Apuesta futbolera con mi hermana
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ratadish.
Hola, antes que nada, voy a presentarme.
Mi nombre es Iván, tengo 19 años y hace un año entre a la universidad.
Mi madre Lucia tiene 44 años, mi padre Sergio de 43 años y mi hermana 17 años.
Mi hermana y yo participamos en los eventos deportivos escolares, en los cuales los 2 destacamos bastante.
Yo en futbol y basquetbol me defiendo bien y es lo que me gusta más.
Mi hermana juega los 2 junto con voleibol y atletismo.
El futbol es nuestra pasión.
Yo soy portero y delantero, aunque puedo jugar cualquier posición, la portería es la que me encanta.
Volar es algo increíble y atajar los balones es un arte.
Mi hermana juega en la delantera o como enganche.
También porterea pero lo suyo es correr y anotar.
Los 2 cabeceamos bien, los 2 tiramos con la pierna derecha, pero con la zurda, ella mete buenos goles y yo no tengo mucha habilidad con esa.
Ella me gana en correr, pero en driblar y burlar al adversario yo gano.
Cabe mencionar que yo mido 1.77cm y ella 1.71cm, lo que son buenas estaturas.
La rivalidad crecía cada año.
Ambos luchábamos por ser los goleadores, los dos ganábamos en nuestros torneos, pero le ganaba por 4 o 5 goles.
La última temporada yo sustituí al portero pues fue expulsado al sólo quedarle dejarle los tachones al adversario.
Yo me sacrifique y le dije al técnico que, si me lo metían, dejaría de jugar.
Afortunadamente, logré desviar la pelota y mantener el empate.
Algunos partidos fueron complicados y perdí 3 de titular pues preferí asumir la responsabilidad con los partidos difíciles y quitándole al suplente oportunidad de jugar.
Luego un partido salí lastimado y con ese rezago, mi hermana me venció por primera vez por 4 goles al haber logrado en 3 ocasiones meter un hat trick y yo solo uno en la temporada.
Al quedar en tercer lugar de goleo, mi hermana se burlaba de mi cantidad de goles por ser la primera vez que me derrotaba.
Esta vez me tocó pagar la apuesta, pero ella siguió molestando quizá vengándose de cómo me burlaba yo de ella.
En esas burlas yo empecé a fijarme más en su cuerpo y me di cuenta del pedazo de hembra que había en mi casa.
Yo sinceramente me sentía atraído por ella e intenté olvidarlo.
Ya en vacaciones, ella se paseaba con poca ropa para meterse al agua.
Se ponía falditas, jeans, shorts o playeras cortas.
También en la hora de ejercitarse trataba de verla sin que se diera cuenta y simulando estar concentrado.
Desde chiquita era un poco loca pero cuando tenía entre 14 o 15 yo veía que ella tenía comportamientos ligeramente más sexuales que yo pero se enfocaba más en el deporte.
Un día busqué mi balón y me di cuenta que no estaba y ella lo agarró para chutar.
Cuando salí al campo la encontré con el balón.
-Perdóname hermanito, mi balón se ponchó y estaba desesperada por jugar.
– Yo lo voy a ocupar, tengo que entrenar.
-Ps entrenamos los 2 va, te chuto para que porterees.
-Lo siento, pero no estas a mi nivel chava, necesito alguien más rudo.
-Pretextos o tienes miedo hermanito
-Miedo yo? Por favor te ganaría sin esforzarme nada hermanita
– Ps orale juguemos para ver quien es mejor
(No lo dije con afán de molestarla por tener mi balón, solo era hacerle un poco de burla, pero ya con la apuesta me alegraba pues nunca habíamos entrenado juntos).
-Ok, ¿y ese será el castigo?
– Mmmmm no, hay que proponer algo vergonzoso, pero que.
-Ps no sé, hay varios castigos fuertes como los de las fiestas o entre adultos.
Cuál será bueno?
-Oye, la otra vez, en la colonia vi a un equipo y cada vez que les anotaban gol, un jugador se quitaba la playera.
-Pero la diversión acabaría muy rápido, tendrías que tener 10 playeras.
-Por eso propongo que cada gol que caiga, nos quitamos una prenda.
Si por ejemplo cae un gol en vez de quitarte los dos calcetines o los tenis te quitas unos.
Comenzamos por tenis, luego calcetines, playera, pantalón, luego yo brasier y al último el calzón, va.
-Tú lo que quieres es verme desnudo, no.
-Jajaja claro, y lo voy a lograr, así aprovecho para ver lo que dicen de ti.
-Y se podría saber que dicen de mí.
-Pues las chicas dicen que entras en el top 5 de futbolistas más atractivos, pero también dicen que tu amigo es de los más deseados.
-Y se puede saber en los 2 tops, ¿en qué lugar estoy?
-Bueno en el de atractivo eres el 4 y en eso, el número 2.
-Wow, sí que las chicas están tremendas
-A poco los hombres no tienen una lista así.
-No, es como que más cuestión de cada uno, pero estoy seguro que también te encuentras en los primeros lugares
-Tú en cual me pondrías?
-No sé, quizá en el 5 de 10
-Bueno, ya veremos si cambias de opinión, ahora a jugar.
Mi hermana llevaba brasier y tanga, short, una blusa y su par de calcetas con tenis.
Yo llevaba mi calzón, el short, una playera y también mis respectivas calcetas con tenis.
Teníamos un inconveniente con las prendas, pues mi hermana llevaba una de más y eso hacia desnivelar las cosas.
, así que le sugerí ir por una chaqueta para nivelar todo.
-Quien va a tirar primero
-No sé, juguemos un pierda papel o tijera, 3 y gana.
Acepte y empezamos, la primera ronda yo gane, pues me había tocado piedra y ella tijeras, en la segunda ronda me empato poniéndome papel y yo la piedra, la tercera también se la llevo ella y eligió las tijeras y yo el papel, en la cuarta me dio un alivio, pues con papel, le gane a su piedra y en la última por suerte, me toco ganarle poniendo de nuevo piedra y ella tijeras.
Mi hermana fue hacia la portería y se paró muy seria.
Yo acomode el balón y al retroceder pensé en que si ganaba la vería desnuda finalmente y que era posiblemente la única oportunidad que tendría de lograrlo.
Corrí y dispare muy fuerte dejando a mi hermana en el intento, pero lejos del balón que llego casi angulado hacia el poste superior de mi derecha.
Yo hice un movimiento con mi brazo de alegría.
Mi hermana algo molesta, no tuvo de otra, y se quitó su tenis del lado izquierdo.
Mi hermana puso el balón y yo con la experiencia en la portería le hacía señas para que disparara de mi lado izquierdo y así lograr desafiarla.
Corrió hacia la pelota y yo intente adelantarme muy poco simulando que me vencería rápido, pero cambie mi trayectoria lanzándome al lugar que señale y a media altura pude alcanzar a manotear la pelota que no iba tan colocada al poste.
Mi hermana con un gesto de molestia regreso a la portería donde yo ya me alistaba para mi segundo tiro.
Con mi derecha, nuevamente hice mi disparo en el ángulo superior, pero del lado contrario, que acabo siendo mi segundo tanto.
Su tenis derecho salió de su pie y se dirigió al punto penal para intentar batirme.
Su mirada de concentración me decía que estuviera atento a lo que hiciera.
Corrió hacia el balón y con la zurda, me desafío por el lado izquierdo y yo cerca de rozar la pelota.
Mi tenis derecho fue el que elegí para quitarme.
Me acerque al punto penal y también le quizá responder a su desafío de anotar con la zurda.
Confiado, le tire a la izquierda, donde su intento por detenerla fue inútil pues se lanzó a la mitad del otro lado.
Su calcetín derecho ya era despojado de su pie.
Regresé a la portería con motivación, solo pensaba en ganarle por mucho y lograr que se quedara con las ganas de verme.
Repitió con la derecha su disparo tirándola a mi izquierda.
Yo estiré la pierna y como no iba muy centrada, logré desviarla con el empeine y pasó rozando la línea de gol.
Me salvaba y ahora me tocaba a mi adelantarme bastante.
Con la derecha, repetí al lado derecho con potencia mi disparo, pero a la mitad del poste y no entró.
Por confiando, no pude lograr una mejor ventaja, pero el reto se ponía más interesante, al darle la oportunidad a mi hermana de recuperarse.
Mi hermana respiro profundamente y corrió hacia la pelota metiéndole un derechazo que fue muy raso y colocado a mi derecha dándole otro gol a mi hermana.
Mi tenis izquierdo tenía que ser eliminado.
Era hora de ya no fallar, para que más rápido, pudiera verla sin nada.
Mire hacia la portería intentando despistar a mi hermana con la manera de pararme en el área de penalti.
Corrí derecho, tomando vuelo y le apliqué el mismo tiro, pero a mi derecha, dejándola también si oportunidad de atajarla.
Su otro calcetín ya estaba afuera y el juego ya iba a empezar a aumentar de nivel.
Mi hermana fijo su atención en el balón, fue despacio hacia el esférico y pateo poniéndola muy angulada a mi derecha.
El disparo fue a ras de pasto y yo no pude hacer nada para detenerlo.
Me había repetido la jugada y sentía que haría lo mismo en los siguientes disparos.
Mi calcetín derecho fue el sacrificado Me levante, me lleve las manos a la cara y me fui a mi posición para intentar meter otro gol.
Tome vuelo dejando mi disparo en medio y casi rozando el poste superior.
Su playera fue la siguiente en caer.
Mis ojos fijaron su mirada en sus pechos que solo estaban cubiertos por su bra que parecía que iba a reventar.
Mi verga empezaba a ganar una erección, pero intentaba sacar esos pensamientos y seguir concentrado para lograr mi cometido.
Ahí estaba, en el área, lista para disparar.
Fue hacia el balón con velocidad y a unos pasos se detuvo, dio unos pasos lentos y tiro a media altura a la izquierda.
Mi vuelo fue espectacular y su disparo potente.
No pude llegar otra vez al balón.
Me agarre el pie para quedarme descalzo.
Regrese a mi posición de disparo y tire sin darle mucho tiempo de acomodarse.
Un disparo frenético fue a su costado derecho y sin mucho ángulo, entro doblando su mano.
Yo festeje y rápido me voltee para ver cómo se quitaba sus jeans.
Los bajo lentamente y cayeron al suelo para solo sacar sus pies y acomodarlos.
Su tanguita me estaba excitando más, pero yo debía seguir, pues aún faltaba que se despojara de dos prendas más.
Se acercó a la pelota y disparo a mi derecha, pero estudiando su movimiento me anticipe y saque su disparo.
Hice un gesto de suerte y regresé motivado hacia el área.
Mi hermana se empezó a mover en la portería.
Me acomode de mi lado izquierdo y al llegar al balón, gire la cadera mandando el disparo a ese mismo lado provocando una ligera reacción tardía.
Tardo unos segundos en levantarse y al final llego y enfrente de mí se quitó su brasier, lo que volvía a reavivar mi erección.
-Sí, disfrútalo culero, me respondió con un tono sereno.
Mi hermana corrió y saco un disparo que volví a contener a mi izquierda.
El juego ya iba a llegar a su fin, mi siguiente disparo si entraba, prácticamente tendría a mi hermana desnuda.
Algo distraído con su gran cuerpo, llevo mi disparo al travesaño superior, dejándome otra ronda más para esperar verla sin nada.
Mi hermana podía intentar que la ventaja se acortara un poco y poder tener chance de verme algo más.
Se preparó y su pie izquierdo hizo que volara a mi derecha sin éxito.
Mi sudadera se iba y todavía tenía prendas.
Regrese al punto penal, respire profundo y me acerque a velocidad y con la derecha tire hacia su lado izquierdo donde su intento de desviarla fue bueno, pero la potencia le impidió llegar a tiempo y apenas con 3 dedos había rozado ligeramente la pelota.
Mi hermana fue y me dijo.
-No se vale, no es justo
-Lo siento hermanita, te dije que era mejor que tú, una apuesta es una apuesta y la debes de cumplir.
Quien te obliga a estar apostando
-Sí, pero.
-Pero nada, te toca quitarte tu prenda.
-Está bien, pero después seguimos con otros castigos, no te vas a salvar de que te vea desnudo
-Parece que no te vas a rendir en conocer a mi amiguito.
-Claro que no, quiero ver con mis propios ojos si realmente los rumores son ciertos.
Te propongo algo.
Si metes otro gol, yo te doy un beso en la boca de piquito, si metes otro será uno de 10 segundos, luego uno de 20 con faje y en el otro tendrás 30 segundos para tocarme lo que quieras.
-Me parece perfecto, a meter goles se ha dicho.
Mi hermana se despojó de su tanga lentamente haciendo que mi verga no aguantara mas.
Su conchita estaba 100% libre de vello.
-Tranquilo hermanito, parece que si son ciertos esos rumores.
Mi hermana regreso a tirar con esperanzas de dejarme desnudo.
Puso el balón y retrocedo para tomar vuelo.
Descalza, dificultaba un poco sus disparos y confiaba en que podría obtener más que lo que mi hermana había propuesto.
Fije mi mirada en sus movimientos concentrándome en el balón y no en su cuerpo desnudo.
Fue con velocidad y pateo.
Su disparo salió elevado y yo solo me impulse para saltar.
Por fortuna su disparo paso rozando por arriba de mi esquina superior izquierda.
Mi hermana se lamentaba una vez más de su error.
Me levante y tome el balón.
Lo deje y seguí caminando para que no viera mi cara de felicidad.
Voltee y ahí me quede para tomar aire y agarrar vuelo.
Antes de llegar a la pelota me frené para intentar desconcentrarla y di un paso largo engañándola tirando raso al lado derecho.
Mi hermana se levantó con un poco de pasto cerca de su seno izquierdo, se lo quito y fue hacia mí.
-Bueno pues tu quédate ahí quietecito.
Le hice caso y ella se acercó y me dio el beso de pico con mucha gentileza.
No la notaba molesta, incluso, pensaba que le estaba agrandado la idea de perder de cierta manera.
Se dirigió al área de tiro y yo meneaba mi cuello de un lado a otro y luego me puse en posición.
Se me prendió el foco y me moví de un lado a otro en mi línea para desconcentrarla aún más de lo que ya estaba.
Se acercaba lentamente a la portería dudando y pausando sus pasos.
Su disparo salió raso, pero mi técnica había funcionado y me lance poniendo mis dos manos para contener el disparo que iba algo fuerte.
Me tocaba otra vez y tomé el balón y corrí recto y a mi lado derecho le metí un disparo potente que la dejo inmóvil, como queriendo intentar lanzarse, pero sin lograr aventarse.
-Bueno, volviste a ganar, ven para acá.
Mi segundo premio estaba por llegar.
Me tomo del rostro y se acercó para darnos un beso de 10 segundos, tal y como ella lo había determinado.
Esos 10 segundos fueron increíbles, y lo que faltaba sería mucho mejor.
Regreso a su posición y continué con mis movimientos sobre la portería.
Vino el disparo, pero esta vez me cazo muy bien.
Yo me impulsé hacia mi derecha cuando no puse bien mi pie y a media altura entro su tiro.
Aun me quedaban dos prendas más yo quería que se le acabaran sus opciones.
Mi playera se fue y la deje a un lado de la portería limpiando con ella un poco de sudor.
Nuevamente estaba en el área de disparo, donde estaba dispuesto a ir con todo.
Me pare del lado izquierdo para engañarla y al dar la patada, que el balón se fuera a su derecha.
El disparo salió muy potente y raso, pegando en el poste y metiéndose.
Mi hermana nada pudo hacer con ese disparo.
Por dentro mi emoción era grande, pues la siguiente recompensa era mejor de lo que podía imaginar que algún día lograría conseguir.
Yo sabía que al final, acabaríamos los 2 desnudos, pero quería ser yo el que le ganara limpiamente con esfuerzo y que todo se diera natural.
Cada vez que me acercaba a tirar o a la portería, era como la última jugada y trataba de darlo todo sin importar que la ventaja fuera poca o mucha.
Se acercó y nos dimos el beso de 20 segundos en el cual quede más excitado.
Faltaba solo el toqueteo libre y de ahí mi hermana tendría que inventar otra cosa.
Se acercó y disparo fuerte, pero paso un poco desviada.
Yo con los nervios más altos, hice un disparo que se fue por arriba manteniendo todo igual.
Ella volvió a acercarse y fue recto hacia la pelota cruzando hacia mi izquierda y anotando para dejarme solo con mi calzón.
Intente calmarme para que mi bulto no me incomodara y no me viera.
Metí un disparo a su derecha con buena altura y así me ganaba la oportunidad de tocarla.
Me acerqué y cuidadosamente puse mis manos en sus hombros y deslizando hasta sus pechos que apreté.
Toqué su vientre y acabé en sus nalgas apretándoselas.
Su excitación se notaba y al acabar el tiempo nos miramos fijamente.
Mi polla estaba a punto de estallar ante ese toqueteo y nos besamos locamente.
Mi polla podía sentir su concha depilada y ella se arrimaba cada vez más para provocarse un orgasmo.
Empecé a recorrer sus pechos, pero algo me detuvo.
-Vamos adentro
-Si
A pesar de que la casa era grande a lo lejos unos 2 edificios desde el segundo, tercer y cuarto piso podía verse nuestro juego.
Llegamos hasta mi cuarto y nos tumbamos en la cama siguiendo con nuestros besos.
Mi pene rozaba su concha y yo intentaba apuntar a su raja.
Ella se puso encima y se movía para rozarse con ella.
Mi herramienta exigía ser liberada para sentir su caliente y húmeda cueva.
Yo apoyaba su balanceo sosteniendo su culo.
Se separó de mí y agarro mi calzón para apenas bajarlo un poco y liberar mi pene que la esperaba 13.4cm estaban disponibles para ella y comenzó a mamármela con gran clase.
Mi leche salió en gran cantidad llenando su boca.
Se quitó mi pene tirando una poca mientras tragaba la otra y con su lengua tomaba la que seguía saliendo.
Nos dimos otro beso y yo la hice recostarse boca arriba metiéndole dos dedos en su concha.
Después con la punta de mi lengua la repasaba toda y luego comencé a succionar en varias partes.
Me empecé a comer su concha mientras ella jadeaba y se retorcía.
Bajo sus manos a mi nuca para embarrarme más hacia ella.
Cada chupada era un gemido seguro de placer.
Recorrí todo dejando mi saliva por toda su concha.
Subí para besarnos mientras mi miembro tocaba su entrada.
Me fui arrimando para que entrara apenas un poco de mi cabeza simulando la primera penetración.
Después saque un condón y me lo iba a poner para penetrarla cuando su mano me hizo una seña negativa.
-No, no te lo pongas
-Pero estas loca?
-No, tomare pastillas, quiero sentir como me llenas de tu lechita
Poco a poco le fue entrando toda y empecé con movimientos lentos mientras su cueva se amoldaba a mi miembro.
Ella solo se quejaba un poco y ya después eran puros jadeos de placer.
-Ya, házmelo rápido
El mete y saca se intensificó cada vez más haciendo yo todo el trabajo.
Sus gemidos de placer eran más fuertes y los diálogos que sosteníamos eran más fuertes olvidando que éramos hermanos.
-Más fuerte cabron, si ahhhhh destrózame
-Que rica estas hermanita, te voy a rellenar muy bien
-Ahhhhh si apriétamelas
Le quite mi herramienta y me aventé a decirle algo
-Ponte de perrito, quiero desvirginarte ese culito
-Me da miedo, pero si, te voy a dar ese privilegio
Se inclinó mostrándome su culito.
Me ensalivé dos dedos y los empecé a introducir en su cueva estrecha.
Gemía como loca cada vez que mis dedos se deslizaban sobre ella.
-Ya métemela toda
Retire mis dedos y prepare mi herramienta.
Abrí su colita y la fui metiendo.
Ya a la mitad se quejaba de dolor y me detuve un poco.
Ella me dio la señal para avanzar hasta tenerla completa.
Agarre sus caderas y poco a poco fui bombeando para lograr que se acostumbrara a mi verga.
Estaba tan excitado que sentía que se me paraba el corazón.
-Mas rápido hermanito, ahhhh si dame más.
-Me vengooooo
-Si, lléname mi colita
-Te la voy a dejar bien llena.
Empezamos a coger como locos con mucha rudeza.
Le di un par de nalgadas y apretaba sus pechos.
Me arrimaba más fuerte para chocar mis testículos.
Cambiamos de posición y se montó sobre mí.
Nos besábamos mientras ella se movía y después solo gritaba de placer.
Tomaba sus pechos y se los chupaba.
-Que ricas tetas tienes
-Sigue, me gusta como me las chupas.
Nos hablábamos sucio.
No nos guardábamos nada.
-Que bien te mueves, estas riquísima
-Tú también la tienes riquísima.
Dame más fuerte.
-Muévete mas, métetela toda.
-Ahhhhhhhh si no pares.
Estuvimos un buen rato hasta ya no poder levantarnos.
Mis padres no llegarían hasta al dia siguiente.
Fuimos a comer algo y en la noche todavía por la excitación nos desnudamos y nos echamos otro palo.
-Te amo hermanita, eres la mejor
-Tú también hermanito, eres el mejor de ese top.
Desde ahora tú serás solo mío.
-Y tu solo mía.
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