Aprendiendo de nuestro tío
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por maduro_morboso.
Esto sucedió cerca de los años 1980. En mi familia, éramos mi padre y madre, mi hermana menor (de 9 años), otro hermano y yo (varón entre 13 y 14 años) y un tío político recién separado.
El trabajo de nuestro padre lo consumía de lunes a sábados así que el salía domingos a la noche y volvía sábados entrada la noche y estábamos a cargo de nuestra madre la que también llevaba adelante lo que acá conocemos como una chacra donde teníamos muchos animales.
Realmente había pocas ocasiones en que la familia se reunía en el día ya que las tareas se las repartían los adultos dejándonos a los chicos las mas insulsas, como dar de comer y acercar agua a los animales o limpieza en general.
A mis 13 años yo me salía de los pantalones de calentura, ya sabía por ver la cópula de nuestros animales mas o menos de qué se trataba y me masturbaba cuantas veces tenía oportunidad, hablar de sexo estaba poco menos que prohibido, así que “de eso” no se hablaba.
Todo cambió para mí un día como cualquier otro en que coincidimos en la mesa familiar, el destino me llevó a captar una mirada extraña que le dió mi tío a mi hermanita a lo que ella automáticamente se sonrojó pero no hizo ningún comentario justamente esto me puso en alerta a prestar más atención.
Ella era sinceramente la mas linda de la casa, iluminadamente rubia con rizos largos, ojos grandes y claramente celestes su piel blanca levemente bronceada por el sol y obviamente juvenil la hacían merecedora de elogios de conocidos y extraños, parecía una muñeca!.
Los varones sacamos el pelo mas castaño pero en general las mismas características, nuestro tío en cambio era un hombre entrado en años, morocho de cuerpo fibroso esculpido por el trabajo de campo y en cierta medida a su afición al alcohol, nunca le conocimos mujer o novia siquiera en el tiempo en que convivimos.
Todo el ambiente se desarrollaba aparentemente de manera normal pero viendo con atención me percaté de ciertas actitudes de parte de mi tío hacia mi hermanita que eran como mínimo extrañas en el contexto de nuestra familia, caricias casi inocentes a la vista de todos, buscaba excusas para sentarla en su regazo cuando nuestra madre no veía y cosas así.
En ese momento no se me ocurría mesclar todo eso con sexo sino me surgió ciertos celos hacia mi hermana lo que me llevó a poner más atención a lo que hacía durante el día.
Me dí cuenta que cuando a los varones nos tocaba hacer algo por largo tiempo en general ella no estaba con nosotros en cambio acompañaba a mi tío al campo, para mí eran conjeturas basadas en un principio en mis celos fraternales pero me intrigaba cada vez mas saber que pasaba así que decidí seguirla y tratar de espiar a ver que hacía.
Me llevó mas de un mes encontrar la oportunidad y sucedió una tarde cuando se escaparon unos cerdos del corral y nos tocaba a mi hermano y a mí devolverlos, mi tío le pidió a mi hermanita que le acompañe a controlar el alambrado de nuestra chacra que eran constantes las roturas por los robos de sandías o mandioca en esa época.
Apenas desaparecieron de nuestra vista le dije a mi hermano que me sentía mal y que debía volver para ir al baño y me apuré en llegar a casa para continuar hacia donde ellos habían salido. El recorrido era bien conocido para todos nosotros así que simplemente lo seguí sin hacer ningún ruido y no tarde mas de 10 minutos en oirlos, se habían apartado de la senda hacia un lugar donde habia mucha vegetación, una gran cantidad de arboles y en algunos lugares habian claros donde sólo crecia pasto y a veces dejabamos alimentarse a nuestros animales.
Se oían como susurros de mi tío al principio pero al acercarme iba entendiendo mas lo que decía, primero lo ví parado entre la maleza mirando hacia abajo, no podia verla a mi hermana pero escuche claramente: “ay que bien aprendiste, seguí…” en ese momento casi me dió un paro cardiaco, mi mente apenas podía asimilar las cosas haciéndome sentir muchisimas cosas a la vez, mis celos pre existentes, una calentura de mil demonios, pero sobretodo saber que lo que estaba viendo y oyendo era prohibido, eso era “cosa de grandes” y nosotros no estábamos ni cerca de participar. Con el paso de los minutos la vi arrodillada, sus rulos rubios cubria parte sus manitos que sujetaban entre sus dedos un pene de hombre, el primero que conocí así de vista, sus manos lo abrazaban con dificultad mientras ella se lo introducía en la boca abierta casi en su totalidad, me ubiqué en un lugar mas apropiado para verlos mejor y directamente me bajé los shorts que traía y me masturbaba lentamente viendo todo lo que hacían.
Cada cierto tiempo ella le pasaba la lengua desde el tronco hasta la cabeza, el mantenía sus ojos entrecerrados y una mano en la cabeza de mi hermana, ella lo miraba y a veces decía que le dolía la boca y se reían a la vez, mientras yo trataba de no hacer ruido seguia con mi paja pero cada vez mas me concentraba en que podía estar sintiendo ella con todo eso. Mi cabeza era un remolino y ver a mi hermanita con una pija en la boca por toda la situación fue mucho para mí y acabé pensando que se sentiría estar en su lugar, no solo mi semen salió disparado sinó que se llevó consigo un sonoro suspiro, pasó todo junto fueron 5 segundos en que cerré los ojos mientras mi orgasmo consumía mi aire mal tratado de ocultar. Fue acabar, esconderme y abrir los ojos mirando hacia donde estaba mi tío, lo ví prestando atención pero continuaba en lo mismo, en ese momento me llené de miedo por lo que podía pasar si me veía ahí asi que estaba por escabullirme cuando el acababa en la boca de mi hermana que trataba de tragar todo lo posible, como pude me escabullí, corrí hasta donde estaba mi hermano y no volví a casa hasta después de anochecer.
Al principio fue muy estresante volver a mirarlos a la cara, mas a mi tío que hasta donde yo sabía no me había visto pero la duda estaba presente. Pasaron semanas sin novedades y cuando ya me creía “a salvo” otra vez todo cambiaba para mí.
Un mediodía me mandaron a cosechar duraznos de un par de plantas que teníamos a unos 50 metros de casa y estaba en eso cuando se acercó mi tío y me preguntó con voz firme:
– Te gustó lo que viste la vez pasada?
Tratando de evadirlo le respondí,
? Que ví de qué?
? No te hagas porque sé que nos viste, y si no dijiste nada es porque algo te gustó, o estoy equivocado?
Era evidente que no zafaba así que le hablé con franqueza.
? No sé que me pasó, me calentó verlos así pero esas cosas no se hacen así que me callé para que no me peguen.
? Es normal que creas eso porque sinó no habría control sobre ustedes, me dijo; si vos no abris la boca yo tampoco
? Noo, por supuesto que no voy a decir nada!, ya me sentía mas en confianza con él compartiendo un secreto.
? Bueno, la cuestión está en que si querés aprender algunas cosas…
? Sí tío, tengo muchas dudas.
? A ver, como cuales dudas…
Hablamos durante mas de una hora de porqué se dieron las cosas así y donde en realidad él ponía excusas por violar a mi hermana cosa que hasta ese momento yo tampoco razonaba digamos.
? Y te gustaría volver a vernos?, me preguntó. Sí, que tengo que hacer, le dije.
? Mañana cuando vuelvan del colegio andá y escondete en el galpón y no hagas ruido.
Las horas pasaron con una calentura tremenda y apenas volvimos del colegio le dije a mi hermano que iba a buscar agua y me escondí sobre unas tablas de madera que se estaban secando en el galpon.
Después de media hora sentí ruidos y lo ví entrar a mi tío y un momento después a mi hermana, él la abrazó levantándola con ambos brazos y apoyándola sobre unas bolsas de maiz, cerró la puerta y cuando volvió la beso en la boca durante un tiempo, ella traía un vestidito floreado que él levanto en su totalidad para sacarle la bombacha y tirarla a su lado.
Ella apoyada sobre su espalda dejaba a la vista toda su desnudez, el se inclinó y lamía su vaginita sin sesar, se oían los chuponeos que le daba cada vez que metía su lengua penetrandola, mientras ella parecía contener sus gemidos. Al rato mi tío se aflojó los pantalones sin sacarselos del todo extrajo su pija durisima, le pidio que se lo chupe un poco para ensalivarlo, le tomó una pierna con cada mano abriéndola y apoyó la pija en la entrada empujándola muy despacio, esto llevó un buen tiempo y apenas entro toda le empezó a bombear lentamente, entraba y salía de mi hermanita mientras yo no podía separar mi vista de lo que pasaba, él decía cosas como, “que cerradita la tenés”, “te gusta princesa?” a lo que ella respondía entre dientes y con voz quebrada; “sii, tío…”
Realmente me impresionaba como podía tragarse mi hermana un pene tan grande en una conchita así y no le dolía! Lo disfrutaba sin dudas, mientras me imaginaba lo que ella estaba sintiendo de repente acabé como nunca ensuciándome la mano.
El estuvo cogiéndola un buen rato mas, bajaba la velocidad controlando la eyaculación y al rato volvía a embestirla con fuerza, no sé decir si ella acababa o nó pero se la veía gozando de todo esto. Cuando él estaba por acabar la sentó y le puso la pija en la boca apretándola contra sí para que ella trague su semen, así terminaron y apenas se arreglaron la ropa él la mando a bañarse y le dijo que se quedaría ahí un rato mas “para que nadie sospeche.”
Cuando nos quedamos solos salí de mi escondite me preguntó en que pensaba y le dije con sinceridad que me impresionaba que mi hermanita se podía “comer” toda su pija, riéndose me dijo que era totalmente natural y que los órganos se adaptaban a casi cualquier cosa, me dijo que si yo quería él me enseñaría mas. Por supuesto acepté y él solo me dijo que me avisaría cuando.
Pasaron unos 15 días y me invitó a ir a pescar (cosa que no me gustaba pero como siempre él lo llevaba a mi hermano acepté a acompañarlo, además la promesa se mantenía en mi cabeza así que debía aprovechar la oportunidad)
El lugar estaba totalmente alejado de la gente así que proveía privacidad, salimos cerca de las 5:30 a.m. Llegamos casi a las 7 am, mi tío puso unas redes e instaló un par de trampas con cebo para ver si caía algún pez.
Mientras tanto yo armaba la carpa y buscaba leña para el mediodía, cuando estaba en eso lo ví que volvía y se cambiaba de ropa, mas bien se desvistió quedando con unos pantalones cortos.
… Me hizo entrar a la carpa y tiramos una frazada y un cubrecama sobre el piso y nos sentamos enfrentados pero uno al lado del otro, yo me puse nervioso tenía la cara roja de vergüenza así que me dijo que esté tranquilo que todo estaba bien, me pidió que le saque el pene del short, le baje el cierre y vi que no traía calzoncillo asi que tomé el pene y lo saqué dejándolo colgando mientras veía como reaccionaba de su letargo empezando a endurecerse lentamente.
Me dijo que lo tome y lo masturbe lentamente y así lo hice, lo agarré con una mano y apretándolo levemente subía y bajaba sintiendo como se endurecía entre mis dedos, de a poco fui tomando confianza y lo dejaba con el glande totalmente a la vista para luego volver a cubrirlo totalmente, el entrecerraba sus ojos y ya lo sentía muy duro al tacto y me impresionaba que se ponga tan tieso y a la vez sea tan suave al tacto, estaba pensando en eso cuando me dijo que me lo meta en la boca, probálo me dijo cuando vi que una gotita transparente buscaba la salida del pene, me acomodé mejor y le pasé la lengua a la cabeza para testear el sabor y en realidad mucho no sentí, volví a abrir la boca y rodeé el glande con mis labios. Lo que recuerdo es la sensación de esa carne tan suave entre mis labios, realmente me gustaba sentir esa carne en mi boca y cada vez le ponía mas ganas hasta que el pene me llegaba a la garganta haciéndome atragantar, el pene de mi tío no era muy grande, tal vez entre 15 y 16 cms finito y cabezón así que me hacía tirar mucha saliva lo que lo lubricaba en exceso, cada vez que el sentía mis dientes me estiraba de los cabellos para que yo abra la boca. Yo estaba embelesado chupándolo, saboreándolo mientras mi tío me decía que estaba aprendiendo muy rápido como hacerlo, que le gustaba y cosas así. De pronto me vi imaginándome que era mi hermana, que era eso lo que ella sentía y que me gustaba estar “en su lugar”, no se como ni porqué pero realmente disfrutaba sentir que me trate de “nena” en esa situación así que cuando me preguntó si quería que me coja acepté sin dudar, claro no imaginaba lo que vendría. Él aceleró el vaivén en mi boca diciéndome que no deje salir nada y que me trague todo, soltó dos chorros muy fuertes directamente en el fondo de mi boca sorprendiéndome, me apretaba la cabeza contra su entrepierna mientras se estremecía soltando su semen caliente que yo juntaba en mi boca para tragarlo después sintiendo un gusto extraño, un poco ácido tal vez.
Me sacó el pantalón para chuparme la pija pero yo estaba tan caliente que acabé al minuto y mi pene seguía tan duro como al principio. Me dijo que a la tarde vendría lo mejor, yo confiaba en que si esto me gustó el resto sería aún mejor.
Nos bañamos y luego del almuerzo y limpiar todo me dijo que durmiéramos una siesta, nos acostamos y me dormí casi enseguida. Me despertó una sensación de calor sobre mi pene que estaba durísimo, me la estaba chupando metiéndolo con huevos y todo en la boca, sentía la saliva recorrer mi piel hasta mojar mi culo aún virgen, me pidió que le avise cuando estaba por acabar y se detuvo justo a tiempo, terminó de desvestirme y se puso en posición de “69” pero de costado, para chuparnos mutuamente, mientras estábamos en eso sentí que me ponía algo frío en el ano y trataba de meter su dedo, miré y estaba poniendo grasa de cerdo para lubricar, me decía que me relaje pero yo no podía, dejé de chupárselo y me dediqué a sentir como milímetro a milímetro mi ano se estiraba dando paso a su dedo que se movía con frenesí dentro mío, él me pedía que haga fuerza “como si fuera que vas al baño” y así lo hacía pero cuando puso el segundo dedo sentí que mi esfínter se rompía como si fuese un elástico haciéndome lagrimear.
Me pidió que me relajara aún mas, me cambió de posición dejándome en cuatro patas con el culo al aire levantándolo lo mas posible, me puso mas lubricante y jugaba con dos dedos dentro mío, sentí que un tercer dedo buscaba entrar pero era muy difícil, sin avisarme me dio una cachetada (con la mano que tenía libre) en mis nalgas lo que hizo que me aflojara y aprovechó para meter los tres dedos a la vez, los dejó quietos un ratito y empezó a moverlos acompasadamente mientras me decía que ya estaba listo, que no me dolería mucho mas que eso, me preguntaba si estaba bien y cuando le dije que sí sacó sus dedos y me apoyó el pene en el culo, lo sentía muy caliente y sobretodo me parecía que tapaba todo, me dijo que me afloje por enésima vez, y tomándome de las caderas hizo presión hasta vencer mi esfínter, me hizo gritar en ese momento y se detuvo diciéndome que ya la tenía adentro, que en un momento disfrutaría de algo único y así fue, apenas pasó el dolor empezó a meterla y sacarla lentamente, en ese momento recién empecé a disfrutar de ese pedazo de carne caliente que entraba y salía de mi. No sé cuanto tiempo estuvo cogiéndome pero se me hicieron horas, me decía que tenia un culito riquísimo y que me cogería cada vez que pudiera, me cogió en varias posiciones antes de llenarme el culito de leche, cuando terminó me hice una paja y acabé muchísimo, sentía que el ano me ardía literalmente pero lo cierto era que de ese día no me olvidaría mas.
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