ARDIENTE SANDY Y LA LUJURIA DE BETTY. UNA FAMILIA ATÍPICA.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por PEDROVL.
No fueron dos, ni tres, ni cuatro las veces que goce del cuerpo de mi hermana Betty, fueron infinidad de veces, aun cuando tuvo novio goce de ella y de su voluntad.
Si hubo ocasiones en las que iba a salir con el novio y ya casi lista la poseí y se fue con su concha y cola llenas de mi leche, más aun, salía después de haberse tomado mi leche y besar así a su novio.
La confianza de Sandy y Mony conmigo ya era tanta, que cuando yo pasaba por ellas a la escuela y llegábamos juntos, dejaba yo mi mochila en la sala y subía con ellas a su recamara, un día de esos, como tienen ellas la indicación de llegar y cambiarse el uniforme, entre a su recamara unos minutos detrás de ellas, ya se habían quitado la blusa del uniforme, los pechitos de Mony están cubiertos por un corpiño amarillo, mientras las tetitas de Sandy que ya estaban más desarrolladitas, eran arropadas por un pequeño brassier blanco.
Entré y ellas como si nada, no hicieron ningún escándalo al verme y que yo las viera.
Me recuesto sobre la cama de Mony quien está más cerca de mí.
Se despojan de sus faldas, dejándome ver que no traen short y que el color de sus pantaletas era el mismo de sus corpiños y brassier.
Veo como se le marca la concha a Mony en su pantaleta, marcándosele perfectamente su raya, como si fuera de ese color, bien adherida la tela.
De Sandy, es más angosta entre sus piernas, casi deja ver algo de su concha blanca y tierna.
Ni siquiera buscan su ropa cuando Sandy se sienta sobre su cama con la pierna derecha doblada y la izquierda estira, mientras Mony se recuesta en su cama del lado de los pies, así ambas en solo ropa interior, como deseando que las mire y Mony moviéndose como posando, ya que gira a su izquierda y luego a su derecha, estirándose toda, por lo que me muestra sus bellas nalgas, redonditas y paradas como las de todas mis hermanas.
Son muy hermosas todas, debo confesar, incitan a la lujuria.
Mis ojos se clavan en las nalguitas de Mony cuando se gira a su derecha, ya que su pantaleta del lado izquierdo está metida entre sus nalgas, se ve exquisita, mi verga se pone dura y empuja mi pantalón, provocando tremendo bulto, el cual me sobo con fuerza con la mano izquierda.
Sandy me mira y sonríe, me tira al pecho su blusa escolar, la miro con una sonrisa y ella me mira igual, luego saco la punta de mi lengua entre los labios y la agito de lado a lado mostrándosela y clavando mis ojos en la parte más íntima de su pantaleta, Sandy separa un poco más sus piernas y baja sus ojos a su concha, luego me vuelve a mirar sonriendo y me tira la falda, en eso se va girando Mony y se une a Sandy en tirarme también su uniforme, a la vez que sugiere hacerme cosquillas, por lo que se tiran sobre mí.
Yo según me “defiendo” al tirarme y recostarme sobre la cama, mientras Mony se sube sobre mi pecho para hacerme cosquillas en las axilas, Sandy se va sobre mi cintura.
Trato según de cubrirme, pero Sandy al estar a las espaldas de nuestra hermanita, aprovecha y me sobra con una mano el bulto que hace mi verga debajo del pantalón, mientras con la otra mano hace cosquillas en mi cintura, pero no por mucho tiempo, ya que se sube y se sienta sobre mí, poniendo sus deliciosas nalgas en mi verga, agarra mis manos y las pega a mi cuerpo, así, le dice a Mony que se siente sobre mí, para ganarme.
Mony aprovecha la ayuda de nuestra hermana y se sienta más arriba de mi pecho, por lo que su concha esto muy cerca de mi boca, tal como la vez anterior, por lo que aprovecho y vuelvo a “morder” con mis labios su concha por encima de su pantaleta, ella empuja más su cadera contra mi cara, pero esta vez, al estarla “mordiendo” con mis labios, saco mi lengua y se la agito donde está su raya y tal vez su botoncito.
Pareciera le gusta, porque hace su cadera hacia atrás y luego la vuelve a empujar contra mi boca, mirándome y sonriendo.
Sandy mientras agita sus caderas contra mi verga, en eso se oye cuando abren la puerta de la recamara, es mi madre que le dice a mi hermana Sandy que vaya a las tortillas, nos ve jugar, ve que mis hermanas están en solo ropa interior y sobre mí, mas no les dice nada, solo nos deja.
Ese día hasta ahí acabo el juego con mis hermanitas, pero que juego.
Llegó el mes de diciembre y con ello los rezos a la virgen de la que mi abuela y mi madre son devotas, iban a rezar con las vecinas, por lo que estaban fuera de casa por un par de horas o hasta tres, ya cerca del día doce, el diez para ser exactos, un viernes, hubo una peregrinación de la colonia, a la que asistieron también mis hermanitas Sandy, Mónica, Betty y Andrea.
Yo no fui, me quede en casa mirando tv.
Ya regresaron cerca de las nueve de la noche Andrea, Sandy y Mónica, Betty se quedó con, mi madre y mi abuela en el rezo.
Andrea me trajo un plato de cena y se subió a su recamara, mientras Sandy y Mónica se subieron a la suya no sin antes pedirme que fuera con ellas, ya que deseaban platicarme como les había ido.
Al entrar a la recamara, luego se despojaron de su blusa de india, luego de su falda, quedándose ambas en pantaleta de color blanca.
Sandy traía un brassier blanco, pero Mony no, no traía ni siquiera corpiño, por lo que pude ver sus tetitas diminutas, con unos pezoncitos chiquititos, rosaditos y hermosos.
¡¡Guau!! La verga luego se me puso dura y erecta.
No hiso ningún gesto, ni tuvo ninguna actitud de enfado o espanto, solo me sonrió y ya.
Me senté sobre la cama de Sandy, recargándome sobre su cabecera, subiendo la pierna izquierda a su cama, ella se recostó y acomodo la cabeza sobre mi muslo izquierdo, muy cerca del bulto que hacia mi short.
No pude dejar de mirar y excitarme con las tetitas de mi pequeña hermanita, quien dijo que se iría a bañar para ya dormirse, porque estaba bien cansada.
No había nadie más en la casa, así que salió con la toalla en la mano y en pura pantaleta, quedándonos solos Sandy y yo.
Ya estando solos comencé a acariciar sus pechitos sobre el brassier, enseguida Sandy me miro y sonrió, luego cerró sus ojitos.
Metí mis manos por debajo de su brassier y acaricie esos aterciopelados pechitos con suavidad, pero a la vez dando delicados pellizcos a sus diminutos pezones.
-Déjame verte la concha.
– Le dije a mi hermana, quien abrió los ojos y se jaló la pantaleta hacia el frente.
Se podía apreciar parte de su raya, pero deseaba más.
-Déjame vértela bien, enséñamela.
Quítate la pantaleta.
– Le dije con firmeza.
Levanto sus caderas y se quitó la pantaleta para después ponérmela en la cabeza.
¡¡Guau!! Olía riquísima su prenda, olía a su tierno sexo.
-Ven.
– Le dije jalándola suavemente de su mano y ayudándola a pararse.
Se paró frente a mí y le despoje de su brassier, quedando completamente desnuda ante mis ojos que la querían devorar.
La hice girar de espaldas a mí, me baje el short y mi verga salto completamente erecta y dura, jale a Sandy de su cadera hacia mí, separo sus piernas y mi verga se colocó entre ellas, quedando presionada con su concha.
Así sentada en mis piernas acaricie sus pechitos con ambas manos, luego baje la derecha y acaricie su cálida concha.
De sus labios comenzaron a escapar suaves gemidos, cerraba y abría sus piernas presionando mi verga entre su concha, a la vez que mis dedos hurgaban entre sus labios íntimos y un poco más allá.
Deseaba penetrarla, meterle la verga en esa virginal concha y hacerla mía, pero no la podría disfrutar, Mony podía entrar en cualquier momento e interrumpirnos, así que tuve que conformarme con solo caldearla.
Y si, no tardo mucho cuando oímos los pasos de Mony, rápido Sandy agarro su toalla y se envolvió en ella, a como pude me subí el short mientras Sandy me cubría sentándose nuevamente sobre mis piernas.
Al entrar Mony, miro que Sandy estaba ya envuelta en toalla, pero soltó la risa cuando me vio con la pantaleta en la cabeza.
Turbada se levantó y se fue a bañar, mientras yo me quedaba ahí en la recamara, con la verga dura y haciendo bulto debajo de mi short.
Mi hermanita trato de disimular lo que veía, pero de vez en vez miraba.
Venia envuelta en toalla, busco en su cajonera, saco una pantaleta y una bata ambas en color rosa, mientras la veía con excitación.
Ella no decía nada, solo me miraba y sonreía.
No oímos cuando llegaron las señoras de la casa, solo cuando subía mi madre y les llamaba a mis hermanas, por lo que Mony se apuró a ponerse la bata y antes de que entrara agarré una almohada y me la puse entre las piernas para que no se diera cuenta de mí erección.
Iba terminando de bajarse la bata cuando entro ella, nos miró a uno y a otro, más no dijo nada, solo pregunto por Sandy, se le dijo que estaba bañándose y salió sin cerrar la puerta.
Entonces Mony se puso su pantaleta, nos miramos y sonreímos uno al otro.
Había complicidad entre nosotros, de eso no había duda.
Cuando por fin termino Sandy de bañarse, entro envuelta en toalla, Mony estaba en su cama peinándose.
Saco de su cajón su bata blanca con flores y una pantaleta verde limón, se quitó la toalla como si nada más estuvieran ellas solas y se comenzó a vestir, Mony la miro y no dijo nada, solo sonrió.
Bajamos a buscar a mi madre y hasta ahí termino todo esa noche.
A la noche siguiente seria la velada de la virgen en casa de una vecina, la cual estaba a tres casas de la nuestra.
Mi madre, mi abuela, mis 4 hermanas y yo, fuimos a la peregrinación que se hiso, ya de regreso a casa de la vecina, realizaron un rezo y luego nos dieron de cenar, al término nos regresamos a casa solo Sandy, Mony y yo, ya que mi abuela decidió que se quedaran Betty y Andrea con ellas, por el hecho de que era muy notorio que no se tragaban entre ellas y querían que se rompiera ese hielo, según ellas jajajajaja….
no funciono.
Al regresar a casa ya pasaban de las diez de la noche, entramos y en la sala me dice Mony que las acompañara a su cuarto, para que no estuvieran solas, le conteste que sí, pero que me esperaran, que deseaba ir a mi cuarto para cambiarme, lo cual aceptaron.
Unos quince minutos después, volví y entrar en la recamara de mi hermanitas, me las encuentro apenas cambiándose la pijama a Mony quien se ponía una bata amarilla, pregunto por Sandy y me contesta que se estaba bañando.
Unos minutos después entra Sandy vestida con un pequeño bóxer rosa y una blusita de tirantes del mismo color, luego se apreciaba que no traía ropa interior, ya que se le marcaba bastante y bien rico sus pequeños pezones y su deliciosa concha.
Al verla, mi verga luego se puso dura, haciendo buen bulto debajo de mi short.
Platicando por un buen rato de tonterías, riéndonos de cosas chuscas, cerramos con pasador la puerta, apagamos la luz y nos acostamos.
Mony sola en su cama no tardó en quedar dormida casi al instante, mientras Sandy y yo en su cama.
Comencé a acariciarla, metiendo la mano debajo de su bóxer palpe su concha que en seguida se puso caliente y húmeda, mientras besaba su cuello despacio, recorriéndolo cada centímetro, luego fui al lóbulo de su oreja, al cual mordí despacio.
Se acomodó de espaldas, pegándose bien a mi cuerpo, mi verga que ya estaba dura se acomodó entre medio de sus nalgas, pero Sandy aun así, paró más sus nalguitas, buscando que mi verga se acomodara bien entre medio de su culo.
Lo movió despacio, de arriba abajo una y otra vez, luego lo presionaba más y más.
Pero había algo que yo deseaba hacer primero.
Baje despacio su bóxer hasta sus rodillas, la hice girar boca arriba, bajé entre las sabanas y me acomode entre medio de sus piernas, le quite por completo su bóxer, luego se las separe despacio…
-¿Qué haces manito?- Me pregunta entre suaves suspiros y voz baja.
-Me voy a comer tu concha…me voy a comer esta rica concha que es mía.
– Le contesto mientras acerco mi cara y aspiro el virginal aroma de su rica fruta.
Con la punta de mi lengua lamo despacio parte de su concha, luego un poco más abajo hasta recorrerla toda.
Sandy agita su cuerpo e intenta cerrar sus piernas, más no la dejo y sigo lamiendo una y otra vez y en cada lamida voy hundiendo más mi lengua hasta encontrar su rico y delicado botoncito.
Lo jugueteo una y otra vez, luego bajo más y meto la lengua en la cuevita de su concha, ¡¡Guau!! Que rica y apretada, que rico saben sus jugos virginales.
Se la meto y saco una y otra vez mientras Sandy agita sus caderas de arriba abajo y con sus manos empuja mi cabeza primero hacia ella, a lo que aprovecho y le chupo toda su concha con mi boca, mientras meto toda mi lengua en su cuevita, no tarda y empuja sus caderas contra mi cara, ha tenido su primer orgasmo mi hermana y me lo demuestra la gran sacudida de sus caderas.
Luego me aprisiona la cabeza con sus manos y me jala hacia arriba de ella, me deshago de mi short y mi verga esta dura y erecta, me duele y pesa.
Al pasar por sus tiernos pechos se los beso y chupo uno a uno cada centimetro.
La respiración de Sandy es acelerada, sus gemidos bien pudieron oírse fuera de la recamara, pero lo bueno es que no había nadie, a Mony no la despierta por su mismo cansancio.
Subo más y estamos cara a cara, me besa ella primero en los labios, un suave y corto beso entre ambos pero con lujuria.
Apoyo mis brazos por debajo de su cuerpo.
La cabeza de mi verga hace presión en la entrada su concha empapada, no hace falta centrarla, abre más sus piernas y ya está, así que empujo despacio y comienza a entrar en su concha.
Sandy me toma con sus manos de mis nalgas y me jala hacia ella, esta agitada y jadeando, no lo pienso más y se empujó con más fuerza… en su apretada y virginal concha entra la mitad de mi verga, las uñas de sus manos se entierran en mis nalgas cuando se rompe su himen y su virginidad es mía, la virginidad de otra de mis hermanas es mía.
La lujuria de Sandy nada más deseaba tantito para explotar.
Empujo con fuerza una vez más y la punta de mi verga toca el fondo de su útero, me detengo un poco mientras sus uñas se entierran más en mi carne…unos segundos después comienzo a bombearla despacio, pero sus gemidos y jadeos aumentan, así como sus caderas que se agitan y chocan contra las mías, así que empiezo a embestirla con más fuerza.
-¡Más! ¡Más!- Me suplica Sandy.
Lujuria pura, nuestras respiraciones compiten, mas sus jadeos son más fuertes, así como mis embestidas.
El chasquido y el golpeteo entre nuestras caderas se oye, el olor a sexo se inunda en la recamara de mis hermanitas.
-¡Si! ¡Más! ¡Sí!- Las suplicas de Sandy revientan mis oídos.
Fue un milagro que no despertara a Mony.
Estoy a punto de venirme, mi verga desea explotar, pero intento aguantar más, hasta que ya no puedo y exploto dentro de su concha.
No dejo de bombearla con fuerza, hasta que poco a poco voy haciéndolo más lento.
Se siente como brota mi leche de entre su concha y corre entre sus nalgas, está caliente.
Me toma con sus manos de mi cabeza y me besa con fuerza, nos fundimos en un profundo besos en el que incluso nuestros dientes chocan y nos mordisqueamos uno al otro.
Nuestras caderas están quietas, pero mi verga aún sigue dura, "juventud divino tesoro”.
Le saco la verga de su concha aun chorreando, le digo que se voltee y ella me pregunta ¿para qué? No le contesto, solo la hago hacerlo.
Ya boca abajo, le separo las piernas, ensalivo los dedos de mi mano derecha y le meto el dedo índice entre sus nalgas hasta que se lo meto en su cola.
-¡No, por ahí no!- Me suplica, pero sigo con la verga dura y quiero metérsela por la cola, también deseo su cola virgen.
No le hago caso y se lo meto todo, lo muevo por todo su contorno, luego se lo saco y vuelvo a meter, luego le meto el dedo medio y hago lo mismo, luego le meto los dos dedos, su colita esta mas dilatada, así que con la mano derecha le centro la cabeza de la verga en su cola y se la comienzo a empujar.
Las manos de Sandy tratan de empujar su cuerpo para girarse, mas no la dejo y se la empujo con más fuerza, esta ricamente apretada su cola, mi verga entra un poco, luego un poco más.
Sandy comienza a lloriquear, no le hago caso y sigo bombeándola hasta que por fin entra casi toda, me detengo por unos instantes y luego comienzo a bombearla despacio.
Que rica esta la cola de mi hermana ¡¡Guau!!
Hunde su cara entre las almohadas para que sus lloriqueos no despierten a Mony.
Sigo bombeándola ahora un poco más fuerte, hasta que mis embestidas chocan con sus nalgas.
Apoyo mis puños en la cama y así con más facilidad embisto y embisto sus nalgas, Sandy comenzó a gemir nuevamente, los cuales se confunden entre sus lloriqueos, hasta que exploto dentro de su cola, una, dos, tres veces.
Ahora si estoy vacío, mi verga poco a poco va perdiendo dureza.
Me recuesto sobre ella, beso sus hombros, su cabello, sus mejillas…pero ella está enojada y no me corresponde, mientras mi leche brota de su cola que es incapaz de contenerla.
Me salgo de ella y me recuesto a su lado.
-Me dolió mucho, ¡¡vete!!- Me dice a la vez que me empuja.
Me levanto y me tomo la toalla de Sandy que esta sobre una silla al pie de su cama, me envuelvo en ella y me salgo de la recamara cerrando la puerta.
Me voy a mí cuarto, me baño y ahí me quedo a dormir desnudo como es mi costumbre.
No supe a qué hora llegaron las señoras y mis hermanas mayores, así como mí padre, sino que me despiertan los fuertes toquidos en mi puerta, me levanto, me pongo un short y bajo a ver quién es, para mi sorpresa es Andrea que con una leve sonrisa me indica que ya es hora de almorzar y que me están esperando, agradezco el gesto y unos minutos después me presento en el comedor donde están ya todos, incluyendo mi padre.
Doy los buenos días a todos y casi todos me contestan, menos Sandy.
A la mesa nos acomodamos con mi padre a un extremo de la mesa, mi madre a su derecha, mi abuela a su izquierda, del lado de mi abuela siguen Andrea y Mónica, del lado de mi madre sigue Betty y Sandy, al otro extremo de la mesa me siento yo.
Después de las bendiciones iniciamos a comer con platicas comunes del trabajo, la casa, la escuela, la salud, la familia, casi todos hablan menos Sandy.
Pero todos quedan callados cuando mi abuela toca un tema muy interesante…el que desde el tiempo de sus padres han consentido y mimado a los hombres de la familia, tiempo que ella ha vivió y que sabe viene de más atrás de sus tiempos…de como consintieron a mi padre y dieron autoridad a mi padre por ser el hijo varón y con dos hermanas, aunque eran menores que él.
Que su autoridad y decisión valía tal como la de su padre, ósea mi abuelo.
De cómo aceptaban y dio a entender que mi autoridad no debería ser cuestionada….
¡¡A chingados!! Mis hermanas solo miraron a mi abuela sorprendidas y calladas…ahora entendía porque mi madre me había educado así y habían formado de la misma manera a mis hermanas.
Y lo que termino como cereza del pastel es cuando dijo mi abuela que entre mis tías, hermanas de mi padre, la autoridad de él estaba sobre la de sus maridos.
Termino de comer pero aún tengo hambre y apenas iba a pedir que me sirvieran más cuando me mira Andrea y me pregunta si quiero más, a lo que le contesto que sí, ella rápido se para y me sirve, ante las miradas serias de Betty y Sandy.
Coloca el plato sobre la mesa, doy las gracias, ella me sonríe y me acaricia el hombro derecho.
Primer buen gesto de ella para conmigo.
Durante el transcurso de ese día domingo no me dirigió la palabra Sandy, solo Mony y Betty, Andrea solo en las comidas, pero presente en el rato que estuve sentado viendo tele con Mony, se reía de las ocurrencias que decía mi hermanita, me miraba y sonreía.
En la noche, cuando estábamos por terminar de cenar, miro a los ojos a Betty y con ellos le indico que fuera a mí cuarto.
Ella se presenta ahí ya como a las 09:30 con su bata blanca y figuras azules, se tumba boca abajo sobre la cama con unas revistas, separando un poco las piernas.
Es bellísima mi hermana, tiene una cola de tremenda tentación.
Me pregunta porque no me habla Sandy, a lo que le contesto que no sé, ella se ríe y antes de que diga algo más me acerco a ella y le acaricio sus duras nalgas, a la vez que le subo la bata y se las sigo acariciando por encima de su pantaleta blanca, luego meto la mano por el elástico de sus piernas y se las acaricio con más fuerza, metiendo mis dedos entre medio de sus nalgas.
Voy más allá y palpo la entrada de su concha que se siente caliente y poco a poco húmeda.
Despacio separa sus piernas, meto mi mano un poco más y meto mis dedos en su ya caliente concha ¡¡Guau!! Saco mi mano y jalo de su pantaleta hasta quitársela.
-Nada más no me la vayas a romper.
– Me dice Betty cuando siente como jalo de su prenda.
-¿Y si te la rompo cual es el problema?- Le contesto mientras la giro boca arriba.
Ya no me contesta nada, separo sus piernas y hundo mi cabeza entre ellas para chupar de su rica concha, haciéndola empaparse al instante y gemir con fuerza.
-¡Dime que ya te cogiste a Sandy! ¡Qué ya tomaste su concha!- Me dice entre jadeos Betty.
Chupo con más fuerza su concha y le meto la lengua hasta donde puedo alcanzar una y otra vez.
-¡Sí!, ya me cogí a Sandy, se la metí en la concha y por la cola ayer.
– Le contesto mientras saco mi cara de entre sus piernas y me subo sobre ella a la vez que me despojo del short con la verga bien dura.
Me mira a los ojos con un brillo de lujuria en los suyos.
No hace falta centrarla, ella sola toma posición y se la meto de un solo golpe, tocando el fondo de ella al instante.
-¡Si! ¡Así! ¡Más!- Entre jadeos me pide.
La comienzo a bombear despacio.
-¡Y dime! ¿Cuándo fue? ¿Le chupaste la concha? ¿Si era virgen todavía? ¿Te gusto cogértela?- Pregunta mientras la embisto cada vez más fuerte.
-¡Ayer en la noche! ¡Si, si le chupe la concha y si, aún era virgen!- Le contesto.
-¿Y te gusto cogértela?- Me vuelve a preguntar.
-¡Si, si me gusto! ¡Así como me gusta cogerte a ti!- Le contesto y su excitación aumente a tal grado que tiene su orgasmo y para no gritar muerde mi hombro, agita sus caderas y por ultimo enreda sus piernas en mis caderas y las aprieta por un largo rato hasta que logra su clímax.
Sigo bombeándola, yo aún no me vengo, aun no término.
Afloja sus piernas, se las abro y estiro con mis manos, así, completamente abierta sigo embistiéndola con más y más fuerza, mientras gime con su respiración agitada, es fuerte y con riesgo de que alguien llegue, hasta que estoy cerca de venirme y se la empujo hasta el fondo, ahí me quedo unos instantes hasta que se la saco y rápido me coloco sobre su cara, la tomo de la cabeza y la jalo para que me la chupe, a lo que hace rápido, me toma de las caderas, abre su boca y un poco más de la mitad de mi verga se mete, la chupa unas tres, cuatro veces con ansias hasta que exploto dentro de su boca inundándola con mi caliente leche.
-¡Tómatela toda! ¡No dejes nada!- Le digo con la respiración acelerada.
Betty a como pudo obedeció y aun la que se le escurrió la tomo con sus dedos y se la llevo a la boca.
La perversión de saber que ya tuve sexo con nuestra hermana excita increíblemente a Betty.
Me tumbe a su lado cuando termino por limpiarme de leche la verga mi hermana.
Descansamos un rato, luego se paró, se arregló la ropa, me dio un beso en la mejilla, cuando iba a salir de mi cuarto.
-¿De verdad ya te cogiste a Sandy?- Me vuelve a preguntar.
-¡Sí!- Le confirmo, a lo que ella solo sonríe picaronamente y salió…
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