas usaban bonitos vestidos, era obvio que estarían en la boda, de hecho sus faldas eran demasiado cortas, usaban medias, tacones, sus caritas maquilladas, no tanto como niñas, incluso usaban algunas joyas de fantasía, bien peinadas, lo miraban con cierta cautela, se le acercaron un tanto desconfiadas.
Nos recuerdas, eso es bueno, pensé que ni te sabias nuestros nombres – dijo una con un vestido claro con un listón naranja que se le amarraba en el cuello.
Eso nos ahorra explicaciones, dime ¿quieres mucho a papa? – agregó un poco inquieta la otra de igual ropa pero listón verde enseñando su espalda.
Mejor vayan al grano, que tenemos poco tiempo, veo que van a la boda, y por su actitud se nota que traman algo – dijo Cas sorprendiendo a ambas.
Bueno, por cierto yo soy Ivonne, y dime, como están las cosas con tu papi – decía desconfiada la chica de naranja mirando a todas partes.
Han podido hacer las paces, o siguen enojados, es importante – agregó por lo lógica Ines que iba marcada de verde oscuro.
No hay tiempo para sus juegos, y lo escuché de otros trabajadores, ustedes son las “favoritas” de papá, ¿no? Que pretenden, díganlo claro – decía Cas viendo el reloj.
Mira, no es fácil – dijeron al unisonó las chicas.
Por desgracia en ese momento llegaba una estilista, interrumpiendo todos sus planes, viendo a todos confundida, solo esperaba verse con un chico, pero había 3, eso le dio miedo hasta que Cas agregó muy calmado.
Tranquila mujer, ellas solo vinieron a saludarme, no nos veíamos desde hace como 4 años, ahora venga a arreglarme el pelo, debo lucir bien en la boda, mi papá se casa – dijo astuto Cas, un poco gruñón, pero ayudando a las gemelas que fingiendo alegría, dirían:
Nos vemos en la fiesta, Cas, que gusto verte – sí, que malo que te fueras a estudiar fuera, pero nos guardas una pieza de baile – sí, yo quiero otra – no seas copiona…
Ambas chicas se fueron rápido, y dejaron que la estilista hiciera los arreglos, peinándolo muy a la moda, incluso le cambiaria los lentes por otro estilo, dejándose ver muy bien, además le depilaron un poco las cejas, en verdad su madrastra era una controladora, pero no le importó, con esa cara podría coquetearle a muchas amigas de la escuela, o eso pensó, aunque lo más importante es que la estilista era delgada pero sexy, quería morderle los pezones, pues su ropa dejaba verle los pechos de manera coqueta. Como era de esperarse, tuvieron que salir, Cas iría en el carro de su padre, quien iba con sus socios y padrino de bodas, aunque el deseo irse con el chofer, para no estar con ninguno, pues se notaban muy contentos por el compromiso del viejo, y llegaron a un parque donde harían la boda, todo estaba bien, aunque les avisarían que el juez se tardaría un poco, pues tuvo un accidente aparatoso, culpa de un divorcio, eso dejaría que todos se tomaran un descanso, y aunque Cas quería ver a Noemi, esta no se hallaba, parece ser que sería la niña de las flores, y estaba con su nueva madre, lo que irritaba al viejo, por su parte el chico fue al baño cercano, ahí curiosamente se toparía con las gemelas, quienes iban con la gente que iba a trabajar.
Bien ¿Qué quieren? Porque no es buen momento – dijo Cas viendo como cerraban las puertas del baño dejándolas atrapadas.
No, nunca lo es, no sabes lo que es vivir aquí – decía molesta Ivonne.
Hermana, eso no tiene sentido, es exiliado – agregó Ines algo molesta.
Miren, hagamos un trato, es obvio que quieren algo, quizás mi ayuda, eso lo entiendo, así que quítense esos juegos de ¿Qué voy a hacer? No tenemos tiempo para nada, en unos 20 minutos llega el juez, y luego será imposible hablar – decía, Cas cansado del juego del misterio.
Bien, tu si sabes – ya decía yo que no eras malo – decían las gemelas.
Como sea, quieren mi ayuda, eso sospecho, así que les diré algo, denme una buena oferta y haré lo que haga falta, sin importar lo que sea, bueno, dependiendo a lo que ofrezcan – decía con cierta astucia Cas mirándolas.
Ah, en serio eso arregla mucho – no eres un tonto como tu papá dice – bien, un trato, dime ¿quieres algo de nosotras? – cállate hermana, eso no tiene sentido – hay que hacer las cosas bien – pues entonces lo dejaré todo claro, Cas tiene razón, no hay tiempo – cierto, eso es malo, bueno, entonces dinos que tanto quieres – decían entre si las hermanas, dando a entender la seriedad del asunto así que Cas se les quedaría viendo.
Si dijera que las quiero chupándome la verga en estos momentos, como parte de nuestro trato, díganme, se la tragarían – finalmente dijo un tanto frio el joven.
Ambas gemelas se vieron, sonriendo un poco, sin mediar consecuencias le abrieron el pantalón para sacarle la verga, empezando a chuparle el miembro, lo cual le sorprendió pues sentía que la vida se le iba en aquello, no espero nunca que eso pasara, pues las gemelas solo tenían 12 años, pero se portaban como putas de lujo, y mientras una se lo metía, la otra le chupaba las bolas, siempre mirándolo desde abajo, con una chispa de lujuria, jugando con su punta mientras hacían una labor que le hacía hervir por dentro. Realmente habría aceptado cualquier cosa en ese momento, Ivonne e Ines eran expertas mamadoras, le hicieron ver estrellas en segundos, corriéndose con tanta fuerza, siendo lo más morboso que una lo tomaría, pero la compartiría en un beso con su hermana, mientras se tocaban las tetillas, logrando mantener caliente al chico quien estaba listo para cogerse a ambas, lo que estas al ver aprovecharon, enseñando unas tangas, que apenas cubrían un poco sus vulvas, pero dirían:
Tranquilo guapo, las cosa es esta, queremos tu ayuda con algo serio – si quieres seguir gozando de nosotras, tú tranquilo y cooperando, no queremos un escándalo – tenemos un trato – decían las gemelas con cierta malicia.
No hay trato, no acepto nada sin saber la letra chiquita, eso me lo enseño, papá, pero déjenme adivinar, quieren hacerse cargo del viejo, arruinarlo ¿no? Me la mamaron demasiado bien, no son vírgenes ¿verdad? Ya las estreno este, y casi podría jurar que lo odian a muerte, ambas – decía algo perspicaz el muchacho viéndolas.
Ambas palidecieron, se sintieron descubiertas, sólo que la actitud de Cas no era fácil de descifrar, así que les pidió sus celulares (por suerte ambas traían bolsos), ahí les dejó la aplicación, y las contactó para poder hablar por este medio, diciéndoles, algo que les calmaría:
Ustedes tranquilas, que tengo unas ganas terribles de saber más, quiero sentir esas lenguas, pero no haré nada hasta que sean claras, es cuestión de confianza, aunque eso si les digo su oferta es muy excitante, así que mantendré el silencio necesario – diría Cas mientras salía del baño.
Aquello sería un gran acierto, pues las gemelas guardaban muchos secretos, más de los que querrían aceptar, buscaban un aliado fuerte, confiable, pero no hallaron nada de eso en los socios del viejo mañoso, así que su última esperanza era el joven, quien esperaban les diera el apoyo que tanto necesitaban, y por el cual darían todo. Cas salió del baño 5 minutos antes de que llegara el juez, el lugar era bonito, un área recreativa para eventos importantes, parte de un club de alta alcurnia, donde miraba a toda clase de trabajadores haciendo los últimos arreglos, acomodando un buffet, una pista de baile, algunas carpas para que pudieran sentarse, todo iba en orden, aunque le llamaría la atención un tipo con un anillo con el dibujo como el de un lobo, o eso pensó el joven, todos se tuvieron que acomodar, en breve, una banda se acomodó en el fondo mientras todo el evento se daba.
Cuando menos lo esperó la señora Constance llegaba, siendo perseguida por camarógrafos, parte del show que deseaba, se veía increíble, su arreglo sin ser exagerado la había resaltado todos sus encantos naturales, haciéndola ver muy hermosa, además, antes no lo notó por su traje formal, pero tenía un par de tetas enormes, su cintura no tan breve, pero sus nalgas eran muy redondas, hacían una curva muy sugestiva en su falda, realmente se veía deliciosa. Cas no pudo evitarlo, pensar en cómo se sentiría coger con una madurita como ella, seguramente sería la gloria, la miró detenidamente, deleitándose con aquel cuerpo exquisito, por segundos su mirada se cruzó con la de su futura madrastra, logrando que ella le sonriera, como si supiera lo que estaba pensando, y eso le agradaría, incluso por momentos creyó que algo le quiso decir, pero quizás solo fueron imaginaciones suyas por culpa de sus hormonas.
En la marcha iba a su lado una amiga de su edad, un par de chicas, entre ellas se vio a Noemi, quien lucía como una princesita, realmente hermosa, llamaba mucho la atención, si pudo ver como su padre se le quedó viendo, casi lamiéndose la boca, pensando en lo que iba a hacerle si le daba la oportunidad, aunque eso cambiaría en unos segundos, también venía una preciosa joven de algunos 17 años, de gesto rebelde, facciones finísimas, ojos claros, cabello largo castaño cobrizo, con un cuerpo de infarto, pechos grandes, cintura breve, piernas torneadas, usando un vestido a juego con las damas de compañía, era una belleza, muchos viejos la miraban y podía adivinar sus pensamientos: querían sacarle la tanga para meterle la verga hasta el fondo para cogérsela salvajemente, esperando satisfacer sus deseos carnales como si fueran animales, hacerla gemir al son de las embestidas, no estaba en contra de nada de eso, aunque antes él le quería acariciarla, saborear ese coño, deseaba verla mojarse, probar su lengua, bañando su boca con esa vulva, que de seguro sabría a gloria, su piel se veía tan suave, tersa, sus labios coquetos, rojos por el labial, su sabor debía ser increíble, era una locura, y entre sus pasos escucharía su nombre, Juliana, era una belleza, seguro poder cogérsela sería un sueño, la mejor de las experiencias, no pudo dejar de fantasear con tenerla cercas, sobar sus exquisitas formas, meterle la verga hasta el fondo, mientras le chupaba las tetas, casi podía sentir su cuerpo, al pasar su aroma le dio un leve cosquilleo por todo su ser, haciéndole pensar en cómo se sentirían sus labios cuando se corriera en su boca, además que tenerla con ese vestido, le hacía ver irresistible, si pensaba en llevarla a algún lado para tenerla, incluso imaginaba al verla de espaldas, correr un poco la falda junto a las bragas, clavándosela, mientras sobaba esas montañas de carne, al tiempo que sus nalgas se llegaban a su vientre, realmente era un delirio, quería hacer toda clase de cosas con ella, pero no era el momento, maldita fuera su suerte.
La boda siguió sin problemas, fue una ceremonia corta, pero muy llamativa, seguramente querían lucirse frente a las cámaras, cosa que lograron, aunque Cas no dejaba de ver a su madrastra, quien pese a sus años estaban deliciosamente bien conservada, era un monumento a la feminidad, y casi podía oler su aroma a deseo, lo cual le estaba causando un verdadero problema, pues no se contenía, aunque la presión de ser grabado así frente a las cámaras, era la suficiente para evitarlo, sólo hizo falta un detalle, los anillos, y para sorpresa, uno de los amigos de su padre, en vez de dárselos, se lo daría a él para que lo entregara, detalle que le molestó un poco, pero fingió de manera perfecta su ira, para quedar bien con Constance, quien agradaría ese detalle, aunque el hombre se quedaba muy molesto, no pudiendo mantener su desespero, pues le enojaba que su hijo pudiera burlarse de él. Al final todo se resolvería de manera agradable, firmarían el acta, para ser marido y mujer, dando por acabada esa parte del evento, aunque le seguiría la fiesta, detalle que inquietaba un poco al joven quien no sabía bailar bien, pero la verdad no estaba pensando en hacerlo, quizás con la tal Juliana, o con su hermanita, pues debía seguir su plan, así siguió, todos se dirigieron a la pista de baile, la orquesta tocó en cuanto se acomodaron todos, dejándoles comer, lo cual agradeció Cas pues no había desayunado, curiosamente vería a la preciosa chica sentarse en la mesa “familiar”, quedando entre su hermana y esta, siendo finalmente presentados.
Cas, ella es mi hija Juliana, a partir de ahora son hermanos, espero que se lleven bien – dijo su nueva madre con un gesto muy agradable.
Mucho gusto – acertó a decir calmado Cas, mirando de reojo las tetas preciosas.
Piérdete – respondió la muchacha con mal carácter.
July, más vale que te calmes, lo cortés no quita valiente, o quieres que te castigue otra cosa – dijo la mujer algo irritada.
Y que va a ser ahora, la casa – gruño la adolecente molesta.
Bien, desde ahora quedas fuera del condominio, tendrás que venir a vivir a la casa de tu nuevo padre, ya lo hablé con él y está de acuerdo – dijo Constance algo irritada.
Bienvenida a casa, hija – agregó el hombre con un tono de voz bastante desconcertante.
La joven se quedó espantada ante esa situación, quería quejarse, pero ya no sabía qué hacer, era una rebelde, estaba en contra de todo, a favor de nada, solo discutía, pero ahora eso le costaba caro, así que solo aceptó recibir algunas órdenes para la fiesta, bailando con su padrastro, quien como todos se veía deseoso de sobarle el culo, detalle que le molestó, también lo haría con Cas, quien a ver como se portaba la chica, pensó en no perder su tiempo, pues sabía que entre mas caso le hiciera, sería peor, así que la ignoró por completo, viéndose como si lo hiciera a la fuerza, lo que desconcertó a la chica, quien al saberse bella creía que todo se lo merecía, no aceptaba ser ignorada, y Cas lo hacía, desconcertándola. Sin embargo con el joven pasaría algo, pues querría la suerte que durante el baile, este fuera al baño durante un descanso, en el que todos los viejos estaban ahí bebiendo, se ponían pesados, no quería quedarse con su padre, aunque sus amigos lo invitaban, diciendo: vamos hijo, tienes que aprender el negocio, no te quedes fuera; buenas intenciones, pero no sabía el tipo de basura que era su padre, así pues se fue a orinar, pero al salir se toparía con alguien mas, quien lo llamaría para verse en una oficina cercana.
Mm, te gusta lo que ves, verdad, hijo – decía la mujer algo inquieta mirándolo con cuidado.
Mm, pues ni quien diga lo contrario, el traje no te hace justicia mami – respondía Cas viéndola.
Eso le bastó a la señora para responder a sus deseos, estaba algo ebria, lo necesitaba para aguantar a su nuevo esposo, y cuando el muchacho le dedicó esa mirada llena de deseo, no se resistió, le dio la espalda, para mostrar su cierre, pidiéndole que lo bajara, y así lo hizo, dejando a la vista un conjunto de lencería bastante sugestivo, prácticamente odiaría a su padre por aquella suerte, pero eso solo fue hasta que la misma Constance se pondría contra un escritorio, diciéndole con voz caliente:
¿Qué espera hijo? Dale amor a mami – ofreciendo su coño en esa posición.
Cas no pudo decir palabras, la verdad es que no tenía casi experiencia, un par de besuqueos con algunas novias, fajes con compañeras de clase, pero nada como eso, sin embargo lejos de correr, se sacó la verga para empezar a embestirla, aunque en un acierto empezaría a tallarla levemente, logrando calentar un poco a la mujer, quien suspiraba contenta, siendo algo torpe, aunque al sentir la humedad de aquella hembra en celo, despertaba el macho en sí, haciéndole entrar en sintonía, y por suerte ella estaba muy húmeda, cogerse a su hijastro en plena boda se volvió un capricho que le tenía deseosa, sabía que su esposo no le serviría, así que buscar atenciones de su hijastro, era prohibido pero seductor. Con buen ánimo comenzaron a divertirse, apenas sintió la verga joven dentro, fue un delirio sexual para ella, Cas embestía esa vulva caliente con ímpetu, la cual recibía gustosa, dejándose tomar con toda libertad, gimiendo como puta en celo, aunque eso le gustaba al muchacho, quien se dejaba guiar, la mujer tomaba el control, para que este la cogiera, y por suerte, le gustaba la inexperiencia del chico, pues gracias a su vigor, le estaba dando el placer que necesitaba, siendo tan apasionado, que sin palabras le comenzaba a sujetar las tetas, sobándolas con desespero, logrando que la mujer dijera.
Mm, así se hace hijito, eres torpe, pero me gusta, mm, me encanta tu pasión, aunque te falta aprender, ah, me calientas bien rico – dijo constance recibiendo esas embestidas.
Ya no aguanto – respondió Cas desesperado mientras seguían entrando y saliendo.
La mujer se iba a enojar, pensando que se iba a correr, pero no sería eso, hasta ahora la había cogido de a 4, penetrando el delicioso culo, eso estaba bien, aunque lo que se refería el joven era otra cosa, le sacaría la verga, para manejar a la mujer, dejándola acostada de frente sobre el escritorio, quería la vista su vulva depilada, tomando sus carnosas piernas, las acomodo a los lados, para seguirla cogiendo, solo que en esta postura, le era posible comerle ese par de tetas, dejando ver un deseo desesperado, el cual gustó a la señora, quien se daba cuenta, su hijastro era más fogoso de lo esperado, quizás valdría la pena disfrutarlo después, volverlo un amante habitual, mm, pues le estaba gustando la forma en que le iba cogiendo, su ánimo juvenil era delicioso totalmente contrario al juego de su marido, con quien ya tuvo relaciones, aunque le gustaba de este fuera dominante, más no tan enérgico, además que la pasión con la que le chupaba las tetas le encantaba, no recordaba cuando fue la última vez que sintió algo parecido, ah, le estaba encantando este tratamiento, quería mas, lo mejor no se detenía, el ansia sexual de su hijastro era bastante, la penetraba, le chupaba los pechos, le sometía con una pasión natural, todo al mismo tiempo, no pudo resistirse, le tomó de la cara para besarlo.
Sus lenguas jugaron un poco, y se dio cuenta que tenía que enseñarle a hacer las cosas, la torpeza de Cas era deliciosa, bastante refrescante, agitaba todo su cuerpo con un deseo desmedido, tan apasionado, quería continuar así, mientras su vulva era destrozada por aquella buena verga, que no parecía cansarse, le movía y empujaba sin descanso, logrando satisfacer sus deseos, si hasta sus piernas se aferraron a la cintura de este como si fuera a marcharse, pero no era el caso, así cuando se corrió, haciéndolo todo dentro, la mujer estaba contenta, pues tendría un buen orgasmo, y Cas hubiera deseado continuar, solo que la mujer le diría:
Alto cariño, será todo por ahora – dijo Constance para desespero de su hijastro.
Espera, puedo seguir – decía el joven mostrando como no perdía su erección.
Mm, en serio que me gustas, solo que el tiempo no está de nuestro lado, pero me acabas de dar una idea, voy a querer tenerte cerca – aseguro la madrastra dejando ver su concha escurriendo semen con mieles de pasión.
Le daría un beso apasionado, y le diría que se marchara, pues debía cambiarse, todo era parte del plan de la señora, quien tenía otro vestido, uno de noche esperando por ser usado, así que Cas entendía, pues algo parecía estar funcionando entre la señora Constance y él, si pudo cogerse a la ahora esposa de su padre, eso le supo a gloria, así que se fue de regreso a la fiesta, donde nadie lo estaba esperando, aunque en eso la banda empezaría a tocar otra vez, y pasa su sorpresa las gemelas querrían bailar con él, aunque no podrían decirse nada, solo les dejarían sus números de celular, pero este les diría sobre la app que se guardaba, detalle que les agradó más. Por suerte su padre no estaba, parecía que fue a arreglar algo, de hecho volvería más tarde, si aunque no quiso, volvería a bailar con Juliana, quien mantenía su mala actitud, lo cual ignoraba el joven, lo que dejaba desconcertada a la nueva hermanastra, quien le diría al acabar:
¿Qué acaso eres marica? O porque no babeas, si bien que te gusta lo que ves, ah – dijo la chica algo molesta casi ofreciendo sus preciosas tetas apenas cubiertas.
No vale la pena hacerlo, estas preciosa, sí, pero no vale ni mi esfuerzo, tiempo o nada, adiós hermanita – dijo casi burlándose lo cual molestó mucho a la preciosa joven.
No se quedaría sin hacer algo, Cas fue con Noemi, y la invitó a bailar, parecía un gesto muy tierno que llampo la atención de todos, aunque su hermanita lucia algo colorada, se movía con torpeza, y para la mala suerte del joven, se daba cuenta, que había estado bebiendo, o quizás fuera otra cosa, viendo su vaso desde la pista de baile, el cual tomaba un cantinero que se veía sospechoso, mirando para todas partes nervioso, por lo cual tomó una decisión, la cual casi podía asegurar que molestaría a su padre, y tras una pieza iría con su madrastra para decirle que Noemi no se hallaba bien, así que la llevaría a casa, detalle que aceptó Constance, y le agregó en silencio: creo que alguien le hecho algo a su bebida, un mesero se veía sospechoso; palabras que inquietaron a la mujer, quien agradeció, dejando que Cas se fuera con la chiquilla, cargándola entre sus brazos, mientras se veía adormecida, volviendo en taxi a la casona, donde no lo había pensado, pero tras un mensaje le dirían: cuida bien de la niña, hijo, tu padre y yo nos iremos de luna de miel una semana, te la encargamos – Constance; al leer eso, se dio cuenta de la gran oportunidad que tenía para divertirse un poco, su hermanita estaba algo ida, pero eso no quitaba que pudiera disfrutarla como le fuera posible.
Con gustó notó que no había nadie dentro, la servidumbre se fue hace horas, los guardias afuera, un par de tipos flojos en la entrada, el fraccionamiento poco lo requería, era privado, de seguro se quedarían dormidos en la caseta, así que tenía la casa sola, y no dudo en hacer de las suyas, aunque antes le habló para ver cómo estaba la niña.
Noemi, chiquita, ¿Cómo estás? Tienes sueño, nos vamos a dormir, que dices – dijo Cas mientras la llevaba a su cuarto y al verla le encontraba irresistible.
Mm, tengo sueño, me duermo – apenas decía la nena aferrándose a su hermano.
Te dejo en tu camita, y listo – decía un poco inquieto, pensando en lo que haría.
Duermo contigo, sip – le dijo algo adormilada, pero era algo que le encantó oír.
Estaba pensando en cómo jugar con ella, tal vez dejarla en su camita, y hacerle cosas, pero eso le funcionaba mejor, además con sus manitas se aferraba a su cuerpo, lo que le traía una tremenda calentura, sabía que pasaría una buena noche, ya había empezado cogiéndose a su nueva madre, así que la llevó a su cuarto, estaba realmente preciosa con su vestido, la miraba y su verga le dolía, quería metérsela hasta el fondo, pero debía ir por partes. Se sacaría la ropa mirando a la nena en su cama, apenas tendría cuidado con su traje, pues le había gustado, al quedar desnudo, con una evidente erección, se fue tras Noemi, con mucha delicadeza le fue sacando el vestido, disfrutando cada segundo de la vista, fue abrazándola, besándola, cerca de los pechitos, tratando de amasar su cuerpo, aunque ya estaba muy perdida, casi dormida.
Como estas linda, me encantaría ser tu novio, que fueras toda mía hermanita, hacerte mi amante, estoy seguro que tu también me amas, verdad, quieres ser mi novia, hacer el amor, besarnos, dime que me amas Noemi – le decía con un poco de astucia, quería intentar una especie de sugestión, una hipnosis, aunque más parecía que intentaba sacarse todos sus deseos morbosos diciéndole eso, mientras le quitaba el vestido, dejándola casi desnuda frente a sus ojos.
Vaya sorpresa se daría cuando al sacar el vestido vería que traía puesto un conjunto de lencería, que era demasiado sensual, medias, liguero, tanga, un corsé, parecía una pequeña puta, seguro se lo dejaron para hacerla sentir como una señorita, carajo, eso le hizo hervir la sangre al chico, quien comenzaría a besarla, mientras acariciaba cada parte de su cuerpo con un deseo irrefrenable, pues esa piel era tan suave, y entre sus dedos se estremecía, suspiraba un poco, mientras tocaba su vulvita, hacia a un lado su calzoncito, mientras sobaba de la manera más cuidadosa, deseaba que sintiera rico, no se podía quedar quieto, cambiaba de posición para tocar sus tetitas, alcanzando con su lengua la conchita, incluso en su juego le besaba el culo en medio de todo, logrando que la nena se quejara, estaba enloquecido por todo, encontraba a Noemi tan hermosa, que no podía contenerse, necesitaba hacerla sentir suya, así que sus manos recorrían cada centímetro de su piel, mientras le comía la vulva, sobando sus piernitas, apenas se contuvo unos segundos para tomarle unas fotos, en las que puso su verga en la entrada de su cuevita, mas no la metió.
Mm, que haces hermanito – dijo la niña ligeramente despierta viéndose a punto de ser penetrada.
Solo te estoy mimando, no te gusta, quieres dormir sola – decía Cas algo inquieto al sentirse descubierto, mirándola con cuidado.
No, quero mas – decía Noemi sonriente alzando un poco los brazos.
No podía cogérsela así, pero eso le encantó, la abrazó para colocarla contra su pecho, acomodo su verga sobre su vulvita, empezando a sobarla, solo se estaba masturbando de esa forma, imitando el vaivén del sexo, era como si realmente estuviera penetrando a la niña, con eso le bastaba por el momento, ella parecía disfrutarlo tanto como él, quizás podría haberlo intentado, pero deseaba escucharla decir: métemela hasta el fondo hermanito, soy tuya; o al menos algo parecido, por ello de momento iba disfrutando de aquella suave piel virginal, imaginando que de no habérsela llevado, podrían estarla cogiendo alguien más, seguramente su padre o uno de sus grotescos amigos. Así estaba en ese juego sexual pero al verse al espejo, era como si él la estuviera cogiendo, desnudo ella usando lencería, su cuerpo sobresalía, aun así la nena se dejaba ver gimiendo lentamente, su cuerpo respondía a los estímulos, se estaba calentando, y llegaría a un orgasmo que le encharcaría la vulvita, más eso no bastaba para Cas, quien tomándola desde atrás para abrazarla, empezaría a restregar su verga, haciendo como si la cogiera por su culito, solo que su verga estaba rosando con mayor fuerza, y podía verse en el espejo abrazaba a Noemi, quien tenía las piernas abiertas, su pechito se alcanzaba a ver, su carita inocente, mientras él la sostenía lo suficiente, casi como si la cogiera, rozando con fuerza su vulva, hasta que logró correrse de nuevo, aún así tomaría una foto, mientras la besaba apasionadamente, en esa posición, sintiéndose como todo un ganador.
Excelente relato, va muy bien!! Espero con ansias la continuación. Será un deleite poder leerlo. Saludos!!