aprendiedo a coger y ser cogido
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Nuestros padres vendían los fines de semana en un tianguis ambulante, frutas y verduras y recorrían varios municipios del estado, se iban los viernes y regresaban los domingos en la noche, de lunes a jueves, estaban en un puesto del mercado donde se vendían verdura y salían a las 5 de la mañana y regresaban a las 6 de la tarde a la casa.
Durante ese tiempo, a nosotros nos cuidaba una señora muy buena cocinera y nos preparaba los platos y dulces que le pedíamos, siempre los viernes, la señora nos obligaba a hacer la tarea y nos decía que para que pudiéramos jugar todo el sábado y el domingo.
Teníamos por costumbre bañar al perro los sábados y como el baño de la casa tenía una pileta acostumbrábamos a llenarla a la mitad para bañarnos y jugar con nuestro perro, como buenos hermanos nos bañábamos desnudos, pues no conocíamos la vergüenza y jugábamos hasta que la señora nos regañaba por estar más de 6 horas en el agua lo que hacía que se nos arrugara la piel.
Cuando cumplimos 11 años, nos hicieron una fiesta muy bonita y nos divertimos de lo lindo, cuando termino, nuestros padres no llamaron y nos dijeron que era la última porque ya no seriamos niños cuando cumpliéramos 12 años, eso nos entristeció.
Un día, encontré en el patio tirada una revista, la casa estaba toda bardeada con 3 metros de altura y vidrio quebrado en el borde por lo que no se podía ni entrar ni salir, curioso, comencé a hojear la revista cuando veo una foto de 2 adultos desnudos y la siguiente él le metía la pilinga a la mujer por delante, al ver eso comencé a sentir cosquillas en mi pene y me entro una ansiedad que no conocía.
Oculte la revista, y cuando la señora, salió de la casa a un mandado, llame a mi hermana y le dije:
Te quiero enseñar algo, pero no quiero que se lo digas a nadie
¿Y qué es?
Una revista de adultos, la encontré en el patio tirada atrás del mango, creo que alguien la tiro pero no sé quién.
A ver…………
Le mostré la revista y la abrí en sus páginas centrales, a ella se le pusieron los ojos de plato y me la quito de las manos.
Vi cómo se le ponían colorados los cachetes y me dijo, siento cositas en mi cosita como cosquillitas pero más bonito.
A mí me pasa igual y mira, me baje el calzoncillo y le enseñe que tenía la verga parada, ella me dijo yo siento babosa mi cosita.
A ver enséñame y se bajó el calzón, se veía como si se hubiera orinado pero se veía como gelatina que le salía, seguimos viendo la revista y vimos como la pareja se besaba y ella le mamaba la verga y el su cosita, en eso llego el perro y le comenzó a oler la cosita a mi hermana, y le dio un lengüetazo, mi hermana gimió y me dijo que bonito se siente, yo dije; a ver que me lama a mí, cuando escuchamos que la puerta de la calle se abría y entraba la señora , nos subimos los calzones y corrimos a esconder la revista.
Nos llamó y al vernos nos dijo; dejen de correr, vean como están de sudados y chapeados de la cara, vayan a lavarse las manos que les serviré de comer
Esa noche no podíamos dormir los 2 pensando en lo que habíamos visto, pensábamos en voz alta si porque hacían eso y que se sentiría, en eso estaba cuando mi hermana me toma de la cabeza y me da un beso en la boca y comenzamos a chuparnos los labios, no sabíamos besar y así seguimos hasta quedarnos dormidos.
Un día me dice mi hermana que fuéramos a ver la revista que manteníamos escondida, comenzamos a hojearla y casi al final , encontramos una foto donde una mujer estaba en 4 patas desnuda y un perro arriba de ella, ¿ y esta que hará con ese perro?
No lo sé, hay que averiguarlo, escondimos la revista y continuamos jugando, diablito, que así llamábamos al perro, no estaba jugando y notamos que hacía muy chistosos movimientos de cadera hacia delante y atrás, se le paso en un momento y perdió nuestra atención.
Un sábado, llego a avisarle a la señora su hijo, que su mama estaba muy mal y que debía ir a verla, nos llamó y nos dijo que nos portáramos bien y que en cuanto pudiera regresaría, que nos dejaría encerrados con llave y que no le contestáramos a nadie como si no hubiera alguien en casa, le dijimos que nos llamara por teléfono cualquier novedad y que ya éramos grandes para cuidarnos y que no haríamos travesuras, ella salió y al quedarnos solos mi hermana dijo;
Vamos a bañar al perro, así podremos jugar agua todo el día, llamamos al perro, nos desnudamos y comenzamos a bañarlo, cuando le estábamos lavando el champú que le pusimos, yo restregándolo le toque la bolas y vi cómo le salía una verga roja, no le di importancia y seguimos lavándolo hasta que quedo listo.
Lo saque de la pileta y comencé a secarlo, mi hermana lavo bien el piso de la pileta, le puso el tapón y comenzó a llenarla.
Se recostó en el piso , alzo las piernas y cerró los ojos, yo terminaba de secar al perro cuando este olfateo y se fue directo contra la cosita de mi hermana, le dio un lengüetazo y comenzó a lamer muy rápido, mi hermana al principio se asustó y trato de quitar al perro, pero pronto comprendió que sentía bonito y lo dejo hacer, yo para esto sentí al ver aquello que se me paraba la verga y comencé a jugar con ella.
Estaba disfrutando de aquello cuando sonó el teléfono, del susto se me bajo la verga y fui a contestar, el perro me siguió, era la señora que llamaba para saber si estábamos bien, yo le dije que sí, que no se preocupara, que estábamos viendo una película en la tele y que nuestro perro nos cuidaba si alguien intentaba meterse a la casa, de repente el perro me lamio las nalgas y sentí algo que jamás había sentido, un escalofrió me recorrió y me agache tantito mientras la señora de decía lo que no debíamos hacer, el perro me lamio el ano y entonces enloquecí, no quería que parara, a duras penas le conteste a la señora y colgué.
Mi hermana estaba viéndome y me dijo; ¿a ti también te gusta? Me asuste y corrí al perro, si se siente muy bonito, ¿así lo sientes tú? Riquísimo, me gusta que me lama, y a mí se me para la verga nomas de sentirlo, le dije.
¿Ya se llenó la pileta? Si pero yo quiero hacer cositas como lo de la revista ¿quieres? Bueno, vamos a la cama.
Entramos al cuarto y cerramos la puerta, comenzamos a besarnos y nos acostamos en la cama, mi hermana me pidió que le chupara su cosita y yo le dije que ella la mía, nos estuvimos mamando durante un largo rato fue mucho el rato que estuve lamiendo su vagina por lo que me levante para penetrarla de una vez, era lo que quería, así que coloco la verga a la entrada de su vagina y comienzo a metérselo lentamente, como ella estaba acostada, le tomos sus piernas para hacer más rico el mete y saca, sentí el tope que tenía y me dijo que no lo metiera muy hondo porque le dolía Cuando estaba en eso le pregunto si quiere montarse sobre mí, como en la foto, el hecho de ella era llevar el ritmo y sentirse ella la principal o dominante, entonces me recuesto y ella se monta sobre mí, pero dándome la espalda, podía disfrutar de la vista al ver como entraba y salía mi pene desde dentro de su vagina y además su culo estaba a mi vista, por lo que aprovechaba de poner mis manos en sus nalgas y con mis pulgares trataba de meterlos dentro de su culo, siempre se quejaba por que por ahí aun no lo hacíamos, entonces yo aprovechaba para que fuera agarrando el gusto, mientras ella movía sus caderas de una manera riquísima, se volvió a acomodar esta vez de frente, se movía cada vez más rápido y seguidos de sus gemidos y esas caras que ponía de gozo, yo aprovechaba de masajear sus senos o agarrar su culo y ayudarla en los movimientos, pero no me dejaba meterle toda la verga porque le dolía.
De repente ella tuvo un orgasmo que casi la dejo desmayada, momento que aproveche para tratar de meterle toda la verga pero a mí me dolió la cabeza del pene y sentí que algo se me rompió.
Asustado le saque la verga y vi que tenía sangre en el frenillo, ella también se asustó y me dijo que me había lastimado, yo asiéndome el valiente le dije que no era nada, que mejor nos fuéramos a bañar porque la señora podría regresar y nos encontraría desnudos.
Llegamos al baño y comenzamos a lavarnos muy bien porque estábamos todos batidos, después de lavarnos y ya secándonos, Gabriela de puso en 4 patas en el baño y me dijo; métemela otra vez pero hasta el fondo, se siente muy bonito entonces de verle la panochita se me paro la verga y se la metí en la vagina, llegue al tope y le dije que si no le dolía, me dijo que algo pero quería que se la metiera le monte y al cabo de unos 5 minutos de estar follándola empecé a sentir algo indescriptible, mi cuerpo se tensó, el corazón se me quería salir del pecho, la cabeza me daba vueltas, no veía ni escuchaba nada, de la cintura para abajo unos espasmos incontrolados me inducían a enterrar mi miembro lo más profundo posible en la tierna vagina de mi hermanita, sentí como si en mis entrañas se hubiese roto un conducto para dar paso a un borbollón de semen que con la primera oleada también me obligo a lanzar un gemido gutural largo y quejumbroso, luego otra oleada y otra y un sinfín de espasmos que se fueron espaciando, quede como si mi hermanita me hubiese arrancado todas mis fuerzas y me desplome sobre ella.
Me acosté a un lado de ella y le dije que la amaba, que me había hecho hombre con ella y que me gustaría que siempre lo hiciéramos, ella me agarro la cabeza y me beso, yo me sentía en la gloria.
En eso entro diablillo, y se fue directamente a lamerle su cosita a mi hermana, ella solo gruñía de placer y le decía al perro que la lamiera mas no paraba de lamerme, en cada embestida podía sentir como si su lengua ásperamente llegaba casi hasta su útero.
Gabriela me conto lo que sintió en ese momento: Yo quería más, jamás pensé que pudiera gritar tanto de placer o que mi perrito pudiera dármelo; pero así era, tuve un segundo orgasmo justo en el momento en el que embriagada en placer, lujuria y sexo; mi vagina comenzó a contraerse y empapada en sudor quede exhausta en el suelo. Me quise parar y me puse en 4 patas.
Aprovechando que quede a gatas, él se montó en mí agarrándose fuertemente con sus patas a mi cadera. Frenético bombeaba queriéndome penetrar, su pené chocaba contra mis nalgas y en una de sus embestidas no tardó mucho en atinarle a mi vagina, y una vez que entro la punta, me la metió completa hasta el fondo, sentí un dolor horrible, como si me destrozara todo por dentro, mis lloriqueos se intensificaron , pero ya no podía hacer nada me había penetrado y en ese momento me poseía como su perra, me cogía de una manera tan salvaje que me arrepentí de todo, afortunadamente para mí el dolor empezó a desaparecer y cuando menos me di cuenta se había convertido en placer. Lo sentía tan rico dentro de mí, que se me olvido el mal rato que pase, en un instante mis sollozos dejaron de ser de dolor para convertirse en gemidos llenos de placer, que salían de mi boca, acompañados de palabras que inconscientemente y a causa del estado en que me encontraba, le decía a mi perro: -¡Ay que rico, que rico sigue perrito, así cógeme cógeme.
Los orgasmos no se hicieron esperar, aunque suene exagerado llegaron uno tras otro, hasta sumar tres y en un estado semiinconsciente, no note el momento en el que mi perro quedo abotonado a mí, ni tampoco el momento en el que paso su pata por encima de mi espalda y quedamos mirando hacia lados opuestos del campo, me di cuenta hasta que comencé a sentir como se llenaba mi vientre con un líquido que parecía estar hirviendo, era tanto que sentía como escurría por mis piernas. Pasados unos minutos, me saco la verga y sentí que caía una gran cantidad de líquido que diablillo lamio y después me lamio la cosita de nuevo y me llevo al cielo.
Yo estaba asustado por lo que vi pasar, mi hermana estaba con los ojos cerrados disfrutando y le salía un hilito de sangre de la cosita revuelta con la leche del perro y le dije: te lastimo el perro, te sale sangre, creo que rompió la telita que me molestaba a mí.
Me contesto que no sentía nada pero que estaba muy cansada que se bañaría y que se iría a dormir, nos metimos a bañar y nos fuimos al cuarto.
Ya me estaba durmiendo cuando sonó el teléfono, era la señora para preguntarnos como estábamos, le dije que Gabriela se había dormido y que yo estaba a punto de hacer lo mismo porque ya eran casi las 8 de la noche y estaba cansado de jugar, ella me dijo que no podía ir a quedarse a dormir por el estado de su mama y que iría el domingo a mediodía a darnos de comer, que no le dijéramos a nuestros padres que ella no estuvo con nosotros, yo le dije que no se preocupara porque nosotros no teníamos que decir nada y que primero estaba su mama, le di la buenas noches y colgué.
Llame a diablillo y le di de comer y le puse agua en su plato, en eso estaba cuando me dieron ganas de ir al baño, como ya me iba a dormir me quite toda la ropa y me senté en el escusado y comencé a hacer del 2, termine y me di la vuelta para tomar el papel de baño y se me cayó atrás del escusado , me acosté sobre el para alcanzar el papel cuando siento que el perro comienza a lamerme el culo, me asuste pero lo deje que siguiera porque sentía muy bonito, en eso el intento montarme y me pare , pero recordé que mi hermanita me había dicho que se sentía bonito y me puse en 4 patas, el perro se subió de nuevo y comenzó a darme puyazos con la verga pero no me atinaba yo delirante a esa altura le tomé su capullo y le dirigí su ataque directo a mi culito que a esta altura ya parecía un volcán a punto de estallar, cuando el perro sitió que su esfuerzo estaba rindiendo frutos de un solo golpe me lo enterró hasta no sé dónde Yo lancé un pequeño grito de dolor y después de estarme bombeando sentí placer al sentir que un trozo de carne muy ardiente se me hundía hasta el ombligo y comenzó a darme duro con sus clavadas, cuando siento que una enorme bellota comienza a crecer en el tronco del pene de diablillo y su enorme trozo comienza a inflarse tanto que yo creí que me rompería el culo entré en pánico, logre sacar lo que crecía en el culo y sentí que como chorros de líquidos ardientes me inundaban el culo y por cada vaciada de jugos dentro mío una enorme sensación de ´placer me inundaba al extremo de hacerme tener uno tras otro orgasmo incontenible, tanto que mis piernas no resistieron más y caí de costado sobre el piso, mi verga tiro mucha leche y cayó al piso, diablillo una vez que se lamio la verga, me lamio el culo y limpio toda la leche derramada.
Con las piernas temblándome me levante, me fui a bañar, llegue al cuarto y me tire en la cama quedándome dormido.
Eran casi las 9 cuando Gabriela me despertó, al tratar de levantarme un agudo dolor en el culo me recordó lo que había pasado y me volví a acostar.
¿Qué te pasa? dijo Gabriela,¿ te duele algo? No quería ni verla a los ojos me sentía mal por lo pasado pero feliz por la experiencia, me anime y le dije:
Revísame el culo, ayer me cogió diablillo, me gustó mucho como a ti por delante pero aún me duele me puse en 4 y ella me vio el culo, me pasó un dedo y me dijo que lo tenía rojo pero no se veía ninguna herida.
Ella me dijo lo mismo, revísame mi cosita, aun me arde, me agache y le vi su pepita que estaba abierta y roja y le dije que tampoco se le veía una herida, después nos miramos a los ojos nos dimos un beso y juramos jamás decirle a nadie lo que había pasado, y me prometió que me daría el culito
Nos pusimos a ver televisión y a medio día llego la señora, nos dio de comer y nos dijo que su mama estaba mejor, nos repitió que no le dijéramos nada a mis papas y que de premio nos haría un flan, gritamos que no diríamos nada y nos sentamos a esperar el regalo.
Pasaron los días y las semanas, hasta que se presentó otra oportunidad, mis papas tuvieron que ir a Michoacán por que la mama de mi mama se puso grave y nos dejaron encargados con la señora, a la mañana siguiente le pedimos a la señora que si podía llevarnos al parque porque estábamos aburridos, nos dijo que sí, pero como siempre, que no le dijéramos a nuestros papas porque le dejaron dicho que no saliéramos, le pusimos la cadena al perro y paseamos todo el día, en la tarde regresamos a la casa y después de refrescarnos nos preparamos para bañarnos, ya que estábamos muy sudados, en eso llego una comadre de la señora y se pusieron a platicar cuando escuchamos:
Bueno comadre, ¿y esos tubos en la cabeza?
Ay comadre, ¿a poco no sabe? Hoy toca chico che en el casino del pueblo y mi marido me dijo que me va a llevar.
Uta que envidia y yo cuidando chamacos.
Si ya están grandes, ¿porque no los convences que se queden solos y nos vamos al baile?
Huuuuuyyyyy no, ¿y si le chismean a sus papas? Me quedare sin trabajo
Comadre haga la lucha y la espero en mi casa a las 9, anímese, allá la espero, se despidió y salió de la, casa.
Gabriela y yo nos volteamos a ver y casi al unísono le dijimos:
Señora, si usted se quiere ir, vaya no hay problema, estamos muy cansados y después de bañarnos nos iremos a dormir, nos puede dejar acostados y échele llave a la puerta como la otra vez.
Ella nos miró y después de pensarlo nos dijo que sí, pero que nada de decirle a nadie y que nos portáramos bien.
Casi saltamos de alegría, pero pusimos cara de cansados y nos fuimos a bañar, cenamos y nos fuimos a acostar.
La señora salió después de cerciorarse que toda la casa estuviera bien cerrada y muy sonriente se fue a su casa pensando en el baile.
capitulo 3
Esperamos acostados más de 15 minutos, por aquello que si volvía, al notar que no, Gabriela se acercó a mí y me dio un gran beso que me llevo al cielo
Gaby se incorporó y excitada, me tomó de la mano y casi a rastras me condujo a su cama, con rapidez por su estado de calentura sexual, me bajó mi pijama y calzón al mismo tiempo, saltando como resorte mi verga erecta, que apuntaba desafiante y palpitante hacia arriba, sin esperar más, se hincó a mis rodillas, la tomó con sus manitas, e inició dando pequeñas lamidas y besos a mi duro glande, luego abriendo su boquita lo engulló completamente, para empezar una rica mamada, en una forma tan rauda que creí que se la quería tragar entera, era tanta su excitación que sentía esa mamada casi salvaje, la tomé de sus cabellos, para dirigir y desacelerar el frenético sexo oral que estaba recibiendo, y viendo como mi verga entraba y salía de su boquita, recordé que nuevamente me estaba cogiendo a mi hermanita, ahora por su linda y sensual boca, disfrutando el momento, sentía su lengua húmeda, acariciar mi tronco, veía extasiado como mi duro palo aparecía brilloso y desaparecía casi en su totalidad de su cavidad oral.
Espera hermanito, guarda tu lechita para que me la des en el lugar que te prometí….., todo me lo decía con mi verga en su mano, que latía de emoción y placer.
Nos incorporamos de la cama, y quedamos de pie mirándonos a los ojos, como retándonos a ver quién daba el siguiente paso, me animé y le empecé acariciar sus bellos y redondos senos, se acercó más a mí, y echó sus brazos a mi cuello, empezamos a besarnos ardientemente, jugando con nuestras lenguas, al tiempo que tomándola de su cintura, le restregaba mi verga en su pubis, ya le acariciaba su espalda, bajando lentamente mis manos a sus firmes, carnosas y paraditas nalgas, acariciando y estrujando ese lindo trasero tan ansiado y deseado por muchos, y que ahora lo tenía en mis manos, sintiéndolo solo mío, metí mis dedos dentro de su sexi bikini rojo, para bajarlo lentamente hasta retirarlo, todo lo hacía sin dejar de besarla; mi hermanita empezó a respirar agitadamente, cuando sintió mis manos acariciar su sedoso e incipiente vello púbico, y los húmedos labios de su rica vagina, buscando y encontrando su botoncito del placer, ante esto empezó a gemir: No esperé más y empecé a comer esos ricos manjares, con suaves y firmes lengüetazos a esos divinos conductos, mi hermana gemía y se retorcía del placer que recibía de mi irreconocible y hábil lengua, después de unos minutos de darle ese tratamiento oral, le ordené se colocara dos almohadas bajo su abdomen, quedando su rico culo levantado, en una posición que dejaba ver su hermoso trasero, me acerqué a esa belleza, tomé mi erecto palo, abrí sus nalgas y se lo introduje como si llevara años haciendo eso, de un solo envión en su mojada cueva vaginal, dando una serie de metidas, afianzado firmemente a sus caderas, me sentía en la gloria, teniendo así a mi hermanita, cogiéndomela con buen ritmo, gimiendo ambos del placer que nos brindamos, sentía que en cualquier momento de nuevo eyacularía mi leche, ahora dentro de ella, de nuevo lo notó por sentirme tenso a punto de terminar y detuvo el acto de meter y sacar, reculando y quedando incrustada mi dura verga hasta el fondo de su mojada vagina, sosteniendo mis nalgas para que no me moviera, me dije, que hábil es Gaby para saber que uno está a punto de correrse, donde aprendería, según ella no tenía mucha experiencia, pero a mí me estaba beneficiando todo esto.
creo que tu linda verga está hecha para mi culito, y confío en que me vas hacer gozar muy bien, sin que me duela, y te prometo desde ahorita que mi culo es tuyo, y serás el primero en disfrutarlo, y como lo prometido es deuda, aquí lo tienes a tu entera disposición, y tomando mi verga con su manita, se lo sacó de su vaginita, y lo coloco la punta de mi palo, justo a la entrada de su anito, previa lubricación con sus propios jugos.
Gaby, estas bien hermanita, te está doliendo?
*No hermanito, no me duele, sigue metiéndola, así despacito, lo estás haciendo muy bien, mmmmhhhhhaahh, que rico, no me la saques, sigue cogiéndome así, suavemente, aaaaaahhhh, rico, mmmmmhhh, mete otro poco mas, que me está gustando esto, aaaaaaahhhh, sigue, sigue por favor, mmmmmhhhh…….y yo el adolescente más feliz de todos los adolescentes seguí.
–*Oooohhhhh, te está gustando como te estoy rompiendo tu rico culito hermanita, he?
-*Aaaaaahhhhhh, si, si me está gustando, siento un placer rico en mi culito mmmmmhhhh, así, méteme más tu rica verga que me está haciendo gozar aaaahhhhh , siento como me estas llenando toda, querido hermanito, sigue adelante y métemela toda ya, ya, aaaaarrrggghhhh, Gabriel, ya por favor mete toda tu verga de una vez, anda que me tienes ardiendo, empuja con todo ya cabroooooon, aaaarghhhhhhgghh……..
No me resistí ante tan fina suplica y jadeos de mi caliente hermanita, así que casi me subí encima de su trasero, y de un último empujón, le sepulté toda mi verga, dentro de su hambriento culo, AAaaaaaaggghhhh, gritamos ambos dos al unísono, quedando exhaustos por el esfuerzo, y pegado mi pelvis en sus nalgas, así como mis huevos besando su encharcada vagina, en una inimaginable y excitante posición, y pensé eufórico, ¡!de nuevo estoy dentro del cuerpo de mi querida hermanita Gaby
Ooohhhhhh, Gaby, que rico me aprieta tu culo, y que bien lo mueves, aaaahhhh, no aguanto más hermanita, me corro yo también, ooohhhhhh,, y mi hermana Gabriela ayudando a disfrutar más el momento, contrae su esfínter contra mi verga dándome el máximo placer, y moviendo circularmente sus nalgas, ante todo esto no aguanté más, y me corrí brutal y abundantemente, inundando de mi leche su caliente culazo, gimiendo ambos:
Terminamos exhaustos, y más yo que caí pesadamente sobre su cuerpo, con mi verga aun metida en su culo, que poco a poco fue perdiendo rigidez, hasta que sola salió, me acomodé al lado de ella, abrazados y felices ambos, por lo que acabábamos de vivir y nos dormimos abrazados.
Eran como las 3 de la mañana cuando despertamos, yo tenía unas ganas muy fuertes de orinar y corrí al baño, Gaby me siguió y se sentó en la taza a orinar, después de hacerlo, se levantó y me acaricio el pene que de inmediato de paro, y jalándome me llevo de nuevo a la cama donde se acostó boca arriba, se abrió de piernas y me dijo ven.
Le metí mi verga lentamente en su agujerito. Le puse las manos en la cabecera de la cama. Y empecé a meterle la verga dentro de su cosita con un bombeo, muy lentamente, disfrutando de cada embestida.
Notaba que ella estaba disfrutando y que cada embestida, su cuerpo se estremeció no quería dejar de follarmela pero la excitación era muy grande. Mientras, nos besábamos, más lentamente que antes, con mucha más lengua.
La penetre un buen rato, cada vez más fuerte sus gritos era también cada vez más fuertes. Su cara se iba transformando en lujuria. Gemía muchísimo y muy fuerte. Se corrió un par de veces, hasta una en la que soltó un gran grito. Había tenido un gran orgasmo.
Paré unos segundos entonces ella me miró y se dio cuenta que yo no había terminado aún. Ella miró y me dijo “Acuéstate que te hago venir”. Le hice caso y ella se puso encima de mí y comenzó a besar mi verga , le dije que se diera la vuelta y así lo hizo y metí mi cara entre sus piernas. Lamí sus labios vaginales, le metí la lengua en su almejita. Ella no dejó de chupar ni de pasar la lengua por mi verga hasta que me corrí, no recuerdo haber echado tanta leche como ese día.
Nos fuimos a bañar y nos acostamos de nuevo cada quien en su cama y nos dormimos profundamente.
Capítulo 4
Llego mayo y cumplimos 12 años, nosotros queríamos fiesta pero con papa no se discutía, nos llevaron a comer a un restaurante en Villahermosa que el menú del domingo era bufete, comimos como pelones de hospicio, tanto que pensaron que nos enfermaríamos, pero la verdad estuvo delicioso aunque comimos cosas que no sabíamos que era.
Paso el tiempo y yo sospechaba que Gabriela cogía con el perro pero nunca la encontré, me molestaba porque le pedía que hiciéramos cositas pero ella decía que estaba cansada, que tenía tarea y algunas mentiras más.
Ella se fue haciendo más atrevida hasta que un día la escuche en la bodega del patio gimiendo, me asome con cuidado y allí estaba: cogiendo con diablillo, la señora estaba en la casa, le dije que no gritara porque la señora la descubriría y me fui a ver a la señora y cerciorarme que no fuera al patio y me puse a platicar con ella.
Al rato llego Gabriela y la señora la vio llena de polvo por lo que la regaño y la mando a bañar, ella no dijo nada y obedeció, la señora comento en voz alta:
Yo veo muy rarita a tu hermana, no es la primera vez que la veo así, algo le pasa pero no me dice nada.
Yo le dije ¿rara? Si siempre jugamos y nos ensuciamos mucho, por eso mi mama nos obliga a que lavemos la ropa y además bañamos a diablillo y limpiamos el baño, solo falta que nosotros hagamos su trabajo, comente enojado, me di la vuelta y me fui al cuarto a esperar a Gabriela.
Cuando llego, comencé a regañarla, pendeja esa pinche vieja ya se dio cuenta y le ira con el chisme a mama, no seas pendeja, hay que cuidarnos mucho y ………
A mí no me importa, yo estoy feliz con diablillo y cogeré con el cuantas veces me den ganas , tu estas celoso porque el perro no te coge a ti, y a mí me hace ir al cielo con las lamidas y las cogidas que me da.
Calle y comprendí que ella estaba mal de la cabeza, que solo pensaba en la verga de diablillo y que eso terminaría mal, me retire y me fui a leer una novela de ciencia ficción.
Un fin de semana, como de costumbre, nuestros padres salieron a trabajar, llego la señora nos dio de desayunar y nos comentó que tenía que ir al correo a recoger un envió por lo que saldría como a las 11 de la mañana y regresaría como a las 4 para darnos de comer, yo le dije que tenía tarea y debía estudiar para los exámenes, así que me puse a buscar los libros y me senté en la mesa del comedor.
Llevaba como 1 hora estudiando, cuando escuche que giraba la cerradura y se abría la puerta de la calle, pensé que la señora había regresado muy pronto pero seguí viendo los libros, de pronto escucho la voz de papa preguntando.
Donde está tu hermana?, no está estudiando?
Me puse pálido, me entro mucho miedo, porque él nunca regresaba a esa hora en un día de trabajo.
Tartamudeando le conteste: no se papa, debe estar en el patio jugando con diablillo, o a lo mejor lo está bañando, hoy es sábado. El camino hasta el patio y al no encontrar a nadie, se dirigió al baño, al llegar abrió la puerta con cuidado y se llevó una gran sorpresa.
Su hija adorara estaba siendo cogida por el perro, estaba de espaldas a la puerta y no vio cuando llego.
Gabriela le decía al perro; cógeme me, dame más duro que quiero tener perritos, en medio de gemidos de placer, mi papa estaba como loco y no entendía que pasaba por la mente de Gabriela, se quitó lentamente el cinturón, se acercó a la pareja, vio que el perro aun no la abotonaba, levanto el brazo y le dio un cinturonazo al perro, el cual por la sorpresa trato de correr pero su verga metida en Gabriela no lo dejo, yo miraba desde la puerta lo que pasaba espantado y sintiendo que se me salía el corazón, alcanzo a darle 3 cintarazos más Gabriela gritaba asombrada y temerosa, el perro salió corriendo rumbo al patio con la verga colgando, entonces mi papa le dio 4 cinturonazos a Gabriela que le marcaron la espalda, ella se revolcaba en el suelo y en una de esas le pego en la pepita y le decía que él no había parido perra sino hija, en eso me vio se vino contra mí y me pego 2 cinchazos preguntándome si no sabía nada de eso, puse mi cara de idiota y con los ojos llorosos le dije que no sabía nada que siempre bañábamos al perro juntos y que yo no había visto nada.
Me miro con odio, me dio 2 cuerazos más y me dijo; para que no seas pendejo y te avives.
Salió al patio, amarro al perro y se lo llevo a la camioneta donde lo subió, cuando se iba me dice: dile a esa perra puta que ya regresare con tu madre y que se prepare porque hoy la mato y que se olvide del perro porque lo matare.
Entre a la casa temblando, cerré la puerta y fui al baño, Gaby estaba aún tirada en el piso llena de leche de perro y con la espalda y la pepa roja.
Recuerdas que te lo dije, le grite, esa pinche vieja te vio y te acuso, por pendeja ahora no sé cómo te castigaran, pero si te digo, ni una palabra de lo que hicimos o que digas que yo sabía, porque te partiré la madre después que mi mama y papa te peguen.
Ella lloraba desconsoladamente y me dio lastima, la ayude a bañarse, la lleve a su cuarto y la ayude a vestirse con un pantalón de mezclilla y un blusa gruesa porque sabía que le iban a pegar de nuevo.
De repente me miro, me beso en los labios y me dijo, te tengo a ti, ya no necesitaré de un perro.
fin
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