Aquel feliz Domingo empezó todo
Ese feliz domingo, mi esposo y yo estábamos en el parque de juegos infantiles paseando con nuestra hija de 5, habíamos comprado helado y nos sentamos a disfrutarlo en una banca alejadas de los demás niños. Un poco más tarde, se nos acerca y nos saludan una pareja con sus dos hermosos hijos….
Ese feliz domingo, mi esposo y yo estábamos en el parque de juegos infantiles paseando con nuestra hija de 5, habíamos comprado helado y nos sentamos a disfrutarlo en una banca alejadas de los demás niños.
Un poco más tarde, se nos acerca y nos saludan una pareja con sus dos hermosos hijos, una linda nena de 7 y un chico como de 12, pero se notaba más desarrollado. Parecían muy agradables, así que los invitamos a sentarse a platicar junto a nosotros.
~Pero que hermosa niña ~ nos decían refiriéndose a nuestra pequeña.
~De seguro la pasan muy bien con ella ~ continuaba el hombre diciendo en un tono que nos desconcertó.
~Si, no sé a qué se refiere, pero ella es muy obediente y educada ~decía mi esposo muy orgulloso.
~Es bueno que sea obediente, eso facilita las cosas ~ nos decía ya en un tono un tanto pervertido, que aún no lográbamos entender.
~No sé a qué se refiere ~, intervine en la plática, un tanto nerviosa.
~Verán, nuestras hijas son muy obedientes y hacen todo lo que les decimos sin protestar, así que gracias a eso llevamos una gran relación entre nosotros que muy pocos entienden ~
~Podría ser más explícito? ~ insistía yo, temiendo descubrir algo que yo ya estaba presintiendo muy dentro de mí.
~ ¡Ustedes no juegan sexualmente con su hija? ~ pregunto directo, sin titubeos, mirándonos a los ojos a los dos, como estudiándonos.
Nosotros no pudimos responder, estábamos atónitos y desconcertados. No nos esperábamos esta clase de conversación acerca de nuestra pequeña.
A una indicación del hombre, su hijo se sentó junto a mí y me puso una mano sobre la pierna haciéndome estremecer. De inmediato, antes que yo pudiera reaccionar, él puso una mano mía sobre su bulto, enorme diría yo, para la edad del chico.
La pequeña de ellos se sentó sobre las piernas de mi esposo y le planto tremendo beso en plena boca, y antes de que el pudiera reaccionar, ya le estaba frotando el bulto con su manita.
El hombre aprovecho nuestro desconcierto y ya para cuando reaccionamos y venimos a darnos cuenta, él ya tenía a nuestra pequeña hija entre sus piernas y le metía mano entre las piernas acariciándole su pequeño sexo, al tiempo que la besaba en la boca y en el cuello. A ella parecía agradarle, ya que no protestaba y se dejaba hacer.
~Esto te gusta bb? ~ le preguntaba el hombre a nuestra hija.
~Si, mucho ~ respondió ella con una total inocencia, que nos dejó perplejos.
Yo ya estaba poniéndome caliente, cuando a otra indicación del hombre, sus dos hijos se retiraron y volvieron a tomar su lugar.
~A esto me refiero. Deben jugar con su hija antes de que crezca para que acepte y se deje hacer dócilmente ~ nos explicaba.
~No estuvo mal verdad? Se que esto les gusto a los dos ~ y me miraba, como sabiendo lo caliente que me había puesto el estarle tocando la verga a su hijo y el metiendo mano entre mis piernas.
Note que mi esposo también se le había levantado el bulto con las caricias de su pequeña.
El hombre se levantó y la familia completa se retiró despidiéndose de nosotros. El hombre nos dejó su tarjeta por si decidíamos continuar con la plática.
Inexplicablemente esa noche cogimos como locos mi esposo y yo como ya tenía bastante tiempo que no hacíamos.
Mas tarde, nuestra hija se metió a la cama con nosotros y nos pidió jugar con su papa, como lo había hecho con el señor, diciéndonos que le había gustado mucho.
Sin saber a ciencia cierta lo que hacíamos, la desnudamos, la abrazamos la besamos todita, por vez primera. La dejamos que se la chupara a su papa. Yo le chupe su vaginita y podría jurar que ella se estremecía de placer.
Así estuvimos jugando con ella toda la semana, aprendió a chupar verga y a lamerme la panocha, que rico la pasamos todos esos días y sin pensarlo bien, el sábado siguiente le llamamos a nuestro nuevo amigo preguntando acerca de cuál sería el siguiente paso.
Nos invitaron a su casa de lo más entusiasmados. Nada más llegando, la esposa, y la pequeña se llevaron a mi esposo. Él se llevó a nuestra hija y su hijo me llevo a otra recamara.
Al poco, sin casi decir palabra, yo ya se la estaba chupando al chamaco de 12. Cabe decir que tenía muy buena verga, grande y gruesa, demasiado para su corta edad. Yo me deje llevar por la locura así que me dedique a disfrutar olvidándome por completo de mi esposo y mi pequeña.
El muy condenado mocoso me estuvo dando verga durante un par de horas, algo así, haciendo que me viniera tremendo varias veces, soltando orgasmos como loca, hacía ya tiempo nadie me había sacado.
Mas noche, ya en casa, mi esposo me platico como de manera increíble, se había estado cogiendo tanto a la esposa como a su pequeña hija de 7. me conto como la muy zorrita la mamaba ya de lo más delicioso y al coger se movía y apretaba de lo más rico como toda una zorrita.
También nuestra pequeña de 5 nos contó lo rico que la había pasado mamándosela al señor y que luego se las arregló para que el hombre se la cogiera por la panocha y por el culo, haciéndola gritar y chillar de dolor durante un buen rato, hasta que, sin saber cómo, de pronto, ella le empezó a agarrar el gusto a la tremenda verga del señor, ya después ya no le dolía, según nos explicaba nuestra pequeña y entonces sí que empezó a disfrutar de las tremendas cogidas que le pego el muy cabron.
Esa noche volvimos a coger como locos de lo prendido que nos había dejado al contarnos cada uno nuestras experiencias.
Por vez primera, mi esposo se cogió a nuestra hija haciéndola gozar de lo lindo metiéndosela por delante y por el culo, luego, claro está, me toco mi turno.
Nos dimos cuenta de que estábamos experimentando nuevas y extrañas sensaciones totalmente desconocidas para nosotros y fue algo revelador, darnos cuenta del increíble mundo erótico que se habría ante nosotros.
A la siguiente reunión, nos extrañó ver a varios señores mayores totalmente desconocidos para nosotros. También había como 15 niñas entre 5 y 10 años, incluida nuestra bb.
A una indicación del dueño, todas las niñas tomaron de la mano a los viejos pervertidos y se fueron con ellos a coger a unas habitaciones separadas de la casa. De manera increíble, se notaba que todas las niñas que iban felices, radiantes.
Yo no pude protestar, ya que el hijo del señor me llevo a una recamara junto con otros 4 chicos de entre 12 a 18, algo así. Me entretuvieron entre todos dándome verga por todos lados. Yo, perdida de caliente, se las mame a todos esos chicos, después me la fueron metiendo uno por uno.
Mas tarde ya me habían hecho su puta entre todos, haciéndome incluso doble penetración varias veces, alternando posiciones entre ellos.
Me sentía la puta más puta de todas, pero también la más caliente y con todos esos chicos dándome tremenda atención como su invitada especial ufff.
Mi esposo se entretuvo con la esposa de nuestro nuevo amigo y otras tres o cuatro putas más, esposas de algunos de los viejos maduros pervertidos.
Los 15 viejos se llevaron a todas nuestras niñas, dejándolas mamar primero entre todas y ya luego se las cogieron dándoles por la panocha y por el culo al mismo tiempo varias veces durante bastante rato. Mas tarde nuestra hija nos confesó que aquella tremenda orgia con los viejos, en verdad le había encantado, diciéndonos que le gustaría repetir lo más pronto posible.
Nos dijo que varios, los que a ella le gustaron más, le habían dado su tarjeta para que ella los llamara invitándolos a coger a nuestra propia casa.
Y si fue, una buena tarde, llegaros 6 viejos pervertidos y libidinosos a visitar a nuestra pequeña de tan solo 5, pero que ya, en muy poco tiempo, se había convertido en una niña de lo más puta y experta en mamar y coger, sobre todo con mayores, creo eso lo heredo de mí, uwu.
Esa noche, yo ya no me pude aguantar y sin más, me encueré y me les fui a ofrecer a esos viejos que ya se habían cogido a mi pequeña entre todos varias veces, pero que aún tenían bastante cuerda para dar y repartir.
Así que entre todos esos viejos y para nuestro beneplácito de mi hija y yo, nos siguieron dando verga a las dos durante bastante tiempo más.
No saben lo increíble que es ver y lo caliente que me ponía, ver a dos viejos pedófilos de 60 o 70, dándole doble penetración a mi bebe de 5, mientras que otros dos pervertidos, hacían lo mismo conmigo.
Mi hija me miraba y se sonreía al ver que yo también, así como ella, disfrutaba de la enorme verga de los viejos y de la tremenda cogida que nos estaban dando entre todos a las dos.
Aquella fue en verdad una noche maravillosa, terminamos las dos putitas, mama e hija, toditas bien cogidas y llenas de leche, como dios manda, uff.
Continuara…
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me gusto mucho , ojala publiques mas
que rico , busco amistades con los mismos gustos para platicar mi Telegram @Jzz_05
WOW lo más hot y cachondo que he leído, encuentros donde todo es consensuado sin obligar a nadie, es lo más cachondo y placentero felicidades sigue disfrutando y escribiendo saludos
William
Un relato maravilloso, muy bien escrito, un tema muy interesante, me ha encantado, seguiré leyendo tus relatos. El relato muy morboso y excitante, todo excelente. Gracias y Felicidades por el relato.